¿Puede una empresa de casas de apuestas ser socialmente responsable? ¿Puede una tabacalera ser socialmente responsables? ¿Puede una productora de armas ser socialmente responsable?
Para muchos la respuesta es obvia y no hace falta hacerse las peguntas: No,
una empresa que produce productos que atentan contra la salud mental, física o la
seguridad de las personas no puede ser considerada responsable. Sin embargo, estas empresas presumen de “responsabilidad”
y son calificadas como tales por algunas calificadoras de sostenibilidad,
y hasta son incluidas en carteras de inversión responsable. Algo no cuadra.
En este articulo analizarnos estas aparentes contradicciones y presentaremos
una conclusión sobre su grado de responsabilidad ante la sociedad.
I.
Alegatos de responsabilidad de una empresa de casas de apuestas.
Este capítulo fue motivado por tres artículos, publicados en diversos medios,
sobre la responsabilidad de una de las casas de apuestas más grandes de los países
de habla hispana, lo que me hizo suponer que se trata de una campaña publicitaria
para mejorar la percepción del público sobre la empresa. Estos artículos nos sirven para analizar lo que
quiere decir “responsabilidad” en una empresa de productos nocivos.
En Codere Argentina recicló 35.000 kilos de
papel en el primer semestre, la empresa se
vanagloria del reciclaje, evitando contribuir a la acumulación de basura. El
reciclaje se ha considerado como una práctica responsable destacable en las
comunicaciones empresariales. El no reciclar es irresponsabilidad, pero hoy
en día reciclar no es responsabilidad social, es nada más ni nada menos que
sentido común. Y sobre todo en algo tan elemental como el papel. No es una responsabilidad
ambiental de la que vanagloriarse.
En La responsabilidad social de los casinos:
Promoviendo el juego responsable, se destacan las medidas que toma la empresa para reducir los impactos
negativos en los jugadores, que “…limitan el tiempo y el dinero que un
jugador puede gastar en una sesión, facilitan el acceso a recursos y servicios
de apoyo para personas que pueden estar desarrollando problemas de juego, y
trabajan de la mano con organizaciones dedicadas a la prevención y tratamiento
de la adicción al juego. Además, los casinos han asumido un papel proactivo en
la educación de sus jugadores, proporcionándoles información sobre los riesgos
potenciales del juego excesivo”. Es la misma promoción del consumo
responsable que impulsan las empresas de bebidas alcohólicas. Medidas laudables,
pero que en la gran mayoría de los casos son inefectivas, por la naturaleza de
la adicción y del jugador. Es posible que tengan éxito en algunos casos muy
concretos, pero la gran mayoría de los jugadores no son afectados.
En Casinos y Responsabilidad Social: ¿Cómo
las empresas de juego contribuyen a la sociedad, se pasa a la ofensiva, alegando que los casinos proporcionan empleo y pagan
impuestos (¿qué de especial tiene esto?), contribuyen al desarrollo
comunitario, al turismo, a la economía local, además de programas de educación
para el juego responsable. Muchas de
estas “contribuciones” son el resultado del negocio mismo, no una contribución explicita,
adicional, al mejoramiento de la sociedad.
Y por supuesto, como la gran mayoría de las empresas, no mencionan los daños,
no mitigados, que los productos o servicios pueden causar, en este caso la
destrucción de familias, alcoholismo, ausentismo laboral, deterioro de la
calidad de vida en el entorno físico en los vecindarios donde se localizan los
casinos y, en países en vías de desarrollo, la captura de las poblaciones más
vulnerables, entre un largo etcétera.
Como anécdota podemos citar el caso de los equipos de fútbol de Inglaterra
donde, durante el 2023, 10 de los 20 equipos de la Premier League y 15
de los 22 equipos de la Championship, incluyendo la liga misma, son
patrocinados por casas de apuestas online (con impacto negativo quizás
menor que los casinos). Pero finalmente han visto la luz y a partir de la
temporada 2026-2027 los equipos acordaron desistir de estos patrocinios en las
camisetas, pero podrán ser utilizados de otras maneras. En España, hasta 17 equipos de La Liga tuvieron
patrocinio de casas de apuestas, hasta que fue prohibido, por el gobierno,
a partir de la temporada 2021-2022.
II.
Practicas responsables, responsabilidad del producto y sostenibilidad
empresarial
Estos artículos ilustran muy precisamente dos aspectos claves de la
responsabilidad empresarial: (1) la importancia de considerar la
responsabilidad del producto como uno de los elementos más determinantes de esa
responsabilidad y (2) la diferencia entre prácticas responsables y la sostenibilidad
empresarial. Lo comentamos a
continuación.
La responsabilidad el producto es algo que merece mucha más atención de la
que se da en los análisis. En algunos casos, se ignora, en otros se da por hecho y en muy pocos se
analiza como parte integral de la sostenibilidad empresarial. ¿Recuerda el
lector secciones de informes de sostenibilidad donde se discuta la
responsabilidad del producto, desde un punto de vista imparcial? ¿ha visto
alguna vez una mea culpa?
