sábado, 28 de octubre de 2023

La gestión (práctica) de la sostenibilidad empresarial: Enfoque holístico

 

Programa, transparencias y video de mi conferencia del 24 de octubre del 2023 a las 18:00 CET en la Universitat de les Illes Balears 


PROGRAMA

Primera Parte: ¿Cuál es el objeto de la gestión? (20 minutos)

  • Prácticas responsables. A+S+G ≠ Sostenibilidad.
  • La envolvente: Propósito, cultura, estrategia, políticas y procesos.
  • Gobernanza corporativa versus Gobernanza de la sostenibilidad.

Segunda Parte: Responsables de la gestión. (40 minutos)

  • El Consejo y el consejero delegado
  • Las direcciones funcionales (finanzas, legal, capital humano, etc.)
  • El Oficial jefe de sostenibilidad, CSO y su posición en la empresa.
  • Organización para la gestión

 

Lecturas recomendadas

Primera parte

Doce razones por las que los criterios ASG no reflejan la sostenibilidad empresarial

Carta abierta a la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (ASG) DIRSE: La gobernanza de la sostenibilidad empresarial

Ampliar el propósito de la empresa requiere una implementación a propósito

Segunda Parte

 ¿Le importa la sostenibilidad al consejo? USA vs. UE

Remuneraciones ligadas a responsabilidad: Cómo hacerlo, …..si se quiere hacer.

¿Quiénes son y cuál es el papel de los actores claves dentro de la empresa? Borrador de la Pregunta 18 del libro Responsabilidad de la Empresa ante la Sociedad: Gestión práctica para empresas normales y corrientes en 30 respuestas.

¿Y qué hacen y deben/hacer los CSO?

Chief Sustainability Officer: ¿Quién es? ¿Quo vadis?

Y al Chief Sustainability Officer, ¿cómo lo llamamos? ¿dónde lo pondremos?: Trece consideraciones

Y para los que quieren hacer carrera en sostenibilidad

Reto para los nuevos profesionales de la responsabilidad social de la empresa (Conclusión del Volumen II de Una Mirada Crítica a la Responsabilidad Social en Iberoamérica)

Cómo prepararse para una carrera en RSE: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?

 

TRANSPARENCIAS

https://www.cumpetere.com/wp-content/uploads/2023/10/Presentacion-UIB-22Oct23-1.pdf

(si usas alguna transparencia, favor incluir la referencia)


VIDEO (a partir del minuto 6:15)

https://youtu.be/VgJbIN6p2tA

 

sábado, 21 de octubre de 2023

Sostenibilidad empresarial y creación de valor financiero: Opinión de los dirigentes.


En un artículo anterior, ¿Conduce la sostenibilidad empresarial a la rentabilidad? Puede ser, depende. (septiembre 2023) analizábamos la relación entre ambos aspectos de la actuación empresarial desde el punto de vista empírico, o sea, lo que se observa en la práctica, a nivel de empresa individual y a nivel del agregado de empresas en carteras de inversión. En el mismo mes, la consultora KPMG publicó el informe KPMG US ESG and Financial Value Survey (resumen aquí),  que complementa nuestro análisis, basado en las opiniones de CEO. En el nuestro analizábamos la práctica observada, en este se analizan lo que creen los dirigentes empresariales, que, si bien son opiniones, obviamente influencian sus decisiones sobre las estrategias de sostenibilidad empresarial.

Antes de seguir debemos repetir nuestra recurrente cautela de que las opiniones, aun si son legítimas, son válidas para la muestra, en este caso las grandes empresas de EE. UU. y que no deben ser extrapoladas a otros contextos. (y no esta demás decir que, en mi experiencia, estas encuestas no las responden directamente los CEO, sino algún subordinado). Pero ello no obsta para que no sean de interés en el desarrollo de estrategias, o, aunque solo sea por curiosidad.

Esta relación ha sido un tema de discusión interminable, desde que se popularizó el tema de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad. Es el llamado argumento empresarial, de que hay una relación positiva entre ambos aspectos, y es el argumento más usado por los promotores de la sostenibilidad empresarial: ser responsable no solo es bueno para la sociedad, sino que además rinde beneficios financieros a los dueños y los inversionistas (¡que no son dueños de la empresa! [1]). 

Esta relación define la materialidad financiera, o sea el impacto que tienen las acciones en sostenibilidad sobre la situación financiera de la empresa. Constituye la base de los estándares de reporte del International Sustainability Standards Board, ISSB, a nivel internacional. No es que los estándares reconozcan la relación positiva, lo que reconocen es que el impacto, si lo hay, es de interés para los inversionistas y dirigentes de las empresas y por ello debe ser reportado como parte de la información sobre la situación financiera de las empresas. [2] Recordemos que los estándares de reporte en preparación por la Comisión Europea se basan en la materialidad de impacto para destacar la importancia de los impactos de las actividades empresariales sobre la sociedad, que es su primera prioridad al ser una institución de gobiernos, pero reconociendo la materialidad financiera porque es de interés para muchos de los usuarios de la información y es necesario considerarla para dar una visión integral del impacto de las actividades de las empresas. Estos estándares se basan en la doble materialidad. Los estándares del ISSB parten de la premisa de que lo único que les interesa a los inversionistas es el impacto sobre su dinero, la sociedad es un accesorio.  

