Para muchos evadir y eludir impuestos es
sinónimo. Sí, tienen algo en común: tanto
los evadidos como lo evitados no se pagan.
Pero desde el punto de vista legal es muy diferente evadir que eludir. [i]
Pero, ¿y desde el punto de vista de la
responsabilidad de la empresa ante la sociedad?
Para analizar las posibles
irresponsabilidades de las empresas en su gestión de los impuestos conviene
comenzar con las definiciones formales según el Diccionario de la Real
Academia:
Elusión: Acción
y efecto de eludir.
Evitar: Apartar algún daño, peligro o molestia,
impidiendo que suceda
Evadir:
Eludir con arte o astucia una dificultad prevista. Sacar
ilegalmente de un país dinero o cualquier tipo de bienes.
El primero es un acto de eludir algo que
puede ser dañino para quien lo hace y el segundo es, usando arte o astucia,
evadir algo que está prohibido o que es su responsabilidad.
¿Qué es lo que están haciendo las empresas
con los impuestos? ¡Las dos cosas! Pero analicemos la responsabilidad o
irresponsabilidad de ambos casos, desde el punto de vista de la responsabilidad
de la empresa ante la sociedad.
Evasión fiscal
Sobre “evasión” no
hay mucho que debatir. Es irresponsable
desde el punto de vista del cumplimiento de una ley o regulación que el
gobierno ha impuesto. Aunque muchos de los
afectados se preguntan si leyes y regulaciones son justas, si no es que los
están “castigando” por ganar dinero, si no es que les tienen envidia, sino no
es que están en contra del éxito. Parece que todos lo cuestionamos.
Pero ¿quién no ha
evadido impuestos?
¿Quién no ha pagado algo en efectivo para que no le cobren el IVA o porque
quien les presta el servicio lo exige para no tener que declararlo y así pagar
menos impuestos. Podemos beneficiarnos
ambos al repartirnos los impuestos no pagados. Esto es evadir, no es eludir. Está prescrito por ley que se debe
pagar. Lo mismo que cuando no declaramos
algún ingreso o lo cobramos en especies (pobrecitos los empleados a sueldo que
no pueden evadir impuestos sobre los ingresos..… aunque hay mucha
creatividad).
El que esté libre de culpa que tire la
primera piedra.
Y todos estos que alguna vez, en mayor o
menor medida, hemos evadido impuestos criticamos a las empresas que los evaden
(diremos que nuestras evasiones a título personal son peccata minuta, pecados veniales comparado con los masivas
cantidades de dinero que evaden las empresas, son pecados capitales (¿será por
eso que lo que se evaden son grandes “capitales”?). Y es verdad, pero no por ser de menor cuantía
deja de ser peccata.
Elusión fiscal
Pero analicemos la (ir)responsabilidad de evitar o eludir impuestos.
Un caso paradigmático es el de Apple que es
acusada por la Comisión Europea de eludir impuestos localizando sus beneficios
en Irlanda a través de empresas intermediarias.
Legalmente no importa donde se
incurren los gastos o donde se obtienen los ingresos, sino donde se localizan
los beneficios a través de transferencias financieras entre empresas. El
Chief Financial Officer dijo que “no hicimos nada en contra de la ley”. Lamentablemente cierto. Fueron muy creativos y precisos en la
creación de las empresas y en la contabilidad de las transferencias ¿Pero es esto una respuesta aceptable para
la sociedad?
El evadir
impuestos es claramente ilegal, pero el eludirlos se hace dentro las leyes y
regulaciones vigentes. Puede que sea
legal pero, ¿es ético, es responsable?
¿Es ético y responsable aprovecharse de la incapacidad de los
gobernantes o de las ineficiencias de los sistemas fiscales?
Y son muchos los que lo hacen. La gran mayoría de los individuos también
buscan conocer mejor las leyes y regulaciones y ver que más deducciones se
pueden hacer, que modalidades fiscales permiten la minimización de los
impuestos, dentro de las leyes y regulaciones vigentes. Y esto, las personas naturales no lo vemos
como irresponsable, se trata de conocer bien las regulaciones y tener buenos
asesores fiscales. Pero cuando las
personas jurídicas lo hacen parece ser una violación de la ley, aunque juegan
con las mismas reglas que las personas naturales.
Lo que también está claro es que en el caso
de las personas jurídicas hay mucho más dinero involucrado. Pero, ¿es la
irresponsabilidad una función del monto?
Quienes suelen tener la capacidad de aprovechar las técnicas y
procedimientos para eludir impuestos suelen ser las personas jurídicas de mayor
tamaño y las naturales con mayor volumen de riqueza. Pero ¿no son estas personas, naturales y
jurídicas, las que tienen mayores responsabilidades ante la sociedad? Las
jurídicas porque es la sociedad la que más les ha dado y las naturales por eso
mismo o aunque solo fuese por solidaridad con el resto de la sociedad.
¿De dónde salieron los miles de millones de
beneficios que Amazon, Apple, Google Starbucks, etc. obtuvieron? ¿Tienen
la responsabilidad ante la sociedad de devolverle algo en forma de impuestos,
más allá de su responsabilidad ahora tradicional en temas sociales y
ambientales?
¿Porque tienen una
responsabilidad ante la sociedad de pagar impuestos? [ii]
Algunas empresas e individuos creen que los
impuestos son una piedra fiscal que tienen la obligación de eludir para que no
les haga daño. Que el eludirlos es una obligación ante los stakeholders, especialmente ante los
inversionistas. Pero el principal stakeholder
es la sociedad, representada en este caso, bien o muchas veces mal, por los
gobiernos.
Si las empresas dejan de pagar “legalmente”
impuestos es importante analizar cómo se podrían distribuir los recursos
ahorrados. En principio se pueden
beneficiar los accionistas y dueños a través de mayores dividendos en el
presente y en el potencial de pagarlos en el futuro (reflejados en los precios
de las acciones), pero también pueden redundar en mejores condiciones de
trabajo (famoso caso de Google) y remuneraciones de sus empleados, en mejores
sueldos para los altos ejecutivos y a lo mejor en menores precios por sus
productos y servicios. Algunos de estos “usos” reintegran algo a
la sociedad, pero en estos casos es la empresa la que decide como se hace la
distribución y no la misma sociedad, directamente, o indirectamente a través de
los gobiernos que ésta ha elegido.
Uno de los papeles fundamentales que deben cumplir los gobiernos en la
sociedad es la creación de la riqueza y la imposición de impuestos para su
redistribución a través de servicios colectivos para el bien común
También es cierto que muchos gobiernos no
cumplen esa función de forma efectiva y eficiente, que son malgastados o
utilizados ineficientemente, o sencillamente sustraídos por sus funcionarios,
pero esto no releva de la responsabilidad de pagar los impuestos. Ello
resalta la necesidad de atacar también la responsabilidad de los gobiernos. Pero esto sería tema de otro artículo.
¿Es
responsabilidad de la empresa pagar impuestos que se pueden eludir?
Desde el punto de vista de muchos de sus dirigentes y de los que derivan
dividendos y mejoras en los precios de las acciones posiblemente no, pero desde
el punto de vista de la sociedad, sí.
¿Por qué?
Los beneficios que
han dado lugar a los potenciales impuestos que se evitan se derivan en buena
parte de los esfuerzos de la misma empresa y de sus dirigentes y empleados,
pero en buena parte se derivan de beneficios que la sociedad le otorga a las
empresas por los cuales no paga nada o no paga su verdadero costo para la
sociedad.
La empresa usa servicios del medio ambiente,
por ejemplo, usa el aire que lo devuelve, usado, con contaminación y con gases
de efecto invernadero que causan o causarán daños a la sociedad, sin pagar por
ello. Usa agua que podría tener usos
alternativos con mayores beneficios para la sociedad, sin pagar por su
verdadero valor, no solo el costo o el precio fijado por un mercado imperfecto
o inexistente. Se aprovecha de la
educación que han recibido sus empleados y la salud con la que cuentan sin
pagar por ellas, parte de las cuales ha sido obtenida con recursos del estado
proveniente de los impuestos pagados por individuos y empresas. Se benefician de la seguridad nacional, de
los servicios públicos, del entorno de negocios y de la infraestructura
existente en los países lo que les permite llevar a cabo sus operaciones con
más eficiencia. Las empresas se
benefician por algo que no pagan y de allí la necesidad de los impuestos, para
cubrir el costo de bienes comunes.
Si los impuestos se evitan, el estado puede
verse en la necesidad de prestar menos de estos servicios para el bien común,
lo cual puede generar un círculo vicioso de reducción en la creación de la
riqueza. Si se quieren mantener esos
servicios tarde o temprano algunos de estos impuestos evitados van a tener que
ser pagados ya sean por otras empresas ya sean por los individuos, pero muy
posiblemente los pagos no serán en proporción a los beneficios derivados, muy
posiblemente serán en proporciones muy diferentes al daño causado o al
beneficio recibido. Con esto no queremos
decir que se pueda establecer un sistema fiscal totalmente equitativo, pero la elusión
de impuestos definitivamente no forma parte de ese sistema.
