No, no nos referimos a la contribución de sus actividades y productos al cambio climático. Ese es su nivel normal, derivado de su negocio, de impacto negativo no mitigado. Nos referimos a un nivel superior. [i]
La respuesta del
CEO de ExxonMobil a las críticas de que, en esta época de crisis, no está
compartiendo con la sociedad parte de las ganancias extraordinarias es
ilustrativa: Claro que lo hacemos, pagamos dividendos extraordinarios a
los que poseen nuestras extraordinarias acciones.
Pero muchas de las
empresas van más allá. Las cuatro mayores del mundo distribuyeron más dinero
a sus accionistas de lo que reinvirtieron en el negocio. Es algo que las
empresas suelen hacer cuando no tienen oportunidades alternativas de inversión,
o no quieren hacerlo: devolver los beneficios a sus accionistas, muchos de los
cuales están contentos con ello.
Fuente: Oil and gas giants face backlash for handing record profits to investors
Lo que esto
demuestra es que estas petroleras son miopes y estrechas de mente. Saben muy bien que el futuro de las fuentes de
energía no estará dominado por el petróleo y el gas, como ya lo dejó de ser por el carbón, ya sea
porque los consumidores reducirán su consumo ya sea porque la disponibilidad
de petróleo y gas no es infinita (pero como dijo Einstein, “solo son
infinitas la estupidez humana y el universo, pero sobre este último no estoy
tan seguro”).
¿Porque no
reinvertir en fuentes alternativas de energía que tendrán demanda en el futuro?
Porque no aprovechar estas
ganancias extraordinarias para diversificar su negocio y prepararse para ese
futuro. Porque son estratégicamente incompetentes. No hace falta ser un
genio estratégico ni experto en sostenibilidad empresarial para darse cuento de
que esta es una estrategia superior. Pero parece que solo saben hacer una
cosa: extraer y refinar petróleo y gas……o mejor dicho dos; la otra: invertir
grandes sumas en cabildeo contra lo que la sociedad quiere y necesita,
la reducción y mitigación de los impactos del cambio climático, usando estas
ganancias extraordinarias.
Y hay una
manera de devolverle a la sociedad lo que ella le ha dado sin “regalar o
malgastar el dinero”: ¡inviertan en energías limpias! Usen los beneficios extraordinarios
para financiar la transición.
Pero optan por
una manera de ser todavía más irresponsable: desentenderse y rehusar asumir su
responsabilidad de invertir, repartiendo las ganancias a sus accionistas y que
ellos hagan o que quieran con su dinero ….. que siendo accionistas de estas empresas
deben tener poco interés en invertir responsablemente. Y esto tienta a algunos gobiernos
a imponer impuestos extraordinarios para hacer la redistribución que estas
empresas rechazan.
Un nuevo nivel
de irresponsabilidad.
[i] En otro artículo (mayo 2022) comentábamos
la ironía de la calificadora S&PGlobal que cambió en su índice de sostenibilidad
S&P500 ESG, a la empresa productora de vehículos eléctricos, Tesla, por
ExxonMobil. En la puntuación (arbitraria) que hacen le dieron más importancia a
que para ExxonMobil su contribución a las emisiones (negativo) era compensado
por un plan de neutralidad cero al 2050 (positivo), en tanto que para Tesla
valió más el hecho de que tienen algunos problemas laborales (negativo) que el
hecho concreto de se contribución a la reducción de las emisiones (positivo).
Ver ¿Se puede encapsular la responsabilidad
empresarial en un numero ASG?: ¿Se justifica sacar a Tesla de un índice ASG?
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