domingo, 16 de enero de 2022

El índice IBEX Gender Equality: ¿Igualdad de género? Falacia ASG

 

 ¿Qué tienen de ASG los índices ASG? ¿Estimulan la sostenibilidad? Se lanzó un índice de sostenibilidad basado en los mercados de valores de España, que pretende capturar los valores de empresas del IBEX (índice general) que se destaquen por la igualdad de género. Si cumpliera con ese objetivo, ¿se podría considerar como un índice ASG? Analicemos.

I.                ¿Para qué se crea un índice de sostenibilidad?

Un índice de las bolsas de valores es un promedio ponderado de los precios de ciertos valores.  Los valores y los pesos relativos que se incluyen en el índice dependen del uso que se quiere dar.  Un índice como el Dow Jones solo incluye los valores de las acciones es de 30 grandes empresas, sin ponderación alguna, es un promedio simple de precios (las de más alto precio tienen más peso).  Sin bien es muy popular, es muy poco representativo de la evolución de los precios en Bolsa de Valores de Nueva York. Por la poca cantidad de acciones y por el sesgo en darle más peso a los valores con mayores precios.[1] El índice Standards and Poor 500, S&P 500, contiene aproximadamente 500 de las más grandes acciones ponderadas por su capitalización (el valor total de sus acciones) por lo que es más representativo.  El IBEX 35 de la Bolsa de Madrid contiene 35 valores ponderados por su capitalización total (como el S&P 500).

Hay además índices específicos que incluyen valores sobre algunos sectores, temas o geografías, como cambio climático, agricultura, Europa, etc., y sobre sostenibilidad en general y sobre algunos aspectos muy específicos en particular.  Solo MSCI, la empresa de información financiera produce 1500 índices relacionados con sostenibilidad. Todos estos son ahora considerados como ASG, índices cuyos componentes han sido seleccionados en base a alguna de las características medioambientales, sociales y de gobernanza.

Hay índices generales como el Dow Jones Sustainability Index que contiene el 10% de las mayores 2500 acciones (según S&P) en 17 super sectores y 5 sectores, seleccionadas en función de ser las mejores de su grupo industrial (best in class) de acuerdo con de la definición de sostenibilidad que se ha creado Dow Jones para estos propósitos. Incluye las mejores empresas de energía renovable, bancos, tabacaleras, cementeras, aerolíneas, alimentos, etc., producido en versiones a nivel mundial y a nivel de áreas geográficas. Dow Jones lo llama de sostenibilidad, pero ¿qué quiere decir en este caso sostenibilidad? ¿Se pueden considera las empresas incluidas como sostenibles? No, porque quiere incluir empresas de todos los sectores.  Es un índice muy complicado: una empresa responsable en un sector responsable puede tener que dejar el paso a la menos irresponsable de un sector irresponsable, ver Inclusiones y exclusiones del Dow Jones Sustainability Index: No apto para aficionados). 

Otros índices generales de sostenibilidad, como la serie de 172 índice del FTSE4Good, tiene una versión española, IBEX FTSE4Good, que contiene acciones de su índice FTSE Spain All Cap Index y del IBEX 35, seleccionados de acuerdo con sus criterios de sostenibilidad, que tengan un rating de más de 3.1 sobre 5 (¡que no es mucho!).  Entran las mejores empresas, independientemente del sector industrial al que pertenecen.  El índice global contiene más de 2000 empresas y el español cerca de 30. [2]

Estos índices se crean con varios propósitos.  Uno es para resaltar las empresas que se consideran sostenibles, aunque para esto bastaría una lista, pero las ponderaciones pueden establecerse para reflejar importancias relativas. Otro uso es para crear fondos de inversión en empresas sostenibles invirtiendo en los valores de algún índice (general, sectorial, geográfico, industrial, por característica de sostenibilidad (emisiones, género), etc. y combinaciones y permutaciones de ellas). Sirven de base para la creación de fondos de inversión socialmente responsables.  Otro uso es como métrica (benchmark) del rendimiento de los fondos o carteras con características semejantes.

¿Le interesa a una empresa pertenecer a un índice de sostenibilidad? En general sí ya que ello se interpreta como un reconocimiento de la sostenibilidad de la empresa (aunque no todos los índices tienen la misma reputación). 

El pertenecer a un índice también puede estimular la demanda por las acciones de la empresa cuando los inversionistas institucionales (fondos de inversión, soberanos, pensión, mutuales, etc.) usan el índice como ejemplo para crear sus carteras.  También tiene otros beneficios y costos que no vale la pena detallar aquí (ver ¿Para qué sirven los índices de sostenibilidad?).

Y algunos llegan a usar la pertenencia en un índice de sostenibilidad como métrica para la remuneración de los directores, a pesar de los incentivos perversos que ello conlleva (ver  Greenwashing a la grande I: Recompra de acciones ligadas a la sostenibilidad).

II.             El índice IBEX Gender Equality 

a.     ¿Qué es el índice?

El índice fue creado por la gestora SIX, que controla la institución Bolsas y Mercados Españoles, BME, y que gestiona la Bolsa de Suiza.  El índice es una réplica del que SIX había creado para esta bolsa ocho meses antes.

Las condiciones para entrar en el índice son de que las empresas tengan entre 25% y un 75% de mujeres consejeras (que pena que las que tengan más de 75% no pueden entrar) y entre un 15% y un 85% en la alta dirección. Son uno de los criterios más simples de todos los índices que cubren aspectos de sostenibilidad.  Es un índice perezoso, no analiza, selecciona por números.

No obstante, los bajos límites todavía constituyen un reto ya que solo 16 empresas del IBEX 35 forman parte del índice y solamente 4 llegan a un porcentaje del 40%.  Solo 30 de las 120 compañías que opera BME las cumplen. También es de notar que, de las 80 empresas con capitalización superior a los 500 millones de euros, analizadas en un reciente estudio de la CNMV, 20 no tienen ninguna mujer en el consejo. 

Cierto es que hace falta mucho esfuerzo, pero un índice como este no es efectivo.

Las tres empresas con mayor participación en los consejos son Red Eléctrica con 6 de 12 (50%, única empresa con igualdad, pero con ¡solo una mujer en la alta dirección!), Caixabank, 6 de 14 consejeros (43%) e IAG con 5 de 12 (42%). Telefónica es la tercera con menor representación, con 5 mujeres de 17 en su Consejo (29%),[3] seguida de Meliá e Inmobiliaria Colonial con 3 mujeres sobre 11 consejeros (27%). [4]

 


Además de estas 30 empresas originales, se añadieron a fin del 2021 otras tres: Telefónica, Logista y Dominion.

Para apreciar el contexto de estas condiciones recordemos que la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, tiene como recomendación no vinculante un mínimo del 30% ya que pospuso la aplicación de la buena práctica del 40%, incluida en el vigente Código de Buen Gobierno. La Unión Europea intentó sin éxito establecer una cuota del 40%.[5]  Noruega, que sí tiene la cuota, tiene el 40,5% de miembros no ejecutivos de los consejos de las empresas que cotizan en bolsa, pero solo el 6,4% de los ejecutivos son mujeres y ninguna de las grandes empresas tiene presidente que sea mujer.

b.     ¿Cuál es la contribución del índice? Lo bueno

Sin duda que la constitución del índice ha contribuido a llamar la atención sobre el problema.  Basta ver la muy extensa cobertura mediática aun en medios no especializados

Es posible que algunos gestores de activos creen fondos que reproduzcan el índice para ofrecérselos a los inversionistas institucionales y financieros.  Con ello podría aumentar la demanda por los valores que lo constituyen. El mismo nombre en inglés es un factor de comercialización al exterior de país.

Si se crean fondos de inversión basados en el índice, los poseedores podrán decir que tienen recursos “invertidos responsablemente”, o de acuerdo con criterios ASG, aun cuando ello no afecte a las empresas que lo constituyen. Pero como comentamos más adelante es una perversión de la inversión responsable.  Pero lo dirán.

Pero es un índice muy poco diversificado con solo 33 empresas, lo que reduce su utilidad tanto para la creación de fondos como para la evaluación de su rendimiento (benchmarking) y tiene criterios de sostenibilidad muy, muy simples.

No hay que descartar que algunas empresas, por razones reputacionales, quieran pertenecer al índice y por ello es posible que aumenten la proporción de mujeres en el consejo (los limites sobre alta dirección son tan bajos que no deberían ser limitantes), lo que tendría un efecto positivo. Pero ¿se hace por convicción de los beneficios de la participación de la mujer en las decisiones o se hace por la imagen?


© Financial Times

c.     ¿Qué inconvenientes trae el índice?

Una empresa con un 25% de mujeres consejeros y con un 15% de mujeres en alta dirección puede ser parte del índice.  ¿Es esta una empresa destacable en igualdad de género?

¿Dónde está la “igualdad” del nombre del índice en los criterios? ¿Igualdad no es 50-50? Pero así no habría índice. Gender Equity sería más apropiado, significando que las empresas le dan igualdad de oportunidades a las mujeres, aunque no garanticen los resultados.  Ello requeriría de un análisis de la políticas y prácticas de las empresas que lo harían más riguroso, más activista, podrían considerar las causas de la desigualdad.

¿Y un índice con el nombre Gender Equality no debería incluir “equality” en la remuneración en la alta dirección y en el consejo como criterio de inclusión? Presumiblemente reduciría el número de empresas elegibles. ¡Como debe ser!

No se le puede atribuir al índice la virtud de la promoción de la participación de la mujer en los consejos ni en alta dirección ya que por su naturaleza es una selección de empresas sobre las que no tiene influencia alguna (califican o no califican) y es un mero cálculo de un índice de precios bursátiles para un conjunto de empresa.  Es un ente pasivo, un espectador. Lo que puede cambiar las cosas son las regulaciones o las voluntades de las empresas. Es cierto que las organizaciones de la sociedad civil monitorean y hacen cabildeo en este sentido, pero este índice no les ofrece bases para hacerlo más efectivo.

El titular de El País sobre la noticia es paradigmático.  Dice: Un índice para empoderar a las mujeres en Bolsa. De la discusión precedente debe quedar claro que el índice no hace nada para empoderar a las mujeres, solo llama la atención sobre el problema.  Ni siquiera incluye todos los aspectos relevantes ya que se desentiende de un factor crítico como lo es la brecha de género. Ojalá estemos equivocados.

d.     ¿Cómo hacer más efectiva la participación de la mujer?

El problema de la participación de la mujer en la alta dirección y en los consejos se ha estudiado mucho y hay mucha experiencia acumulada. Y una de estas experiencias es que el tema mucho es más complejo de lo que parece a simple vista. Lo más probado, las cuotas, son un paliativo, no resuelven el problema. En la serie Mis catorce artículos sobre el liderazgo de mujeres en las empresas (con Helena Ancos), analizamos las experiencias de los países escandinavos con las cuotas, los esfuerzos de regular de la Unión Europea, estudios académicos con análisis de los obstáculos y sus posibles remociones, los problemas con las revisiones del Código de Buen Gobierno de la CNMV y resumimos las lecciones aprendidas y hacemos algunas sugerencias.

En uno de esos artículos, Revisión del Código del Buen Gobierno: Participación de la mujer ADDENDUM: Una omisión, una recomendación, comentábamos una oportunidad perdida en la revisión y hacíamos una recomendación para mejorar esa participación:

Una parte de la remuneración variable de los consejeros debe estar determinada por avances en la participación de las mujeres en los Consejos y en la alta dirección.

 Las empresas deberán reportar en sus estados de información no financiera, de acuerdo a lo establecido en la Ley 11/2018, los porcentajes de mujeres en los Consejos y en la alta dirección, las políticas y estrategias vigentes para el aumento de esa participación, las medidas adoptadas en el período de reporte, los indicadores que utilizan para medirlo, el nexo entre la remuneración variable de los Consejeros con el progreso en estos indicadores y los valores monetarios y porcentuales de las remuneraciones, a nivel agregado de todos los Consejeros, resultantes de las medidas adoptadas.

Y un índice podría incluir las empresas que cumplen con esta recomendación de un código (¡con coraje!)  de buen gobierno.

III.           ¿Es el IBEX Gender Equality un índice para fondos ASG?

¿Se creó el índice para “empoderar a la mujer” o para aprovechar que el tema es de interés de la sociedad en general y de algunos inversionistas responsables en particular y de la gestora de BME? Creemos que es lo segundo, pero aun en ello presenta inconvenientes.

La industria de la inversión responsable está compuesta por millares de empresas e instituciones en la recopilación, agregación y distribución de información básica, productoras de estándares de reporte, empresas calificadoras, productoras de índices de sostenibilidad, consultoras en producción de informes, consultoras en agregación de información, consultoras en el uso de la información y medios de difusión, instituciones que producen premios y distintivos, entre otras instituciones, todos con fines de lucro, todos con objetivos de crezca el mercado, un gran número con conflicto de intereses con la sostenibilidad.

Algunos inversionistas responsables sí se preocupan de sus fondos sean canalizados a empresas responsables, en el sentido más amplio de la palabra, con el objeto de abaratar su costo de capital o de facilitarles recursos para emprender proyectos, productos, procesos y servicios responsables. 

Pero no todos los recursos de la inversión responsable se destinan a inversiones reales, que contribuyen a la sostenibilidad.  La inmensa mayoría de los fondos se destinan a los mercados financieros, donde unos compran y otros vender valores, sin que hay inversiones reales. Es el entorno en que se mueven los índices de sostenibilidad (ver los artículos ¿Tiene el financiamiento sostenible impacto sobre la sostenibilidad? Primera parte: Inversiones financieras y Segunda parte: Inversiones reales).

Y aun esto está degenerando más todavía.  Se está pasando de la “inversión socialmente responsable”, ISR, donde los inversionistas seleccionan los valores de acuerdo con criterios muy específicos, para promover la responsabilidad de las empresas, a la “inversión ASG”, de compraventa de valores que alguien ha etiquetado como tales, en base supuestamente a algunos criterios ambientales, A, sociales, S y de buen gobierno corporativo, G. Se está pasando de invertir en valores que se sabe lo que son, a valores etiquetados por terceros, para promover la circulación del dinero (ver ¿Es lo mismo Inversión Socialmente Responsable, ISR que inversiones ASG?).

