El hombre que muere rico
muere desgraciado.
El único propósito de ser
rico es para poder donar el dinero.
He resuelto dejar de
acumular riqueza y empezar con la infinitamente
más seria tarea de una sabia
distribución.
Andrew Carnegie, 1835-1919.
I.
Introducción
Otra vez ha
vuelto la polémica sobre las donaciones de la Fundación Amancio Ortega (cuyo homónimo
es el principal accionista de Inditex) para la investigación y el tratamiento
del cáncer. Hace dos años se levantó la
polémica, cuando algunos políticos
populistas alegaban interferencia del dinero privado en la sanidad pública
y pidiendo a las comunidades autónomas que rechazaran las donaciones. Esta polémica la habíamos analizado en
detalle en el artículo ¿Por
qué rechazan la filantropía de Amancio Ortega? (sugerimos al lector darle una mirada antes de
seguir leyendo este artículo).
Dos años después
se reactiva la polémica con declaraciones de algunos líderes de un partido populista
de izquierdas en España, en sus campañas electorales para el Parlamento Europeo
y en el momento que el partido ganador de las elecciones trata de formar
gobierno, con el apoyo de ese partido. Pareciera
que busca crear controversias para movilizar a sus votantes, que suelen ser
anticapitalistas, y hacer méritos para entrar en el nuevo gobierno.
¿Porque la tomaron con Inditex y no con otras de
los centenares de empresas más irresponsables?
Estos líderes
parecen tener una confusión entre las
actividades de una empresa y las acciones filantrópicas de uno de sus
accionistas, con su riqueza que proviene de sus inversiones en la empresa y
de otras fuentes. Adicionalmente, no
parecen haber entendido bien las condiciones de las donaciones, como
comentábamos en el artículo citado.
En este artículo no pretendemos justificar a
Inditex o la Fundación Amancio Ortega, pretendemos poner la polémica en el
amplio contexto en que se desenvuelve, para entenderla mejor.
II.
Elusión fiscal y otras irresponsabilidades
En el artículo Dirigentes
de Podemos piden que no se acepten las donaciones de Amancio Ortega a la
sanidad pública, publicado en El País, se citan las declaraciones
de algunos dirigentes:
"una democracia digna no acepta
limosnas de multimillonarios" y recalcando que España necesita que los
ricos paguen impuestos que se traducen en hospitales en lugar de donaciones…..
"…..los mismos que esquiva y elude Inditex. 600 millones en tres
años".
Según un informe presentado por el Partido de Los
Verdes al Parlamento Europeo, Inditex eludió el pago de 600
millones de euros en impuestos a través de "agresivas técnicas de ingeniería
fiscal". Lamentablemente las maniobras de Inditex, y las de múltiples
empresas son legales, aunque no éticas ni responsables. Utilizan los recursos humanos, la infraestructura,
los recursos naturales, etc. de un país pero no contribuyen a su costeo vía el
pago de impuestos (ver Eludir y evadir impuestos: ¿Hasta dónde llega la irresponsabilidad
empresarial? y ¿Un paso adelante contra la elusión fiscal?). Si la alegada elusión fiscal es cierta,
Inditex es una empresa irresponsable. Inditex respondió al informe,
descalificándolo, y enumerando una serie de
errores. Pero los políticos usan
selectivamente el informe de Los Verdes sin considerar las respuestas de
Inditex. Usan lo que les conviene.
Pero, si las empresas logran eludir impuestos, ¿de
quién es la culpa? ¿Qué han hecho los gobiernos para evitar la elusión de impuestos?
¿Cumplen los gobiernos con su responsabilidad de asegurar el pago de los
impuestos? ¿tiene las regulaciones
permitentes? ¿son sus instituciones de supervisión adecuadas? ¿porque los
gobiernos no logran controlar la diversidad
de tratamientos fiscales, legales, en los diferentes países?
