domingo, 23 de febrero de 2014
Información sobre sostenibilidad: ¿Es malo que no digan toda la verdad?
Todos quisiéramos que en sus informaciones
sobre sostenibilidad las empresas dijeran “toda la verdad y nada más que la
verdad”. Y somos muchos los que queremos
que no nos cuenten solamente las cosas buenas que hacen sino también la no tan
buenas, las malas, sus impactos negativos y que hacen al respecto para
mitigarlas o contrarrestarlas.
En un
excelente artículo la gurú de los reportes de sostenibilidad Elaine Cohen (When is CSR Reporting honest?) argumenta que para tener
credibilidad los informes de sostenibilidad deben reconocer que no todo es color
de rosa y reportar los errores cometidos, los impactos negativos que todavía no
han mitigado, reconocer que les falta mucho por hacer y reportar lo que
pretender hacer para corregir estos problemas. Pero reconoce que “un reporte que sólo contiene malas noticias no logrará la aprobación de
los abogados”.
Y yo me atrevo a añadir que aunque solo
contenga “algunas” malas noticias tendrá oposición interna a su diseminación
externa.
Sí, la empresa
debe reportar sus falencias en sostenibilidad. Pero no es solamente negativo
que algunas empresas todavía no lo hagan. No
todo es negativo. No se debe tirar el
bebé con al agua del baño.
Recordemos que el reportar sobre sostenibilidad
es un largo proceso, no es algo que un buen día decimos lo hacemos y unos meses
o un año después tenemos un buen reporte.
La gran mayoría de las empresas pasan de la decisión de reportar sobre
sus actividades de sostenibilidad a logarlo en un largo período y aún más largo
para pasar de un mero informe descriptivo a un informe que revele las
estrategias de la empresa, sus objetivos, indicadores e informes de progreso en
su logro.
En gran cantidad de casos los sistemas de
información sobre sostenibilidad son rudimentarios y la información debe ser
recopilada manualmente de muchas fuentes separadas, aisladas, que no están
integradas todavía al proceso, a veces incoherentes entre sí. Puede
ser un trabajo titánico producir un mensaje coherente de tanta incoherencia,
falta de información e intereses particulares. Se suele destacar aquello para lo cual hay
información más que aquello que es lo más relevante para la empresa. Y ni que
decir de llegar a determinar de forma sistemática y confiable los aspectos
materiales (Matriz de materialidad: Más allá del esquema
tradicional).
Y muchas veces los agentes externos a la
empresa piensan que es sencillo hacer un buen reporte.
Internamente hay
muchos obstáculos que vencer. Y no solamente para llevar a
cabo actividades de sostenibilidad por la percepción de que el costo beneficio
de hacerlo no es favorable, sino para después reportar lo que se ha hecho. Los costos de las acciones de reportar se
suelen sentir en una unidad de la empresa pero los beneficios, si los hay,
suelen ser a nivel agregado, de toda la empresa. La oposición de los afectados internamente
está servida. Y cuando se supera esta
etapa de resistencia, o simultáneamente, vienen las presiones para “se destaque
lo mío”, para que lo informen de cierta manera.
El qué y cómo se reporta atribuye importancia
relativa a algunas partes de la organización sobre otras lo que puede crear
rivalidades perversas y puede reducir en nivel de colaboración interna tan
necesaria para tratar un asunto tan integral y global como lo es la sostenibilidad.
No solamente hay que priorizar lo que es
importante para los stakeholders, hay
que hacer balances dentro de la empresa de los que es técnica y políticamente
factible.
El empezar por decir las cosas buenas que se
hacen es un buen comienzo del proceso, permite el desarrollo de los sistemas de
información, estimula relaciones de confianza entre la línea operativa y los “maniáticos”
de la sostenibilidad, esos del “departamento de sostenibilidad” que no
entienden el negocio. Por lo menos sirve
para contribuir a vencer, paulatinamente, las resistencias internas.
Y el decir solo
las cosas buenas estimula a la sociedad civil a reaccionar, despierta el
interés de los lectores y partes interesadas, que piden que se reporte también lo
malo, las omisiones (lamentablemente tantas veces los stakeholders son indiferentes).
Lo crítico es lo que viene después. Si después
de haber establecido un proceso de reporte la empresa sigue insistiendo en
decir solo cosas buenas merece rechazo. Una vez superada las etapas iniciales
de reporte la empresa debe continuar con el proceso de aprendizaje y empezar a moverse
hacia información más integral, más balanceada. Pero ello requiere gran confianza en sus dirigentes. Y claro está depende también del entorno legal
en que opera la empresa. En algunos
países los riesgos de declarar impactos negativos son muy elevados, no solo por
la reacción de los stakeholders
penalizando comercialmente a empresa sino por las posibles acciones legales.
Nosotros, grandes
críticos de las empresas que no lo dicen todo, ¿lo decimos todo nosotros mismos?
¿Pones en Facebook tus defectos? ¿Eres capaz de destacarlos en una entrevista
de empleo? ¿Los dices cuando puede tener
un impacto negativo sobre tu “reputación?
¿O más bien enfatizas tus virtudes según tú las ves? (¡que son muchas!)
¿Te sometes al escrutinio de tus stakeholders?
O cómo me dijeron
una vez: ¡No necesitas abuela que te
alabe!
¡Ay que buenos
somos para ver la brizna en el ojo del vecino y no ver el palo en el nuestro!
No, no pido
indulgencia para las empresas. Hay mucha
sinvergüencería. Solo pido que hagamos
la evaluación en su contexto adecuado. Si la empresa está consolidada en sus
reportes y todavía sigue presentando información desbalanceada: MAL. Pero si la empresa está en sus comienzos
ayudémosla a aprender puntualizando los problemas que debe resolver, los
impactos positivos que debe potenciar.
No seamos indiferentes.
Dejémosle un
tiempo para el aprendizaje, pero después debemos exigir más que el color de
rosa.
Puede ser positivo
el reportar solo cosas buenas mientras no se haga una costumbre. .
El reportar sobre
la sostenibilidad no es un paseo, es un largo y extenso viaje.
domingo, 16 de febrero de 2014
Encuesta sobre la influencia de personas e instituciones sobre la RSE: Resultados
Ya tenemos los resultados de la reciente
encuesta sobre el significado de las listas de tuiteros más influyentes en RSE,
su efectividad y sugerencias para mejorarla, si es posible. La encuesta también
tuvo como objetivo el contraste de la clasificación basada en la calificación
Klout con la resultante de la opinión personal de los que respondieran a la
encuesta.
Como en todas las encuestas que hemos
realizado es conveniente destacar sus limitaciones para evitar sacar
conclusiones que no estén justificadas. Como en encuestas anteriores, es de
enfatizar que la muestra no es representativa de la población en general ya que
responden los lectores del blog de Cumpetere y otros tuiteros interesados en la
RSE. Por la forma en cómo se ha
difundido la encuesta no hay razón a priori para creer que no son conocedores
del tema. Es por lo tanto una encuesta limitada pero dirigida a las personas cuya
opinión es relevante. Lo que se
pretende determinar es precisamente eso: ¿Qué
opinan los interesados en la RSE sobre los rankings de tuiteros?
En este caso hemos recibido 80 respuestas. Este
tamaño de muestra no permite sacar conclusiones estadísticamente
significativas, pero sí permite sacar
algunas conclusiones que pueden considerarse suficientemente robustas para
los propósitos de la encuesta y otras que pueden no serlo. Destacamos las robustas.
Conclusiones
robustas
Algunas preguntas tan tenido respuestas con
amplias mayorías que permite suponer su confiabilidad:
- · El 76% opina “que no vale la pena saber quién tiene más influencia en la difusión de la RSE usando solamente las redes sociales”.
- · El 82% opina que no cree “que la INFLUENCIA (según la definición de la RAE) en RSE en particular se puede determinar con la metodología Klout”. Ni siquiera es considerado como un instrumento para medir influencia en general. Solo el 38% lo considera como tal.
- · El 44% opina que tal y como está diseñada la calificación Klout, determina el nivel de ACTIVIDAD en las redes sociales y el 38% opina que determina el “nivel de NOTORIEDAD en las redes sociales”. Sólo el 15% cree que determina el “nivel de INFLUENCIA en las redes sociales”. El resto cree que no determina “nada”.
