sábado, 27 de enero de 2018

Ecosistema global de regulación de la responsabilidad de las multinacionales


 Una de las principales quejas, generalizada, sobre las empresas multinacionales (o transnacionales) es que el sistema de gobernanza a nivel global es deficiente y las empresas pueden cometer abusos o ser irresponsables al no existir un marco regulatorio conmensurado con su alcance, a nivel de legislación internacional, que lo controle. A nivel global las empresas tienen derechos pero no obligaciones. Todas las empresas son creaciones de la ley, pero en el caso de las multinacionales, tienen muchos padres legales (las leyes de cada país en el cual están constituidas).  La personalidad jurídica de las empresas no existe a nivel global, solo se da a nivel nacional, de cada país en que opera, lo que contribuye a fomentar la brecha entre regulación y comportamiento. 

Las multinacionales ejercen su poder económico, pero su poder va más allá del volumen de ventas o ingresos, como es muy común considerarlo en la literatura sobre el tema. Desde el punto de vista de la gobernanza global su verdadero poder está en el plano político, en la superioridad de sus recursos humanos y su creatividad para oponerse, obviar y vencer a algunas regulaciones. En general los reguladores no pueden competir con el talento y los recursos que pueden destinar las multinacionales. 

El objetivo de este artículo es demostrar que la regulación global de las multinacionales deja mucho que desear, por la falta de esquemas regulatorios de carácter global, pero que no por ello son impunes.  Para ello haremos un análisis de la amplitud del ecosistema de gobernanza (formal e informal), destacando sus múltiples actores y actividades, destacando algunas de sus fortalezas y debilidades y la necesidad de considerarlo de manera integral para poder apreciar su potencial impacto sobre el comportamiento empresarial y, de ser posible, mejorarlo.

Continuar leyendo aquí No.28 del Dossier de Economistas sin Fronteras, Invierno 2018,




domingo, 21 de enero de 2018

Un buen ejemplo de cómo contribuir al logro de los ODS



En dos artículos anteriores hemos comentado las presiones que se están ejerciendo sobre las empresas para actuar y reportar sobre sus contribuciones al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS. En De cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible pueden contribuir al greenwashing comentábamos que la reacción de muchas empresas puede ser la de querer aparentar contribuciones relativamente intrascendentes. En ¿Legitimidad o greenwashing en la contribución de las empresas a los ODS? ofrecíamos cinco criterios para distinguir entre las contribuciones legítimas y las que se alegan que se hacen para quedar bien, para el “lavado de cara” (greenwashing).  A finales del 2017 surgió un buen ejemplo de cómo contribuir, legítimamente, al logro de los ODS en lo que puede considerarse una asociación entre el sector público, responsable por los ODS, y el sector privado, actor indispensable para su logro.

El Parlamento y el Consejo europeos han logrado cuatro acuerdos legislativos sobre desechos, residuos de empaques, rellenos sanitarios y sobre desechos electrónicos, disposición de vehículos y de baterías.  Los acuerdos establecen obligaciones a las entidades públicas de los países miembros en cuanto a metas a ser logradas y mecanismos de supervisión y reporte.  En este caso además establecen “responsabilidades sobre los productores incluyendo responsabilidades para la recolección de bienes usados, selección y tratamiento para su reciclaje. Se establece además que deberán hacer una contribución financiera para esos propósitos que se calculará en base a los costos del tratamiento”.  El 16 de enero la Comisión Europea también aprobó una estrategia sobre la gestión de los residuos plásticos.

Los Acuerdos incluyen metas como la reducción en la generación de desechos, incluyendo alimentos, y los que van a vertederos, aumento en el reciclaje de desechos por tipo de desecho, armonización de normas legales para el reciclaje y para subproductos, entre otros, además de las responsabilidades para los productores de bienes que conducen a desechos.

Estos acuerdos están en espera de aprobación formal para luego ser sometidos al Parlamento Europeo y luego al Consejo para su adopción como Directivas y su transcripción a legislaciones y reglamentos nacionales.

Para la Comisión estos acuerdos se enmarcan dentro de su estrategia para la promoción de la economía circular.  Esto respalda nuestras críticas sobre el abuso del término “economía circular” (La economía circular: ¿Innovación o reciclaje?).  Esta estrategia se refiere a la “antigua” estrategia de “reducir, reusar, reciclar” que tanto critican los promotores de la economía circular.  Estos esfuerzos son laudables, pero no cierran un círculo, solo son una parte de una curva.  En efecto la Comisión al defender los acuerdos dice que ellos pondrán la “prevención, reuso y reciclaje por encima de la incineración y el uso de los rellenos sanitarios”, o sea, usan el leguaje que la economía circular desdeña.  Pero lo importante es el impacto que logren.

Estos acuerdos, si son implementados, contribuirán directamente al logro de metas específicas, la meta 12.5: “De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización”,  y la meta 12.3: “De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”, partes del Objetivo 12: “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”.

Los indicadores tentativamente propuestos en el Report of the Inter-Agency and Expert Group on Sustainable Development Goal Indicators, (ver Indicadores para los ODS: ¿Son los ODS medibles?) para estas metas son: Tasas de reciclaje nacional y toneladas de reciclado y un Índice global sobre la pérdida de alimentosEstos indicadores son muy generales y agregados para la gestión de las metas, pero es así como se propone medir el logro de los ODS.  Las Directrices que emanarán de la Comisión Europea tendrán un mayor número de indicadores, más específicos, en función de las metas que se persiguen.

Para establecer su legitimidad potencial podemos analizar las propuestas en función de los cinco criterios que postulábamos en el segundo de los artículos mencionados arriba. Reproducimos en negrilla el criterio propuesto allí y comentamos este caso.

  • MaterialesLas contribuciones deben ser materiales, es decir deben significativas, no pueden ser trivialidades o nimiedades.  Por su naturaleza, las contribuciones se refieren a dos metas muy específicas y son materiales, de hecho lo que más ha retrasado las negociaciones son los montos de las metas a lograrse.

  • Incrementales.  Las contribuciones deben ser en adición a lo que se venía haciendo tradicionalmente. En este caso lo son, ya que representan metas más estrictas que las vigentes.  Para algunas de las partes interesadas deberían ser mas estrictas en tanto que para otras deberían serlo menos, pero en todo caso son incrementales.

  • Contextuales. Las contribuciones deben ser relacionadas con la actividad de la empresa, con el contexto en que opera. Por definición las metas se aplican a las partes que contribuyen a ello, a los municipios y otros gobiernos locales y a los productores pertinentes.  No sabemos en qué medida se traducirán en obligaciones al público en general.

  • ImpactantesLa contribución debe tener impacto, medible o no. Las metas están establecidas de tal manera que sean medibles y verificables y su impacto se ha analizado, ex ante, en un análisis de costo beneficio.

  • Sostenibles.  Y por último la contribución debe ser sostenible en el tiempo.  No se trata de hacer una contribución ocasional. Las contribuciones no tienen fin en el tiempo y se deben hacer continuamente.  Es de esperar que las metas vayan siendo cada vez más estrictas en cada período de renovación.

Estas contribuciones son dictadas por el sector público a través de regulaciones y el cumplimiento del mínimo no es voluntario para las empresas, pero como en todas las regulaciones ello no obsta para que las empresas vayan más allá de su mínimo, ya que tendrán que establecer diseños, mecanismos y procesos para cumplir lo que forzará a las empresas a tratar de sacarle la máxima rentabilidad a esas inversiones y podrán ampliarse, voluntariamente, aprovechando las economías de escala.

Estas metas son válidas a nivel agregado y cada entidad (municipalidad, empresa, etc.) deberá hacer su contribución a su logro, lo que podría llevar a intercambios de tecnologías, de información y hasta a desarrollar un mercado de desechos y residuos, para cumplir con el agregado.

Es un buen ejemplo de la iniciativa pública, que es a quién le corresponde la responsabilidad por el logro de los ODS, usando al sector privado (y público en general [1] ) para hacerlo.




