sábado, 9 de julio de 2022

Reseña de publicaciones sobre sostenibilidad. Primera parte: Finanzas sostenibles


La cantidad de publicaciones diarias sobre sostenibilidad es abrumadora y está creciendo a ritmo acelerado. Es imposible estar al día. Son tantas que no podemos hacer un análisis exhaustivo de cada una, como hemos hecho en el pasado, pero creemos que nuestros lectores se pueden beneficiar con al menos una breve descripción sobre estos estudios, publicados mayormente en el último trimestre del 2021 y primer semestre del 2022. 

Esta breve nota tiene la ventaja de poner a su disposición mi extensa red de información sobre la sostenibilidad, pero la desventaja de no ofrecerles un análisis exhaustivo. A lo mejor algunas de estas publicaciones son de su interés y pueden estudiarlas en más detalle. 

En esta primera parte comentamos quince publicaciones sobre finanzas sostenibles. La segunda parte lo hará sobre un número semejante sobre la gestión de la sostenibilidad empresarial.

Las publicaciones comentadas son muy variadas, en términos de objetivos, de calidad, de aplicación práctica y de extensión. La selección se ha basado en lo que creemos puede ser de interés para las diferentes audiencias de este artículo, que son muy diversas. En algunos casos hemos emitido una recomendación de estudio de la publicación.

I.                Finanzas sostenibles

 1.      How SDG-aligned is ESG? Putting sustainable funds to the test.

Informe producido por la empresa consultora Util, que se especializa en el análisis automatizado de grandes cantidades de información (machine learning). El estudio analiza la exposición e impacto sobre los ODS de 281fondos de inversión calificados como sostenibles en EE. UU. bajo tres premisas muy laudables: que el impacto social y ambiental de las empresas no está bien contabilizado, que las calificaciones de sostenibilidad son arbitrarias y relativas, y que las empresas son juzgadas por lo que dicen y no por lo que hacen. Las conclusiones son lo que muchos decimos pero que rara vez se reconocen: (1) el greenwashing es muy extendido (los fondos sostenibles y los generales contienen básicamente las mismas acciones[i] ); (2) no hay mucho impacto positivo (si bien los fondos sostenibles minimizan el impacto neto negativo, no tienen impacto positivo significativo y ambos grupos tienen impacto ambiental neto negativo); y (3) medir el impacto neto es muy complicado ya que todas las empresa tienen impactos positivos y negativos, directos e indirectos, sobre los que existe muy poca información confiable.  Este brevísimo resumen no hace justicia a la riqueza del análisis presentado para cada uno de los ODS y las tipificaciones de los fondos. 20 páginas.

2.      Sustainability-Linked Loans A Bridge to Connect Corporate Sustainability and Finance.

Un folleto didáctico producido por la consultora Sustainalytics, la mayor del mundo en la emisión de segundas opiniones sobre instrumentos de financiamiento sostenible, para promover la utilización de los préstamos ligados a la sostenibilidad. Pasa revista su utilización reciente, con algunos ejemplos. Estos préstamos se rigen por los Principios de préstamos ligados a la sostenibilidad. El instrumento es muy semejante a los bonos ligados a la sostenibilidad, BLS, pero en este caso en vez de valores negociables emitidos en los mercados de capitales son préstamos de una o varias instituciones financieras, que incluyen como condición el logro de alguna meta de sostenibilidad. Los recursos, como en el caso de los BLS, son de libre disposición, el prestatario puede hacer lo que quiere con los recursos, no tiene obligación de dedicarlos a proyectos o actividades sostenible, basta que se comprometan a lograr alguna meta en sostenibilidad, a diferencia de los préstamos sostenibles que se deben destinar a algún proyecto o actividad sostenible, con logros de sostenibilidad, que pueden ser especificados en el contrato de préstamo. Aquellos préstamos adolecen de los mismos defectos que los BLS, y es que pueden otorgarse a empresas que son irresponsables y cuyo único compromiso será hacer algo responsable. Estos préstamos son ideales para el greenwashing, lo que la consultora ignora convenientemente.[ii] 15 páginas.

3.      Key Considerations for Sustainability-Linked Loans.

Una guía de dos páginas que complementa el documento anterior.  Es significativo que el título del nexo en internet, que no es el documento, sea Key Considerations for Credible Sustainability-Linked Loans. Es un reconocimiento subliminal que estos préstamos no suelen ser “creíbles”. 2 páginas.

