sábado, 25 de mayo de 2019

Responsabilidad empresarial y filantropía personal: Las “limosnas” de Amancio Ortega



El hombre que muere rico muere desgraciado.
El único propósito de ser rico es para poder donar el dinero.

He resuelto dejar de acumular riqueza y empezar con la infinitamente
más seria tarea de una sabia distribución.

Andrew Carnegie, 1835-1919.

I.                Introducción

Otra vez ha vuelto la polémica sobre las donaciones de la Fundación Amancio Ortega (cuyo homónimo es el principal accionista de Inditex) para la investigación y el tratamiento del cáncer.  Hace dos años se levantó la polémica, cuando algunos políticos populistas alegaban interferencia del dinero privado en la sanidad pública y pidiendo a las comunidades autónomas que rechazaran las donaciones.  Esta polémica la habíamos analizado en detalle en el artículo ¿Por qué rechazan la filantropía de Amancio Ortega? (sugerimos al lector darle una mirada antes de seguir leyendo este artículo). 

Dos años después se reactiva la polémica con declaraciones de algunos líderes de un partido populista de izquierdas en España, en sus campañas electorales para el Parlamento Europeo y en el momento que el partido ganador de las elecciones trata de formar gobierno, con el apoyo de ese partido. Pareciera que busca crear controversias para movilizar a sus votantes, que suelen ser anticapitalistas, y hacer méritos para entrar en el nuevo gobierno.

¿Porque la tomaron con Inditex y no con otras de los centenares de empresas más irresponsables?

Estos líderes parecen tener una confusión entre las actividades de una empresa y las acciones filantrópicas de uno de sus accionistas, con su riqueza que proviene de sus inversiones en la empresa y de otras fuentes.  Adicionalmente, no parecen haber entendido bien las condiciones de las donaciones, como comentábamos en el artículo citado.

En este artículo no pretendemos justificar a Inditex o la Fundación Amancio Ortega, pretendemos poner la polémica en el amplio contexto en que se desenvuelve, para entenderla mejor.

II.             Elusión fiscal y otras irresponsabilidades

En el artículo Dirigentes de Podemos piden que no se acepten las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública, publicado en El País, se citan las declaraciones de algunos dirigentes:

"una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios" y recalcando que España necesita que los ricos paguen impuestos que se traducen en hospitales en lugar de donaciones….. "…..los mismos que esquiva y elude Inditex. 600 millones en tres años".

Según un informe presentado por el Partido de Los Verdes al Parlamento Europeo, Inditex eludió el pago de 600 millones de euros en impuestos a través de "agresivas técnicas de ingeniería fiscal". Lamentablemente las maniobras de Inditex, y las de múltiples empresas son legales, aunque no éticas ni responsables.  Utilizan los recursos humanos, la infraestructura, los recursos naturales, etc. de un país pero no contribuyen a su costeo vía el pago de impuestos (ver Eludir y evadir impuestos: ¿Hasta dónde llega la irresponsabilidad empresarial? y ¿Un paso adelante contra la elusión fiscal?).  Si la alegada elusión fiscal es cierta, Inditex es una empresa irresponsable.  Inditex respondió al informe, descalificándolo, y enumerando una serie de errores.  Pero los políticos usan selectivamente el informe de Los Verdes sin considerar las respuestas de Inditex.  Usan lo que les conviene.

Pero, si las empresas logran eludir impuestos, ¿de quién es la culpa? ¿Qué han hecho los gobiernos para evitar la elusión de impuestos? ¿Cumplen los gobiernos con su responsabilidad de asegurar el pago de los impuestos? ¿tiene las regulaciones permitentes? ¿son sus instituciones de supervisión adecuadas? ¿porque los gobiernos no logran controlar la diversidad de tratamientos fiscales, legales, en los diferentes países? 

La elusión fiscal no es justificable en ningún caso, pero sí es importante aclarar porque sucede y de quienes son las responsabilidades.  La empresa no debería eludir o evadir impuestos, por responsabilidad propia, pero el Estado tiene parte de culpa al no tomar las medidas necesarias.  ¿Qué no debería haber criminalidad? De acuerdo.  Pero si la hay es porque hay criminales y porque el sistema de prevención y aplicación no funciona adecuadamente.

Conviene recordar el caso de Apple, que se aprovechó de una situación similar eludiendo impuestos a través de una filial en Irlanda.  Pero en este caso, la Comisión Europea tomó cartas en asunto y obligó a Apple a devolver 13.000 millones de euros a Irlanda por impuestos eludidos.  ¿Porque no lo hacen con Inditex?