[1] El 1 de enero del 2018 entró en vigencia una ley en Italia por la cual las bolsas para la fruta, verdura, carne, pescado, etc. que se usan en la compra al granel deben ser biodegradables y se debe cobrar un céntimo por cada una, que debe pagar el consumidor (y esta prohibido traerlas de casa).  Pero algunos para ahorrar un céntimo de la bolsa malgastan varios céntimos en papel y tinta.


domingo, 14 de enero de 2018

Los cinco artículos del blog de Cumpetere más leídos durante 2017


Durante 2017 publiqué (sólo) 20 artículos originales en mi blog (55 en 2015, 30 en 2016, ¿productividad decreciente o calidad en vez de cantidad?).  De estos selecciono los 5 más leídos hasta fines del 2017 por si el lector se perdió alguno, en orden de las estadísticas de lectura (poco confiables) con las que cuento.  Casi todos los artículos han sido reproducidos en otros medios, en algunos a los que los envío directamente (Diario Responsable y ÁgoraRSC) y otros que los reproducen por su cuenta (basta que indiquen la fuente del artículo).  De estas reproducciones no conozco las estadísticas de lectura.

Populismo, nacionalismo, confianza y responsabilidad de la empresa.
29 de enero y 11 de febrero

15 de enero

11 de junio

14 de octubre

11 de noviembre

Y un bono

Aunque no es un artículo, el post anunciando la publicación de mi nuevo libro fue uno de los más leídos

13 de julio


Gracias a todos los lectores por su interés.  Espero seguir investigando y escribiendo.



domingo, 7 de enero de 2018

Mis muchos pronósticos para la RSE en el 2018


Evito siempre predecir de antemano,
porque es mucho más fácil hacerlo a posteriori.
Winston Churchill (1874-1965)

Este año los Reyes Magos me trajeron, aparte del carbón no contaminante, la capacidad de ver el futuro de la RSE.  Sin preámbulo, vayamos al grano……..

  1. Se publicarán más artículos diciendo lo que debería ser, lo que se debería hacer que artículos que digan lo que es, lo que han hecho.
  2. Se publicarán más artículos que digan que todo va bien, que hay progreso, que artículos que analicen si ha habido progreso.
  3. Se publicarán más pronósticos sobre lo que sucederá en el 2018 que el año pasado.
  4. Los autores de pronósticos no publicarán artículos analizando como resultaron los pronósticos que hicieron para el 2017.
  5. Todos los pronósticos incluirán cambio climático, pero ninguno pronosticará una reducción en las emisiones.
  6. Se inventará un (soy pesimista, solo uno) nuevo término para referirse a la responsabilidad de la empresa ante la sociedad.
  7. Se propondrá un (soy pesimista, solo uno) nuevo esquema para la preparación de informes de sostenibilidad.
  8. Se publicarán más informes de sostenibilidad que en el 2017, pero no serán ni más cortos ni más enfocados.
  9. Los informes de sostenibilidad no dirán cuales son los problemas que enfrenta la empresa en su responsabilidad, ni lo que no han hecho bien.
  10. Aumentará el número de colores y globos usados en las matrices de materialidad en los informes de sostenibilidad.
  11. El número de conferencias sobre sostenibilidad, valor compartido, economía circular, economía del bien común, economía azul, …….. (ponle un apellido a la nueva economía) aumentará considerablemente.
  12. Disminuirá considerablemente el número de conferencias que tienen “responsabilidad social” en su título y las pocas que haya incluirán una nueva definición de RSE.
  13. Se otorgarán mas premios y en más categorías a empresas por sus prácticas en RSE, basadas en información proporcionada por sus consultores y lo harán en eventos patrocinados por las empresas ganadoras.
  14. El DIRSE continuará mejorando su influencia y nivel, pero no la remuneración, dentro de las empresas.
  15. No se cerrará la brecha de género en las empresas, pero aumentará el numero de mujeres DIRSE.
  16. Los gestores de las inversiones calificadas como de Inversión Socialmente Responsable, ISR, continuarán alardeando del aumento de volumen de activos gestionados con criterios de ISR, pero no dirán que la inmensa mayoría se gestiona en base a exclusión de sectores (armas, tabaco, apuestas, etc.) y no en base a selección positiva, buscando las más responsables y así estimular sus prácticas responsables.
  17. Se publicarán más de un centenar (soy pesimista, solo un centenar) de artículos, escritos por gestores de ISR, diciendo que las acciones de empresas responsables rinden más en la bolsa.
  18. Se publicarán varios artículos demostrando que si aquellos gestores tienen éxito y venden en masa acciones de empresas irresponsables, estas rendirán más por poder ser compradas a precios bajos.
  19. Se publicarán varios artículos académicos demostrando que ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario.
  20. Se lograrán cifras record de emisiones de bonos verdes y sociales, apoyadas en el greenwashing implícito en su nombre.
  21. Aumentarán significantemente el número de artículos sobre la RSE publicados en periódicos alabando las prácticas de las empresas que contribuyen a pagar el contenido de los periódicos.
  22. Los artículos en revistas académicas sobre RSE (ética, sostenibilidad, etc….) aumentarán su ininteligibilidad e irrelevancia ya que son dirigidos a sus colegas y a mejorar su escalafón y no creer que tienen responsabilidad alguna ante la sociedad, de ser relevantes, por el uso que hacen de los recursos financieros y físicos que ésta aporta a su educación y remuneración.
  23. No saldrá a la luz ninguna revista dedicada al análisis imparcial del comportamiento empresarial.  Continuará la dicotomía entre publicaciones melosas e ininteligibles.
  24. Se publicarán muchas, muchas guías para reportar las contribuciones a los ODS.
  25. Aumentará considerablemente el numero de informes de sostenibilidad que mencionan las contribuciones a los ODS, sin mencionar el impacto que ellas tienen sobre el desarrollo sostenible.
  26. Crecerán en número y en facturación las empresas consultoras en sostenibilidad, RSE, valor compartido, etc. etc. etc….
  27. Los ODS será nombrados como “negocio del año” por las empresas consultoras.
  28. El Pacto Mundial continuará otorgando premios a las contribuciones intranscendentes a los ODS sin considerar mis recomendaciones para verificar su legitimidad.
  29. El año que viene publicaré, Dios mediante, estos mismos pronósticos cambiando el número de los años.
  30. Publicaré menos, pero mejores artículos en mi blog.