La elusión fiscal no es justificable en ningún
caso, pero sí es
importante aclarar porque sucede y de quienes son las responsabilidades. La
empresa no debería eludir o evadir impuestos, por responsabilidad propia, pero
el Estado tiene parte de culpa al no tomar las medidas necesarias. ¿Qué no debería haber criminalidad? De
acuerdo. Pero si la hay es porque hay
criminales y porque el sistema de prevención y aplicación no funciona
adecuadamente.
Conviene recordar
el caso de Apple, que se aprovechó de una situación similar eludiendo impuestos
a través de una filial en Irlanda. Pero
en este caso, la Comisión Europea tomó cartas en asunto y obligó a Apple a
devolver 13.000 millones de euros a Irlanda por impuestos eludidos. ¿Porque no lo hacen con Inditex?
Además de las
críticas de los políticos a la actuación de …… ¿de quién? ¿de Inditex o de la
Fundación? (están confundidos como
veremos más adelante), hay críticas a la
responsabilidad de Inditex, en temas de explotación laboral (trabajo infantil y
esclavo) en países en vías de desarrollo y de competencia desleal, entre
otros. No es el objetivo de este
artículo analizar la RSE de Inditex, baste decir que muchas de estas críticas
están documentadas, como también están documentados los esfuerzos de Inditex de
extender la responsabilidad social a sus proveedores. En el 2019 tenía 1824 suplidores, de los
cuales el 89% estaban calificados en su máximo nivel de responsabilidad de
acuerdo con los criterios para sus proveedores. De acuerdo al Dow Jones
Sustainability Index, Inditex es el vendedor al detal más responsable de los que analizan. En el 2018 hicieron más de 11.000
auditorías de sus proveedores. Inditex es una empresa ampliamente reconocida por sus esfuerzos en la
responsabilidad en la cadena de valor, y es citada muchas veces somo ejemplo a
seguir, aunque no sea todavía perfecta. ¿Quién lo es?
En este caso las
acciones a tomar son otras. Nos corresponde a nosotros como miembros de
la sociedad civil denunciar estos casos, con evidencias, con responsabilidad, y
nosotros, como consumidores, tenemos la libertad de adquirir o no los productos
que vende Inditex (¡cuantos compran en Zara porque sus productos son más
baratos, sin cuestionarse si se pagaron sueldos justos o se utilizó mano de
obra infantil y esclava!).
Pero, como en el caso de los gobiernos, tampoco
ejercemos nuestras responsabilidades y en muchos casos dependemos de que la
misma empresa tome acciones correctivas, lo que no todas hacen.
III.
Confusión de los políticos: Empresa vs.
Fundación
Los dirigentes políticos
parecen tener varias confusiones: las donaciones son en “adición a” no en
“substitución de” la labor del Estado. Las donaciones no son en sustitución de
los impuestos. Las donaciones no controlan las prioridades de la política de sanidad pública,
lo hace el Estado. Y la gestión de las donaciones no es
controlada por la Fundación, es controlada por la institución beneficiaria y
puede rechazarla si así lo desea. Y una cosa es la empresa, en poder de miles
de accionistas (Amancio Ortega: 59%), y otra la Fundación, completamente independiente.
El líder de Podemos se ha quejado de la
"polémica" despertada por esas palabras que él apoya: "No se
puede consentir que la salud de nuestros hijos o de nuestros padres dependan de
las limosnas de un multimillonario"
Totalmente de
acuerdo. Es responsabilidad del Estado y si esa salud depende de las “limosnas
de un multimillonario” es porque el Estado ha fracasado en su responsabilidad
de cubrir las necesidades de sus ciudadanos en la sanidad pública. Pero las donaciones no contribuyen al fracaso
del Estado, son un síntoma de su fracaso y, en algunos casos, un paliativo.
La donación no establece prioridades.
