sábado, 5 de marzo de 2022

¿Son las empresas de armamento socialmente responsables?


 ¡Qué pregunta! Pues sí, querido lector, con la invasión de Rusia a Ucrania la pregunta está siendo objeto de discusión y para algunos la respuesta no es obvia.

Artículos en los dos periódicos más prestigiosos del mundo anglosajón cubren el tema. El artículo del New York Times, NYT, Russia’s War Prompts a Pitch for ‘Socially Responsible’ Military Stocks reporta sobre la propuesta de algunos analistas de considerar las empresas como “socialmente responsables” y el del periódico Financial Times, FT, de Londres, Are defence stocks now ESG? se hace esta pregunta.

En esta breve nota analizamos las posibles razones por las que se ha puesto a consideración el asunto y los argumentos que se hacen a favor y en contra de aceptarlo.

Uno de los casos supuestamente más claros de la (ir)responsabilidad empresarial son precisamente las empresas de armamento, junto con las de tabaco, apuestas, alcohol y combustibles fósiles. Y aunque hay diferencias entre fondos, con las de armamento hay casi unanimidad. [1] Forman el núcleo de las estrategias más elementales de la selección de inversiones socialmente responsables: la estrategia de exclusión.  Los valores de las empresas de estos sectores industriales se excluyen de las carteras, sin análisis ulteriores. Así de simple. El resto de las empresas son objeto de análisis de sus características con los criterios ASG para decidir su inclusión.

¿Qué ha cambiado ahora para que sean consideradas como posibles candidatos a estas carteras?

La invasión ciertamente ha puesto el armamento en todos los medios, en todas las discusiones, hasta en los comentarios en la familia y amigos. Y sin duda que algunos analistas financieros, que escrudiñan las tendencias han visto que es una industria con un gran potencial de crecimiento, en la recomposición del armamento consumido y el aumento de la demanda con fines preventivos.  Con ello se deduce que será una industria que podrá producir beneficios relativamente superiores a los del promedio de los mercados financieros.  Por ejemplo, el fondo (no responsable) de Fidelity Select Defense & Aerospace, que reproduce la industria, subió un 8,1% entre el 24 de febrero, día de la invasión, y el 3 de marzo, comparado con una ganancia del 3,3% del S&P 500 y una pérdida del 6,4% del índice DAX de la bolsa de Alemania.

Por otra parte, el interés por las inversiones socialmente responsables, ISR, o, a un nivel inferior, con criterios ASG [2] esta siendo explosivo, y con ello la demanda por valores que puedan ser calificados como socialmente responsables.

¿Y que tal si juntamos el hambre con las ganas de comer? Para algunos sería ideal poder calificar los armamentos, que producirán una mayor rentabilidad, como responsables, y así hacerlas elegibles para atender la demanda por la ISR. Y de paso, esta ISR sería más rentable que las inversiones tradicionales, estimulando aún más su demanda.

¿Quién ganaría con todo esto? Las empresas de armamentos y la industria alrededor del financiamiento sostenible: gestores de fondos, asesores, calificadoras, productores de información, etc.  ¿Qué ganaría la sociedad? Veamos algunos puntos de vista.

El artículo del NYT reporta las declaraciones de dos analistas del Citi que alegan que “la altura de la responsabilidad social en estos momentos requiere invertir en acciones de empresas que producen armamentos ….la defensa de los valores de las democracias liberales y la creación de disuasivos, que preserven la paz y la estabilidad global es tan importante que las empresa productoras de armamentos deben ser incluidas en los fondos con la etiqueta ASG, medio ambiente, social y gobernanza” (énfasis añadido).

Estaremos de acuerdo que preservar la paz y la estabilidad global es una responsabilidad social, pero que hacerlo via la producción de armamentos es descabellado. ¿Podemos suponer que el armamento será utilizado responsablemente? ¿Qué solamente tendrán acceso a ellos los lideres responsables? ¿Qué no causarán destrucción? ¡Hay de todo en la viña del señor! 

La mayor parte del articulo se dedica a reportar opiniones de promotores de la inversión socialmente responsable que consideran esta idea como “absurda”.

El artículo del FT es menos enfocado, pero contiene algunos matices destacables. “Pero si la empresa suministra armamento a un país invadido, indefenso, en una lucha no provocada, o a países también indefensos que lo respaldan ¿no podríamos calificarlos como un bien social, una S.  Seguro.”  Pero, pregunto: ¿hay empresas de armamentos que se dedican exclusivamente a este caso? ¿Qué no venden armas a países que las utilizan para fines “no sociales”?

También comenta la posibilidad de que la Comisión Europea incluya los armamentos en la taxonomía social, en proceso de aprobación. “Hace unos meses era impensable que cuando la Unión Europea finalizase los criterios de su taxonomía social para el financiamiento sostenible, que la industria de la defensa tuviera alguna posibilidad de ser considerada consistente con sus objetivos. Que hace “una contribución sustancial a la ASG” o que “no causa daño significativo”, por ejemplo.  Hoy es casi una certidumbre …… El punto clave aquí es que la idea de que se puede producir un esquema ASG estático, que excluye sectores o empresas, no es válida.” (énfasis añadido).

Es una opinión bastante optimista de que los armamentos sean considerados como de beneficio social en la versión final de la taxonomía de la Comisión Europea. Si así fuere, la taxonomía podría perder credibilidad entre los inversionistas responsables, como ya lo está haciendo la inclusión del gas y energía nuclear en la taxonomía verde. A los inversionistas les quedará la opción de seleccionar sus inversiones de acuerdo a criterios más estrictos que los estipulados en las taxonomías. Pero la industria de las inversiones ASG se podrá aprovechar de ello para comercializar fondos de dudosa responsabilidad. [3]

En conclusión, es posible que los armamentos sean considerados por algunos como que aportan beneficios sociales, pero ello será una degeneración más del financiamiento sostenible.  Abrirá todavía más la puerta a los gestores de fondos “responsables” inescrupulosos. Pero también afinará y estimulará el activismo de los que se promueven la inversión legítimamente responsable.

No es posible distinguir el producto de su uso. ¿Puede un producto irresponsable ser usado responsablemente, para beneficio de la sociedad? ¿Puede un producto responsable ser usado irresponsablemente?

 


[1] Los fondos de inversión que se basan en la selección de “best in class” con la metodología del S&PGlobal (índice Dow Jones de Sostenibilidad) incluyen los valores de las empresas que son calificadas como las “mejores” en los diferentes sectores industriales, independientemente de la responsabilidad de sus productos, y por ende pueden incluir estos sectores.  Pero la estrategia de exclusiones de estos sectores es la más popular en la conformación de fondos socialmente responsables.

[3] Ver el artículo de la nota al pie precedente, para apreciar la “flexibilidad” de los fondos etiquetados ASG versus el rigor de los ISR.


No hay comentarios: