El 13 de
septiembre del 2020 se cumplen 50 años de la publicación del artículo de Milton
Friedman, The Social Responsibility of Business is
to Increase its Profits, (La responsabilidad social de las empresas es aumentar sus
ganancias) en el New York
Times. Decir que el articulo ha sido influyente
en la gestión de las empresas es una simplificación. Ha sido determinante no solo en el
comportamiento de muchos dirigentes, sino también en la enseñanza de la gestión
en escuelas de negocios.
También ha sido
muy abusado, y ese ha sido posiblemente su mayor impacto. El título ha sido un slogan fácil para los
detractores de las responsabilidades de las empresas ante la sociedad. Usó unas palabras, “responsabilidad social de
la empresa”, que como concepto se popularizó más tarde y con ello parecía
todavía más clarividente. Y al venir de un economista reputado, ganador del
premio (de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred) Nobel
de 1976, le daba una gran autoridad. Y
lo publicó, no en medio académico donde podría pasar desapercibido, sino en el
periódico de mayor circulación en EE.UU.
Combinación
infalible para tener impacto: slogan atractivo, concepto de moda, autor
reputado, medio de amplia difusión.
Y por ello. son muchos
los que citan el título del artículo y una de sus frases seleccionadas a
conveniencia, pero son pocos lo que no lo han leído (incluyo el nexo arriba y la foto abajo para
que puedan decir que lo leyeron).
“La responsabilidad del ejecutivo es manejar los negocios de acuerdo con
los deseos de los accionistas, que generalmente es ganar tanto dinero como sea
posible, cumpliendo con las reglas básicas de la sociedad, tanto las
establecidas en las leyes como aquellas plasmadas en las costumbres éticas”
(mi traducción, énfasis añadido).
Se cita el
título “La responsabilidad social de las empresas es aumentar sus beneficios”
o la primera frase de la cita mencionada “manejar los negocios de
acuerdo con los deseos de los accionistas”.
Y muchos citan también “el negocio de los negocios es hacer negocios” como si lo dijera el artículo, pero no lo
dice. Esa frase viene del libro Capitalism
and Freedom (pg. 133) publicado en 1962.
Estas frases han
sido usadas por muchos académicos para postular las teorías de agencia (los
dirigentes deben actuar como agentes de los accionistas), la primacía de los
accionistas y la maximización de beneficios.
Y hoy en día estas frases usadas en plena lucha con la responsabilidad de la empresa
ante la sociedad y los intereses de los stakeholders.
Pero la segunda
parte de la frase, la que hemos enfatizado, no es citada y tenemos que
reiterarla. También decía que no solo hay que respetar las leyes (¡obvio!)
sino además las reglas básicas de la sociedad y las costumbres éticas.
Un lector más agudo
concluiría que también propugnaba ganar todo el dinero posible, que al fin al
cabo es la primera responsabilidad de la empresa, de lo contrario no hay
empresa y no hay mucho más que hablar de sus responsabilidades. Pero también decía cómo había que ganar
ese dinero, y era cumpliendo las reglas básicas de la sociedad y las costumbres
éticas. Esto se puede interpretar
que el dinero debe ganarse éticamente y de acuerdo a las reglas básicas de la
sociedad que incluían e incluyen el respeto a las personas y las transacciones
honestas y justas entre las partes.
No es ganar
dinero a como dé lugar. ¡Es ganar dinero
de forma socialmente responsable!
Adicionalmente,
el artículo contiene
una cita muy poco conocida, que los detractores prefieren ignorar:
“Puede, en el largo plazo, ser del
interés de la empresa, que es un gran empleador en una
pequeña comunidad, el dedicar recursos a proporcionar facilidades a la
comunidad o mejorar su gobernanza. Esto puede facilitar la atracción
de empleados, puede reducir el costo de la nómina o reducir las pérdidas y
el sabotaje o tener otros efectos beneficiosos”.
Este el típico
argumento empresarial de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad, hacer el bien porque rinde beneficios. Cierto
es que no usa el argumento moral pero sí el de solidaridad y reconoce las
leyes, el comportamiento ético y el argumento empresarial. Y esto fue escrito
para la realidad de los Estados Unidos en el año 1970, donde el papel de la
empresa como creador de riqueza estaba en auge. [1]
Y ya que esta de
moda la consideración de los stakeholders, nótese que hasta el
mismo Friedman reconoce a algunos de ellos: la comunidad y los empleados.
Lo que sí defendía,
y también esto se usado extensamente como argumento en contra de la RSE, es que
no correspondía a la empresa resolver problemas sociales, ya sea a
través de la filantropía o a través de las actividades del negocio, no debía
ser substituto del estado, no debía cubrir sus fallas. La filantropía la deben hacer los accionistas
con sus dividendos y ganancias, no las empresas..
Pero las “reglas
básicas de la sociedad” han evolucionado mucho en los últimos 50 años (lo que ha sido puesto de manifiesto brutalmente
con la pandemia), que si bien la empresa no tiene la responsabilidad de
resolver problemas sociales, sería financieramente irresponsable el no
contribuir a paliar aquellos que afectan su negocio. Hoy mismo, paradójicamente
podríamos acudir al mismo Friedman para defender esto usando la frase casi nunca
citada, reproducida arriba: “Puede, en el largo plazo, ser del interés de la empresa, ………”.
Hay que
reconocer que lo dice en el contexto de gran asimetría de poder, una gran
empresa en una pequeña comunidad. Pero, la sociedad y las empresas han cambiado
dramáticamente en estos cincuenta años y es una irresponsabilidad continuar
citando las frases del título de su artículo y la del libro del 1963 para defender
la maximización de los beneficios a toda costa y la primacía de los accionistas,
en un contexto completamente diferente. [2]
Y
más si se recuerda que ya hace 50 años reconocía que, en efecto, “puede, en
el largo plazo, ser del interés de la empresa”, no ignorar los problemas
sociales que la afectan.
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