Si ofrece financiar una actividad, ello no quiere decir que debe ser
prioritaria para el Estado. Lo es para
la Fundación. Y si no lo necesitan o no es prioridad, pueden rechazarla y si es
algo necesario, ello libera recursos para otras actividades que se consideren
prioritarias
Y este es un caso
de libro de texto. Los enemigos de la
responsabilidad empresarial, por la derecha, atacan la filantropía empresarial (de
la empresa) con muchos argumentos, pero el más repetido es que la empresa no
tiene que usar los recursos que pertenecen a todos los accionistas en actividades
filantrópicas, [1]
que se dedique a su responsabilidad que es la de ganar el máximo de dinero
posible y que luego reparte dividendos y que cada accionista haga lo que quiera
con ello. Los que quieran hacer
filantropía, que la hagan con su dinero, pero no con el dinero de la empresa. Esto
en buena manera lo que hace la Fundación Amancio Ortega.
IV.
¿Donaciones con dinero manchado?
Se podría alegar que la empresa ha obtenido
mayores beneficios con la elusión fiscal y la explotación de los suplidores y
que entonces parte de esos beneficios, y por ende parte de los dividendos, no
son legítimos o éticos. Y extendiéndolo
a la Fundación se podría alegar que esta tiene algunos recursos que son
atribuibles a la elusión fiscal y a las condiciones laborales en sus
suplidores. Pero esto debería
demostrarse.
¿Será que las donaciones pretenden compensar por
esto?
Pero no se deben atacar las donaciones, se debe
atacar la irresponsabilidad empresarial y la incompetencia del Estado y la pasividad
de la sociedad civil en particular de los consumidores, que también se benefician,
vía menores precios, de la elusión fiscal y de las condiciones laborales en los
suplidores.
V.
Pero es que no hay nada nuevo bajo el sol
Esta polémica me
recordó la situación de uno de los mayores filántropos de la historia, Andrew
Carnegie[2], que
hizo su fortuna a finales de los ochocientos y principios de los novecientos con
la industria del acero. Llegó a donar el
equivalente hoy de US$5.000 millones.
Carnegie tenía muy clara la distinción entre la
acumulación de riqueza y su redistribución caritativa, como actividades
separadas, cada una guiada por sus imperativos morales. Su objetivo era acumular la mayor riqueza
posible para poder redistribuirla. Una cosa era la empresa y la otra su
filantropía personal. El problema es que
esta separación de las actividades lo llevo a prácticas irresponsables en sus
empresas con el objetivo de maximizar las donaciones.
En el año 1892 cuando
los sindicatos demandaban mejores condiciones laborales se declararon en huelga
en una de sus plantas (un año después de la Encíclica
Rerum Novarum que
abogaba por los derechos de los trabajadores, pero más de 50 años antes de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en el año 1948). Carnegie consideraba que los sindicatos tenían
un impacto negativo sobre sus beneficios y no reconocía el derecho de asociación
sindical. Para romper la huelga contrató un servicio de seguridad privada, que
utilizó la violencia lo que se saldó con la muerte de nueve trabajadores y
siete agentes y decenas de heridos (ver video). Después de esto, sin posibilidad de que los
sindicatos defendiesen los derechos de los trabajadores, las condiciones laborales
empeoraron, pero las ganancias aumentaron.
Pero Carnegie,
como dice la cita al principio quería donar toda su riqueza. Una de sus principales
actividades de filantropía fua la creación de las Bibliotecas Carnegie, como lugar
de aprendizaje, cohesión y orgullo de la comunidad. En esa época era algo fundamental,
en 1900 una biblioteca tenía un gran impacto en el progreso social. Creó casi
1700 bibliotecas a lo largo del país.