Además de las críticas de los políticos a la actuación de …… ¿de quién? ¿de Inditex o de la Fundación?  (están confundidos como veremos más adelante), hay críticas a la responsabilidad de Inditex, en temas de explotación laboral (trabajo infantil y esclavo) en países en vías de desarrollo y de competencia desleal, entre otros.  No es el objetivo de este artículo analizar la RSE de Inditex, baste decir que muchas de estas críticas están documentadas, como también están documentados los esfuerzos de Inditex de extender la responsabilidad social a sus proveedores.  En el 2019 tenía 1824 suplidores, de los cuales el 89% estaban calificados en su máximo nivel de responsabilidad de acuerdo con los criterios para sus proveedores. De acuerdo al Dow Jones Sustainability Index, Inditex es el vendedor al detal más responsable de los que analizan.  En el 2018 hicieron más de 11.000 auditorías de sus proveedores. Inditex es una empresa ampliamente reconocida por sus esfuerzos en la responsabilidad en la cadena de valor, y es citada muchas veces somo ejemplo a seguir, aunque no sea todavía perfecta. ¿Quién lo es?

En este caso las acciones a tomar son otras.  Nos corresponde a nosotros como miembros de la sociedad civil denunciar estos casos, con evidencias, con responsabilidad, y nosotros, como consumidores, tenemos la libertad de adquirir o no los productos que vende Inditex (¡cuantos compran en Zara porque sus productos son más baratos, sin cuestionarse si se pagaron sueldos justos o se utilizó mano de obra infantil y esclava!). 

Pero, como en el caso de los gobiernos, tampoco ejercemos nuestras responsabilidades y en muchos casos dependemos de que la misma empresa tome acciones correctivas, lo que no todas hacen.  

III.           Confusión de los políticos: Empresa vs. Fundación

Los dirigentes políticos parecen tener varias confusiones:  las donaciones son en “adición a” no en “substitución de” la labor del Estado. Las donaciones no son en sustitución de los impuestos.  Las donaciones no controlan las prioridades de la política de sanidad pública, lo hace el Estado.  Y la gestión de las donaciones no es controlada por la Fundación, es controlada por la institución beneficiaria y puede rechazarla si así lo desea. Y una cosa es la empresa, en poder de miles de accionistas (Amancio Ortega: 59%), y otra la Fundación, completamente independiente.

El líder de Podemos se ha quejado de la "polémica" despertada por esas palabras que él apoya: "No se puede consentir que la salud de nuestros hijos o de nuestros padres dependan de las limosnas de un multimillonario"

Totalmente de acuerdo.  Es responsabilidad del Estado y si esa salud depende de las “limosnas de un multimillonario” es porque el Estado ha fracasado en su responsabilidad de cubrir las necesidades de sus ciudadanos en la sanidad pública.  Pero las donaciones no contribuyen al fracaso del Estado, son un síntoma de su fracaso y, en algunos casos, un paliativo.

La donación no establece prioridades.  Si ofrece financiar una actividad, ello no quiere decir que debe ser prioritaria para el Estado.  Lo es para la Fundación. Y si no lo necesitan o no es prioridad, pueden rechazarla y si es algo necesario, ello libera recursos para otras actividades que se consideren prioritarias

Y este es un caso de libro de texto.  Los enemigos de la responsabilidad empresarial, por la derecha, atacan la filantropía empresarial (de la empresa) con muchos argumentos, pero el más repetido es que la empresa no tiene que usar los recursos que pertenecen a todos los accionistas en actividades filantrópicas, [1] que se dedique a su responsabilidad que es la de ganar el máximo de dinero posible y que luego reparte dividendos y que cada accionista haga lo que quiera con ello.  Los que quieran hacer filantropía, que la hagan con su dinero, pero no con el dinero de la empresa. Esto en buena manera lo que hace la Fundación Amancio Ortega.

IV.           ¿Donaciones con dinero manchado?

Se podría alegar que la empresa ha obtenido mayores beneficios con la elusión fiscal y la explotación de los suplidores y que entonces parte de esos beneficios, y por ende parte de los dividendos, no son legítimos o éticos.  Y extendiéndolo a la Fundación se podría alegar que esta tiene algunos recursos que son atribuibles a la elusión fiscal y a las condiciones laborales en sus suplidores.  Pero esto debería demostrarse.

¿Será que las donaciones pretenden compensar por esto?

Pero no se deben atacar las donaciones, se debe atacar la irresponsabilidad empresarial y la incompetencia del Estado y la pasividad de la sociedad civil en particular de los consumidores, que también se benefician, vía menores precios, de la elusión fiscal y de las condiciones laborales en los suplidores.

V.              Pero es que no hay nada nuevo bajo el sol

Esta polémica me recordó la situación de uno de los mayores filántropos de la historia, Andrew Carnegie[2], que hizo su fortuna a finales de los ochocientos y principios de los novecientos con la industria del acero.  Llegó a donar el equivalente hoy de US$5.000 millones.

Carnegie tenía muy clara la distinción entre la acumulación de riqueza y su redistribución caritativa, como actividades separadas, cada una guiada por sus imperativos morales.  Su objetivo era acumular la mayor riqueza posible para poder redistribuirla. Una cosa era la empresa y la otra su filantropía personal.  El problema es que esta separación de las actividades lo llevo a prácticas irresponsables en sus empresas con el objetivo de maximizar las donaciones. 

