domingo, 13 de marzo de 2022

La invasión de Ucrania y su impacto en la sostenibilidad empresarial y ambiental


La invasión está teniendo impacto sobre la sostenibilidad empresarial y sobre la ambiental, algunos inesperados. Consideraremos cuatro aspectos: responsabilidad de la empresa privada; energía y cambio climático; responsabilidad social de los armamentos; e, inversiones ASG.

1.    Responsabilidad de la empresa privada

Centenares de empresas están cerrando sus operaciones en Rusia y Bielorrusia o dejando de comercializar con instituciones de esos países.[1]  La invasión es tan injustificada como brutal que hacía previsible que algunas empresas expresaran su opinión via desinversiones.  Lo que es sorprendente es la cantidad de empresas que lo están haciendo, con costos significativos.  Algunas podrán ser expropiadas con compensación dudosa y/o serán excluidas de hacer negocios con los dos países en el futuro.  En todo caso, algunas tendrán pérdidas muy significativas y es laudable que las acepten para hacer valer sus valores.

Como parte de su responsabilidad empresarial, algunas lo harán bajo el argumento moral, de no querer asociarse con esa violencia, otras lo harán con un argumento empresarial, al considerar que las perdidas, monetarias y reputacionales, por esas decisiones serán menores que las pérdidas en los demás mercados donde operar por no actuar. Habrá algunas que lo hacen porque no tienen nada que perder o algo de reputación que ganar.

Y otras, como Danone y Nestlé, al contrario, rehúsan salir, usando también argumentos de responsabilidad ante la sociedad. Danone alega: “Tenemos una responsabilidad con la gente a la que alimentamos, los ganaderos que nos proporcionan la leche, las decenas de miles de familias que dependen de nosotros".  La compañía tiene a en torno a 8.000 empleados en el país. Hubiera sido interesante ver la reacción del CEO de Danone que fue removido en marzo del 2021 en parte por su estrategia de sostenibilidad empresarial. [2] Nestlé defiende su posición con argumentos muy semejantes.

Por otra parte, están empresas como McDonald’s, que ha cerrado sus operaciones en el país pero que, por lo menos en el corto plazo, está manteniendo el sueldo a sus 60 000 empleados, para no perjudicarlos por algo de lo que pueden ser víctimas.

Y las empresas que decidan quedarse muy probablemente aumentarán su filantropía en Ucrania.

Parece que con la responsabilidad de la empresa ante la sociedad se puede justificar todo tipo de acciones, salir, quedarse y quedarse saliendo.

De cualquier manera, el comportamiento de las empresas que cesan sus operaciones no ha dejado de sorprender. Ojalá se extienda esa responsabilidad a otras áreas, por ejemplo, suplidores, y países, que no respeten los derechos humanos y el medio ambiente.

La reciente propuesta de la Comisión Europea de hacer obligatoria la diligencia debida sobre esos aspectos en la cadena de valor no debe haber tenido un impacto directo sobre las decisiones de estas empresas, pero sí refleja una preocupación compartida.

2.    Energía, cambio climático

Posiblemente este sea el aspecto donde la invasión tenga un mayor impacto y sea el más duradero. Hay por lo menos tres frentes: cambio en el modelo energético del mundo, en particular de Europa; reconsideración del impacto ambiental de los combustibles fósiles; y, cambio en los patrones de consumo a nivel personal.

Se hace necesario un aumento de la producción de petróleo y gas en otras regiones para suplir la caída en el suministro por parte de Rusia, aceptando que el petróleo y el gas son imprescindibles.  No era de esperar que los países más afectados tuvieran que aumentar su propia producción, si pueden, y pedir aumentos a otros, en particular a los miembros de la OPEP, en especial Arabia Saudita.  Y hasta con Venezuela, EE., UU ha reabierto el diálogo buscando aumentos en el suministro de crudo cuando en los últimos años le había impuesto el embargo.  Y hay una urgencia añadida en lograr un acuerdo con Irán sobre sus armas nucleares con la idea de que pueda aumentar su producción y venta de crudo y gas que ahora está limitada.

¿Nos hará el petróleo y gas ignorar los derechos humanos?

Hasta el carbón puede llegar a ser menos odiado.

En este sentido es oportuno recordar la oposición de algunos sectores a la inclusión del gas y la energía nuclear en la Taxonomía verde de la Unión Europea, como fuentes energéticas en la transición a energías limpias.  La actual situación estimulará una reevaluación de esta oposición ya que la transición energética adquiere mayor urgencia.

Y todo el tema del cambio climático puede sufrir una pausa, a pesar del reciente informe del Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC, cada vez más alarmante. Ha quedado muy claro que hay un conflicto de intereses, no de fácil resolución: costo, seguridad y cambio climático.  Por una parte, en el corto plazo no es factible un aumento significativo de la producción de energía renovable para substituir la reducción en el suministro de combustibles fósiles, sobre todo en Europa.  Pero por otra, la crisis va a estimular aún más la necesidad de reducir la dependencia de estos combustibles y la de estimular la producción de energía renovable. El cambio de modelo energético se hace más imperativo.  

