I.
Introducción
En principio, el
progreso en el logro de los ODS debería medirse a través de los cambios en los 232
indicadores que se han desarrollado. Sin
embargo, el reporte sobre estos indicadores es muy deficiente, de allí que
algunos recurran a encuestas para suplir estas deficiencias. Sin embargo, estas tienen severas
limitaciones. En este artículo comentamos una de estas encuestas, la situación de los
reportes de progreso y si en efecto los ODS son “logrables”, más allá de la
información que se logre recopilar.
II.
Percepciones: Encuestas
1.
La encuesta y sus sesgos
¿Se puede determinar el progreso en la
implementación de los ODS a través de encuestas? A finales de marzo del 2019 se presentaron los
resultados de una encuesta sobre el progreso en la implementación de los ODS en
el informe Evaluating Progress on the SDGs (ver las
transparencias con el resumen) que son muy ilustrativos de los problemas
que enfrentan los ODS….¡en la práctica!
La encuesta fue
realizada por GlobeScan, empresa de análisis
de opinión. Se realizó sobre 450 “expertos
cualificados” en 74 países. La mayor
parte de los encuestados están localizados en países desarrollados (64% en
Europa y EE.UU. y Canadá) y calificados como conocedores (70% con más de 10
años de involucramiento), seleccionados en base a su relación con la empresa de
encuestas y SustainAbility, empresa
de consultoría, o sea, personas relacionadas con sostenibilidad. En principio, parece
ser una población razonable que encuestar, pero no han sido seleccionados específicamente por ser expertos en la
implementación de los ODS.
Antes de analizar
los resultados conviene responder a una pregunta que consideramos crítica para
su interpretación: ¿Es posible
determinar la implementación de los ODS a través de una encuesta? La encuesta, sobre 17 objetivos y 169 metas
en 200 países, a lo sumo puede reflejar la percepción general que los
encuestados tienen, que debe estar muy influenciada por la difusión que los
mismos tienen en los medios.
Pero a falta de
información fidedigna sobre el progreso en la práctica, las encuestas pueden dar
una idea, siempre y cuando los encuestados
estén en contacto con la implementación de los ODS y funjan de
“indicadores”. Pero estas percepciones,
en general están muy sesgadas, ya que los encuestados forman un grupo muy variopinto
y es imposible que los encuestados conozcan la situación actual de los 232
indicadores en unos 200 países. Lo que se puede esperar es que algunos de los
encuestados conozcan algo en detalle sobre alguno de los ODS, en algún o
algunos países, pero de allí a
generalizar sobre el “progreso en los ODS” hay un gran trecho.
Quizás el ODS
donde la encuesta sea más confiable es en el de Cambio Climático ya que está
continuamente en discusión y se disemina mucha información en los medios,
aunque también a nivel agregado, no a nivel de las acciones en los diferentes
países. Pero, ¿pueden estos expertos, la gran mayoría de países desarrollados,
juzgar el progreso en temas de pobreza en países en vías de desarrollo? Algunos
expertos son conocedores, pero no serán todos.
¿Cuántos de los encuestados son expertos en el ODS de Vida bajo el agua?
Es de esperar que los conozcan sobre el ODS de la pobreza, no conozcan sobre este
otro ODS y que los “expertos” en cambio climático no conozcan mucho sobre los
otros 16 ODS.
Los resultados de la encuesta reflejan una mezcla
de conocimientos detallados sobre algún ODS, en un país o países, por parte de
algunos encuestados, con un conocimiento superficial de otros ODS en otros
países por parte de otros encuestados.
Con estas temas tan complejos y amplios se mezclan percepciones de varios
expertos reales en un tema con las de centenares de aficionados a ese tema.
Y muy posiblemente
estas precepciones sobre el progreso están muy influenciadas por el “ruido”
sobre algunos de los indicadores reflejados en conferencias, informes, libros,
artículos, noticias de prensa, etc., más que por el conocimiento del progreso
en la implementación práctica. La percepción de progreso o su falta estará
influenciada por la cobertura que recibe el tema. Imagínese el lector (que
muy bien podría ser uno de los encuestados) respondiendo a la encuesta.
2.
Resultados de la encuesta
Pero es lo que hay. Veamos
algunos de los resultados más destacables.
Invitamos al lector interesado en mas detalles ver el informe Evaluating
Progress on the SDGs, y las transparencias con el resumen.
En el siguiente
gráfico se pueden apreciar las opiniones
sobre las instituciones que más contribuyen al logro de los ODS. Recordemos la magnitud de la tarea y la capacidad
de cada una de las instituciones mencionadas, especialmente la financiera.
· Las ONG, que pueden hacer una contribución
a diseminar, a apoyar, a hacer alianzas, pero pueden hacer una baja
contribución efectiva.
· Los emprendedores sociales, que pueden
tener gran impacto en temas muy puntuales, localizados, pero difícilmente
tendrán la escala necesaria para los ODS.
· Las Naciones Unidas, que pueden estimular,
informar, presionar, hacer ruido, pero que no ejecutan proyectos o actividades
en el terreno (sus instituciones lo hacen a nombre de terceros).
· Movimientos sociales de cambio, impacto en
concientización pero tampoco pueden tener impacto real.
¿Y quienes sí pueden y deben tener impacto no lo
hacen?
· Gobiernos nacionales y locales, el sector
privado, los organismos financieros y los inversionistas.
La
responsabilidad primaria para el logro de los ODS recae en los gobiernos nacionales
y locales y en las instituciones de las que son miembro, como los organismos
financieros multilaterales. El sector
privado, incluyendo el sector financiero, también tiene capacidad de hacerlo,
voluntariamente. Parece como si los
gobiernos pensaron que bastaba con el respaldo a los principios, es como cuando
creemos que al comprar un libro ya lo hemos leído. Hay que tomar acción en el terreno. El sector
privado, en particular las grandes multinacionales, están haciendo esfuerzos,
aunque también hay mucha retórica y poca acción (ver ¿Contribuyen
las empresas a los ODS o los ODS a la delusión por las empresas?).
En la parte superior están los que “hablan” y en
la inferior los que deberían “hacer”. O
sea que se percibe que contribuyen los que tiene poco impacto en el terreno y
los que deberían tenerlo y hacerlo no contribuyen: Malas expectativas para los ODS.
En el siguiente
gráfico se presentan los resultados de las percepciones
en cuanto a la atención que reciben los ODS. El cambio climático eclipsa todos los demás
ODS, es el que recibe mayor atención, es el que tiene mejores promotores, pero
ello no quiere decir que esa atención se traduzca en avance, como veremos mas
adelante. Y un ejemplo del impacto de
los medios en las percepciones: el que recibe más atención es el que es
percibido como de menor progreso.
Y los ODS
referidos a pobreza y hambre, no reciben atención, según los encuestados. Tampoco la recibe la Vida bajo el agua, la
desigualdad, y el agua potable y saneamiento.
La opinión del suscrito es de que esta
tabla lo que refleja es la falta de conocimiento de los encuestados, todos
oyen hablar de cambio climático y producción y consumo responsable (actividades
de las empresas privadas y de la vida cotidiana) pero muy poco de los otros
cinco temas mencionados.
La siguiente
tabla supuestamente refleja la
percepción sobre el progreso en el
logro de los ODS, que es fundamentalmente similar a la de arriba, y lo que
refleja, de nuevo, es al grado de desconocimiento. Solamente el tema de Cambio climático cambia
significativamente de posición y ello es precisamente porque es uno de los
pocos temas sobre el que sí se tiene información y no es buena.
Nótese que donde se percibe más progreso es en “Partnerships for the Goals”, que
agrupa todo tipo de actividades como acuerdos de la ONU con otras
instituciones, de las ONGs con las empresas, de las empresas entre sí,
etc. Es lo más fácil de hacer y a veces lo más vistoso. Todo es una alianza, pero ¿producen las
alianzas resultados sobre el terreno?
Ayudan a coordinar y lograr sinergias, que no es poco, pero no suelen ser las fuentes de impacto real,
de cambio en las condiciones de vida.
III.
Informes: Y, aparte de las percepciones,
¿hay progreso real?