Pero, como en el
caso de Inditex, con las diferencias del caso (elusión fiscal vs. muertos), algunas
comunidades rechazaron las donaciones de Carnegie por su fama de despiadado
capitalista. Los residentes de Pittsburgh
protestaron por la biblioteca, la sala de conciertos y la galería de arte
alegando que el dinero está manchado con la sangre de los trabajadores. Y Carnegie respondió que el pueblo debía poder
separar sus múltiples defectos personales, de sus donaciones para las bibliotecas,
salsas de conciertos y galerías de arte, que no tienen ninguno.
“El propósito más elevado del filántropo no es de
suplantar la responsabilidad pública de cubrir las necesidades de la sociedad,
sino el de apoyarla ya sea con proyectos demostrativos o con donaciones desafiantes.”
Pretendía hacer la separación de como se obtiene
el dinero del como se redistribuye, con el objeto de aislar el primero de los
juicios morales. Esta separación entre
la irresponsabilidad de la empresa y la filantropía hoy nos puede parecer
cínica, como una compra de indulgencia por los pecados cometidos. Ganar más para donar más. Si bien el concepto
es atractivo a primera vista, hoy no sería aceptable se exige que ese “ganar más”
sea “ganar más, con responsabilidad”.
En resumen
Inditex y la Fundación Amancio Ortega son dos
instituciones independientes. Si Inditex evade impuestos que el
gobierno la castigue, si los elude legalmente los gobiernos deben actuar para
cerrar las lagunas legales. Si Inditex
tiene producción irresponsable, el público consumidor debe ejercer su responsabilidad
evitando sus productos y presionado a los dirigentes para que corrijan y eviten
las violaciones de los derechos laborales identificadas.
Pero la Fundación
debe juzgarse por sus propias actuaciones. Aceptemos las donaciones, a menos que
vengan con condiciones que contravengas las prioridades y principios de los
beneficiarios. O a menos que se demuestre que provienen de actividades ilegales
o no éticas, lo que no está demostrado en las acusaciones de los políticos. Y
en este último caso, corresponde al Estado supervisar y regular la actividad de
la Fundación para evitarlo.
Ojalá que los líderes políticos no necesiten los
servicios que proporcionan los hospitales financiados por la Fundación Amancio
Ortega, pero estoy seguro de que otros españoles lo sabrán apreciar en caso de
necesidad. [3]
No son solo las
empresas que tienen la visión de corto plazo y tratan de maximizar los
beneficios con actuaciones irresponsables, si es necesario, abusando de la
credulidad de los consumidores. Algunos políticos tienen esa misma visión y
tratan de maximizar los votos, aunque sea con actividades irresponsables,
abusando de la credulidad de los votantes.
Los políticos harían
bien en dedicarse a mejorar la administración pública para evitar y corregir
las fallas del Estado.
¿Cree Ud. querido lector, que el Estado gestiona eficiente
y efectivamente bien los impuestos de recibe y los asigna a las prioridades de
la sociedad?
El que esté libre de culpa que tire la primera
piedra.
[1] Aquí nos referimos a la filantropía
pura y dura, no a la que tiene alguna relación con las actividades de la
empresa y que puede ser parte de su estrategia operativa, la filantropía
estratégica.
[2] El suscrito de benefició de las
actividades filantrópicas del Sr. Carnegie.
Estudié gracias a una beca y me gradué de la universidad que había
fundado en el 1900, con una donación de un millón de dólares (equivalentes hoy
a unos US$30 millones). Su propósito
original era preparar la mano de obra calificada para sus plantas de producción
de acero, Carnegie Technical Schools,
después Carnegie Institute of Technology,
hoy Carnegie Mellon University (una
de las mejores universidades del mundo en ciencia y tecnología). Y fueron
muchas las horas que pasé estudiando en la Carnegie Library of Pittsburgh a
principios de los años setentas (entonces no existía ni Goggle, ni internet, ni libros electrónicos, todo impreso,
dependíamos de bibliotecas físicas).
[3] Y
otra nota personal. El suscrito perdió a
su esposa al cáncer. Ojalá que los avances tecnológicos financiados por la
Fundación eviten que ello les pase a otros.