- · Pero sólo el 20% cree que Tuiter es poco efectivo o inefectivo para ejercer influencia sobre la RSE. el resto cree que es indispensable, muy o moderadamente efectivo.
Tuiteros mas
influyentes
Un resultado, en opinión del suscrito, muy
significativo es que según la opinión de los encuestados los tuiteros más influyentes son los medios de comunicación, muy por
encima de las personas e instituciones que
podrían considerarse que crean conocimiento o que son influyentes a
través de sus opiniones y análisis (líderes en pensamiento). En general estos medios transmiten
conocimiento y noticias de terceros. Los
dos que recibieron más votos, con ventaja, son medios de comunicación, que no
crean conocimiento, solo difunden.
¿Es que,
inconsciente o conscientemente, equiparamos poder de influir con capacidad de
diseminar información?
Para no contribuir a la diferenciación y
creación de rivalidades entre la “familia RSE” no incluimos los resultados de los votos individuales (si algún
lector quiere conocer los resultados individuales y hacer su propio análisis puede
solicitarme los datos, bajo acuerdo de confidencialidad). No era el objetivo de la encuesta hacer un nuevo ranking. Solo
haremos un análisis de la correlación entre los rankings entre los primeros 30
de la lista TOP100RSE y los de la encuesta, para contrastar los resultados del
análisis puramente mecánico con las opiniones personales de los encuestados.
El siguiente gráfico muestra el ranking de
los tuiteros según TOP100RSE (a una fecha determinada) versus los votos
obtenidos en la encuesta (se emitieron casi 320 votos, un promedio de 4 por
persona).
No hace falta
hacer un análisis estadístico riguroso para ver que no hay relación estadística
entre el ranking según la metodología Klout y las opiniones de los encuestados.
Si la hubiera, los puntos estarían agrupados alrededor de una línea que
fuera del extremo noroeste al extremo sudeste (mayores votos para los que
tienen un ranking con número bajo). De hecho, si se quitan los dos puntos
extremos (outliers) la línea de correlación es perfectamente horizontal: no
correlación alguna. El ranking Klout no permite predecir los votos de los encuestados o
viceversa.
Con respecto a la omisión de tutiteros en la
lista de los 30, los encuestados añadieron decenas de nombres, algunos de los
cuales estarían entre las personas más votadas. Esto es significativo ya que
los encuestados tenían que pensar en esos nombres y los candidatos eren centenares,
no los 30 listados (en una encuesta es mucho más fácil votar por los de una
lista predeterminada).
Otros resultados
Sobre la pregunta “Qué instrumentos crees que pueden ser los más efectivos para ejercer
influencia en otras personas sobre la RSE”, los instrumentos considerados más
efectivos son las Conferencias (69%
de los votos emitidos), Casos de Buenas
Practicas (65%, recordar que se votaba por más de un instrumento),
artículos en periódicos (47%) y los Blogs (45%), es de destacar la efectividad que
se le otorga a Tuiter (50%, después
de conferencias y casos), con solo 140 caracteres para el mensaje (aunque
algunos llevan a artículos y otros medios).
A la pregunta sobre “Cuál crees que es el papel del tuit de individuos o
instituciones para ejercer influencia en
otras personas (según la definición de la RAE) sobre la responsabilidad
social de la empresa” el 37% responde que es “Moderadamente efectivo”, el 35% considera
que es “Muy efectivo” y el 9% que es Indispensable. Solo el 20% cree que es inefectivo o poco
efectivo.
En cuanto a sugerencias para mejorar la efectividad de la metodología
de las listas para determinar influencia sobre la RSE, sólo 5 de los 68 que respondieron que Klout, considerando todas las
intervenciones, no puede medir influencia en RSE considera que lo puede hacer
considerando tuiteros que hacen “algunas” intervenciones sobre RSE en las redes
sociales (que es lo hace el ranking mencionado). El 42% considera que
“nunca lo podrá hacer”, aunque el 24% considera que lo haría si solo incluyera
a personas cuyas intervenciones sean “casi exclusivamente sobre RSE” y el 26%
si lo hicieran “en su mayoría”.
España versus
América Latina
La distribución geográfica parece razonablemente
esparcidas entre España (41%) y América Latina (59%). Es difícil decir si es geográficamente
representativa ya que no existe un criterio que sea razonable: ¿Poblaciones?
¿Producto Interno Bruto? ¿Grado de desarrollo de la RSE? ¿Un índice de todo
esto?
Los resultados obtenidos
son relativamente independientes de la localización de los encuestados, lo cual da
todavía más confiabilidad a los resultados.
Hay solo algunas pequeñas diferencias:
·
Los
encuestados de América Latina le dan más efectividad al Tuiter (virtualmente
empatado con conferencias y buenas prácticas, alrededor del 64%)
·
El
tuitero más influyente es un medio de comunicación basado en la región
respectiva.
·
Asignan
más influencia a los tuiteros de la respectiva región.
Estos dos últimos resultados son el resultado
lógico del conocimiento de los tuiteros.
En resumen
Parece haber
consenso ENTRE LOS 80 ENCUESTADOS que no vale la pena hacer rankings de
influencia en RSE, que la metodología Klout no permite determinar influencia y
mucho menos en la RSE, que tal y como está diseñada determina nivel de
actividad o notoriedad. No obstante consideran
que el Tuiter es un instrumento razonablemente efectivo para influenciar en
RSE. No rankings, si tuiter en RSE
Los resultados
también permiten concluir que no hay relación estadística entre el ranking
según la metodología Klout, y las opiniones de los encuestados sobre la
influencia de los tutiteros considerados.
Obviamente que no
se puede decir que los 80 que respondieron representan la opinión de los miles
que no respondieron.
RECOMENDACIÓN
De este análisis
crítico se pueden sacar recomendaciones positivas: para “hacer rankings de
influencia en RSE en los medios sociales”, más allá de determinar notoriedad o
actividad, se deberían seleccionar solamente las intervenciones en esos medios
que se refieran a RSE y suplementarlo con opiniones de seres vivos sobre la
calidad y el impacto que perciben de esas intervenciones. El análisis mecanicista de “big data” no es capaz de determinar calidad
e influencia, concepto subjetivo.
“Seguir” a alguien
en el “lenguaje del trino” (tuit), no quiere decir que se considera al seguido
como un líder influyente. Y esto no es un resultado de la encuesta, es una
opinión.
GRACIAS A TODOS LOS QUE LA COMPLETARON Y A
LOS QUE COLABORARON EN LA DIFUSIÓN DE LA ENCUESTA (decenas de retweets)
Ver la
encuesta original en https://es.surveymonkey.com/s/R35CCZ5
Y mi artículo Ranking de tuiteros en RSE: ¿Son buenos para la RSE? en bit.ly/1fmulU1
domingo, 9 de febrero de 2014
Encuesta sobre la influencia de personas e instituciones sobre la RSE
Recientemente se han publicado listas de los
tuiteros más influyentes en RSE (SustMeme ha venido publicando sus listas de
los 500 más influyentes en diferentes temas (mayoritariamente en inglés) y
ahora Diario Responsable comenzó la publicación de la lista de los “100
tuiteros más influyentes en RSE en español, TOP100RSE”. Ambos están basados en la calificación Klout
de influencia en las redes sociales (para mayores detalles ver mi artículo Ranking de tuiteros en RSE: ¿Son buenos para
la RSE? pero hazlo solo después de responder a la encuesta).
Queremos conocer tu opinión sobre el
significado de estas listas, su efectividad y sugerencias para mejorarla, si es
posible. También queremos contrastar la
clasificación basada en la calificación Klout con la resultante de la opinión
personal de los que respondan a la encuesta. Para la validar este contraste se requieren
muchas respuestas y por ello pedimos tu
colaboración en la respuesta y difusión de la encuesta.
Dado que es posible que las respuestas
afecten a personas e instituciones mencionadas en la encuesta te rogamos no
enviarla a personas específicas sino mas bien y enviarla masivamente.
AGRADECEMOS TU COOPERACION RESPONDIENTO A LA
BREVE ENCUESTA EN EL SIGUIENTE NEXO
domingo, 2 de febrero de 2014
Vicio o virtud: ¿Que rinde más en bolsa?