I.                La realidad del impacto financiero de la sostenibilidad empresarial

En el artículo ¿Conduce la sostenibilidad empresarial a la rentabilidad? Puede ser, depende, mencionado arriba, concluíamos:

El argumento empresarial, de la relación positiva entre sostenibilidad y rentabilidad es más factible y demostrable a nivel de empresas y prácticas individuales, aunque no es automático, no está garantizado. Depende del entorno y de la respuesta de los impulsores.  

El caso de la relación a nivel de los mercados financieros, que es el que lo que más se publicita, y que es de interés para los inversionistas que desean promover la sostenibilidad empresarial, es mucho más complejo ya que en la rentabilidad en bolsa intervienen multitud de factores, algunos no conocidos o cuantificables.  Sí es posible demostrar que algunas prácticas tienen impacto en algunos casos (un período, un grupo de empresas, un país, etc.), pero a medida que concentra para reducir el impacto de las variables ajenas a la sostenibilidad, lo hace no extrapolable ni generalizable

Pero ¿refuerzan o contradicen estos resultados las opiniones de los CEO?

II.             Opiniones de los dirigentes

Las opiniones han sido recopiladas sobre unos 200 ejecutivos de alto nivel en empresas con más de US$ 1 000 millones de ingresos anuales. La magnitud de las empresas es de tener muy en cuenta a la hora de analizar las respuestas para ponerlas en el contexto de las opiniones de dirigentes de empresas de menor tamaño. En principio es de esperar que aquellos tengan más información sobre el impacto de la sostenibilidad y que estos sean un poco menos conocedores o que sus actividades estimulan una menor reacción por parte de los stakeholders.

También es de destacar que, si bien el informe usa repetidamente las palabras “sostenibilidad” y “ESG”, en la especificidad de algunas preguntas aparece un sesgo hacia la sostenibilidad ambiental y en particular al cambio climático, de tal manera que los resultados deben interpretarse aun con mayor cautela. No debería permitirse el uso de la palabra sostenibilidad sin apellido, o es empresarial o es ambiental.

Analicemos algunos resultados destacables:

1.      Impacto.

En el promedio, solo el 27% de los encuestados cree que la sostenibilidad empresarial mejora los resultados financieros, aunque hay gran diferencia por tamaño: lo cree el 45% las empresas de mayor tamaño, de más de 10 000 empleados, pero solo el 26% de las de menor tamaño, de 500 a 5 000 empleados.


El hecho de que solo un 27% de los encuestados cree que la sostenibilidad empresarial mejora la situación financiera y que un 57% cree que no o no lo sabe todavía concuerda con lo que expresábamos como los resultados en la práctica de que “puede ser, depende”.

Pero en otro estudio de la misma consultora, al mismo tiempo,  KPMG 2023 CEO Outlook: Growth in the Era of Compound Volatility se expresa la expectativa de que la sostenibilidad (¿cuál?) rendirá beneficios en el mediano plazo. Un 58% de los encuestados lo cree (en este caso la muestra es mayor, 1 300 dirigentes, con un mayor rango de tamaño, de más de US$ 500 millones de ingresos).

2.     Áreas de impacto.

Las áreas donde creen que tiene mayor impacto son en las decisiones sobre adquisiciones y fusiones con otras empresas (41%), seguido de un segundo lote con porcentajes similares (30-35%), como el acceso a fuentes de capital (aunque no a un menor costo), en los beneficios fiscales, la lealtad de los clientes y la mitigación de riesgos, entre otros. Los calificados como de menor impacto son los más usados por los promotores del argumento empresarial: menores costos de financiamiento, mejores precios, mayores mercados, talento cualificado, y reputación entre otros. ¿Es que los dirigentes de estas inmensas empresas les dan menor importancia a estos aspectos o es que de verdad creen que tiene poco impacto?

3.     ¿Quién presiona?

Lo más interesante de los resultados de esta pregunta son los elevados porcentajes de percepción del interés por parte de todos los stakeholders, lo cual es un buen síntoma para el avance de la sostenibilidad empresarial. Un par de comentarios adicionales.  Primero, sorprende la presión percibida de parte de la cadena de valor, hubiera pensado que empresas de esta envergadura presionaban a sus suplidores, no al revés. A lo mejor interpretaron la pregunta como incluyendo todos los participantes en el proceso de suministro, producción y comercialización. Segundo, el bajo porcentaje para los consumidores en la respuesta “mucho” (29%). Ello puede reflejar el poco interés de los consumidores o que los dirigentes están alejados de los consumidores y no perciben el interés, o ambos.