Los países
deberían reportar el progreso logrado a través de su informe de progreso anual
(Exámenes Nacionales Voluntarios, ENV),
reportando sobre los 17 ODS y las 169 metas a través de 232 indicadores,[1] de acuerdo
con el Manual
para la preparación de los ENV, Edición 2019. Lamentablemente
estos informes solo han sido producidos por algunos países y de forma
incompleta. El sistema de información
necesario para hacerlo está todavía muy subdesarrollado en la gran mayoría de
los países (ver el SDG Index, comentado más adelante).
La ONU publicó el
informe The
Sustainable Development Goals Report 2018, donde supuestamente reporta el progreso en los
ODS. Sin embargo, resulta ser una colección
de informaciones casuísticas, a nivel agregado, calificadas en cada uno de
los ODS, tomado de diversas publicaciones de empresas de consultoría, agencias internacionales
entre otras, pero no de los informes de los países, no por país y no por
indicador de progreso de forma sistemática.
Los períodos que cubren no son uniformes, dependen de la disponibilidad
de información.
Como un ejemplo
de esta deficiencia consideremos la meta 12.6 del ODS 12, Consumo y producción responsable, propuesta por el GRI para la promoción del uso
de sus estándares:
Meta 12.6: Alentar a las empresas, en
especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten
prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su
ciclo de presentación de informes.
Indicador: 12.6.1 Número de empresas que
publican informes sobre sostenibilidad.
En algo tan
elemental como este indicador el informe de la ONU
reporta “….según KPMG, el 93% de las 250
empresas más grandes del mundo producen informes de sostenibilidad y el 75% de
las 100 empresas más grandes en 49 países”. Esto es lo que sabe de la
meta.
Y este es buen ejemplo de las
incoherencias de los ODS. Para
este indicador en particular se ha dado la responsabilidad a la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNTADC, con sede en Ginebra, la cual ha
creado una comisión de estudio para definir lo que representa el indicador
y luego emitir instrucciones a los puntos nacionales de contacto en cada país,
situados en las oficinales nacionales de
estadísticas para que recopilen la información. Un proceso sumamente burocrático para uno de los más sencillos e irrelevantes
indicadores, cuya correlación con el logro de los ODS es tenue, ya que no representa
acción y mucho menos impacto, es información sobre un numero de informes
con información preparada por las empresas para sus propios fines.
Esta discusión sobre los indicadores es un caso ilustrativo de los
problemas en la determinación de los logros.
Para hacerlo caben las siguientes preguntas: ¿Cómo se logra la meta, cuando se puede decir que se ha logrado? Y es un caso paradigmático: tiene un indicador (número de empresas), pero
no tiene un hito (cuántas deben hacerlo, cuándo, y lo más importante, y si lo
publican miles ¿qué pasa? ¿quiere esto decir que ha mejorado la calidad de vida
de la población? Esto es característico de muchos otras metas, vaguedad del
lenguaje, falta de base de comienzo y falta de hito de logro (ver mi artículo
citado en la nota al pie).
Uno de los
reportes más completos y confiable es el SDG
Index and Dashboards Report 2018: Global Responsibilities, Implementing the
Goals, el más reciente siendo de julio 2018, que si bien no es producido por la
ONU, sus autores fueron los líderes de la preparación de los ODS. En este informe se presenta el progreso en algunos
de los indicadores oficiales y en otros para los cuales hay información. Desarrolla
un índice de cumplimiento de cada uno de los ODS, basado en criterios propios y
un tablero de control de unos 110 indicadores que han seleccionado como
representativos de cada ODS. La metodología
es relativamente compleja y ad hoc para adaptarse a la información disponible y
su definición en cada caso de lo quiere decir “logro”. No es un
reporte de los 232 indicadores (el informe cubre 476 páginas, analizándose
192 países con un resumen de 2 páginas para los 155 cubiertos (para 37 países
no hay el mínimo de información necesaria).
El informe analiza con más detalle los países de la OCDE y el G20, que
suelen tener más información.