En el año 1892 cuando los sindicatos demandaban mejores condiciones laborales se declararon en huelga en una de sus plantas (un año después de la Encíclica Rerum Novarum que abogaba por los derechos de los trabajadores, pero más de 50 años antes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el año 1948).  Carnegie consideraba que los sindicatos tenían un impacto negativo sobre sus beneficios y no reconocía el derecho de asociación sindical.  Para romper la huelga contrató un servicio de seguridad privada, que utilizó la violencia lo que se saldó con la muerte de nueve trabajadores y siete agentes y decenas de heridos (ver video). Después de esto, sin posibilidad de que los sindicatos defendiesen los derechos de los trabajadores, las condiciones laborales empeoraron, pero las ganancias aumentaron.

Pero Carnegie, como dice la cita al principio quería donar toda su riqueza. Una de sus principales actividades de filantropía fua la creación de las Bibliotecas Carnegie, como lugar de aprendizaje, cohesión y orgullo de la comunidad. En esa época era algo fundamental, en 1900 una biblioteca tenía un gran impacto en el progreso social. Creó casi 1700 bibliotecas a lo largo del país.

Pero, como en el caso de Inditex, con las diferencias del caso (elusión fiscal vs. muertos), algunas comunidades rechazaron las donaciones de Carnegie por su fama de despiadado capitalista.  Los residentes de Pittsburgh protestaron por la biblioteca, la sala de conciertos y la galería de arte alegando que el dinero está manchado con la sangre de los trabajadores.  Y Carnegie respondió que el pueblo debía poder separar sus múltiples defectos personales, de sus donaciones para las bibliotecas, salsas de conciertos y galerías de arte, que no tienen ninguno.

“El propósito más elevado del filántropo no es de suplantar la responsabilidad pública de cubrir las necesidades de la sociedad, sino el de apoyarla ya sea con proyectos demostrativos o con donaciones desafiantes.”

Pretendía hacer la separación de como se obtiene el dinero del como se redistribuye, con el objeto de aislar el primero de los juicios morales.  Esta separación entre la irresponsabilidad de la empresa y la filantropía hoy nos puede parecer cínica, como una compra de indulgencia por los pecados cometidos.  Ganar más para donar más. Si bien el concepto es atractivo a primera vista, hoy no sería aceptable se exige que ese “ganar más” sea “ganar más, con responsabilidad”.

En resumen

Inditex y la Fundación Amancio Ortega son dos instituciones independientes.  Si Inditex evade impuestos que el gobierno la castigue, si los elude legalmente los gobiernos deben actuar para cerrar las lagunas legales.  Si Inditex tiene producción irresponsable, el público consumidor debe ejercer su responsabilidad evitando sus productos y presionado a los dirigentes para que corrijan y eviten las violaciones de los derechos laborales identificadas.

Pero la Fundación debe juzgarse por sus propias actuaciones. Aceptemos las donaciones, a menos que vengan con condiciones que contravengas las prioridades y principios de los beneficiarios. O a menos que se demuestre que provienen de actividades ilegales o no éticas, lo que no está demostrado en las acusaciones de los políticos. Y en este último caso, corresponde al Estado supervisar y regular la actividad de la Fundación para evitarlo.

Ojalá que los líderes políticos no necesiten los servicios que proporcionan los hospitales financiados por la Fundación Amancio Ortega, pero estoy seguro de que otros españoles lo sabrán apreciar en caso de necesidad. [3]

No son solo las empresas que tienen la visión de corto plazo y tratan de maximizar los beneficios con actuaciones irresponsables, si es necesario, abusando de la credulidad de los consumidores.  Algunos políticos tienen esa misma visión y tratan de maximizar los votos, aunque sea con actividades irresponsables, abusando de la credulidad de los votantes.

Los políticos harían bien en dedicarse a mejorar la administración pública para evitar y corregir las fallas del Estado.

¿Cree Ud. querido lector, que el Estado gestiona eficiente y efectivamente bien los impuestos de recibe y los asigna a las prioridades de la sociedad?


El que esté libre de culpa que tire la primera piedra.




[1] Aquí nos referimos a la filantropía pura y dura, no a la que tiene alguna relación con las actividades de la empresa y que puede ser parte de su estrategia operativa, la filantropía estratégica.

[2] El suscrito de benefició de las actividades filantrópicas del Sr. Carnegie.  Estudié gracias a una beca y me gradué de la universidad que había fundado en el 1900, con una donación de un millón de dólares (equivalentes hoy a unos US$30 millones).  Su propósito original era preparar la mano de obra calificada para sus plantas de producción de acero, Carnegie Technical Schools, después Carnegie Institute of Technology, hoy Carnegie Mellon University (una de las mejores universidades del mundo en ciencia y tecnología). Y fueron muchas las horas que pasé estudiando en la Carnegie Library of Pittsburgh a principios de los años setentas (entonces no existía ni Goggle, ni internet, ni libros electrónicos, todo impreso, dependíamos de bibliotecas físicas).

[3]   Y otra nota personal.  El suscrito perdió a su esposa al cáncer. Ojalá que los avances tecnológicos financiados por la Fundación eviten que ello les pase a otros.



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