Es muy poco lo que se escrito sobre la posposición sine die de la preparación de la Taxonomía Social. Comenzó con una noticia de Bloomberg del 31 de julio: “La UE pospone indefinidamente un componente clave de las regulaciones ASG debido a discrepancias internas” (EU Puts Key Plank of ESG Rulebook on Hold Amid Infighting). Y el subtítulo dice “La decisión saca la S de la ASG del programa regulatorio hasta el final de la década”.
Desde entonces no
ha habido comunicación oficial por parte de la Comisión, más allá de
algunas respuestas muy escuetas en entrevistas a algunos de sus funcionarios.
Antes de analizar
las posibles causas de la posposición, analizamos brevemente las razones
por las que se había comenzado a preparar y si tal Taxonomía continúa siendo necesaria.
No analizaremos su contenido. [i]
I.
¿Por qué se empezó a preparar?
La Comisión
Europea comenzó con la preparación de la Taxonomía Social en octubre del 2020, a
través del subgrupo de trabajo #4 de la Plataforma de Finanzas Sostenibles. El
informe final del grupo de trabajo se publicó en
febrero del 2022.
La Taxonomía
Social es una clasificación de las actividades económicas que contribuyen
significativamente a los objetivos sociales de la Unión Europea y a crear el mercado social interno del
Tratado de la Unión (Artículo 3). La elevada demanda por bonos sociales
y más generalmente por el respeto a los derechos humanos ha contribuido a la impulsar
la creación de un código común para los inversionistas, empresas y reguladores
sobre lo que es y no es considerado sostenible desde la perspectiva social.
En principio, las taxonomías, ambiental y social
pretenden estimular el financiamiento de actividades en ambos ámbitos. Sus objetivos son facilitar la inversión
efectiva en actividades y proyectos que, tanto por parte del sector privado
como público, contribuyan a su desarrollo.
Uno de los objetivos de una tipificación, como lo es una taxonomía, es
evitar el greenwashing y el socialwashing y el aprovechamiento
de ambigüedades o de informaciones incorrectas para atribuirse impacto. Esto es particularmente clave en la intermediación
entre las empresas y proyectos que emiten instrumentos financieros al público
para financiarlos y los inversionistas y financistas finales interesados en que
sus recursos hagan esas contribuciones. Por ello se desarrollan en el
contexto de los esfuerzos de la Comisión por estimular el financiamiento sostenibile.
Sus objetivos no son el guiar la sostenibilidad empresarial, cuestión de las
empresas, ni la política pública de los estados miembros, que es
responsabilidad de cada uno.
En la taxonomía se reconoce:
- La necesidad de inversiones sociales
en sectores como vivienda asequible, atención médica, educación y el
respeto por los derechos humanos de los trabajadores, consumidores y la
comunidad.
De la misma manera que la Taxonomía verde pretende guiar los destinos de los
bonos verdes, esta taxonomía lo haría para los bonos sociales y entre ambas para
los bonos sostenibles. [ii]
La Comisión está preparando los principios para las emisiones de bonos verdes
que serían más rigurosos que los de la International Capital Markets
Association, ICMA, actualmente los más usados. Ahora parece poco probable que se prepare algo
análogo para los bonos sociales y sostenibles.
- Permitir la conexión con el medio
ambiente: la necesidad de disponer de medidas socialmente incluyentes para
acompañar la transición verde y justa.
La Taxonomía Social se preparaba en paralelo a la Verde para potenciar
ambas y evitar que las actividades medioambientales restringiesen su ámbito y
no considerasen los efectos positivos y negativos que tienen sobre los aspectos
sociales. Facilitaría una consideración integrada de actividades y proyectos
con amplios beneficios.
- Se ha incrementado la demanda de
inversionistas en aspectos sociales, especialmente como consecuencia del impulso
que la pandemia y la recuperación han tenido en su interés. [iii]
- La taxonomía podría contribuir a
mitigar riesgos, especialmente reputacionales, de los aspectos sociales al
establecer un esquema para su consideración.
Y con ello vendría
además la responsabilidad de reportar de acuerdo a la Directiva de reporte de
información no financiera (Non-Financial Reporting Directive, NFRD), y
su sucesora, la Directiva sobre información corporativa en
materia de sostenibilidad (Corporate Sustainability Reporting Directive, CSRD) por la
cual las empresas que cotizan en bolsa de más de 500 empleados están obligadas
a reportar el porcentaje de ingresos, inversiones de capital y costos
operativos cubiertos por al Taxonomía Verde. Si se aprobara la Taxonomía Social
presumiblemente la obligación sería extendida a estos aspectos. De hecho, estas
obligaciones están dificultando mucho la tarea de reporte por parte de las
empresas. [iv]
La medición y reporte serían un gran obstáculo para la implementación de la
taxonomía social.
Y la Taxonomía
Social también aplicaría a las clasificaciones y composiciones de fondos de
inversión sostenibles, cubiertos en los artículos 6, 8 y 9 de la regulación
sobre la información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios
financieros (EU Sustainable Finance Disclosure Regulation, SFDR)
II.
¿Por qué se ha pospuesto si su necesidad no ha cesado?
Al aparecer la
nota sobre la posposición citada al principio el 31 de julio, publique mi
opinión en LinkedIn: ¿Por qué la Comisión Europea abandona la Taxonomía
Social? ¡Porque es complicado! ¿No es esa precisamente la razón para
proporcionar un servicio público? lo que dio lugar a un diálogo con Alberto
Andreu donde expresaba su visión sobre las razones para ser pospuesta. Sus
principales argumentos para explicarla eran que:
…. los aspectos sociales, en general, son competencia de los estados
miembros, no de los órganos de gobierno de la UE, Comisión o Parlamento…..No
hablo de necesidad sino de competencias: Bruselas es competente en unas
materias (especialmente en Unidad de Mercado) y los estados miembros en otras
(políticas sociales)…..En materia social, debido a que las competencias son de
los estados miembros, estos no “delegan” capacidad reguladora en la Comisión.
(énfasis añadido).[v]
En aquel momento
no había explicación oficial sobre la posposición, por lo que mi opinión sobre
su abandono por ser complicada podría parecer especulativa. Esa opinión se basaba en mi experiencia de
casi 30 años en instituciones supranacionales donde si no se dan explicaciones
es porque algo no va bien, para evitar asignar responsabilidades, para evitar
reconocer errores y/o para no echarle leña al fuego. Si hubiera sido un
problema de competencias era muy fácil reconocerlo, perfectamente
justificable. Pero entonces quedaba la
pregunta: ¿Porque se empezó a preparar? La Comisión debía conocer de este conflicto
de competencias.
Desde la noticia
de Blomberg se han publicado algunos artículos periodísticos que dan algunas
luces sobre las razones para el abandono. El artículo Social taxonomy postponed due to unresolved
conflict dice:
Los tres objetivos sociales de la taxonomía social son: i) trabajo decente,
ii) condiciones de vida y bienestar adecuadas y (iii) comunidades sostenibles e
incluyentes. Esto ha sido difícil de acotar de manera que sea aceptable a los
27 estados miembros. (Aquí
vienen a la memoria los problemas para la inclusión de la energía nuclear y el
gas en la Taxonomía Verde).
Los aspectos sociales de las finanzas sostenibles son generalmente
dependientes del contexto y la localización….Esto ha generado una intensa
discusión sobre como crear una taxonomía social que sea aplicable, no solo en
UE, sino además en el contexto de las cadenas de valor de las empresas
basadas en la UE.”
?Qué es trabajo decente y como se mide?” ….. Ya es difícil acotar definiciones
que sean válidas en la UE, como para que también deban ser válidas en todas las
jurisdicciones de la cadena global de valor.
Sin embargo, el principal reto es una cuestión de
medición.
…riesgo regulatorio de arbitraje de que, al implementar una taxonomía
social exigente, la UE estimule a las empresas a trasladar sus operaciones a
otras jurisdicciones donde los estándares son menos estrictos (énfasis añadido).
El artículo del
16 de mayo, Social Taxonomy risks death by Commission
neglect (La Taxonomía
social corre el riesgo de morir por la negligencia de la Comisión, título muy
indicativo) dice:
Mientras que la taxonomía verde puede, por lo menos en teoría, basarse en el
conocimiento científico sobre la realidad física del cambio climático, la
taxonomía social es mucho más política. Por ejemplo, una taxonomía social
debería encontrar definiciones prácticas sobre trabajo decente, condiciones de
vida adecuadas y comunidades inclusivas.
La Comisión Europea, entretanto, ni confirma ni desmiente que la taxonomía
social se ha pospuesto. En una comunicación escrita la comisión dijo que “no
se ha tomado una decisión en estos momentos sobre la taxonomía social.”
La Comisión parece priorizar la Taxonomía Verde y los estándares para los
bonos verdes. (énfasis
añadido)
De estos
artículos no es muy difícil concluir que la taxonomía social se ha pospuesto por
dificultades de definición, medición y ámbito, y no por cuestiones de competencias
jurisdiccionales.
Y no se debe
descartar que el cabildeo de empresas e instituciones financieras, a las que
complica sus actividades, y de algunos gobiernos, haya contribuido a la
posposición.
En mi artículo La “S” de la ASG: ¿Qué es? …. aparte de
ser la cenicienta del grupo del 26 de marzo del 2022, en el que ofrecía “mi taxonomía social” y
pretendía estimular el interés en estos aspectos, decía:
Pero estos criterios, a diferencia de los A, tendrán obstáculos en su
consideración por las dificultades de su cuantificación. No son físicos
como la A o legalistas como la G, tienen un elevado componente emotivo, al
fin y al cabo, se trata de impacto sobre las personas.
Mi intuición
no parece haber estado equivocada, pero es prematuro para sacar conclusiones ante la escasez de información
oficial. De cualquier manera, la ausencia de la taxonomía social deja un vacío
en el conjunto de regulaciones de la Comisión Europea para el financiamiento
sostenible, entendiendo sostenible como más que sostenibilidad ambiental.
Como bien apunta
Alberto en nuestro intercambio, la Comisión tienen competencias más
limitadas en temas sociales, pero ello no parece ser la causa de la
posposición, esto es algo que se conocía desde el comienzo y la razón por la
cual tendría un alcance más limitado de la Taxonomía Verde. El informe final lo reconocía:
Se han expresado preocupación sobre el hecho de que la regulación de los
aspectos sociales compete a los estados miembros y entre las partes
relacionadas, a nivel del UE y que la taxonomía social impondría pesadas cargas
sobre las empresas, especialmente las de menor tamaño, con requerimientos
adicionales de reporte.
Sin embargo, ello
no paralizó la preparación de la Taxonomía, pero si la condicionó:
En este documento, la Plataforma de Finanzas Sostenibles propone una
estructura para la taxonomía social que se enmarca dentro del esquema
legislativo de la UE sobre finanzas y gobernanza sostenibles …..el reporte
toma en cuenta y respeta plenamente las especificidades de los sistemas y
poderes nacionales
Es oportuno recordar
que una taxonomía no regula ni prioriza las actividades a nivel de los países
miembros, ni de las empresas. Es una especificación de los rubros que son
necesarios y deseables financiar para el desarrollo sostenible y, obviamente su
monitoreo y reporte (lo que sí requiere de definición, medición y ámbito de
aplicación, que es complicado).
Sí existe el
riesgo de que algunos la consideren, erróneamente, como una regulación y
mandato. Pero también
existe el riesgo opuesto, el del socialwashing como puede verse
en este titular de un anuncio de un banco: el bono social del Banco XXXX benefició a cerca
de cuatro millones de personas (¡!) (en el texto lo matiza con la palabra “potencialmente”
benefició).
Esperamos tener más
información sobre lo acaecido y las expectativas de la reanudación de trabajo
para poder apreciar mejor las acciones que son necesarias para promover la inversión
social.
[i] Ver un buen resumen en What is the European Union’s social taxonomy for sustainable finance?
[ii] Ver nuestra serie de artículos sobre Bonos, verdes, sociales y sostenibles.
[iii] Si Si bien el mercado de emisiones de bonos, préstamos y otros instrumentos esta dominado por los dedicados al medioambiente, sobre todo al cambio climático, los aspectos sociales están teniendo una creciente participación. Ver Global issuance of sustainable bonds hits record in 2021.
[iv] Ver Market questions usefulness of EU green taxonomy.[v] Alberto reconocía que “….me toca estudiar más, mucho más. No es tema sencillo” Con lo que estábamos muy de acuerdo, porque yo le dije: “Obviamente no lo tengo claro, y creo que la Comisión tampoco. Investigaré más.” Y como el lector seguramente se dará cuenta es, en efecto, un tema muy complejo.
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