El año 2011 tuvo grandes avances para al RSE, aunque como todo podría haber sido mejor. No hay que ver solo los grandes eventos, hay que mirar la implementación de las prácticas dentro de las empresas. A lo mejor la crisis financiera/económica amaina un poco y las empresas y los stakeholders podemos pensar con más claridad sobre la sostenibilidad social y ambiental en vez de estar tan preocupados por la crisis.
Durante el año, entre otras cosas, se realizaron importantes progresos en el número de reportes de sostenibilidad, aunque la calidad sigue siendo cuestionable. La presión por producirlos los está convirtiendo en un fin y no el medio para analizar y revisar estrategias, como debería ser.
La aprobación de la norma ISO 26000 hacía presagiar una avalancha de certificadores y certificaciones ilegítimas. Afortunadamente el mercado se ha mostrado comedido y ello no ha ocurrido, en buena parte gracias a la presión de la ISO. Buenas noticias. Sin embargo, continúa aumentado el número de premios a las prácticas responsables, lo que podría ser buena noticia. Lamentablemente el que haya mas empresas premiadas no necesariamente indica que hay mas empresas con prácticas responsables. Creo que termina indicando que hay más premios y más empresas que trabajan para ganarlos. Recuerdo una conversación en la cual un alto ejecutivo le decía al responsable de RSE: “Mira a ver que tenemos que hacer para ganar un par de premios este año. Los necesitamos para el reporte de sostenibilidad”.
También aumentó la cobertura en los medios de comunicación y poco a poco se va haciendo más relevante y menos superficial (todavía no podemos decir mas profunda). Muchas de las más reputadas escuelas de negocios han hecho una introspección sobre sus enseñanzas y poco a poco se va expandiendo la consideración de temas de sostenibilidad, mas allá de lo financiero, en los cursos claves de mercadotécnica, finanzas, economía, contabilidad, recursos humanos, etc. aparte de los curos especializados.
Siguen proliferando los cursos de formación y entrenamiento y las conferencias en RSE. En estas últimas es muy difícil oír algo original, todo esta dicho. Y en los cursos, aprovechando la demanda, han aparecido muchos oferentes, pero con enfoques relativamente superficiales y calidades dudosas. Siguen proliferando los cursos de entrenamiento para la preparación de reportes GRI, a clientes que no están en capacidad de prepararlos. Y ahora la moda son los cursos basados en ISO 26000, que no tiene nada de malo, siempre que lo pongan en el contexto y perspectivas de las empresas clientes, dentro de sus capacidades y posibilidades. No las vayamos a frustrar con grandes expectativas.
El reto es hacer que todo esto tenga impacto en las empresas.
No creo que debamos llamarnos a ilusiones al ver algunos progresos reportados por algunas grandes empresas. Son importantes, pero la gran mayoría de las empresas siguen en lo mismo. La brecha entre discurso y acción está aumentando. Hay presión para hacer, lo que muchas veces se convierte en reacción de contar, aunque la acción sea la misma o menor. El discurso ha mejorado, la acción no.
El progreso tecnológico y el avance en los esquemas de información son una buena noticia para las prácticas responsables. Creo que es lo que le dará un salto cuantitativo importante a la RSE, al permitir que la sociedad esté en condiciones de recabar, fácilmente, información sobre las prácticas responsables de las empresas y a éstas el recopilar información sobre el impacto de sus prácticas responsables y permitir una mejor evaluación, que conducirá a su intensificación.
No tuvimos muchas malas noticias de empresas, como fue caso de BP en 2010, pero a finales de año se multaron a Chevron por un vertido y a Inditex (Zara) por trabajo esclavo, ambos en Brasil. Buenas noticias que haya buena supervisión y control en los países de América Latina. También se descubrió que Victoria Secret usaba mano de obra esclava para recoger el algodón aun cuando éste estaba certificado por FairTrade (¡!las certificaciones!!).
Pero sigo echando de menos materiales de transmisión de conocimiento sobre prácticas responsables en español para Iberoamérica y en especial para América Latina. Seguimos dependiendo de noticias, casos, artículos y libros escritos para otros entornos, que no se adaptan inmediatamente a nuestro medio (España es caso aparte, es parte de Europa y lo seguirá siendo). Podemos inclusive ver predicciones para el 2012, escritas por latinoamericanos, que casi nada tienen que ver con América Latina.
Aunque no tienen un impacto inmediato sobre la gran mayoría de las empresas de América Latina, es buena noticia, a nivel de la sociedad, a nivel de nuestro entorno, la culminación de la Cumbre de Durban sobre Cambio Climático, que logro extender la vigencia del Protocolo de Kioto, acordó que se tendrá un documento vinculante sobre las reducciones de gases de efecto invernadero en cinco años y acordó la constitución del fondo de apoyo a los países en vías de desarrollo para implementar medidas de mitigación y adaptación. Lamentablemente falta acordar casi todos los detalles y de donde saldrá el dinero. Pero por lo menos se avanzó en la dirección correcta y se evitó un fracaso.
Y ahora permítanme que describa algo de mi contribución, como servicio público, durante 2011 [i].
Durante el año 2011 tuve el placer de ver publicados dos de mis libros. El primero, Una Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica, contiene una edición y actualización de 52 de los artículos publicados en el blog durante 2008-2010 y cuatro artículos nuevos. El segundo libro, Responsabilidad Social de la Empresa en América Latina: Un Manual de Gestión, publicado por el FOMIN/BID, fue coeditado con Estrella Peinado-Vara y con la colaboración de otros 12 autores, expertos en el tema. Regalamos unas 300 copias impresas del primero y unas 500 del segundo en la Conferencia Interamericana sobre Responsabilidad Social de la Empresa, celebrada en Asunción en mayo. Además, pusimos ambos libros a disposición del público, en forma electrónica gratuita, en el sitio www.cumpetere.com, y en segundo semestre los han bajado más de 1.100 veces.
En el blog “Mirada crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica (www.cumpletere.blogspot.com ) publicamos 42 artículos en 2011, casi el doble de los publicados en 2010. Llegamos a 600 subscriptores, aparte de unos 1.000 visitantes mensuales.
En cuanto a los artículos, los que más dieron que hablar fueron los cuatro artículos en los que comentaba el artículo de Porter y Kramer sobre Valor Compartido (publicado en enero de 2011 en el Harvard Business Review). El primero de los cuales fue
Un artículo particularmente popular fue el que publiqué sobre el Efecto Aureola, la extensión de la percepción sobre una práctica responsable o irresponsable conocida sobre la empresa, hacia el resto de sus actividades.
También publiqué una serie de artículos relacionados con los informes de sostenibilidad, en particular una crítica al informe de sostenibilidad del GRI. En virtud de la popularidad que esta adquiriendo el tema de los reportes integrados, publique una serie de artículos para ponerlo en el contexto de países menos desarrollados. El mas leído parece haber sido
Continuando con el tema de la importancia de los incentivos para la implementación de prácticas responsables, publique 4 artículos más (dos en el 2010), el último de los cuales fue
Para llamar la atención sobra las falacias que representan algunos premios a la responsabilidad empresarial publicamos
Y finalmente, escribirnos los siete deseos para la RSE en el 2012
Fue un año productivo para todos. Ojalá continúe el progreso, pero de verdad, con la acción, no sólo la palabra.
[i] Si alguno cree que es autoalabanza, y tengo muchos críticos, es que no tengo ni abuela ni esposa que me alaben.
Felicitaciones a Estrella por el nacimiento de Estrellita el día de Reyes.