Con el súbito y elevado aumento de los precios de los combustibles, gasolina, diésel y gas, los consumidores tendrán estímulos a cambiar su “modelo de consumo de energía”, como en el caso de los países.  En algunos países aumentará el interés por los vehículos de menor consumo, que se había estabilizado.  En todos los países aumentará el interés por los vehículos eléctricos, aun cuando el costo de la electricidad también subirá, pero menos que el precio de la gasolina y el diésel, sobre todo en los países que tienen una mezcla energética menos dependiente de los combustibles fósiles. Y algunos consumidores, que puedan hacerlo, cambiaran sus medios de transporte a transporte público y bicicletas y motos, preferiblemente eléctricas para desplazamientos largos. Y por supuesto una reducción del consumo energético en el hogar, menos calefacción, menos aire acondicionado.

Todo esto podría estimular el ahorro de energía, con una reducción del consumo de combustibles fósiles y un impacto positivo sobre el cambio climático.  Algo parecido a lo que ocurrió con el covid, cuando se redujo la movilidad y la actividad económica, aunque será en menor escala.

Aun cuando el problema se resuelva a corto (ojalá) o mediano plazo, quedará el shock y es posible que los cambios sean permanentes, aunque dependiendo de este plazo de resolución serán más o menos intensos y más o menos duraderos. Algo parecido al impacto del COVID.

3.    Responsabilidad social del armamento

De la misma manera que la invasión está forzando la reconsideración del impacto ambiental de los combustibles fósiles, lo está haciendo con la responsabilidad social de los armamentos.  Ambos han adquirido más urgencia y con ello una reevaluación de su impacto.

Pero, a diferencia de los combustibles fósiles, la apertura al financiamiento responsable del armamento tiene muy poco consenso. En el artículo ¿Son las empresas de armamento socialmente responsables? ya habíamos analizado esto con algún detalle por lo que no lo repetiremos.  Baste con resumir que algunos alegan que ….

la altura de la responsabilidad social en estos momentos requiere invertir en acciones de empresas que producen armamentos ….la defensa de los valores de las democracias liberales y la creación de disuasivos, que preserven la paz y la estabilidad global es tan importante que las empresa productoras de armamentos deben ser incluidas en los fondos con la etiqueta ASG, medio ambiente, social y gobernanza” (énfasis añadido).

Estaremos de acuerdo que preservar la paz y la estabilidad global es una responsabilidad social, pero que hacerlo via la producción de armamentos es descabellado. ¿Podemos suponer que el armamento será utilizado responsablemente? ¿Qué solamente tendrán acceso a ellos los lideres responsables? ¿Qué no causarán destrucción?

Por ahora el consenso parece ser que no solamente es “absurdo” sino además, innecesario. Estas empresas no requieren acceder al mercado del financiamiento responsable para cubrir sus necesidades.  Su rentabilidad las hace atractivas a muchos inversionistas, a los que no les importan el uso que se les dé a sus productos. No solamente hay fondos que contienen empresas de tabaco, alcohol, apuestas, pornografía y armamento, los hay especializados a cada uno de estos sectores y aun fondos que excluyen el resto de los sectores, como por ejemplo, los “fondos de vicios”

4.    Inversiones ASG en Rusia

Con la invasión se ha hecho del conocimiento público que muchos fondos etiquetados como ASG (que no es lo mismo que inversiones socialmente responsables [3]) poseen valores de empresas rusas. Muchos expresan sorpresa. Sin entrar en detalles sobre la responsabilidad de las empresas seleccionadas (la etiqueta ASG aguanta de todo), que desconocemos, parecen confundir la empresa con el gobierno del país. Es posible que haya empresas en Rusia que sean ampliamente responsables y el hecho de estar localizadas en el país no debería descalificarlas, deben ser analizadas por sus propios méritos. Pero vista la creación de muchas empresas rusas en la transición del comunismo al capitalismo oligárquico, es posible que haya pocas que lo sean y que coticen en bolsas con estándares elevados de gobernanza.

Y ello no obsta para que los inversionistas responsables, los de verdad, no los de imagen, no quieran invertir en empresa supuestamente responsables localizadas en un país que asesina a sus ciudadanos y los de sus vecinos.  Y que, junto con las exclusiones de armamentos, tabaco, apuestas, alcohol, exijan exclusión de países. Así debería ser. [4]

 


[1] Algunos sitios publican la lista de empresas que lo han hecho y las que no lo han hecho.

[4] Algunas empresas productoras de índices de empresas responsables ya están excluyendo los valores de empresas de Rusia de sus índices.

 

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