Y, querido lector, añade tu pronóstico, que se me agotó la inspiración (pero asegúrate que no sea medible).

No digo como se medirán mis pronósticos (aumentarán, publicarán, considerablemente, muchos, más, crecerán, mejores, etc.) para ser consistente con la disciplina de la sostenibilidad, RSE, etc. que dice lo que hará pero no ofrece indicadores para medirlo.


Como mis pronósticos no son medibles, no publicaré a principios del 2019 lo que pasó con mis pronósticos sobre el 2018.  También lo haré porque estoy seguro que todas se cumplirán.


lunes, 1 de enero de 2018

Lo más destacado en los 10 años del blog de Cumpetere


 Si 20 años no es nada, diez son mucho menos.  Pero cuando el tiempo no se deja pasar sino que se dedica a avanzar el conocimiento 10 años pueden ser algo.

El Blog de Cumpetere cumple 10 años.  El primer artículo se publicó el 2 de enero del 2008, con una discusión sobre los términos RSE y Sostenibilidad, que todavía continua vigente. Desde entonces en el blog he publicado más de 400 artículos y cinco libros.

Algunos de los artículos han tenido alguna transcendencia entre los lectores, los diez más significativos son:

26 de enero del 2011

21 de septiembre 2014

24 noviembre 2013
18 de marzo del 2012

13 de noviembre del 2010

2 de mayo del 2012

25 de enero del 2015

23 de noviembre del 2014

27 marzo del 2016

10 de febrero del 2016

Y durante este período también publiqué cuatro volúmenes de Una Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica, cuyos anuncios fueron objeto de significativo interés

Volumen I, 28.de mayo del 2011
Volumen II, 25 de junio del 2013
Volumen III, 6 septiembre del 2015
Volumen IV, 13 de julio del 2017

Y el libro La Responsabilidad Social de la Empresa en América Latina: Manual de Gestión. co-editado con Estrella Peinado-Vara y otros doce autores, 28 de mayo del 2012.

GRACIAS a todos los lectores por su interés durante estos diez años.  Espero seguir investigando y escribiendo por algunos años más.