¿Rinden más en bolsa las acciones de las
empresas responsables? Según alguna
evidencia reciente parece que no. ¿Pero
son confiables las evidencias
presentadas?
Se han llevado a cabo innumerables estudios
para analizar si la inversión en empresas responsables produce mayores
rendimientos en las bolsas, en su mayoría por parte de promotores de la
inversión socialmente responsable, en general con la intención de demostrar que
la relación es positiva.
Los resultados de
los estudios más rigurosos, mayormente académicos, son generalmente ambiguos y por cada estudio concluyente
a favor se puede encontrar uno en contra o inconcluyente. Y siempre queda pendiente el problema de la
“causalidad”: son las empresas responsables más rentables o son las empresas
más rentables más responsables.
Posiblemente la respuesta es que la relación pasa por una tercera
variable: la calidad de la gestión. Empresas bien gestionadas son responsables
y rentables. Si no tienen ambas
características, no están bien gestionadas.
La gran mayoría de estos estudios adolecen de
serios problemas en la definición de que
lo que es una empresa responsable y muchos más problemas en medirlo. Para poderla cuantificarlo usan alguna medida
muy limitada de lo que es responsabilidad.
Suelen comparar los rendimientos de empresas con diferentes niveles de
alguna práctica en particular, sobre algún período limitado de tiempo. Los
resultados son muy difíciles de extrapolar (para un análisis más extenso de
esta problemática ver ¿Responsable solo si es rentable? Primera Parte).
También hay un sinnúmero de artículos y
estudios a nivel general, menos cuantitativos, que pretenden demostrar que
usando criterios de selección en base a algunas prácticas responsables se
obtienen mejores rendimientos. Muchos de estos artículos están basados en “lo
que debería ser”, en la teoría, y no en “lo
que es en la realidad”. Es una estrategia
muy usada por los defensores del argumento empresarial de la RSE: debería,
debería, debería rendir más. Un
compendio de estos estudios se puede encontrar en Sustainability Pays: Studies That Prove the Business Case for
Sustainability.
Y hay muchos todavía peores, que para justificar
la ISR dicen cosas como “Este año el Fondo Tal y Cual ganó más que el promedio
del mercado”. En inversiones en bolsa un
año es evidencia puramente circunstancial.
Más o menos la mitad de los
fondos ganan más que el promedio, ¡por definición! (exactamente la mitad si la distribución es simétrica). La evidencia de los rendimientos superiores
sería válida si lo hicieran consistentemente, año tras año, durante muchos años,
a través de ciclos económicos.
Pero basta de
preámbulos. Vayamos a lo que nos trajo
aquí.
Recientemente se publicó un artículo
relativamente simplista pero que presenta resultados que no dejan de ser
interesantes (Investing in Vice).
Compara los rendimientos en bolsa de fondos de vicio y fondos de virtud
con los obtenidos en el mercado en general. Para el rendimiento de las
inversiones en “vicio” usa el “Vice Fund”
que invierte precisamente en empresas con los productos y servicios que son
excluidos en las Inversiones Socialmente Responsables, ISR, simplistas, o sea, apuestas, defensa, tabaco y alcohol
(estos son criterios de exclusión
simple. Muchos fundos usan criterios de inclusión más
complejos basados en prácticas responsables específicas o consolidadas). Para el fondo de la virtud usa el “Fondo Ave María”, que invierte en
empresas que no violan los principios
básicos y enseñanzas de la iglesia católica (que el Fondo llama Morally Responsible Investment, MRI).
El siguiente gráfico compara los rendimientos
de ambos fondos con los del mercado, representados por el índice Standard and
Poor 500, S&P500, considerado como representativo de los rendimientos que
se pueden obtener en el conjunto total de las inversiones en bolsa.
La comparación revela que, sobre los últimos once
años, el Fondo del Vicio tiene rendimientos superiores al Fondo de la Virtud y
este a su vez tiene rendimientos superiores al mercado en general
Antes se salir
corriendo a comprar acciones del “vicio” es conveniente hacer algunas
observaciones:
·
Un período de once años es relativamente corto
para comparar rendimientos de acciones y otros valores. Aunque el período en cuestión incluye períodos
de bonanza y de recesión, no debe considerarse como representativo de un ciclo
económico
·
Puede ser que el período fuera particularmente
favorable al tipo de
empresas incluidas en el Fondo del Vicio.
La guerras no conocen de recesiones, se consume más alcohol cuando las
cosas van mal, se apuesta para ver si se compensan los malos tiempos y el
tabaco, y en algunos casos el alcohol, es adictivo y no conoce de ciclos
económicos. (Ver mi artículo en el que, cambiando
el período, se mostraba que el Fondo Ave María le ganaba al Fondo del
Vicio: Inversión
Socialmente Responsable: ¿Debe ser más rentable? ).
·
El
hecho de que producen productos y servicios generalmente considerados
irresponsables no quiere decir que las empresas mismas no ejerzan alguna parte
de su responsabilidad sobre la sociedad.
Podrían, por lo menos en teoría, ser responsables en todas sus otras
actividades.
·
Las carteras de inversión comparadas (Vicio, Ave
Maria y S&P500) no tienen el mismo grado de riesgo. Se podría
decir que los dos fondos tienen más riesgo (posibilidad de fluctuaciones en los
rendimientos) que el mercado global (S&P500) y por ende deberían tener
mayores rendimientos. La comparación se
debe hacer en base a rendimientos ajustados por el nivel de riesgo. Sin un análisis más riguroso de estos
rendimientos no se puede concluir que un fondo sea mejor que el otro. A primera vista, por el gráfico parece ser
que el riesgo del Fondo del Vicio es superior a los otros dos (sube más cuando
sube el mercado y baja más cuando baja).
No obstante el riesgo adicional parece ser más que compensado con el
superior rendimiento.
¿Cuál la conclusión de todo esto? Estrictamente hablando solo se puede
decir: En los últimos once años, las acciones
del Fondo del Vicio han tenido rendimientos, no ajustados por el riesgo,
superiores a los del Fondo Ave Maria y estos a su vez superiores a los del
SP500. No se puede, no se debe, generalizar y decir que la inversión en
empresas con productos irresponsables es más rentable que la inversión en
empresas responsables. Los resultados no son extrapolables y mucho menos
generalizables a todo tipo de inversiones irresponsables versus responsables.
Pero de todas
maneras no son buenas noticias para los promotores de la inversión socialmente
responsable. Si fuera al revés hubiera
sido más atractivo.
Nada de esto
quiere decir que debemos dejar de lado la inversión socialmente responsable.
La comparación de los rendimientos en bolsa
de carteras construidas en base a selección por prácticas responsables de las
empresas es un ejercicio interesante pero poco útil, por ahora. Los rendimientos de estas inversiones dependen
de las acciones que toman los inversionistas y por ahora parece que el mercado
es todavía relativamente indiferente, los inversionistas que actúan en base
a criterios de responsabilidad son una inmensa minoría y no son capaces de moverlo
lo suficiente. Lo que importa es el
dinero, es el corto plazo.
La sostenibilidad
pagará dividendos en bolsa cuando el mercado reconozca el valor de la
sostenibilidad para la viabilidad y prosperidad de las empresas en el largo
plazo.
Tampoco quiere esto
decir que las prácticas responsables no son rentables. Una práctica en particular puede ser rentable
para una empresa en particular. Es importante distinguir entre
estos estudios a nivel agregado sobre el reflejo en los rendimientos en bolsa
del impacto de las prácticas responsables y el que las prácticas responsables
tienen en las ganancias de la empresa (contables, flujo de caja, etc.) como
consecuencia de la reducción de costos, mejora en los ingresos, captura de mercados,
reducción de riesgos.
Los estudios mencionados arriba son a nivel
agregado de muchas empresas y basados en la reacción de los mercados
bursátiles. Lo que le interesa a la
empresa es el impacto de sus prácticas en los resultados de su empresa en el
largo plazo. A los inversionistas sí les interesa si estos resultados se convierten
en mejoras en los rendimientos bursátiles y este efecto todavía no se puede
generalizar.
Pero esto puede
(¡debe!) cambiar en el futuro.
Esperamos.
P.D. Y los
agnósticos siempre pueden invertir en Vicio y en Virtud simultáneamente y quedar
bien con Dios y con el Diablo (¡qué pena!).
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