Un caso paradigmático son las calificaciones de sostenibilidad, basadas en
los criterios A, S y G, que no incluyen una P. La responsabilidad del P,roducto
no es factor qe suma o resta puntos a las calificaciones. La gran mayoría lo ignora. Algunas
calificadoras, las que califican en base a best in class, [1] lo ignoran
por completo ya que las calificaciones se hacen en comparación con otras
empresas del mismo grupo industrial. Ello conlleva a que haya una tabacalera,
una casa de apuestas, una empresa de armamentos, una empresa de bebidas
alcohólicas como la mejor de su grupo ….. o segundas o terceras. Así los
inversionistas responsables que quieren incluir empresas de estos sectores saben
cuál es “la mejor”. Es muy cierto que muchos inversionistas responsables no
invierten en estos sectores vía la estrategia de “exclusión negativa”, que
excluye empresas de estos sectores y que es la más usada de las estrategias de
inversión “responsable”. Pero ello permite alardear a estas empresas de ser
responsables. No detallan que es una
calificación relativa a otras empresas, con el mismo tipo de productos
irresponsables. No, dicen que su empresa ha sido calificada como la más
responsable, la mejor, con la categoría de oro.
Esto permite ilustrar la diferencia entre empresas con algunas prácticas
responsables, que es lo que en realidad hacen las calificadoras, de las
empresas realmente responsables, que, en teoría, son las que no tienen
irresponsabilidades y además llevan a cabo sus actividades con el fin de contribuir
específicamente, más allá de la rutina de su negocio, al bienestar de la
sociedad. No hay empresas que podemos
decir que son totalmente responsables y que logran la sostenibilidad
empresarial. Es una cuestión de grado, no existe ni puede existir un estándar absoluto. Pero sí se puede decir que hay empresas que
no incurren en irresponsabilidades y otras que sí lo hacen.
Sí, una empresa de casas de apuestas puede tener practicas responsables,
pero no llegará nunca a ser una empresa “responsable”, independientemente de lo
que digan las calificadoras. Y esto no es semántica, es cuestión de imprecisiones en el lenguaje, que
es precisamente de lo que aprovechan este tipo de empresas.
Y viceversa, tampoco son responsables empresas que tiene productos
responsables y prácticas irresponsables. Un caso paradigmático es el de
Tesla, líder mundial en la producción de vehículos eléctricos, con la
consecuente contribución a la reducción de emisiones, pero conocida por su
entorno laboral tóxico, de discriminación y hostigamiento.
Estos son usos sofisticados del efecto aureola, [2] que es
la ilusión a través de la cual los humanos tendemos a extrapolar algo positivo
como si fuera generalizado. Las empresas demuestran algunas prácticas
laborales, ambientales o de gobernanza positivas, y tenemos la tendencia a
extrapolar, sin pensarlo mucho, a que es responsable en muchos otros aspectos.
Por ejemplo, si vemos una persona que tira desperdicios en la calle,
extrapolamos a que es una persona mala en muchos otros sentidos, sin conocerla.
III.
En resumen
Las empresas con productos irresponsables pueden tener practicas
responsables, pero por muchas que estas sean no se les puede atribuir el adjetivo
de responsable, no lo
serán nunca por mucho que lo digan algunas calificadoras de sostenibilidad, a menos
que el producto también sea responsable.
Es laudable reconocer estas prácticas responsables en las empresas con
productos irresponsables, y deseable que las profundicen y extiendan. Pero hay que distinguir entre las empresas
que tienen la capacidad y voluntad de hacer la transición a empresas con
productos responsables, de las que su producto es inamovible. Para las
empresas de apuestas su producto es y será las apuestas. Para las empresas de
armento es y será el armamento. Las empresas tabacaleras se diversificaron hacia
los cigarrillos electrónicos, pero el producto es igualmente nocivo y adictivo.
Las empresas de bebidas alcohólicas reducen el contenido alcohólico de algunas
bebidas, pero el fundamento de su negocio es el alcohol ….. pero promueven que se
“consuma responsablemente”.
Hay algunas empresas donde el producto puede mejorar su responsabilidad. Un
ejemplo es el caso de las empresas de combustible fósiles, que se están
diversificando hacía energías renovables. Aunque estas empresas no pueden ser consideradas
responsables, por lo menos merecen el apoyo de la sociedad en su transición
hacia productos responsables ….. si es legítima y no es greenwashing.
Pero lo que no podemos hacer el otorgar el calificativo de responsable a
empresas con solo algunas prácticas responsables, y mucho menos si tienen
prácticas y productos irresponsables.
No, no son empresas responsables, son empresas con
algunas prácticas responsables.
[1] Ver ¿Es lo mismo Inversión
Socialmente Responsable, ISR que inversiones ASG?, capitulo VIII.6 en Una
Mirada Crítica a la Responsabilidad Social en Iberoamérica, Vol. VII.
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