sábado, 22 de marzo de 2025

Responsabilidad sui generis: ¿De quiénes son los beneficios (extra)ordinarios de la banca comercial española?

 

La respuesta es sencilla: los ordinarios y los extraordinarios pertenecen a la misma banca ¡no a los accionistas!  La pregunta más complicada es: ¿a quiénes los debe distribuir, si los quiere distribuir?

Una vez más la banca comercial española está teniendo beneficios extraordinarios y es de presumir que, como en ocasiones anteriores, la banca decida repartir dividendos extraordinarios y recomprar acciones en los mercados financieros, todo esto encaminando buena parte de los beneficios a los accionistas.  ¿Pero son los accionistas quienes deben recibir el grueso de esos beneficios? Para responder a la pregunta debemos analizar, aunque sea someramente, quien es responsable de estos beneficios y para ello analizaremos de donde provienen los recursos que se utilizan para obtenerlos.

La banca comercial tiene tres grandes fuentes de recursos, el capital del banco, los depósitos del publico ahorrador y los del público inversionista en instrumentos de deuda. El capital del banco es mayormente la acumulación de ganancias de periodos anteriores. Este capital representa alrededor del 10% del total de los recursos de los bancos y está sujeto a remuneraciones variables. El resto son depósitos e inversiones de terceros y reciben remuneraciones relativamente fijas, que podríamos llamar contractuales. La mayor parte de los recursos utilizados provienen del público y del capital acumulado del banco, no de los accionistas.

Y aquí es oportuno rebatir varias falacias: no hay obligación legal de distribuir los beneficios, ni los accionistas son los dueños del banco. Solo tienen derechos, que incluyen el derecho a dividendos, a captar ganancias en bolsa y a participar en el nombramiento de los dirigentes. No son propietarios de ninguna parte de los activos del banco. Los accionistas no han aportado recursos frescos al banco para la intermediación y el logro de beneficios. Solo una mínima parte del capital ha sido aportado por los accionistas originales y a través de los rarísimos aumentos de capital. Suelen haber comprado sus acciones a otros accionistas y las pueden vender y el capital del banco no se altera. Es una transacción privada entre dos accionistas. Y, es más, la inmensa mayoría de los accionistas son temporales. En las grandes bolsas la tenencia promedio de las acciones es de algunos meses (salvo algunos inversionistas institucionales), y su interés, salvo excepciones, no es el banco, son sus beneficios. 

Los ingresos de los bancos provienen de sus préstamos e inversiones. La diferencia ente lo que reciben de estos y lo que pagan por los recursos de terceros es el margen de intermediación. Los beneficios vienen de ese margen de intermediación y se derivan mayormente del uso de los recursos del público, prestándolos e invirtiéndolos en el público y siendo una empresa de servicio público, con licencia de operar otorgada por autoridades públicas. Esta estructura crea una mucho mayor responsabilidad ante la sociedad que la de las empresas no financieras.

No debería haber discusión de que los dirigentes merecen mejores remuneraciones por la gestión, que en parte (¡hay muchos factores exógenos!) han conducido a los beneficios extraordinarios.  Pero ello ya está en sus contratos, es de ley. Pero tienen conflictos de intereses ya que es natural que deseen permanecer en sus cargos y para ello necesitan el apoyo de algunos accionistas con poder, a los cuales hay que complacer pagando dividendos.

Los accionistas tienen derecho legal a dividendos y a comercializar sus acciones en los mercados.  Pero los beneficios que quedan después de hacer las reservas que prescriben las regulaciones no son suyos.

Cierto es que los shareholders pueden afectar los precios de las acciones en las bolsas y con ello afectar el costo de las nuevas emisiones de acciones, por lo que hay que satisfacerlos, pero ello no quiere decir que son lo stakeholders más importantes para el banco. Ni tampoco, que las nuevas emisiones son algo común.

¿Debería la distribución de beneficios tener alguna relación con los aportes de recursos que los han permitido?  ¿Se han pagado remuneraciones justas a los aportantes de fondos y cobrado tasas justas a los acreedores? Dirán que se han pagado las del mercado, pero de un mercado que solo funciona para algunos y que para gran parte es un mercado imperfecto, quasi oligopólico. Los mayores aportantes de recursos están, legalmente, a merced de los dirigentes y estos a merced de esos accionistas poderosos, que tienen muchos objetivos en común pero no necesariamente con los demás stakeholders.

De justicia sería, que todos los bancos, redujeran el margen de intermediación, no abusando de las imperfecciones de esos mercados (!¡utopía!). Ojalá hubiera más y mejor competencia entre los bancos.

De justica sería ampliar el ámbito de atención a proyectos, empresas, y personas que requieren apoyo financiero.  Pero al distribuir los beneficios y recomprar acciones tienen menos recursos para hacerlo, el banco se encoje.

De justicia sería mejorar las condiciones laborales de los empleados, que también han contribuido significativamente a generar esos beneficios y que no tiene bonificaciones especiales como los dirigentes.

De justicia sería invertir en mejores servicios en vez de hacer todo lo contrario de lo que han hecho: cerrar oficinas, reducir el horario de atención, reducir el servicio a la población más vulnerable, aprovechar su poder oligopólico. No, no todo aumento de eficiencia para el banco (léase accionistas) es aumento de eficiencia para quien no dispone del último modelo del iPhone, ni para quien la oficina más cercana está en otro pueblo, o tiene que hacer cola en el banco.

¡Oh si los ahorristas y acreedores pudieran escoger banco comercial sin obstáculos ni costos de transacción elevados! Los bancos comerciales serían más responsables ante la sociedad de lo que actualmente fingen ser. 

Su responsabilidad ante la sociedad es mucho más que el otorgamiento de préstamos verdes o de destinar algún millón a la educación financiera. Su principal responsabilidad es la intermediación eficiente, efectiva y justa.

No, no estamos proponiendo la socialización de la banca. Estamos proponiendo que miren más allá de los accionistas, que no aportan fondos, ni que son los dueños, y que miren bien de donde provienen los recursos que utilizan y reconozcan sus contribuciones y las responsabilidades que ello conlleva

Y a aquellos que nos recuerdan que el capital es la base para que el banco funcione, les decimos que estamos de acuerdo, el capital es fundamental, como lo es la solvencia (retengan parte de las ganancias) y la liquidez. Pero la primacía no son los accionistas, actuales o futuros, que no aportan ni aportarán recursos frescos. Capital no es lo mismo que accionistas.



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