4.     Obstáculos a la implementación de la estrategia

Antes de analizar las respuestas debemos recordar que en encuestas cerradas se responde a los aspectos incluidos en las preguntas, que han sido determinados como relevantes por los diseñadores de la encuesta.  Las respuestas se han distribuido a lo largo de todas las opciones, con pocas diferencias, por lo que no aportan gran valor discriminatorio. No obstante, hay algunos aspectos destacables.  Como era de suponer, la sostenibilidad empresarial compite con el resto de las prioridades. Y es un poco sorprendente que empresas de esta envergadura, con los grandes recursos de que disponen, perciban la atracción de talento de alto nivel como un obstáculo. Buenas noticias para los especialistas en sostenibilidad empresarial. También un poco sorprendente son los bajos porcentajes a los aspectos de información sobre metas y sus logros. En otros medios se les suele culpar por la falta de acción.

 

5.     Contribución de la inteligencia artificial a la implementación de la sostenibilidad empresarial.

Y ahora que esta tan de moda la inteligencia artificial, la encuesta incluyó la opinión sobre los aspectos donde puede ser beneficiosa para la implementación de la sostenibilidad empresarial. En este sentido proporciona información relativamente novedosa y alentadora sobre los beneficios, sobre todo viniendo de dirigentes de grandes empresas que tienen una mejor visión de sus posibilidades y están en mejores condiciones de utilizarla.

No hacen falta muchos comentarios, basta destacar la elevada opinión sobre su potencial, sobre todo en la implementación (medidas, medición y estrategias).

Lo que no se dice, porque no se preguntó, es también el elevado potencial que tiene para facilitar el greenwashing, a través de la selección y modalidad de diseminación de la información que más impacto tiene sobre usuarios específicos. La inteligencia artificial está hecha a la medida para el grenwashing.

III.           En resumen.

Los resultados de la encuesta indican la baja percepción que los dirigentes de las grandes empresas tienen sobre el potencial impacto de la sostenibilidad empresarial en la situación financiera, aunque creen que mejorará en el mediano plazo. Aunque no formó parte de la encuesta, suponemos que lo dicen por esperar una ampliación e intensificación de los esfuerzos de las mismas empresas y una mayor apreciación por parte de los stakeholders de esos esfuerzos, en el mediano plazo. A esto también contribuirá la diseminación de información sobre la materialidad financiera que se incluirá en los informes preparados de acuerdo con los nuevos estándares de reporte, sobre todo los del ISSB.  Luz al final del túnel para la sostenibilidad empresarial.

Y los resultados de la encuesta corroboran los resultados empíricos de que el impacto positivo es posible pero no es obvio. Puede ser, depende.

sábado, 14 de octubre de 2023

La parábola del sembrador y la responsabilidad social de la empresa

 

Para tomarme un descanso de escribir artículos analíticos o críticos sobre la responsabilidad empresarial me entretiene escribir artículos más livianos que creo que puedan ser de interés para los lectores del blog.[i]

¿Qué tiene que ver la parábola del sembrador, de hace más de 2000 años, con la responsabilidad social de la empresa en el Siglo XXI?  Intento explicarlo con una simple tabla. El sembrador moderno es un dirigente empresarial.

 

Parábola  del sembrador

Responsabilidad social de la empresa

Un sembrador salió a sembrar. Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 

 

 

El jefe de una empresa pensó que debía apoyar a la comunidad colindante y decidió hacer algunas donaciones dispersas a quien le venía a pedir. Pronto se dio cuenta de que no tenía ningún impacto, a la gente solo le interesaba su dinero.

 

Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. 

 

Pensó que debía hacer las donaciones para propósitos específicos como una escuela o el patrocinio de un equipo deportivo. La comunidad lo apreció al principio, pero cuando el empresario no continuó con el apoyo, se desinteresaron.

 

Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron.

 

Vio que otros empresarios se vanagloriaban de que hacían el bien a la sociedad y decidió que también tenía podría vanagloriarse y empezó a publicitar las donaciones donde se vendían sus productos, para mejorar su reputación y aumentar sus ventas. Pero la sociedad se dio cuenta de que lo que pretendía era tapar sus irresponsabilidades y no lo respaldaron.

 

Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado.

Hasta que un día se dio cuenta que debía “sembrar mejor”, comprando algunos insumos a empresas locales, empleando más personas del entorno y ofreciendo entrenamiento a estudiantes de la comunidad. Esta empezó a identificarse con la empresa y a patrocinar sus productos.

 

 

[i] Hace once años había escrito uno del mismo tenor, que usaba un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz para parodiar a la RSE Hombres necios que acusáis a la RSE sin razón, sin saber que …. y fue muy visitado.

 

martes, 10 de octubre de 2023

Implicaciones del Nobel de economía para la sostenibilidad empresarial

 

Por fin algunos economistas consideran la sostenibilidad empresarial como parte de la economía.  El premio es un reconocimiento, implícito, del impacto económico que aquella puede tener, aunque el premio es más un reconocimiento de la importancia del problema de la desigualdad en el tratamiento empresarial de la mujer.

El lunes 9 de octubre se anunció la ganadora del Premio del Banco de Suecia en honor a Alfred Nobel (que no es un “Premio Nobel”, pero que tiene el mismo prestigio), la profesora de Harvard, Claudia Goldin, por “sus investigaciones en el ingreso y empleo de la mujer … y mostrar los principales impulsores de las diferencias por genero en los mercados laborales”.

En este articulo no analizaremos sus contribuciones dado que el objetivo es solo ponerlas en el contexto de la sostenibilidad empresarial y destacar la importancia de distinguir entre las razones para la desigualdad y las acciones a tomar para vencerlas.

Es solo la tercera mujer en ganarlo, pero la primera en hacerlo sola. Las otras dos lo compartieron con uno y dos hombres respectivamente. La primera en ganarlo también fue sobre un tema relacionado con la sostenibilidad empresarial, aunque con una relación memos directa. [1]  La segunda lo hizo por su enfoque experimental en la reducción de la pobreza. Los hombres suelen ganar el Nobel de economía por avances en la economía pura y dura, la que se dedica a la eficiencia económica, más que a la equidad.  La economía no es una ciencia moral. [2]

Sin menospreciar la contribución de la Prof. Goldin, buena parte de la explicación, por lo menos de la oportunidad del premio, está en el ataque que sufre la inclusión social, sobre todo de la mujer, en los EE. UU. en particular y en muchos otros países en general, y la intensa discusión reciente sobre la disparidad en remuneración y condiciones de trabajo de los deportes, en particular los femeninos de fútbol y la diferencia en el monto de los premios en otros deportes como el tenis. [3] Si bien el premio es en reconocimiento a la desigualdad en las empresas, la visibilidad de los deportes puede haber profundizado el interés.  Y encontraron un caso ideal, una mujer que ha investigado estos temas con rigor. Y es que los premios Nobel no están exentos de enviar mensajes políticos. El Nobel de la Paz también fue otorgado a una mujer, Narges Mohammadi, reconociendo su lucha y sufrimientos por el avance en los derechos de la mujer. Y en este caso, se quiere llamar la atención a la desigualdad por género.

I.                Brevísimo resumen de sus investigaciones

No hacemos un análisis de su contribución para no extender este artículo, pero si es necesario comentar algunos de los resultados de sus investigaciones para ponerlos en el contexto de la sostenibilidad empresarial y contrastarlos con otras investigaciones.

En noviembre del 2017 publicó un artículo en el New York Times, How to Win the Battle of the Sexes Over Pay (Hint: It Isn’t Simple.), resumiendo algunos de sus resultados, que obviamente no le hace justicia a sus investigaciones al ser un artículo periodístico, pero que nos sirven para analizar las diferencias entre las causas de las desigualdades y las acciones a tomar para vencerlas, que es el objeto de este artículo (curiosamente, en el artículo, aludía a las diferencias de remuneración en el tenis).

Sus investigaciones han estado centradas en la historia de las inequidades en el mercado laboral en los últimos 200 años y como estas han ido cambiando en función de la situación socioeconómica de los países y de las familias (revolución industrial, guerras mundiales, la píldora anticonceptiva, las formaciones académicas que obtenían, etc.). Su interés se centra en la descripción de su evolución más que en un análisis de la situación actual. No obstante, del análisis histórico deduce algunas explicaciones relevantes para nuestros propósitos:

  • ·    El costo de la flexibilidad en los empleos que prefieren las mujeres para conciliar su trabajo con la familia.
  •      El tener hijos, sobre todo el primero, explica buena parte de la brecha.
  •       Las diferencias intrínsecas en los empleos que:

o   Están sujetos a plazos y presiones de tiempo.

o   Requieren contacto directo con otros trabajadores y clientes.

o   Requieren el desarrollo de relaciones de cooperación.

o   Requieren el trabajo en proyectos muy específicos.

o   No ofrecen independencia en la determinación de las tareas y logros.

Las ocupaciones que tienen un menor nivel de estas características (por ejemplo, en ciencia y tecnología) muestran menores brechas, corregidas por horas de trabajo, en tanto que las ocupaciones con un mayor nivel (por ejemplo, legal, finanzas y salud) tienen mayores brechas.

Resume que las brechas están explicadas por dos factores: el costo de la flexibilidad y las responsabilidades familiares.

El lector podrá pensar que esto no es merecedor de un premio Nobel, pero seguramente no le he hecho justicia a la riqueza de sus contribuciones, sobre todo a las dificultades de la información necesaria para recrear la historia. [4]  Sus estudios son un diagnóstico histórico de la desigualdad, necesario para la acción, pero estimo que se ha quedado corta y que sus observaciones históricas no son tan relevantes para la empresa moderna. Lo que nos debe preocupar, y especialmente a las empresas responsables, es como reducir las desigualdades.

II.              ¿Cómo se pueden reducir las desigualdades? Diagnóstico versus gestión.

Lo que es crítico para la sostenibilidad empresarial no es tanto el porqué de las diferencias sino el qué se puede hacer para reducirlas o eliminarlas. Como se puede apreciar de lo que precede, algunas causas no pueden ser cambiadas por políticas empresariales, son intrínsecas, pero hay otras, y muchas que no surgen de sus investigaciones, que pueden ser eliminadas o por los menos ser mitigadas.

En múltiples estudios académicos separados, dispersos en muchos centros de investigación, se han analizado en más detalle las razones para las desigualdades en el siglo XXI y en algunos se han hecho propuestas.  Estos estudios han sido el objeto de un gran número de mis artículos (algunos con Elena Ancos, ver Mis dieciséis artículos sobre el liderazgo de mujeres en las empresas), que, en el conjunto, tienen una visión holística del problema, no solo de la brecha en las remuneraciones en cargos comprables, sino además sobre la desigualdad de oportunidades de liderazgo empresarial. No es práctico repetirlos aquí y nos limitaremos a destacar los aspectos más relevantes para cubrir el vacío en los hallazgos de la Prof. Goldin con respecto a lo que deberían hacer las empresa y gobiernos en el contexto la sostenibilidad empresarial. La literatura sobre el tema es muy rica pero está claro que no le podían dar el premio Nobel a decenas de mujeres (y algunos hombres) que han expandido el conocimiento y han hecho recomendaciones concretas.  

El artículo más reciente de la serie,  ¿Cómo mejorar el acceso de la mujer a cargos directivos en la empresa? (26 marzo 2023) tiene una amplia cobertura, analizado los resultados de estudios que muestran las ventajas económicas y gerenciales de la participación de la mujer en cargos directivos, los aportes que hacen a la gestión integral de la empresa moderna y los obstáculos que enfrentan, además de los dos aludidos arriba:

  • ·     Sesgos implícitos y explícitos que forman parte del condicionamiento histórico, profundamente engranado, que es parte de los reflejos condicionados.
  •      Roles históricos sobre el papel de la mujer en la sociedad, derivados de su sexo, lo que le confiere un papel natural, pero también de la dominación de la figura masculina.
  •      Disponibilidad y capacitación, que es una consecuencia de los roles históricos.
  •      Expectativas sobre el papel de la mujer en la empresa que se basan muchas veces en un estereotipo no muy explícito y es que su comportamiento, aptitudes, actitudes y habilidades se evalúan en función de esas características en los hombres que ya ocupan esos cargos y en la comparación “salen perdiendo”.
  •       Lo que se traduce en aspiraciones diferenciales que se forman antes de comenzar a trabajar, en la educación secundaria y universitaria y que es algo también engranado, casi genético, en el desarrollo de la mujer.
  •       Escasez de modelos a seguir para las mujeres.

 Como reducir las desigualdades.

 a.     Por las buenas: gestionado el ecosistema interno.

Si bien es necesario hacer esfuerzos para vencer los sesgos y estereotipos, es muy difícil, y requiere destinar los recursos financieros, organizacionales y emocionales a mejorar el ecosistema interno y externo a la empresa. Que tampoco hace milagros, pero es condición necesaria, aunque no suficiente para resolver la brecha de aptitudes y remuneraciones.

En otro artículo, Cuotas para mujeres en Consejos y Alta Dirección: ¿Son efectivas? , comentábamos una investigación y decíamos:

No es suficiente con “identificar y desarrollar las destrezas y competencias, como si operara en un vacío social.  El entorno debe respaldar la motivación de las mujeres para liderar y aumentar las posibilidades de que otros reconozcan y estimulen sus esfuerzos, aun cuando ella no se comporte o actúe como la actual generación de ejecutivos senior”.  

No basta con desarrollar su talento, el entorno es determinante, no basta con mejorar la semilla, el terreno debe ser fértil. Los aspectos más relevantes del ecosistema interno se refieren al proceso de selección, desarrollo profesional y promoción de la mujer.

El comienzo, los criterios de selección, el ámbito de la búsqueda de candidatos y la evaluación de los candidatos deben evitar los sesgos implícitos y explícitos contra la participación de la mujer.  La selección debe centrarse en los medios y formas donde actúan las mujeres y enfatizar los atributos que son deseables para el cargo, no solo las cualificaciones y experiencia, que suelen ser un sesgo a favor del hombre.

En términos de desarrollo profesional, una de las soluciones más comúnmente propuestas es la de la participación de la mujer en programas donde se desarrollan las destrezas, actitudes, aptitudes y conocimientos necesarios para ejercer esos cargos, que supuestamente les faltan.  Pero estos programas son inefectivos y suelen reforzar los estereotipos sobre las mujeres, al ser ellas las que necesitan este tipo de programas de desarrollo profesional y los hombres no, que deben adquirir destrezas masculinas (espíritu competitivo, pensamiento lineal y racional, disposición a tomar riesgos, etc.) cuando las femeninas (cooperación, empatía, paciencia, consenso, visión de largo plazo, etc.) son igualmente necesarias para la gestión integral de la empresa moderna. Se hace el supuesto (estereotipo) de que es a las mujeres a las que les “falta algo” y que los hombres lo tienen todo.

En la promoción, otro estereotipo prevalente, reforzado por una de las conclusiones de la Prof. Goldin, es que la mujer puede o quiere ejercer solo algunos cargos, si es que puede.  Es muy válido que las mujeres ocupen cargos funcionales donde sus atributos son más necesarios y efectivos, pero ello no debe impedir que puedan optar a otrosNo se pueden considerar cargos masculinos y cargos femeninos, aunque en general, se presten mejor los atributos de uno y otro género a algunos cargos.

No comentaremos otros aspectos importantes del ecosistema que ya ha sido extensamente considerados en la literatura sobre la facilitación de la participación de la mujer, como lo son la mentoría de otras mujeres líderes, horarios adecuados, el trabajo remotogarantía de regreso al cargo al tomar licencia, apoyo al cuidado infantilconciliación trabajo familiacódigos de éticacomités de conciliación y antidiscriminación, entre muchos otros

b.     Por las malas: cuotas.

Cuando el ecosistema no es conducente, que es en la gran mayoría de casos, se propone recurrir a “la fuerza”, a la recomendación de cuotas voluntarias, y fallando esto, a la imposición de obligaciones a través de leyes o regulaciones

Pero si bien las cuotas pueden lograr el objetivo numérico no suelen lograr el objetivo de fondo, el vencimiento de sesgos, de estereotipos, el reconocimiento, el respeto, la credibilidad, legitimidad y la sostenibilidad en el tiempo de la participación de la mujer. La cuota no es un fin, es un medio, que debería ser temporalLas cuotas como fin contribuirán a deslegitimizar la contribución de la mujer. 

c.     Por las buenas y por las malas: a Dios rogando y con el mazo dando.

Para vencer la discriminación por género en cargos directivos son necesarias la facilitación y la obligación. Un requerimiento que se está popularizando es el de que una parte de la remuneración variable de los consejeros debe estar determinada por avances en la participación de las mujeres en los Consejos y en la alta dirección.

Pero también esto cae en el cumplimiento nominal, numérico, sin cambiar el impacto. ¿De qué sirve tener el 30% de mujeres en el consejo si no son las más calificadas, si no tienen poder de decisión, si las toman como “opiniones a tener en cuenta” que son desestimadas por el 70% de los hombres?

I.                En resumen

El otorgamiento del premio Nobel de economía a una mujer, que ha dedicado su vida profesional a estudiar la historia de las desigualdades a que se enfrentan las mujeres en el mercado laboral estimulará la atención a la problemática y es muy posible que se profundicen las investigaciones sobre como vencerlas.  Pero hace tiempo que el problema ha dejado de ser el conocer lo que se debe hacer, es ampliamente conocido, el problema está en no hacerlo. El problema no es el diagnóstico, el problema es la falta de acción. Lo verdaderamente importante son acciones por parte de las empresas en el ecosistema mencionado y sobre todo en combatir los sesgos implícitos y explícitos y los estereotipos, acciones estimuladas por las regulaciones efectivas, no políticas, de los gobiernos, y presiones, especialmente de los empleados, clientes, dirigentes y otros miembros de la sociedad civil.

Proceso lento, muy lento, por los intereses creados.


[1] Lo había analizado en el artículo Premios Nobel en economía y la Responsabilidad Social de la Empresa, el menos leído de todos mis artículos, donde concluía que “ … el mensaje es reconocer el esfuerzo común y la solidaridad y apartarse de la reciente crisis de egoísmo e irresponsabilidad”.  

[3] Había publicado un extenso análisis sobre las diferencias en remuneraciones en diferentes deportes en ¿Es justificable la brecha por género en las remuneraciones de los deportistas profesionales?

[4] El lector interesado puede leer un mejor resumen en el artículo Claudia Goldin wins the Nobel prize in economics y en la reseña Do “greedy jobs” cause the gender pay gap? de su libro Career and Family: Women’s Century-Long Journey Toward Equity, publicados por el periódico The Economist. El artículo concluye diciendo: “En el pasado Ms Goldin ha sugerido que una mayor flexibilidad en el trabajo puede ser una solución. Quizás el descifrar como lograrlo será su próximo logro”.


domingo, 8 de octubre de 2023

Gobernanza de la sostenibilidad en América Latina: informe recomendado.

 

 ¡Por fin! Algo inusual: se publicaron dos informes relacionados con la sostenibilidad en América Latina, uno sobre la situación de la gobernanza corporativa (con más cobertura de aspectos de sostenibilidad de lo que su título indica) y otro sobre la taxonomía para el financiamiento sostenible (con menos cobertura sobre sostenibilidad de lo que su título indica, solo es la verde), ambos en inglés, para variar (parece que el español no se presta para escribir sobre sostenibilidad) [1] En este articulo analizamos el primero y en otro artículo analizaremos el segundo.

Este articulo no está escrito en mi estilo tradicional de análisis crítico del contenido porque ello lo haría muy extenso, me limitare a comentar su contenido (con alguna inevitable crítica) y su posible utilidad y a ponerlo en contexto. El objetivo es hacerlo del conocimiento de los lectores interesados en los temas para estimular su consulta.

Sustainability Policies and Practices for Corporate Governance in Latin America.

El informe fue producido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, que un “club de 38 países mayormente desarrollados” (como lo define el periódico The Economist) que produce informes y recomendaciones de política sobre aspectos de la gestión pública, y recientemente sobre aspectos de sostenibilidad empresarial, como el informe que comentamos Fue publicado en enero del 2023.[2] La versión gratuita del informe solo está disponible para consulta en línea en su sitio. La versión para descargar es de pago (US$18).

El informe es muy completo y representa una referencia inédita sobre las políticas y prácticas en varios países de América Latina en aspectos relacionados con la operatoria de las empresas privadas, con énfasis en algunos de la sostenibilidad empresarial. Cubre los países más avanzados en estos temas (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, y Perú) que pueden servir como ejemplos de buenas prácticas, para que cada uno de ellos mejoren sus políticas y prácticas en base a lo que hacen los otros países cubiertos y para la adopción por otros países de la región.  

Cubre los siguientes aspectos:

a.    Mercados de capitales. Describe la situación de los mercados de capitales y de los mercados de bonos verdes, sociales y sostenibles, BVSS, en seis países. Presenta la estructura de propiedad de las compañías cotizadas en bolsas y el grado de concentración de esa propiedad. También incluye un repaso de las tendencias en las emisiones de BVSS y de los fondos de inversión enfocados en la sostenibilidad. En este último caso hace comparaciones de los volúmenes de emisiones en mercados más desarrollados, lo que permite apreciar lo incipiente de su desarrollo en América Latina.  Esta parte es el valor agregado de esta sección.

b.    Diseminación de información sobre sostenibilidad. El capítulo presenta los resultados de una evaluación del uso de la información sobre sostenibilidad por parte de los gestores de fondos de inversión, con resultados relativamente sorprendentes, por lo positivo. Analiza la presentación de reportes sobre sostenibilidad y su aseguramiento limitado independiente, por parte de las empresas cotizadas, donde se aprecia que ambos aspectos están concentrados en Brasil y México. Reporta sobre el uso de los diferentes estándares de reporte (GRI, SASB, TCFD, Integrado, etc.), donde se aprecia la prevalencia del uso de los estándares del GRI. Los resultados de una encuesta a las empresas sobre las preferencias de estándares reflejan un mayoritario apoyo al desarrollo de los estándares internacionales.  

c.     Aspectos claves en sostenibilidad. Para los interesados en temas de sostenibilidad este es el capítulo más rico, si bien no se deben aceptar los resultados como si fueran robustos.  Presenta los resultados de encuestas a los gestores de fondos sobre los aspectos que han considerado en sus decisiones y el número de resoluciones sobre los diversos aspectos que han votado en las asambleas generales de accionistas, AGA. Basado en encuestas a las empresas se presenta un listado de los temas que han sido considerados por el consejo y los aspectos que creen que tienen impacto sobre la situación financiera de la empresa (materialidad financiera). Los resultados sobre la votación en las AGA y el involucramiento de los consejos en temas de sostenibilidad son sorprendentemente positivos, por lo que es oportuno destacar que son resultados de encuestas, con los correspondientes sesgos positivos (en caso de las empresas es de suponer que no son los miembros del consejo, ni dirigentes del primer nivel los que responden sino algún empleado en el área de sostenibilidad).

d.    Consejos directivos. Este es otro de los capítulos con riqueza de información para los profesionales de la sostenibilidad. Presenta un análisis de las legislaciones sobre las responsabilidades de los consejos referentes a la primacía de los accionistas y la posibilidad de considerar los intereses de los demás stakeholders, en seis de los países de América Latina y otros países del mundo. Considera además la existencia de legislación sobre las empresas con fines de beneficios duales (empresas de beneficios e interés colectivo, BIC). Esta es una sección muy ilustrativa para apreciar la posibilidad de, sin temor a demandas legales, tomar en consideración los intereses de los stakeholders en las decisiones de los consejos. La gran mayoría de las empresas cotizadas alega que esta forzada a priorizar a los accionistas, aun cuando en Brasil y México, los mercados con el mayor número de encuestados, si se permite la aplicación de la regla de la prudencia y tomar las decisiones que puedan justificar en el logro de los intereses de las empresas. A lo mejor no lo saben o no lo quieren reconocer. También presenta información inédita en América Latina sobre la utilización de nexos entre logros de sostenibilidad y la remuneración variable de los dirigentes, aunque su uso es poco generalizado, [3]  y sobre la prevalencia de comités de sostenibilidad en los consejos. En ambos casos hace la comparación con otros países de fuera de la región, lo que permite situar la información en el contexto de las prácticas a nivel mundial. 

e.     Accionistas. Este capitulo debe ser el de menor interés para los profesionales de la sostenibilidad, no tiene un hilo conductor, parece una recopilación de sobras de los autores. Reporta los resultados de una encuesta entre gestores de fondos sobre la consideración de aspectos de sostenibilidad en sus decisiones y su disposición a proponer temas de sostenibilidad a la consideración de la AGA, con resultados no sorprendentes en una encuesta: sí en ambos casos y con gran mayoría. ¿Responden lo que hacen o lo que deberían hacer? En una segunda parte analizan el reporte de las emisiones de gases de efecto invernadero en los reportes de sostenibilidad.