4.      How Sustainable Finance is Shaping Change in Banking.

Otro folleto didáctico de Sustainalytics, esta vez sobre el papel que juega/puede jugar la banca en el financiamiento sostenible. Pasa una breve revista a la evolución reciente de ese financiamiento en términos de bonos y préstamos para luego describir las estrategias que pueden seguir los bancos para involucrarse en el proceso. 20 páginas.

5.      Global ESG Disclosure Standards for Investment Products.

Un documento del CFA Institute, la asociación gremial de los analistas financieros, donde se proponen estándares para la descripción y categorización de productos de inversión responsables. Es un documento guía para sus miembros, que debe ser considerado como un suplemento a los estándares de aplicación obligatoria de la Unión Europea y de los que se están desarrollando en EE. UU. y otros países.  Es un buen resumen de lo que los emisores de los productos deberían considerar divulgar en sus documentos de oferta. Incluye una serie de principios a seguir en la diseminación, basados en el cumplimiento de normas y regulaciones (compliance), los requerimientos de información y la terminología ASG. En cuatro apéndices desarrolla los principios para determinar la aplicabilidad de las diseminaciones, ejemplos, el desarrollo de un estándar global y su relación con otros estándares y códigos.  Es de notar que es un documento del 2021 y en este último aspecto no puede estar al día, ante los continuos cambios en las regulaciones, pero es un buen repaso de las consideraciones necesarias para la diseminación. 52 páginas. Recomendado.

6.      Recommendations on Sustainability-Related Practices, Policies, Procedures and Disclosure in Asset Management. IOSCO

Documento comisionado por la International Organization of Securities Commissions, IOSCO (la asociación que agrupa a las comisiones reguladoras del mercado de valores del mundo), para hacer un amplio análisis de la industria de gestión de fondos responsables, sus prácticas, políticas, procedimientos y divulgación de información, con el objetivo de extraer una serie de conclusiones que permitan guiar su creciente regulación por las comisiones de valores. Por ahora el liderazgo está en la Comisión Europea, pero durante el 2022 y años siguientes se extenderá a las comisiones miembros de IOSCO fuera de Europa. Para los no reguladores, el valor del estudio está el extenso análisis de la situación institucional de la oferta de valores responsables (¡si es que lo son!) y las debilidades o aspectos que se deben mejorar (capítulos 2 y 3).  Para los reguladores, objeto del estudio, el valor está además de este diagnóstico en las recomendaciones que podrían implementar.   El estudio cubrió unas 20 comisiones de regulación, de las que la mitad no tienen reglas o procesos específicos para productos relacionados con la sostenibilidad y aplican sus regulaciones sobre las inversiones regulares, bajo los argumentos de que en esos países el mercado de las inversiones responsables es muy pequeño o que las reglas existentes pueden cubrirlo.  Y aun en países que lo tienen más desarrollado, la mayoría usa los procedimientos regulares para atender las violaciones. De allí la necesidad de prepararse para regular ese mercado. El documento propone cinco recomendaciones (relativamente obvias, pero ojalá se implementen): (1) establecer mecanismos regulatorios y de supervisión sobre las políticas, prácticas y procedimientos para la gestión de los riesgos y oportunidades en esos productos y su diseminación; (2) establecer requerimientos de diseminación de información para los inversionistas puedan entender los productos que se ofrecen y los riesgos relacionados con su sostenibilidad; (3) establecer procesos y mecanismos de supervisión y aplicación sobre estos requisitos; (4) estimular el desarrollo de terminologías que contribuyan a evitar la confusión y el greenwashing comunes a toda la industria; y (5) promover programas de educación para los inversionistas sobre la inversión responsable. 76 páginas. Recomendado.

