El activismo accionarial más activo, valga la
cacofonía, es aquel que trata de mejorar la rentabilidad de las empresas a los
accionistas, ya sea
través cambios de dirigentes, estrategias, fusiones y adquisiciones o
desinversiones, entre otros. Un par de ejemplos paradigmáticos de empresas
responsables sometidas a estas presiones son el de Unilever (no exitoso)
analizado en ¿Pueden
las empresas responsables resistir los embates de los activistas financieros? y el de Etsy (exitoso) analizado en ¿Pueden
las empresas certificadas como responsables cotizar en bolsa?)
No obstante, cada día es más frecuente ver
activismo que pretende mejorar la responsabilidad social y ambiental de las
empresas, aunque todavía tiene poco éxito, tienden a dominar los accionistas
que consideran esta como un golpe a la rentabilidad, en general muchos fondos
de inversión y fondos de cobertura (hedge
funds).
En EE. UU., donde
más se reporta de estas actividades, el año 2018 fue un año récord para
propuestas ASG (ambientales, sociales y de gobernanza). Y una encuesta (Edelman
Trust Barometer Special Report on Institutional Investors,
2018), entre 500 de los
inversionistas con mayor poder colectivo (fondos de inversión globales), el 90%
respondió que sus fondos habían cambiado sus estrategias de votación y/o involucramiento
en los riesgos ASG, y dos tercios dijeron que el cambio había ocurrido en el último
año.
Pero es de enfatizar que este creciente interés representa
solo la punta del iceberg. Lo importante
es que las resoluciones sean adoptadas, que sean implementadas y que tengan
impacto.
Propuestas a la Asamblea General de Accionistas de
Amazon
Es grato ver
cuando se presentan propuestas de resoluciones sobre temas no financieros (que
serán financieros en el largo plazo). En
este artículo analizamos el caso de la Asamblea General de Accionistas de
Amazon el 22 de mayo del 2019, porque es una empresa universalmente conocida y
con un gran potencial de impacto en la cadena de valor, la logística mundial y
el poder sobre los consumidores. El caso es interesante por sus resultados
sorprendentes. Se presentaron 10
propuestas de resoluciones sobre estos temas por diferentes grupos de
accionistas y todas fueron rechazadas (ver resultados aquí). A primera vista todas las resoluciones
parecen indiscutibles para una empresa moderna y en algunos casos su rechazo es
incomprensible, por lo que es instructivo considerar estas resoluciones
para tratar de entender porqué fueron rechazadas y las implicaciones que esto
puede tener para la empresa.
Este nivel de
activismo revela el reconocimiento de grupos de accionistas de que los temas
ambientales, sociales y de gobernanza, conllevan riesgos para el futuro de la
empresa que se deben ser enfrentados. La tensión es entre la visión cortoplacista
de los accionistas tradicionales, activos en los mercados (que quieren ver el
aumento del precio de la acción para venderlas) y los de largo plazo, de los
tienen una visión más integral de la empresa y suelen poseer las acciones por
períodos más largos de tiempo.
Las diez resoluciones fueron las siguientes:
1. Risks of Sales of Facial Recognition Software Pide que la empresa consulte con expertos en derechos humanos para evaluar el impacto que el uso de la tecnología de reconocimiento facial, que posee Amazon, pueda ser usada para la invasión de la privacidad y la violación de esos derechos, especialmente por parte del gobierno de EE.UU. Nótese que no pide prohibición de su venta, solamente que se estudie el riesgo de impacto negativo. Rechazada.
2. Independent
Study of Rekognition. (Rekognition es el nombre de la
tecnología). Semejante al
anterior. Rechazada.
3. Report on Efforts to Address Hate Speech.
Producción de un reporte que analice
el potencial uso del lenguaje de odio y la venta de productos ofensivos. Nótese que se pide un reporte. Rechazada.
4. Amazon’s
Plans for Disruptions Posed by Climate Change. Esta
propuesta fue presentada por un grupo de empleados de Amazon y por su difusión
y relevancia la comentaremos en más detalle más adelante. Rechazada, pero con el mayor porcentaje
de aprobación, casi 31%.
5. Reduce
Food Waste. Inclusión en sus informes de sostenibilidad de información sobre el
impacto social y medio ambiental de los desechos de alimentos en las
operaciones de la empresa. Rechazada.
6. Executive
Pay-Incorporate Diversity & Sustainability Metrics. Pide
que el Comité de Remuneraciones prepare un informe sobre la posibilidad de
incluir medidas que relacionen la compensación de los directores al logro de
metas de sostenibilidad, en particular de diversidad. Rechazada. Ni siquiera estudiarlo.
7. Independent
Board Chair. Pide
que se adopte una política y que se cambien los estatutos para el Presidente
del Consejo (Directorio) sea un Consejero (Director) independiente. Rechazada. Actualmente es Jeff Bezos, que también es el
Consejero Delegado (Presidente).
8. Majority
Vote. Pide que las decisiones sobre las propuestas
sean aprobadas por mayoría simple de los votos emitidos. Ahora Amazon, contrario a las buenas
prácticas, cuenta las abstenciones como votos negativos, prácticamente
asegurando siempre el rechazo. Rechazada.
9. Gender
Pay Equity. Pide la producción
de un reporte sobre la media global de la brecha salarial por género, incluyendo
las políticas asociadas y los riesgos operacionales, reputacionales y operativos
y los riesgos relacionados con el reclutamiento y retención del talento
femenino. Rechazada.
10. Sexual
Harassment. Pide que la
empresa revise sus políticas sobre el tema y determine si es necesario adoptar
e implementar políticas adicionales y reportar sobre los resultados de esta
revisión. Rechazada, con el
segundo mayor porcentaje de aprobación, 33%.
Como se puede
observar parece que todas las resoluciones debieron ser aprobadas en una
empresa que se considere medianamente responsable. Es de suponer que estos rechazos se derivan en
gran parte de un rechazo a la “interferencia”
de los accionistas (minoritarios, ¿peculiares? ¿con agendas propias?) en
las operaciones de la empresa. En
general, en estos casos se suele también alegar que la empresa ya lo hace o
que introduce costos innecesarios (es de notar que casi todas las
propuestas incluyen frases como la “producción de la información a costos
razonables” y que “no incluya información confidencial que pueda dañar su
posición competitiva”). Como sea, no da una imagen de empresa
responsable. ¿Está Amazon, por su poder, por encima del bien y del mal? Jeff Bezos parece creerlo así.
Resolución sobre el cambio climático
La más paradigmática de estas resoluciones fue la
presentada por 7.683 empleados en relación a las acciones de la empresa en el cambio
climático. Esta propuesta de resolución pedía la preparación de un informe sobre los
planes de la empresa para responder al cambio climático y como está reduciendo
su dependencia de combustibles fósiles. La
propuesta contó con un 31% de los votos emitidos, sin contar con las abstenciones. Este porcentaje es superior al del 26%
logrado en promedio en resoluciones similares entre el 2015 y 2018.
Y como se
observa, en la resolución no es que pidan reducciones en las emisiones ni
otros compromisos. Todo lo que se pide es un informe sobre los planes. Claro está que la empresa debe temer que una
vez que se presenten los planes se pedirá el establecimiento de metas y
acciones para su logro.
Amazon alegó que ya cumplía lo solicitado ya que había anunciado previamente de
algunas iniciativas para reducir sus emisiones incluyendo un plan para que en
el 2030 el 50% de todos sus envíos fueran neutrales en emisiones (programa de
“envíos cero”). También anunció que
presentaría un informe sobre sus emisiones a nivel de toda la empresa. También anunció un plan de largo plazo para
el consumo del 100% de energía renovable.
A pesar de estas iniciativas, los empleados expresaron
su desconfianza a través de una carta abierta argumentando que estos planes no son
suficientes para atender la crisis del cambio climático. La
carta pide fechas para el logro de los objetivos sobre energía renovable, la
reducción de emisiones por envíos al 50% para el 2030 y el 100% para el 2050 y
eliminar las inversiones en combustibles fósiles. La carta no tiene el mismo poder legal que
una resolución, pero muestra la preocupación
de uno sus principales stakeholders, los
empleados. Los otros, accionistas y,
sobre todo los consumidores, perecen ser (¿somos?) más indiferentes. Y Jeff
Bezos no estuvo presente durante la presentación de la carta.
El dilema moral
Mi pasión por la
promoción del comportamiento empresarial responsable me dice que no debo seguir
comprando en Amazon, pero soy adicto
y no sé si lograré disminuir mis compras.
Y para colmo soy accionista de
Amazon y no sé como votan el fondo de inversiones donde tengo parte de mis
ahorros (que es el segundo mayor accionista de Amazon después de Bezos) ni los
gestores de fondos que contrata mi fondo pensiones privado. Es prácticamente imposible tener una cartera bien
diversificada de inversiones que no contenga las acciones de Amazon, Apple,
Google, Facebook, etc. El primero consideró
una resolución en su Asamblea (que yo había respaldado) de votar a favor de este
tipo de resoluciones que fue rechazada (no es que no lo haga, es que rechazó
hacerlo por resolución), y el segundo, del que yo fui vicepresidente por 20
años, también rechazo mi propuesta de incluir criterios ASG en la selección de algunos
de los gestores de los fondos.
Que fácil es hablar de responsabilidad, pero qué
difícil es implementarla. ¿Es Amazon demasiado poderosa?
¿Y tú qué harías?
1 comentario:
No esta mal sacarse adicciones de encima :)
Por otra parte me parece que se deberia estudiar si Amazon realmente se aprovecha de los minoristas, con competencia desleal.
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