Al leer un
artículo académico [1]
sobre los efectos de la cultura corporativa encontré que algunos de los
resultados ofrecían lecciones para la sostenibilidad empresarial. En esta nota reproduzco algunas citas
relevantes con comentarios para ponerlas en el contexto de sus efectos sobre la
sostenibilidad, con advertencias sobre la interpretación de los resultados.
El artículo se
basa en un estudio estadístico de correlación entre algunos indicadores de
cultura empresarial y beneficios en las empresas [2] Han seleccionado como un indicador de la
cultura la integridad empresarial, que lamentablemente no definen, por disponer
de una base de datos con las percepciones de los empleados sobre la integridad
de sus empresas.
I.
Los resultados.
Comentando el
primero de los resultados dice:
Utilizamos estas medidas y encontramos que los altos niveles de integridad
percibida por los empleados se correlacionan positivamente con buenos
resultados, en términos de mayor productividad, rentabilidad, mejores
relaciones laborales y mayor nivel de atractivo para los posibles solicitantes
de empleo.
Es lo que siempre
se alega de los beneficios de la sostenibilidad empresarial, en este caso
representada por la integridad percibida por los empleados, que produce
beneficios en términos financieros, mayor productividad, atracción de mayores
talentos y mayor paz laboral. Son los argumentos tradicionales, aunque algunos
sean intangibles. [3]
No obstante,
no deben interpretarse como una confirmación válida para todas las empresas. Es
presumiblemente válida para el promedio de las empresas, pero no todas son el
promedio. Además, es una correlación entre variables. y no se demuestra
causalidad, qué causa qué, aunque pueda intuirse que es la integridad la que conduce a buenos resultados
y mejores empleados, aunque no debe descartase que sean estos los que fomentan
la integridad, o que sea un círculo virtuoso, integridad produce algunos
resultados que, a su vez, mejoran la integridad.
La cultura de integridad puede tener algunos costos a corto plazo (los beneficios
perdidos hoy), pero también beneficios a largo plazo…….. Podemos interpretar
este resultado como si dijera que el mercado inicialmente subestima el valor
del capital de integridad y sólo con el tiempo, a medida que llegan las
ganancias, aprecia su valor.
En sostenibilidad
empresarial diríamos que los costos suelen ser tangibles y en el corto plazo,
en tanto que los beneficios pueden ser tangibles e intangibles y se suelen
obtener en el largo plazo. En este caso, el estudio concluye que el efecto
de la integridad sigue estas ideas, con costos en corto plazo y eventualmente produce
beneficios en el largo plazo. Y lo que es más importante,
que los inversionistas lo reconocen. La sostenibilidad empresarial es
una inversión.
Por experiencia y
los resultados de otros estudios, esto parece ser un resultado muy optimista,
que los inversionistas lo reconozcan de manera sistemática y lo externalicen
actuando sobre el precio de las acciones. Los inversionistas no se enteran de
la percepción de los empleados sobre la integridad, ni suelen actuar sobre un
aspecto puntual. Lo más probable que lo que “causa” los rendimientos es la percepción por
parte de los inversionistas de que la empresa está bien gestionada.
La presencia de grandes accionistas o inversores institucionales pone el
foco hacia la maximización del valor de los accionistas lo que socava la
capacidad de una empresa para mantener un alto nivel del capital de integridad. También encontramos que las empresas
que cotizan en bolsa son menos capaces de mantener un alto nivel de integridad.
Una posible explicación es que una estructura de propiedad más concentrada
conduce a una mayor atención hacia la maximización del valor de los
accionistas, con consecuencias negativas sobre el valor de mantener una
reputación de integridad.
Estos resultados
indican que cuando la empresa cotiza en bolsa, tiene inversionistas con poder
de control e inversionistas institucionales, los rendimientos financieros
tienen prioridad y con ello sufre la integridad, o por lo menos la
percepción que de ella tienen los empleados.[4]
Este resultado
parece ser contradictorio con el anterior en el que se concluye que los inversionistas
valoran la sostenibilidad en la bolsa, pero que cuando cotizan en bolsa y hay concentración
en grupos de inversionistas se priorizan los beneficios. La gran mayoría de las empresas que cotizan
en bolsas tienen inversionistas institucionales y grupos con cierto poder de
control.
Cuando analizamos la remuneración del CEO encontramos una correlación
positiva y estadísticamente significativa con la integridad.
Sorprendente que
la remuneración del CEO se correlacione positivamente con la percepción de los
empleados sobre la integridad empresarial. A mejor es que hay una tercera
variable, y es que, a mayor remuneración, mayor percepción de la valía del CEO,
lo que lleva a una percepción de mayor integridad. De nuevo reiterar nuestra advertencia previa
sobre la interpretación de resultados de estudios estadísticos con un gran número
de empresas, no sea que se interprete esta observación como que hay que
aumentarle el sueldo al CEO para que los empleados mejoren su percepción sobre
la integridad de la empresa.
Este es buen ejemplo
de la cautela que se debe ejercer al extrapolar los resultados como si fueran válidos
para todas las empresas y del problema de la causalidad.
II.
Cautelas en la interpretación.
Son muchas las personas que interpretan los resultados de estudios
estadísticos como este como si aplicaran a todas las empresas, cuando en
realidad aplican solo al gran promedio de ellas y pueden no ser válidos para
empresas particulares.
Es de destacar que
estos estudios, en su gran mayoría demuestran correlación, o sea las
variaciones en las variables están relacionadas, pero
no demuestran causalidad, qué es lo que causa qué. Por ejemplo, una de las generalizaciones más comunes
en la sostenibilidad empresarial es que las empresas sostenibles son más
rentables, cuando en realidad puede ser que sea la rentabilidad la que causa, permite,
respalda, la sostenibilidad. [5] La realidad es que es la buena gestión la que causa ambas,
no una a la otra, ni la otra a la una.[6] La única
manera de demostrar de manera convincente un efecto causal de la integridad en
el desempeño es mediante un experimento de campo lo cual no es económicamente factible.
[1] The value of corporate culture (Luigi Guiso, Paola Sapienza y Luigi
Zingales, Journal of Financial Economics, 117 (2015) pg. 60–76)
[2] Para un análisis más amplio de la
cultura empresarial y sus efectos sobre la sostenibilidad, ver Mis
once artículos sobre la cultura empresarial.
[3] Ver la sección III de La integración del DirSE y el DirFIN es urgente: ¿Cómo?
[4] Ver los casos de Etsy (¿Pueden las empresas certificadas como
responsables cotizar en bolsa?) y de Danone (¿Valoran los accionistas los beneficios a
la sociedad? El caso Danone).
No hay comentarios:
Publicar un comentario