7.      Environmental, Social and Governance (ESG) Ratings and Data Products Providers.

Es otro estudio comisionado por IOSCO para entender mejor el mercado de las calificaciones sobre sostenibilidad e informarse sobre el papel que los reguladores de los mercados de capitales deben jugar. Si bien es de noviembre del 2021 contiene información valiosa y todavía de actualidad. Hace un repaso de ese mercado, analiza las prácticas de los proveedores de datos y calificaciones, recoge comentarios de usuarios sobre esas prácticas, analiza las interacciones entre los proveedores de datos y las calificadoras y considera las posibilidades de mejorar esa actividad, y, basado en lo aprendido, hace recomendaciones a los reguladores de los mercados de valores, a los proveedores de datos, a las calificadoras, a los usuarios y a las empresas sujetas a calificación. Las recomendaciones son (también) relativamente obvias y añaden poco, pero resumen el estudio. A los reguladores recomienda prestarles más atención al uso que se les da a la información y calificaciones en sus jurisdicciones, lo que se está recogiendo en las regulaciones de la Comisión Europea, la SEC de EE.UU., entre otras, y ya se empezado a ver en las acciones que están tomando sobre el greenwashing por parte de gestores de fondos de inversión.[iii] Recomienda además a los proveedores de información y calificadoras divulgar los factores que llevan a los resultados, incluyendo sus fuentes de información, metodologías, conflictos de interés (con sus actividades de consultoría), mayor transparencia y la gestión de información confidencial.  A los usuarios les recomienda que investiguen mejor como se ha llegado a las calificaciones y que quieren decir (algo muy obvio). Quizás el mayor valor del estudio es llamar la atención a los mismos reguladores de que puede haber abusos en este mercado de información sobre sostenibilidad y que deben actuar. 56 páginas.

8.      ESG and Responsible Institutional Investing Around the World: A Critical Review

Es un estudio efectuado por un profesor para la Fundación de investigación del CFA Institute (ver #5 arriba) donde se pasa revista a la industria de la inversión responsable a nivel agregado, global, no a nivel de ningún país (aunque hay datos sobre algunos países).  Adolece del sesgo académico de analizar otros estudios académicos, con extensas y abundantes notas al pie, pero con pocas conclusiones. Es más un estudio para saber cómo está la situación. Considera las fuerzas que estimulan la inversión responsable, el papel de los inversionistas institucionales (fondos de inversión, de pensiones, de grandes riquezas, de seguros, etc.) en el fomento de la responsabilidad de las empresas, la incorporación de aspectos ASG en la de la gestión de estos fondos, y brevemente, considera una serie de aspectos surtidos (votos en asambleas, calificaciones ASG, si los inversionistas sacrifican rendimientos financieros por responsabilidad y como medir impacto). 72 páginas, incluyendo 15 de bibliografía.

9.      EBA Report on Management and Supervision of ESG Risks for Credit Institutions and Investment Firms

Es un extenso y completo informe producido por la Autoridad Bancaria Europea, EBA, el regulador de los mercados financieros, sobre la gestión y supervisión de riesgos ASG en instituciones financieras de crédito y de inversión. Un tratado de gestión de riesgos ASG en estas instituciones. Su objetivo es proporcionar definiciones comunes de los riesgos ASG, detallar los arreglos, procesos, mecanismos y estrategias a ser implementadas por las instituciones de crédito y de inversión para identificar, evaluar y gestionar esos riesgos y recomendar como los riesgos ASG deben ser incluidos en la supervisión y evaluación por parte de las autoridades competentes.   Para ello incluye una definición de los factores ASG, de los riesgos correspondientes y de sus mecanismos de transmisión hacia las instituciones financieras, indicadores cualitativos y cuantitativos, métricas y metodologías para la evaluación de los riesgos A (físicos, de transición, interacción entre ambos), S y G, gestión de los riesgos (prácticas, gobernanza y esquemas), y el proceso de supervisión por parte de los reguladores de los riesgos ASG. Incluye un apéndice con un listado de factores ASG. Sin embargo, ello se debe considerar solo como indicativo, no taxativo, a pesar ser de una fuente oficial (pero no es un documento regulatorio), ya que del análisis de cada institución surgirá el esquema apropiado a su contexto. Recordemos que en el mercado de la información ASG hay millares de estos indicadores. 161 páginas. Recomendado.

10.   Responsible Business Conduct in the Financial Sector in Latin America and the Caribbean.

Informe sobre las políticas, prácticas y regulaciones sobre finanzas sostenibles en nueve países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Panamá (no cubre países del Caribe). Describe el sector de las finanzas sostenibles en la banca e inversionistas institucionales y analiza los impulsores de estas finanzas, las prácticas de este sector, su participación en iniciativas voluntarias, y sus políticas y regulaciones.  Hay que destacar que el término “responsable business conduct” es un término exclusivo de la OCDE para distinguirse del resto del mundo, que usa responsabilidad social o sostenibilidad. Lamentablemente es relativamente estrecho de miras, ya que el análisis usa como marco de referencia sus Líneas Directrices para Empresas Multinacionales, que, si bien proporcionan un esquema para el comportamiento de las multinacionales, tienen una visión estrecha de las responsabilidades ante la sociedad de las instituciones financieras en particular. Ello le resta valor al estudio. Estas tienen obligaciones y responsabilidades derivadas de su licencia regulatoria, de que gestionan recursos del público, de que financian la actividad económica (responsable) y que de contribuyen al riesgo del sistema financiero. 52 páginas.

11.   Banking on Climate Chaos, 2022.

Informe muy crítico que analiza el financiamiento a los combustibles fósiles por parte de 60 de los mayores bancos internacionales, en los últimos seis años. Destaca la contradicción por parte de algunos bancos entre sus promesas sobre la reducción de su financiamiento y la neutralidad en carbono y sus prácticas. Incluye estadísticas para el BBVA y el Santander. Producido por un grupo de las siete mayores y más reputadas ONG ambientalistas. 40 páginas. Excelente producción.

12.   Enhanced Disclosures by Certain Investment Advisers and Investment Companies about Environmental, Social, and Governance Investment Practices

Propuesta para comentarios de la Comisión de Valores y Mercados, SEC, de EE. UU. sobre los requerimientos de diseminación de información por parte de las instituciones involucrados en la comercialización al público inversionista de productos financieros relacionados con la sostenibilidad. Es una propuesta que va en las mismas líneas que el Reglamento sobre divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (Sustainable Finance Disclosure Regulation, SFDR, de la Comisión Europea. Siguiendo la línea anglosajona es menos taxativa que la europea y destaca la información que se debe divulgar para que sean los inversionistas los que tomen sus decisiones, les delega la responsabilidad, pero se asegura que tienen información básica para hacerlo, por lo que, por ejemplo, declina definir lo que es ASG. Los requerimientos de información dependen del grado de intensidad con que los instrumentos alegan tomar en cuenta los criterios ASG: (1) cuando se consideran como uno de muchos criterios (fondos de integración), (2) cuando los instrumentos son específicamente dedicados a la sostenibilidad y (3) cuando pretenden lograr impactos específicos (fondos de impacto). En el primer caso deben reportar en los prospectos los criterios que usan, en el segundo caso deben reportar además la estrategia de selección, como seleccionan las inversiones, las proporciones de los activos seleccionados con cada estrategia, como votan en las asambleas y como se involucran en promover la sostenibilidad en las empresas (engagement). En el tercer caso deben además reportar en los informes periódicos de rendimiento los impactos logrados, como los miden y la relación entre el impacto que persiguen y los resultados financieros. Conceptualmente es similar a la categorización del SFDR donde se establece, entre otras cosas, una tipificación de los instrumentos en los artículos 6, 8 y 9, aunque el SFDR llega más lejos al pedir que se reporte los principales impactos adversos en la sostenibilidad (Principal Adverse Sustainability Impact) y tiene una mayor especificidad en la diseminación de la información. Pero a diferencia de la Unión Europea, no se basan en taxonomías (verde y social). Y algo novedoso en la diseminación de información es de que, si se utilizan calificaciones o evaluaciones de terceros o se sigue algún índice de sostenibilidad, deben diseminar como lo hacen y describir ese sistema de calificación, evaluación o construcción del índice. No pueden evadir la responsabilidad de la calificación. Además, si el fondo alega que contribuye al logro de algún ODS, deberá describir el impacto que tiene (con esto a lo mejor se logrará también reducir el greenwashing en este sentido). 168 páginas, buena parte de las cuales incluyen preguntas a los potenciales usuarios (y casi 200 páginas más dedicadas a un análisis económico de las regulaciones y de las posibles alternativas, requerido por ley en EE. UU.).

13.   Striking the Right Note: Key Performance Indicators for Sovereign Sustainability—Linked Bonds.

Completo reporte como se puede esperar del Banco Mundial.  Presenta una lista de indicadores claves de rendimiento, KPI, para ser usados para medir el rendimiento prometido en las emisiones de bonos ligados a la sostenibilidad ambiental (energía, cambio climático, biodiversidad, capital natural).  Esta metodología está bastante más desarrollada para la empresa privada, porque es más sencilla. En el caso de emisiones de deuda por parte de países la determinación, medición y comprobación de los indicadores puede ser mucho más compleja. De allí la necesidad de una guía como esta.  No solo se detallan los potenciales indicadores, sino que además se analiza el contexto y se desarrollan criterios para su selección en función de su eficiencia, efectividad y factibilidad.  Y estos criterios pueden ser adaptados para las emisiones de bonos de empresa privadas. Es de recordar que los recursos obtenidos a través de estas emisiones son de libre disponibilidad para el país, los pueden dedicar a cualquier actividad, con tal de que logren los KPI prometidos y en caso de no hacerlo pagar penalizaciones. [iv] Como en el caso de la empresa privada cabe preguntarse la ventaja de estos instrumentos sobre las emisiones genéricas: tienen la ventaja de comprometer al país a algún logro, pero la desventaja de que no hay relación entre los recursos obtenidos y esos logros. El país debería buscar lograrlos independientemente del dinero obtenido, es su responsabilidad. Otra cosa es hacer emisiones de bonos verdes, sociales o sostenibles, con los recursos obtenidos comprometidos a financiar proyectos y actividades para esos logros. Y hay que enfatizar los riesgos envueltos en la dispersión de responsabilidades cuando los gobiernos tienen acceso a fondos de libre disposición, que son usados un sector de la burocracia, pero donde la responsabilidad del logro de metas, está en otra parte de la burocracia o inclusive fuera aun de su control efectivo, y cuando la penalización la debe pagar otra (Hacienda). Estas disfuncionalidades en responsabilidad son mucho menores en la empresa privada. Pero si los gobiernos están emitiendo aquellos bonos, por lo menos que sea con KPI factibles, eficientes y efectivos. 63 páginas. Recomendado.

14.   Key Performance Indicators (KPIs) for Sustainability-Linked Bonds (SLBs)

Una publicación diferente a las reseñadas arriba. En este caso es una hoja de cálculo EXCEL, producida por la International Capital Markets Association, ICMA, que es la responsable de producir y mantener los principios de los bonos verdes, sociales, sostenibles y los ligados a la sostenibilidad.  La hoja de cálculo incluye varias pestañas, pero las más destacables son una con una matriz de aspectos materiales para diferentes sectores industriales y otra con cerca de 300 indicadores claves de rendimiento, KPI, para su utilización en los bonos ligados a la sostenibilidad, para las emisiones de bonos del sector privado. A diferencia de la publicación anterior del Banco Mundial solamente incluye los nombres de los KPI, sin contexto ni discusión alguna. ¿? Páginas.

15.   The Green Corporate Bond Issuance Premium

En la práctica comercial sobre las emisiones de bonos verdes hay mucha discusión sobre si estos bonos se colocan a mejores precios (o sea menores tasas de interés) que los bonos convencionales de riesgo semejante.  En general se presentan evidencias que son circunstanciales sobre su menor costo, reportadas por los promotores de estas emisiones y su comercialización. El estudio que reseñamos es uno de los pocos estudios realmente rigurosos sobre el tema. Es publicado como documento de trabajo por el Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal de EE. UU., el equivalente al Banco Central (recordemos que el Sistema de la Reserva Federal está compuesto por doce bancos “centrales” regionales, por lo que tienen un Consejo de Gobernadores). Esto permite suponer que el estudio ha sido sometido a un proceso de revisión riguroso que otorga confianza en los resultados que reportan.  El estudio se basa en extenso análisis estadístico de casi 130 000 bonos corporativos convencionales y casi 1 200 bonos corporativos verdes, emitidos por 12,736 empresas, entre el 2014 y 2021. Se encontró que, en el promedio, los bonos denominados en euros y en USDólares tienen un greenium (descuento) de ocho puntos básicos (0.08%) sobre los bonos convencionales. Estiman que se debe al exceso de demanda por parte de la industria de la inversión responsable, ISR, con dos factores: la sobredemanda inicial y la inclusión de los bonos en índices ISR. El greenium se observa mayormente en bonos emitidos en euros o en USDólares fuera de EE. UU. La gobernanza del bono y su revisión independiente afectan el greenium, pero la credibilidad de los proyectos que se financiarán no parece tener efecto. El greenium se concentra en emisores de grado de inversión, de gran tamaño, mayormente en el sector bancario y en economías desarrolladas. De estos resultados el suscrito concluye, sin la credibilidad de la Reserva Federal, que el greenium se explica por la necesidad de tener valores verdes en las carteras y en los índices, más que por una apreciación de su contribución a la sostenibilidad del planeta.  También es posible que la calidad de los proyectos no sea un factor relevante porque cuando se emiten y hasta cuando se ejecutan, todavía son ideas, de impacto incierto.  Esta sería una explicación benévola de porqué la calidad de los proyectos, que debería ser lo más importante, no lo es. Una explicación perversa sería que los proyectos no importan, que lo importa es poder decir que son verdes (¿tintes de greenwashing?). 46 páginas.

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