¿Tienen los
líderes de las empresas privadas la responsabilidad de intervenir en la
solución de problemas sociales y ambientales si los gobiernos no quieren o no
pueden hacerlo? Es ciertamente un
tema controversial. Por una parte
porque puede parecer que intervienen en política pública. Por otra
parte, porque, dependiendo del tema, su intervención puede tener
consecuencias sobre sus empresas, tanto positivas (menos probable la
reacción de los afectados) como negativas (reacciones mas probables).
I.
Introducción
En los artículos
anteriores Masacres y responsabilidad empresarial y Masacres y responsabilidad empresarial:
Sí, las empresas hacen algo, analizábamos el papel que las empresas pueden jugar en la prevención de
las recientes (y continuas) masacres en EE. UU. En el segundo de estos artículos
comentábamos que el CEO de Walmart, el más afectado directamente por una de
ellas, anunció una serie de medidas al interno de la empresa y una externa, de activismo
político. Envió cartas a congresistas
y al presidente pidiendo un debate sobre la reactivación de la prohibición
de armas de asalto y del financiamiento de investigaciones sobre violencia por
armas. [1] Pidió hablar del tema y ello se considera
en EE. UU. como una osadía digna de encomio.
Esta iniciativa
ha sido ahora respaldada por 145 CEO, lo cual es muy indicativo de la asunción de la responsabilidad social
de estos CEO sobre una situación que es potencialmente explosiva, valga el
doble sentido. Y ello es controversial.
Algunos pueden ver los ingresos de sus empresas afectados ya que el tema
tiene una elevada carga emocional. Es
posible que los clientes que están a favor del control de armas favorezcan sus
productos y servicios, pero también es posible que enfrenten reacciones
negativas de los que se oponen, que en general suelen ser mucho más activistas
y belicosos que los que se están a favor del control de armas, que suelen
ser más pasivos y pacíficos. Estos
pueden ser afectados, eventualmente, por una masacre, pero los otros serán
definitivamente afectados si se establecen controles. [2]
Este activismo
político de los CEO estaría en línea con la reciente Declaración sobre el
propósito de la empresa, que ha sido criticada por ligera y posiblemente de
greenwashing. [3] [4] Por lo
menos este activismo demuestra que algo hay.
Y esta situación
dio lugar a la inusual publicación de un editorial en el New York Times,
NYT, sobre el control de armas. Y lo más notable es que fue puesto en el contexto
de la responsabilidad social de la empresa (como lo habíamos propuesto en los
artículos mencionados arriba). Ojalá
más medios ejercieran su responsabilidad social al exigir esta responsabilidad
empresarial. Por este motivo lo comentaremos.
II.
Activismo político de los CEO en el control de armas
El 12 de
septiembre los CEO de 145 empresa enviaron una carta a los líderes del Senado (que bloquean cualquier intento de
establecer mínimos controles sobre la posesión de estas armas), en la que
pedían legislación con la obligatoriedad de verificación de antecedentes antes
de poder adquirirlas (horror: hoy en día cualquiera puede comprar estas armas
en la tienda de la esquina) y el establecimiento de un sistema de denuncias
sobre tenedores peligrosos (red flags) que permita controlar su
posesión. Ante la falla de gobierno dicen: “No hacer algo es simplemente
inaceptable”. [5]
Entre los
firmantes están los líderes de Airbnb, Bloomberg, Uber, Lyft, Levi Strauss y Twitter. También la firmó el CEO de Dick´s Sporting
Goods, uno de los grandes vendedores de armas que había ya dejado de
venderlas después de la masacre en una escuela en Florida (febrero 2018). En su libro de próxima aparición dice: “El beneficio de una empresa debe resultar
no solo de la venta de productos dignos y una buena estrategia de negocios,
sino de un comportamiento responsable.
En pocas palabras, para ser una buena empresa hay que ser buenos”.