f.       Esquemas de gobierno corporativo. A pesar del título, no se refiere a temas de gobierno corporativo, se refiere a aspectos relacionados con el reporte.  La primera sección lista las regulaciones sobre el reporte en los seis países, en EE.UU., Europa y otros países. [4] En la segunda sección lista el requerimiento de reportar (estándar a usar, voluntariedad y requerimientos de aseguramiento) para los mismos países. En la tercera sección se analiza la flexibilidad que se tiene para reportar y la existencia o no de requerimientos dependiendo del tamaño de las empresas. 

g.     Recomendaciones de política. Concluye con usa serie de recomendaciones de políticas dirigidas a países específicos, basadas en las deficiencias encontradas en el análisis. No nombraremos los países a que se refieren ya que preferimos destacar las que pueden ser de interés general para los lectores y que pueden ser válidas para muchos otros países:

·       Desarrollar regulaciones para el reporte más detalladas, para mejorar la consistencia, comparabilidad y confiabilidad. Adopción de estándares internacionales de reporte para facilitar la comparación a través de los mercados.  Es lo que esta sucediendo en Europa y a nivel internacional.  Nada nuevo.  La recomendación sería más efectiva si se dijera como se deben adaptar a las capacidades y necesidades de los países de América Latina.

·       Recomendar informes de aseguramiento de la información por servicios independientes cualificados, que produzcan una evaluación objetiva. Recomendación laudable pero no es fácil de implementar. Para los países de la Unión Europea no es todavía una regulación vigente, ya que se considera que la profesión y práctica todavía no está suficiente desarrollada. Será obligatoria en varios años.

·        Flexibilidad en los requerimientos de reporte de la información sobre sostenibilidad de acuerdo con tamaño de las empresas cotizadas, especialmente si se desarrollan regulaciones más detalladas. Deseable, pero aún las regulaciones en proceso en la Unión Europea todavía no lo han concretado.

·       Las actividades regulatorias deben priorizar los aspectos de la sostenibilidad más destacables en los respectivos países.  ¡Obvio!

·       Proporcionar guías para las responsabilidades fiduciarias de los consejos y como pueden considerar los intereses de los stakeholders basándose en la regla de la gestión prudente, ya sea a través de leyes o de interpretaciones de las leyes existentes. Este es un serio problema en EE.UU, por sus sesgos a favor de la litigación y a priorizar los intereses de los accionistas, aunque cuando se ha llegado a las cortes estas aceptan la regla de la gestión prudente. De hecho, la agrupación de grandes empresas, el Business Roundtable, cambió en el 2019 el objeto de las empresas miembros para reflejar esto.[5] En Europa no es un problema ya que aquello es aceptado y en muchos casos ya está en las legislaciones (y en la constitución de Alemania). En América Latina tampoco ha sido un problema, en parte porque son pocas las empresas que cotizan en bolsas y la tradición en litigación  no está arraigada. Pero en esto todavía hay mucha confusión y es deseable tener las reglas claras y explicitas.

·       Considerar el requerimiento de que las empresas cotizadas reporten algunos indicadores verificables, que permitan a los accionistas evaluar la credibilidad y progreso hacia el logro de metas voluntariamente establecidas por las empresas.  Laudable en  principio, pero ello tendería a hacer que las empresas no reporten metas a lograr por los potenciales problemas legales. En las propuestas de reporte de los organismos internacionales y de la Unión Europea está el requerimiento de reportar, pero sin consecuencias legales.

El valor agregado del informe está en la descripción de las políticas y prácticas más que en las recomendaciones de política que constituyen practicas todavía en proceso en países más desarrollados.

Pero es un potpurrí de datos sobre diferentes aspectos de la sostenibilidad, mayormente derivados de encuestas, que no necesariamente reflejan la realidad. Lamentablemente no se deduce de todo ello cual es la situación de la sostenibilidad empresarial en los seis países analizados. Falta integración.

Sin embargo, puede ser de interés tanto para los involucrados en el diseño, implementación y supervisión de las políticas públicas, como para los profesionales que trabajan en estos temas en empresas, con ejemplos de las prácticas relevantes para países en vías de desarrollo.



[1] Ver mi lamento por el uso del español en ¿Por qué no en español? y el artículo en el periódico El País, “¿Cuánto vale la lengua? Casi un 10% del PIB mundial descansa en el español

[2] Recomendamos leer el artículo del periódico El País, Las empresas latinoamericanas sienten la presión de la sustentabilidad.

[3] Ver el análisis de las prácticas en Europa y EE.UU. en mis cuatro artículos Remuneraciones ligadas a responsabilidad.

[4] El Reporting Exchange del ESG Book contiene una base de datos de más de 2000 regulaciones de reporte y más de 1500 indicadores, cubriendo más de 80 países.