Si bien hay fondos y valores etiquetados de acuerdo con criterios estrictos, lo más común son criterios muy parciales, muy vagos y a veces dudosos.  Es el greenwashing the la industria ASG (ver De la Responsabilidad Social a la Sostenibilidad, a la ASG: Lo bueno, lo malo y lo feo).

El índice IBEX Gender Equality es ilustrativo. Su objeto son los valores de empresas que tienen ciertos porcentajes de mujeres en los consejos y en la alta administración.  Pero ello es un mínimo aspecto de la G de Gobernanza, pero se le imputaría, consciente o inconscientemente toda la G y de paso habrá quienes lo incluyan en la lista de índices ASG, dando la impresión que tienen toda la A, toda la S, y toda la G, aun cuando solo tenga una mínima parte de G (ver ¿Tienen tus inversiones ASG “grado de sostenibilidad”?). El efecto aureola en operación (ver ¿Se puede manipular la reputación?: El efecto aureola).

Tal y como está conceptualizado, el índice puede incluir una empresa con 25% de mujeres en el consejo, 15% en la alta dirección, con una gran brecha de género, ser un gran emisor de gases de efecto invernadero y producir productos irresponsables (tabaco, armas, apuestas, etc.). Pero estará incluida en un “índice de sostenibilidad”. Y ya verán el boletín de prensa de la empresa y de la gestora anunciando su incorporación al índice.

El índice podrá usar el nombre sostenibilidad o el acrónimo ASG para valores que tienen una mínima o nula contribución a la sostenibilidad.

Y muy probablemente se reporte extensivamente sobre el rendimiento en bolsa del índice, en comparación con índice más generales como el IBEX 35 para demostrar que “la responsabilidad rinde”.  Veremos el titular “la inversión en empresas con más mujeres en el consejo rinden más (habrá que seleccionar cuidadosamente el período para el análisis).  Pero la comparación es superflua porque el índice no es representativo de “responsabilidad” y es también muy probable que la correlación entre ambos sea muy alta por la superposición de sus componentes. [6]

Pero lo importante no es si carteras basadas en el índice rinden más o menos (preocupación de los maximizadores de beneficios), lo importante es qué contribución hizo a la igualdad de género, como su nombre indica. ¿Alguna?

Las transacciones en esas empresas o en fondos basados en el índice pasaran a engrosar las estadísticas del avance exponencial de las inversiones ASG, sin que estos números indiquen una mejora en la sostenibilidad del planeta, solo en las transacciones en los mercados financieros.

Y es muy poco probable que la constitución del índice estimule el activismo de la industria de la inversión responsable para logar cambios, ya que se trata de una pequeña parte de la sostenibilidad empresarial.  Si hay activistas preocupados por el tema es muy posible que se preocupen por toda la S de social, y no solo por estos números.

¿Para qué sirven índices tan parciales y de tan mínimos requisitos de pertenencia? ¿Compensan sus virtudes los inconvenientes que acarrea para la reputación de la sostenibilidad empresarial, tal golpeada por el greenwashing?

  

APÉNDICE: Mi colección de arte callejero de Florencia.


[1] Recordemos que el número “precio” se puede cambiar por división (stock split) del número de acciones en circulación.  Si el precio es un número muy alto la empresa puede dividir las acciones en dos y por cada una vieja le dan dos nuevas, a un precio de la mitad. El precio de Apple se ha dividido cinco veces, en tres veces en 2, una vez en 7 y una vez en 4. El precio actual de unos $180, sería de unos $40,000 si no se hubiera dividido.  Si Apple formara parte del Dow Jones (cotiza en el mercado tecnológico del NASDAQ) su peso se habría multiplicado por 224.

[2] El estudio El índice ético FTSE4Good Ibex como alternativa para la gestión pasiva de carteras de inversión en España hizo una comparación entre la composición y el valor agregado del IBEX 35 y el IBEX FTSE4Good.

[3] A finales del 2021,Telefónica redujo el número de consejeros de 17 a 15, en cargos ocupados por dos hombres con lo que el porcentaje de mujeres subió al 38%.

[4] Colonial no lista los primeros nombres en sus consejeros de allí que por su sitio no se puede conocer este porcentaje.

[5] Sin embargo, a comienzos del 2022, el nuevo gobierno de Alemania considera retirar el veto que tenía a la imposición de la cuota. Afectaría a unas 5000 empresas de las mayores en Europa.

[6] El estudio mencionado arriba concluyó que la correlación entre aquellos dos índices era del 0,99 sobre el período analizado.

 

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