sábado, 23 de noviembre de 2024

Regulaciones sobre sostenibilidad: Después del vendaval viene la dilución.

 

 Para cada acción hay un reacción igual y opuesta.

Tercera ley de Newton.


En años recientes, la Comisión Europea ha desatado un vendaval de regulaciones sobre aspectos de sostenibilidad empresarial y ambiental para la implementación del Pacto Verde. Regulaciones de protección del consumidor, del comportamiento de las empresas, de reporte de la sostenibilidad empresarial, de las responsabilidades de los mercados financieros, calificación del verdor de las actividades, la emisión de instrumentos financieros verdes, sobre el greenwashing en los mercados de productos de consumo y los financieros, sobre la calificación de la sostenibilidad de valores negociables, entre otras….. y todavía faltan algunas para cerrar el círculo.

Naturalmente el vendaval ha dado lugar a resistencias por parte de las empresas, de instituciones, y recientemente de los actores políticos que buscan la dilución o el retraso de algunas de las regulaciones. En este artículo analizaremos estas reacciones y sus posibles consecuencias.

Ya se había diluido la CSDDD, [i] se ha pospuesto la Taxonomía Social sine die, [ii]  y la de deforestación y está en duda la actualización de la Directiva sobre finanzas sostenibles para incorporar reglas más estrictas y la Directiva sobre el reporte de la sostenibilidad empresarial. Pero esta dilución de intensificará y expandirá. [iii]

I.                Introducción

En la segunda mitad del 2024 se presentaron una serie de eventos que han tenido y van a tener un gran impacto en la regulación de la sostenibilidad empresarial y ambiental en Europa y por extensión, a otros países (el “efecto Bruselas”). Se aprobaron y entraron en vigencia una serie de regulaciones de impactos significativos, se realizaron elecciones para el Parlamento Europeo y se constituyó una nueva comisión europea, sin bien bajo la misma Presidenta, y en el proceso se presentó el informe The Future of European Competitiveness, (Informe Draghi), que tenía varios años en preparación, y se realizaron elecciones el EE.UU. que llevaron a un cambio de la visión sobre estas sostenibilidades, Y se ha intensificado el agotamiento de muchos actores sobre la sostenibilidad.  Todo esto ha dado lugar a una reconsideración del impacto de las regulaciones sobre la competitividad de los países de la Unión. Y el énfasis en la competitividad puede conspirar contra la sostenibilidad.

II.             Efectos perversos de las regulaciones: Reacción de los afectados

Las regulaciones aprobadas dentro del Pacto Verde de la Unión Europea están haciendo una gran contribución a la sostenibilidad, pero a medida que se han ido acumulando se ha ido sintiendo el impacto y costos que tienen en la operatoria de las empresa y los efectos en los  mercados de productos de consumo y de productos y servicios financieros, lo que está produciendo una reacción que conlleva una reevaluación de su efectividad.

La acumulación, el alcance y la velocidad e intensidad del cambio esperado han destapado algunos efectos perversos, que no pueden ignorarse en el proceso de reconsideración. Hacemos un breve comentario a los más destacables:

  • Oposición de las empresas y algunas instituciones;
  • Las cargas que se están imponiendo sobre la preparación, reporte, aseguramiento y cumplimiento de la información sobre sostenibilidad están llevando a las empresas a priorizar el cumplimiento con las regulaciones en detrimento de innovación y gestión de esa sostenibilidad.
  • De la misma manera pueden llevar a una reducción en las prácticas responsables:
  • Y una dilución de los compromisos, de las metas en sostenibilidad que las empresas están dispuestas, si no a cumplir, por lo menos a anunciar al público, el targetwashing. Minimizar el riesgo reputacional;
  • En consecuencia, se limitarán a informar sobre lo inevitable, el ecosusurro [iv](greenhushing), de nuevo para minimizar el riesgo reputacional;
  • Y ante las consecuencias y costos de identificar y actuar sobre los aspectos materiales, basados en la doble materialidad de los estándares de reporte europeos, las empresas buscarán minimizar el número de aspectos sobre los cuales reportar. Se alegará que el mayor rigor de estos estándares de reporte, y por ende de acciones, y los mayores costos de estas, comparados con los aplicables en el resto del mundo (solo materialidad financiera) puede disminuir la competitividad de las empresas;
  • La cantidad, el alcance, intensidad, la velocidad de la implantación y las contradicciones entre algunas de ellas causa agobio y confusión en las empresas, también elevando los costos de cumplimiento.
  • Las regulaciones sobre las operaciones de los mercados financieros han conducido al cierre de fondos de inversión y menores emisiones de bonos verdes, por ejemplo, por no cumplir con ellas. Para algunos ello quiere decir que las regulaciones disminuirán el financiamiento para la sostenibilidad, pero en gran parte ello es el resultado de sincerar, de reducir abusos aprovechando la incertidumbre sobre las reglas. Muchos de esos recursos financiaban la sostenibilidad de nombre no de hecho.

 

Sin embargo, estos efectos “perversos” no son una justificación para la dilución de las regulaciones que hacen una contribución positiva a la calidad de vida, pero sí son un grupo de factores que deben ser considerados en el alcance, cantidad, velocidad e intensidad de las regulaciones. Debe tomarse en cuenta la capacidad de implementación efectiva por las empresas e instituciones. [v]  Tampoco quiere decir que las regulaciones deben adaptarse a la empresa menos capaz, pero tampoco hacer pagar justos por pecadores, regular para el más deshonesto.  La clave está en el balance: la competitividad no debería lograrse a expensas de la sostenibilidad, ni viceversa.

 

Un indicador indirecto de la reacción a las regulaciones es que, a pesar de las amenazas de la comisión de penalizaciones, a noviembre del 2024, 12 miembros todavía no han transpuesto la Directiva sobre reportes de sostenibilidad a la legislación nacional (España sí lo ha hecho).  

III.           Reacción política.

 a.     Composición de la Comisión y del Parlamento

Las elecciones al parlamento europeo del 6 al 9 de junio del 2024 dieron lugar a cambios en el balance político, con ganancias de los conservadores a expensas de los progresistas, de los menos favorables a las regulaciones, a expensas de los que prefieren mayor control estatal. La derecha y ultraderecha tienen una amplia mayoría.

La nueva Comisión Europea ha elevado y ampliado la cobertura de los temas de sostenibilidad empresarial y ambiental, ahora con una vicepresidencia ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva que es además Comisaria de Competencia (número 2 de la comisión), y dos comisari@s, una para Medioambiente, Agua y Economía Circular y el otro para Clima, Emisiones Cero y Crecimiento Limpio. Y la comisión ha propuesto un nueva comisaría de Implementación y Simplificación. Pero es destacable lo que parece una contradicción entre las intenciones y las acciones:  la comisaria de competencia es de izquierdas y las comisari@s de medio ambiente y clima de derechas.  Est@s dos influirán en la dilución de las regulaciones.

b.     El Informe Draghi

Después de varios años en proceso, el 9 de septiembre del 2024 se publicó el informe The Future of European Competitiveness, en el que se presenta un exhaustivo análisis del retraso en la competitividad en los países europeos, poniéndola en el contexto de la competencia con otros países como EE. UU. y China. Tiene como objetivo proponer una serie de medidas para estimular esa competitividad de la Unión Europea. [vi]   Buena parte del énfasis del informe se refiere al efecto que la simplificación regulatoria y administrativa tiene sobre la competitividad. Dice:

El exceso en la carga regulatoria y administrativa puede entorpecer la competitividad de las empresas de la Unión Europea en comparación con otros bloques. Afecta negativamente la productividad sectorial, por ejemplo, aumentando los costos operativos e imponiendo barreras a la entrada de nuevas empresas, desalentando la competencia.

Y lo justifica con una comparación del “excesivo” nivel regulatorio europeo con el “liviano” de EE. UU., que consideran como un modelo (y en este país los políticos de derecha se quejan de la excesiva regulación), y con algunos estudios internacionales comparativos sobre el impacto de las regulaciones sobre la competitividad y la facilidad de hacer negocios. En este sentido, Europa sale mal parada de la comparación con EE. UU. y con algunos otros países, incluyendo China, que tiene una mínima regulación del comportamiento empresarial.

El informe aconsejó que todas las nuevas propuestas se sometan a una prueba de competitividad renovada con una metodología sólida para medir los impactos acumulativos, incluidos los costos de cumplimiento y las cargas administrativas.

Como se puede observar, el informe tiene un fuerte sesgo hacia el potencial impacto negativo sobre la competitividad, pero ignorando sus impactos positivos, lo que ha estimulado la reconsideración de las regulaciones en la Unión Europea, plasmadas en la Declaración de Budapest (ver a continuación).

En nuestro análisis del informe, [vii] publicado antes de esa Declaración, decíamos:

Lo peor: El empoderamiento que dará a los enemigos de la sostenibilidad para reducir las acciones y la transparencia y confiabilidad de la información. 

c.     Declaración de Budapest

La reunión informal de jefes de estado de la Unión Europea, celebrada en Budapest del 7 al 8 de noviembre, tuvo más cobertura mediática por las diferencias políticas entre el anfitrión, de ultraderecha, y muchos de los otros participantes. La reconsideración de las regulaciones casi que pasaron por debajo del radar informativo general, pero ello fue el núcleo de las discusiones, plasmadas en la Declaración de Budapest.

Es un plan de 12 puntos de los jefes de estado de la UE que enfatiza una "revolución de simplificación" para un "marco regulatorio claro e inteligente" en la UE. La comisión busca reducir la carga regulatoria combinando lo siguiente en una sola regulación ómnibus.

  • Directiva de informes de sostenibilidad corporativa (CSRD);
  • Regulación de taxonomía de la UE; y, 
  • Directiva de diligencia debida de sostenibilidad corporativa (CSDDD)

No obstante, la presidenta de la comisión explicó que no está tratando de alterar drásticamente las obligaciones substantivas impuestas por estas regulaciones, sino de racionalizar las obligaciones y de reducir la carga burocrática en las empresas en el alcance.

El Consejo de la Unión Europea pidió a la Comisión que presente propuestas concretas sobre la reducción de los requisitos de informes en al menos un 25% en la primera mitad de 2025.  El plan de la comisión para consolidar los marcos de informes de sostenibilidad empresarial pretende reducir la complejidad regulatoria y mejorar la competitividad en la UE.

La propuesta se considera un aplazamiento potencial bienvenido para las empresas, dada la interacción, a menudo superpuesta y compleja, entre la regulación de la taxonomía de la UE y las directivas de reportes, CSRD, y de diligencia debida, CSDDD.

Parafraseando la conocida cita, [viii] podríamos decir: La sostenibilidad y la competitividad se fueron al campo un día, más pudo la competitividad que la sostenibilidad que le quería.

d.     Reacciones externas

Los resultados de las recientes elecciones en EE. UU. han dado un significativo apoyo a la reducción y eliminación de regulaciones (aunque no fuera uno de los aspectos de las campañas políticas), sobre todo en los aspectos relacionados con la sostenibilidad empresarial (cambio climático, financiamiento sostenible, inclusión, libertad de asociación, solidaridad, etc.). De hecho, se ha anunciado la creación de un “ministerio” (más bien un grupo asesor) para la desregulación y simplificación administrativa.

Si bien esto no debería tener efecto directo sobre las regulaciones en Europa y en otros países, está empoderado a los enemigos de las regulaciones. Si antes susurraban sus oposiciones ahora las gritarán. Si el informe Draghi consideraba a EE. UU. el modelo de la liviana regulación en su situación actual, esto estimulará aún más sus efectos.

Esto inclinará el balance necesario entre sostenibilidad y competitividad a favor de esta última. Mal augurio para la “racionalización” de las regulaciones.

Y las amenazas de la imposición de aranceles a las importaciones en EE. UU. le darán gran urgencia a la competitividad de Europa. Lo que faltaba.Éramos muchos y parió la abuela”.

e.     Agotamiento y fatiga.

Y todo esto se desenvuelve en un entorno en el cual se ha venido sintiendo un agotamiento sobre las exigencias de la sostenibilidad empresarial. Ante las condiciones económicas adversas y los riesgos en la situación geopolítica actual, todos, las personas, la sociedad, las empresas y los gobiernos, ven los costos de la sostenibilidad empresarial y ambiental con más claridad y los beneficios más borrosos. Y nos volvemos más cortoplacistas.

Todos los beneficios que los promotores de la sostenibilidad empresarial nos han venido prometiendo no se están dando, pero los costos sí. Estamos cansados de esperar. Hay fatiga.

Se han postulado múltiples razones para explicar el decaimiento del interés sobre la sostenibilidad, uno de las más citadas es de ideología política, pero nosotros hemos postulado que la principal razón es ese agotamiento. Se ha querido hacer mucho, muy rápidamente. [ix]

IV.            En resumen

Las perspectivas para la regulación de la sostenibilidad no parecen muy favorables. Después del vendaval de las regulaciones viene el vendaval de la desregulación ….. para cumplir con la tercera ley de Newton.

Se está creando la “tormenta perfecta” para la dilución de las regulaciones.

Pero las regulaciones no pueden ser evaluadas solo en términos del impacto sobre la competitividad, como sugiere el informe Draghi. Debe considerarse el impacto sobre la calidad de vida, que es uno de los principales objetivos de la Unión Europea, por lo que se distingue de otros países como EE. UU., pero la balanza se está inclinado, peligrosamente, hacia la competitividad, en detrimento de la sostenibilidad.

Europa ha dado el ejemplo al mundo sobre la priorización de la sostenibilidad, sería un pena que se volviera


[iv] Lo habíamos propuesto como palabra del año en Palabra del año 2023 en sostenibilidad empresarial: Ecosusurro.

[v] En el artículo Mejorar la sostenibilidad empresarial: ¡Seamos realistas! analizábamos el impacto que los excesos de ambición de los reguladores pueden tener sobre el logro de sus objetivos.

[vii] Ver el artículo en la nota precedente.

[viii] El amor y el interés se fueron al campo un día más pudo el interés que el amor que le tenía.

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