Qué fácil es
usar los ODS para el greenwashing.
Puede parecer que la culpa no es de los ODS sino de las empresas, que
los (ab)usan, pero no debemos olvidar la presión que estas reciben de los promotores
de los ODS, en particular
de la ONU, del Pacto Mundial y de la industria de la consultoría,[i] para mostrar
contribuciones y aparecer que los ODS son respaldados por las empresas.
Ha habido muchos
casos de abuso de los ODS por parte de las empresas, pero ahora se ha
presentado un caso paradigmático del potencial de los ODS de ser abusados.
I.
Introducción
“Enel emite el primer ‘bono de propósito general vinculado a los
ODS’ del mundo, colocando
exitosamente un bono por US$1.500 millones en el mercado de EE. UU.”, 6
septiembre 2019.
En color verde, y el PRIMER bono del mundo.
Enel es el
principal proveedor de electricidad en Italia y tiene operaciones en otros 33
países en todos los
continentes, incluyendo España, Brasil y Chile. Para dar una idea de su
magnitud, es el mayor operador de redes de transmisión, mayor generador de
energía renovable y tiene la mayor base de clientes en el mundo. Tiene US$177.000
millones en activos (el gobierno italiano tiene casi el 24% de las acciones,
cotiza en la bolsa de Milán). [ii]
Es de recordar
que los recursos de un bono de propósito general se pueden usar para financiar
las actividades normales de la empresa y no hay compromiso de usarlos para
proyectos específicos,
como sería el caso de los bonos verdes, sociales o de sostenibilidad. No hay “Principios” que rijan la emisión de
bonos vinculados a los ODS, como si los hay para los otros mencionados. Ello da amplias libertades para el destino
de la emisión, lo cual puede ser abusado por el emisor (ver la serie de
cinco artículos el quinto de los cuales es Bonos verdes, sociales y sostenibles. Quinta parte: Mejorando la
legitimidad e impacto).
II.
Contribución a los ODS
En cuanto a su contribución
a los ODS, Enel alega contribución directa a cuatro (energía limpia, cambio
climático, industria, innovación e infraestructura y ciudades y comunidades
sostenibles) e indirecta en los otros 13 (aunque en la presentación del bono
alegan contribución directa a los ODS 4, de educación de alta calidad, y el ODS
7, de empleo y crecimiento sostenible). Dicen
que contribuyen a todos los ODS y dicen que su compromiso con los ODS se está
cumpliendo.
Si bien esos “bonos
de propósito general vinculados a los ODS” no se comprometen a contribuir a los
ODS de forma directa, deberían demostrar el vínculo a los ODS, aunque no sea
vinculante (cacofonía a
propósito).
Pero ya la misma
categoría de “bonos de propósito general vinculados a los ODS” huele y
suena a greenwashing (comentábamos
este potencial en el artículo ¿Contribuyen las empresas a los ODS o los
ODS a la delusión por las empresas?). Veamos las palabras claves: “General”, o
sea que los recursos financian las actividades normales de la empresa, como
cualquier otro bono, nada especial, tradicionales; “vinculados”,
o sea que no hay compromiso, solo algún vínculo; “ODS”, que como
todos sabemos son cualquier cosa, toda actividad humana y empresarial está
“vinculada” a alguno de los 17 ODS en sus 168 metas.
Pero el caso de
Enel, el “vinculo” es exagerado. En la presentación de la emisión a los inversionistas (no se produjo un prospecto de la
emisión), se encuentra esta transparencia
En la emisión
alegan que el bono contribuirá al logro de los ODS, 4 (educación), 7 (energía
limpia), 8 (empleo) y 13 (cambio climático). En el
segundo y cuarto caso, la contribución se hará, presumiblemente, a través del aumento
del porcentaje de generación energética de Enel con energía renovable del 56%
al 62% en el período, lo que es creíble dada la estrategia de diversificación
de la empresa expresada en el prospecto de la emisión. [iii]
En este el caso Enel
se compromete de forma tangible al logro de un porcentaje de energía renovable
(del 46% en el primer semestre del 2019 a 55% a finales del 2021; los números
de la transparencia se refieren generación “libre de emisiones”, que incluye
energía nuclear), de una manera que es creíble y que tiene los incentivos
correctos. Si no lo logran el bono
debe pagar una prima de 25 puntos básicos. Será verificado a finales del
2021 y auditado por Ernst and Young. Pero ese es un único compromiso con
consecuencias. El de la población
servida con energía limpia y los demás ODS no forman parte de estos compromisos
firmes (no son Key Performance Indicators, KPI, a ser logrados).
El primer y
tercer casos dan lugar a dudas. En el primer caso, dicen que se aumentará el
acceso a la educación de alta calidad en 1,4 millones de personas, y en el
tercer caso, se aumentará el acceso a empleo a 6,0 millones de personas en las
comunidades locales, ambos sobre el próximo decenio. Eso es lo que se lee en la
transparencia.
Como una inversión
genérica en activos relacionados con generación y transmisión de energía contribuirá
a estos dos logros es motivo de dudas. Las
inversiones crearán algo de empleo, ¿pero 6 millones más en las comunidades
locales? ¿Cómo contribuirán al acceso a la educación de calidad a 1,4 millones más
de personas?
III.
Como contribuye la emisión a los ODS: Greenwashing elevado a un
nuevo nivel
Hicimos las
siguientes preguntas sobre estos números a la dirección de relaciones con
los inversionistas de Enel:
- Entiendo que el bono es de propósito general y los recursos no se usarán para proyectos dirigidos a los ODS, pero si Enel alega que es un bono vinculado a los ODS, el vínculo debe ser probado y demostrado. ¿Cuál es el vínculo?
- ¿Podrían decirme como, INDIRECTAMENTE, las inversiones que se harán con los recursos del bono (esperemos que en energía renovable ya que Enel dice que su porcentaje de generación renovable aumentará) conducirán a los aumentos en el número de personas con acceso a educación de calidad y empleo en las comunidades locales?
- Alternativamente, por favor díganme porque reportan estos números y como se estimaron.
- Alternativamente, por favor díganme como las actividades generales de Enel conducen a estos números.
- Si el bono no tiene nada que ver con estos números, ¿por qué se reportan?
y recibimos esta
respuesta:
Nuestras acciones y nuestro comportamiento tendrán una contribución
indirecta a todos los demás ODS, incluyendo el 4 y el 8. En relación con esto, contribuiremos al aumento en el número de beneficiarios
de educación de calidad y personas que tengan acceso a empleos a través de
los proyectos que esperamos desarrollar en los países en los que operamos
(mayormente Suramérica, África y Europa).
El como “contribuiremos
al aumento en el número de beneficiarios” es la clave y sobre lo que no obtuvimos
respuesta, a pesar de reiterar la pregunta.
Por la
magnitud de los números (millones de personas) parece ser algo que sucede a
pesar de las actividades de la empresa y no como consecuencia de estas
actividades. [iv] Hay una
imputación de algo que no es causal, ni las inversiones están dirigidas a ello.
Y este es el
“primer bono del mundo vinculado a los ODS”.
BNP Paribas, uno de los colocadores de la emisión, lo define como revolucionario
(groundbraking) ¿Por qué no ha habido otras emisiones? [v]
IV.
¿Por qué no emitieron un bono verde o sostenible?
Esta pregunta
y su respuesta pueden proporcionar evidencia del “greenwashing”.
Como analizábamos en artículos anteriores, [vi] existen
las categorías de bonos verdes, sociales y sostenibles, los primeros que cubren
casos en que los recursos de la emisión se dedican a proyectos con impacto
ambiental positivo, los segundos a proyectos de beneficios sociales y los
terceros a ambos conceptos. A pesar
de que estos son también abusados, tienen mayor credibilidad que un bono
vinculado a los ODS (ver nota al pie 4).
Por las
características de la emisión de Enel, hubiera podido ser un bono verde
ya que las inversiones tienen como objeto reducir su contribución a las
emisiones y generar energía renovable. Si alguna de las inversiones proporcionase
además beneficios sociales podría haber sido un bono sostenible. En ambos casos hubiera sido necesario cumplir
con criterios y principios internacionalmente aceptados para este tipo de
emisiones, por ejemplo, los del International Capital Markets Association
(ver nota al pie 6).
Emitiendo
bonos de propósito general, quiere decir que no hay que cumplir con los
Principios y, por
ejemplo, no hay que comprometerse a inversiones “verdes”, ni hacer las verificaciones
independientes de los compromisos (aunque en este caso lo hacen para el
porcentaje de energía renovable), ni presentar reportes verificados del destino
de las inversiones, entre otros. El
destino de los fondos es absolutamente libre, lo pueden usar para lo que les
parezca conveniente. Adicionalmente,
al ofrecer solamente “vínculos con los ODS”, tampoco se comprometen a nada
verificable ya que los “vínculos” no son demostrables con certeza y los ODS
son cualquier cosa. La empresa
produjo sus propios Principios, pero son muy vagos y no son reconocidos fuera
de ella.[vii]
Es cierto que
ello le da libertad de acción a la empresa en cuanto a la utilización de los
recursos de la emisión, pero ello también revela la debilidad del compromiso
con los ODS, más allá de los relacionados con energía renovable. Un bono verde cubriría este compromiso,
pero no podrían alegar contribuciones (no verificables) a los demás ODS.