Y en los casos más sonados de elusión de
impuestos por parte de grandes multinacionales, los pocos impuestos que se
pagan se pagan en países que han proporcionado pocos de los servicios públicos
necesarios para obtener los beneficios. Los
contribuyentes de unos países pagan para que Apple, Google, Starbucks, Amazon,
tengan un entorno favorable para que luego se beneficien los contribuyentes de
otros países como Irlanda, Luxemburgo, Holanda y otros paraísos fiscales.
La elusión de
impuestos, si bien legal, es una irresponsabilidad y una injusticia ante la
sociedad.
Qué se puede hacer
para evitar la evasión y elusión de impuestos.
El caso de la evasión, la solución pasa por
la simplificación de los códigos
fiscales con el objeto de dificultarla y facilitar el proceso de
descubrimiento. También en necesario el fortalecimiento de la institucionalidad
encargada de hacer cumplir las leyes, sobre todo en los países en vías de
desarrollo. No faltarán personas naturales y jurídicas que digan que el
problema se resuelve reduciendo o eliminado los impuestos, lo cual puede ser
irresponsable, o bien mejorando la eficiencia y efectividad del estado, lo cual
sería muy responsable. Obviamente que el
cambio cultural en la solidaridad colectiva ayudaría, pero en muchos casos es
una solución poco factible en el corto y mediano plazo.
En el caso de la elusión, el problema es
mucho más complejo ya que surge de las
actividades de “arbitraje fiscal” o sea explotar las diferencias entre los
regímenes fiscales en diferentes países, el uso de la política fiscal para
atraer inversiones al país, estado o provincia (que muchas veces son de mero
papel, sin valor agregado). Surgen
porque hay vacíos o ambigüedades en las legislaciones que pueden ser explotadas
legalmente.
Ello requiere de acciones coordinadas por
parte de los países que “pierden” los impuestos para uniformar la legislación,
para el intercambio de información, para la simplificación de los códigos
fiscales, para poner reglas contables claras, entre otras. Estos esfuerzos multinacionales son difíciles
de implementar en el corto plazo y el intenso cabildeo de las grandes empresas
sobre políticos vulnerables dificulta aún más estos esfuerzos
La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, OCDE, ha propuesto un Plan de Acción de siete puntos para
atacar el problema[iii]
- Asegurar
la coherencia de los regímenes fiscales a nivel internacional;
- Realinear
la fiscalidad para recuperar los beneficios de los estándares
internacionales y prevenir el abuso de los tratados fiscales;
- Asegurar
que los precios de transferencia entre las empresa estén alienados con la
creación de valor;
- Mejorar la
transparencia de la administración fiscal y su certidumbre y predictibilidad;
- Confrontar
los retos de la economía digital;
- Desarrollar
un instrumento multilateral para reformar los tratados fiscales individuales;
y
- Contrarrestar
las prácticas fiscales perniciosas.
Las recientes campañas de divulgación pública
de las actividades de los grandes “evitadores” está poniéndoles presión. Pero esto último puede ser relativamente inefectivo en el caso de muchas
de estas grandes multinacionales.
¿Estamos dejando de usar Google, de comprar en Amazon, de comprar
productos de Apple para castigarlas por la irresponsabilidad? Y aquí la misma
sociedad se enfrenta a una disyuntiva, por lo menos en el corto plazo. ¿Estamos
dispuestos a pagar más por los productos y servicios? Si las empresas pagan más impuestos
posiblemente sean transmitidos a los consumidores a través de mayores precios. O
bien ¿queremos tener mejores servicios sociales, que supuestamente nos darán
los gobiernos con los mayores impuestos?
Las soluciones son muy complejas, de lo
contario ya se habrían adoptado. Pero lo
que sí debe quedar claro es que, aunque la elusión de impuestos esté dentro de
la legalidad vigente, las empresas tienen una responsabilidad ante la sociedad
de contribuir con los impuestos a compensar por lo que la sociedad les ha dado
y para que pueda seguir haciéndolo.
[i] José Ángel Moreno
Izquierdo publicó simultáneamente un artículo sobre el mismo tema, Argucias fiscales y responsabilidad
social de las grandes empresas, publicado en Diario.es y en Diario Responsable. Recomiendo su lectura.
En el artículo original usaba la palabra
“evitar” y “evitación”, que si bien es reconocida por la RAE no es muy
común. Las he cambiado por “eludir” y
“elusión”, como las usa Moreno Izquierdo.
[ii] Ver el
artículo The Curious Case of Corporate
Tax Avoidance: Is it Socially Irresponsible? por Grahame R. Dowling publicado en el número 1 volumen 124 (pgs.
173–184) de septiembre 2004 del Journal of Business Ethics.
[iii] Action Plan on Base Erosion
and Profit Shifting, OCDE, 2013
1 comentario:
Estupendo artículo, Antonio. Y gracias por la referencia al mío: es muy generosa.
Un cordial saludo,
José Ángel Moreno
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