Para el caso más
estudiado como lo es el Cambio Climático, donde el Acuerdo de París respalda el
ODS respectivo a través de todo un esquema de actividades y reporte, tampoco
hay progreso. El SDG
Index citado arriba reporta el siguiente progreso en las contribuciones previstas a nivel nacional para contribuir a la reducción de las
emisiones:
Y nótese que lo insuficiente
son las contribuciones previstas, estimadas por cada país, que no son
contribuciones comprometidas,
verificadas independientemente. Y lo que tampoco se ve es que muchas de
estas intenciones de los países en desarrollo están condicionadas a la obtención de donaciones financieras de países
mas desarrollados. No hace falta mucha imaginación para ver cuan insuficientes
serán las verdaderas (para mayores detalles ver Acuerdo
de París: sencillamente analizado y explicado).
En cuanto al logro de los ODS, el informe
concluye que “….ningún país está el camino hacia el logro de los todos ODS….ni siquiera
los países escandinavos que son los más avanzados”.
Como ejemplo de
la información que incluye este reporte reproducimos los resúmenes gráficos de
tres países:
IV.
¿En qué hay mucho progreso?
1.
ODS son un gran negocio
Sí, hay mucho
progreso en la producción de conferencias, estudios, cursos, recomendaciones, alianzas,
publicaciones, acuerdos, guías para la aplicación y reporte, encuestas de
percepción, etc. Como ejemplo, basta ver el boletín mensual del Pacto Mundial. Hay mucho progreso en hablar y escribir
sobre el tema, pero muy poco progreso en acciones necesarias para el logro
efectivo de los ODS.
La misma encuesta
mencionada arriba destacada como las instituciones más activas, las ONG, la
ONU, y las instituciones académicas y de investigación independiente que
presumiblemente incluye las firmas consultoras y la misma productora de la
encuesta, o sea todas instituciones de promoción y que se benefician de la
actividad que gira en torno a los ODS.
Ya decíamos en
enero del 2018 en Mis
muchos pronósticos para la RSE en el 2018, (válidos para el 2019, 2020, etc.) que “Los
ODS será nombrados como “negocio del año” por las empresas consultoras”.
Inclusive para las empresas los ODS están siendo
una buena oportunidad para mostrarse receptivas y responsables ante sus stakeholders, pero también en este caso hay más palabras que acción
(ver mi artículo ¿Contribuyen
las empresas a los ODS o los ODS a la delusión por las empresas?).
Hasta el suscrito
se ha subido al tren y ha publicado una docena de artículos sobre los ODS,
aunque no le han producido ingreso alguno.
2.
¿Se lograrán los ODS?
Creo que de esta
discusión se puede concluir que usar la palabra “logro” es un decir ya que
muchos de los indicadores no se pueden medir (ver mi artículo Indicadores
para los ODS: ¿Son los ODS medibles?), para otros no se recopila la información y
algunos no tienen un hito que alcanzar, y mucho de lo que se reporta son
“actividades” e “intenciones” sin medir
el impacto real que puedan tener (el indicador del número de informes de
sostenibilidad analizado arriba es paradigmático).
Ello no obsta,
para que al margen de los textos de los ODS y sus metas y de los indicadores
desarrollados no haya instituciones como
el SDS Index que definan el “logro” de una manera mas cuantificable, aunque para ello
hay que reinterpretar esos textos en función de la información disponible.
Adicionalmente,
¿se pueden lograr los ODS con un esquema en el que:
· Las actividades necesarias para el logro
de los ODS son completamente voluntarias para todas las partes;
· la obligación de contribuir al logro es
moral;
· no hay fuentes de financiamiento
especiales;
· no hay sistemas formales de coordinación
para mejorar la efectividad de los recursos;
· no hay esquemas de priorización;
· sí hay esquemas de reportes voluntarios
por parte de los países pero que muy pocos utilizan;
· no hay un sistema de agregación de
resultados;
· y, por último, no hay penalizaciones para
nadie por no cumplirlos.
La discusión sobre el logro será más o menos
cuantitativa, más o menos limitada a información selectiva, pero los
incentivos, positivos y negativos, apuntan más hacia la retórica que a la
acción en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Para muchos, los ODS son un buen escaparate donde
exhibirse. ¿Y los países? Bien, gracias.
3.
¡Ay, pero si tuviéramos más dinero!
En el siguiente
artículo analizaremos varias aseveraciones de la ONU sobre este progreso que
contradicen la evidencia presentada arriba, pero que sirven para pedir mas
dinero.
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