Los números
indicados arriba, de educación y empleo, no representan compromiso medible y
son, aparentemente, números sin fundamento en estimaciones rigurosas y que dan lugar
a pensar que son “greenwashing”.
V.
¿Por qué no emitieron un bono tradicional?
Las inversiones,
que son parte de las actividades normales de la empresa, podrían haber sido
financiadas con un bono tradicional, como lo hacían en el pasado. Pero según Enel, el denominar la emisión
como vinculada a los ODS les ahorra 20 puntos básicos en intereses. Ya que
va a financiar la expansión de la generación con energía renovable, conviene aprovechar
la existencia de los ODS y darle esa denominación, aun cuando el objetivo
fundamental no sea la contribución a los ODS sino la expansión de la capacidad,
y lo hace con un bono de “propósito general”.
VI.
La elusión fiscal no está en los ODS
El bono fue emitido
por la filial Enel Finance International N.V. (tiene 8
empleados). ¿Por qué si Enel tiene su
sede en Italia la filial financiera está domiciliada en los Países Bajos? Por
que en ese país tienen menores tasas impositivas.
Ello no
contradice que la emisión pretenda contribuir a los ODS, pero si caben dudas
sobre la elusión fiscal. Recordemos que
la elusión fiscal no está en los ODS
(en nuestra propuesta de añadir un ODS numero 18 si lo incluíamos (ver ¿Falta algún Objetivo de Desarrollo Sostenible?, de febrero del 2016). Como hemos comentado, [viii] ello
no es ilegal, se aprovechan de los diferentes sistemas fiscales y del libre
movimiento de capitales dentro de la Unión Europea. Pero ello refuerza la idea de que la
emisión es greenwashing.
VII.
¿Pero qué importancia tiene que hagan greenwashing? ¿A quién le
importa?
Hay tres
problemas. El primero es un problema de
transparencia y ética en la comunicación en una empresa que se jacta de
responsable. Segundo, hay un problema de potencial
engaño a los inversionistas. Debemos
recordar que estos bonos se promueven a inversionistas responsables, que
posiblemente estén dispuestos a pagar una prima por tener “bonos responsables”
en sus carteras, ya sea porque legítimamente lo desean, ya sea para poder
presumir de ser inversionistas responsables. Y tercero, se crea un problema
de exageración a la contribución a los ODS, que no es real. Muy posiblemente la ONU y el Pacto Mundial cuenten
estos US$1.500 millones como parte del “financiamiento de
los ODS” (ver mi artículo El Pacto Mundial se hace trampas al
solitario: Falacia e ilusión). Solo miran el nombre, que dice
“bonos”, que dice “US$1.500 millones” y que dice “ODS”, no analizan con cuidado
lo que hay detrás, no evalúan la legitimidad y mucho menos evalúan si en
efecto hubo impacto y progreso en el logro de los ODS. Se cuenta ex ante, las
intenciones, y basta.
En una época
en que la credibilidad en temas de responsabilidad empresarial esta en
cuestionamiento estas situaciones no ayudan.
[i] Uno de los más recientes documentos de
estímulo (léase presión) es The Decade to Deliver: A Call to Business
Action. The United Nations Global
Compact —Accenture Strategy CEO Study on Sustainability 2019.
[ii] Este artículo ha sido escrito con electricidad
provista por Enel, en Florencia. El suscrito es accionista indirecto de Enel, a
través de fondos de inversiones.
[iii] En el boletín de prensa
del Pacto Global alegan contribuciones a otros ODS diferentes. Presumimos que se refieren a “compromisos”
generales de la empresa.
[iv] Ver el artículo ¿Legitimidad o greenwashing en la contribución de las empresas
a los ODS?: Criterios para discernir.
[v] El Banco Mundial emitió un bono en
el 2017 que también denominó “el primer bono vinculado a los ODS”, y que también tiene una vinculación muy
tenue e indirecta (el colocador también fue BNP Paribas).
[vi] En particular en los artículos Bonos verdes, sociales y sostenibles. 1a.
Parte: ¿Qué son y para qué sirven? donde analizábamos las condiciones que deben cumplir estos bonos, y en Bonos verdes, sociales y sostenibles.
Quinta parte: Mejorando la legitimidad e impacto, donde presentábamos sugerencias para mejorar la
legitimidad de estos bonos.
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