Pero no firmaron
ni Facebook ni Google que
temieron llamar más la atención del gobierno sobre los problemas que ya
confrontan sobre privacidad y el uso de sus plataformas para difundir
informaciones tendenciosas. Prefirieron “no agitar el avispero”. Tampoco firmó el CEO de Visa, que ha recibido
peticiones para limitar el uso de sus tarjetas en la adquisición de armas, lo
que tendría gran impacto. Dijo: “Estamos
en el negocio de facilitar el comercio legal.
No nos compete establecer o interpretar sino seguir las leyes”. O sea, si es legal, adelante. Lo de ética y responsabilidad es otra
cosa. Compete a los gobiernos establecer
las leyes. ¿Pero, y si el gobierno no actúa? ¿Pueden las empresas ser
indiferentes? [6]
III.
Editorial del New York Times sobre la responsabilidad social de las
empresas
En el mismo medio
en el que se publicó el famoso artículo de Friedman [7] se
publica ahora, casi 50 años después, un editorial Making Companies Act When Government Won’t (Las empresas deben actuar cuando los
gobiernos no lo hacen). Es un editorial con potencial de impacto ya que es el
medio periodístico más influyente del país y uno de los más influyentes en el
mundo. [8]
Empezando por
el título, el editorial es muy notable, ya que pide a las empresas que actúen
ante una falla del gobierno. Esto es una
de las proposiciones de la concepción moderna de la responsabilidad social de las
empresas, la de suplir las fallas de gobierno en casos necesarios.
En general esta es una responsabilidad más notable en países en vías de
desarrollo, donde las fallas de gobierno son más comunes y amplias, pero en
este caso el gobierno de EE. UU. ha demostrado una falla flagrante en
actuar sobre un problema que afecta a la sociedad, cual es las frecuentes masacres
con armas de asalto, en manos de la población civil.
El editorial pasa
revista a diferentes aspectos de la responsabilidad social, en particular al
papel de los inversionistas y consumidores en ejercer las presiones en los
mercados, que es lo que entienden las empresas, y llamando a los dirigentes
responsables a ejercer su poder cuando el gobierno no ejerce el suyo. Pero no
menciona el poder de la sociedad civil en pedir cuentas tanto a
gobiernos como a empresas por los compromisos adquiridos.
IV.
En resumen
Este caso no
es uno en el que las empresas pueden hacer lo que los gobiernos deben, pero no quieren
o no pueden hacer, como
es el caso, por ejemplo, de salud, educación, agua, etc., en países en vías de
desarrollo. En este caso las empresas hacen lo que saben hacer, el cabildeo,
pero en positivo, pidiendo regulaciones y legislaciones para resolver un
problema social. Y en algunos casos usan sus actividades para contribuir a
resolverlo, con impacto directo e inmediato, como dejar de vender armas y lo
que sería muy efectivo, que el sistema financiero dejase de procesar
transacciones de compra venta de armas al público y de financiar las empresas
que contribuyen a ello.
Utópico, pero
pensable.
[1] Ver mi serie de cuatro artículos sobre el
Activismo de líderes empresariales y el artículo sobre la Responsabilidad política de la empresa
responsable.
[2] Un
candidato a la nominación del partido demócrata para la presidencia del país
anunció que una de sus medidas sería la confiscación de las armas de asalto en
poder de los ciudadanos y las amenazas de muerte contra él no se hicieron
esperar.
[4] A mediados de septiembre, el CEO de
Walmart mencionado arriba fue nombrado presidente del Business RoundTable,
institución gremial que promovió la Declaración, en sustitución de Jamie Dimon
el CEO de JP Morgan, que había impulsado la Declaración.
[5]
Andrew Ross Sorkin, ‘Simply
Unacceptable’: Executives Demand Senate Action on Gun Violence, New
York Times, 12 septiembre 2019.
[6] En el artículo sobre la Responsabilidad política de la empresa
responsable analizábamos
la participación de la empresa en políticas públicas a nivel nacional,
individual y colectiva.
[7]
Milton Friedman, The
Social Responsibility of Business is to Increase its Profits, New
York Times, 17 septiembre 1970.
[8] Para los no conocedores es de notar
que el NYT es un medio relativamente imparcial, pero de tendencia
progresista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario