sábado, 28 de septiembre de 2024

Sostenibilidad empresarial y reputación: Lo sostenible y lo efímero

                                                          

                                                            La mujer del César, además de ser honesta, debe parecerlo.

Proverbio popular

¡Pero no debe parecerlo sin serlo!

 

¿Debe la reputación empresarial ser el objetivo de las actividades empresariales o su resultado? [i] ¿Se debe gestionar la reputación o se debe gestionar la sostenibilidad empresarial y que la reputación sea el resultado?  Algunas empresas tienen la mejora de su reputación como directriz de sus actividades, otras ven la reputación como el resultado. La diferencia está en el énfasis.

El objetivo de este artículo es analizar los determinantes de la reputación como empresa responsable, distinguir los sostenibles de los efímeros y discutir su gestión responsable. Para ello postularemos un modelo de esos determinantes. No comentaremos otros tipos de reputación, como por ejemplo la de innovación o de rentabilidad financiera. Y una admisión: no soy experto en reputación empresarial pero sí tengo algún conocimiento sobre la gestión de la sostenibilidad empresarial. Insto al lector a leer este análisis crítico con mente crítica.

I.                Reputación como el valor más esperado de la sostenibilidad empresarial

Una encuesta de GlobeScan, una de las mayores encuestadoras del mundo sobre el tema de sostenibilidad, a más de 200 ejecutivos, mayormente en Norte América y Europa, sobre su percepción de los efectos que tiene la sostenibilidad empresarial sobre las actividades de la empresa,  Sustainable Value Creation: Closing the gap between stated commitments and operational realities, concluyó que el principal valor de la sostenibilidad empresarial, percibido por los dirigentes, es sobre la reputación y la imagen de la marca (sobre todo para las de consumo masivo). [ii] Y no es nada nuevo, estos resultados se repiten año tras año, es como una constante, en el espacio, en diferentes países, y en el tiempo, por lo que el relativamente pequeño tamaño de la muestra no es un aspecto crítico.  Nuestro propósito es solo ilustrativo.

En parte esto explica la percepción de los stakeholders de que las empresas emprenden actividades responsables más por su propio beneficio que el de la sociedad (argumento empresarial versus argumento moral) [iii]. Y aunque aquellos ejecutivos no califican el impacto financiero como uno de los principales beneficios, los stakeholders sí perciben que ello es un impulsor de esas actividades y que las empresas seleccionan aquellas con mayor impacto potencial. 




Estas dos percepciones son confirmadas por los requerimientos de los estándares de reporte sobre sostenibilidad empresarial. Los estándares internacionales del International Sustainability Standards Board, ISSB, se basan en los aspectos que pueden influir en la situación financiera de la empresa (materialidad financiera), y aunque la reputación no sea explícitamente considerada en los estándares, siendo un valor intangible, las empresas sí lo consideran, ya que es un valor financiero en el largo plazo. Esto se contrasta con los estándares de reporte de la Comisión Europea que se basan en los aspectos de doble materialidad, el impacto sobre la sociedad (materialidad de impacto) y el impacto financiero (materialidad financiera).  Unos ven a la empresa como agente de cambio de valor para sí misma y sus accionistas y la otra, además como agente cambio de valor para la sociedad.

II.             ¿Que causa la (percepción) reputación sobre sostenibilidad?

a.     Información para la percepción.

La reputación, que es una percepción, se forma en base a las informaciones que se reciben de los diferentes medios, algunos más confiables que otros, pero que todos afectan esa percepción en diferentes grados. Por una parte, están las informaciones que suministran las propias empresas a través de sus informes de sostenibilidad (no leídos por la sociedad en general), propaganda, medios sociales, etc. que generalmente son interesados, que muestran la mejor cara.  Por otra parte, están los medios informativos organizados como la prensa, que suelen ser más independientes, pero no necesariamente rigurosos, con sesgo hacia las “buenas noticias”, pocos veces con análisis críticos. Y los medios especializados en temas de sostenibilidad empresarial, suelen ser más rigurosos, pero son de menor alcance a la sociedad en general. Además, están las organizaciones de la sociedad civil que se dedican a monitorear el comportamiento empresarial, que en general suelen ser rigurosas y críticas, pero que tampoco tienen mucho alcance.

Podemos decir que mientras más rigurosa e independiente sea la información, menos alcance tiene, en tanto que las informaciones interesadas, o las genéricas de los medios sociales, son las menos confiables pero las de mayor alcance, por lo que las percepciones pueden ser sesgadas.  Y es de recodar que las encuestas sobre percepciones de reputación se suelen efectuar entre un público no experto, que se basa en información superficial, o supuestos implícitos (el llamado efecto aureola, ver más adelante).

b.     ¿Cómo se forman las percepciones?

El siguiente gráfico postula un modelo sobre como desarrollan las percepciones en los miembros de la sociedad, de una manera simple, pero que creemos efectiva para entender el efecto que la sostenibilidad empresarial tiene sobre la reputación de la empresa.

1.      Determinantes sostenibles.

El primer bloque (verde) se refiere a las actividades responsables de las empresas y su comunicación.  En principio estos determinantes son relativamente objetivos. En la medida que se comiencen a aplicar los estándares de reporte sobre la sostenibilidad empresarial mencionados arriba, esta información se ira haciendo más confiable, aunque no exenta de sesgos, en particular sobre los aspectos no favorables a la imagen de la empresa y sobre todo de omisiones (greenhushing [iv]).

Como parte de la implementación de estos estándares de reporte, esta información estará sujeta a control interno y aseguramiento y verificaciones independientes. [v]

2.     Determinantes efímeros.

El segundo bloque, rojo, agrupa los determinantes de la percepción que pueden ser objeto de “gestión” (léase manipulación) por parte de los interesados. El primer cuadro es el tradicional de diseminación de información que favorezca los intereses de la empresa, concentrado en la propaganda, destacando las virtudes del producto o servicio, a veces sin respaldo en la realidad. Esto ha ido avanzando con la tecnología que permite conocer los deseos y necesidades de los consumidores y clientes y diseñar el mensaje para actuar sobre las sensibilidades de cada uno.  Está pasando la época de la información genérica para todo público, ahora se puede producir la información a la medida para cada persona (el lector habrá notado que cuando hace una búsqueda en Google, o mira un video en YouTube, inmediatamente le llegan propagandas, mensajes o videos relacionados con la búsqueda).

Esto puede usarse para bien y para mal. Para bien con el objeto de mejorar la efectividad de los mensajes de la empresa, pero para mal, para manipular la percepción de la empresa y sus productos o servicios. Es el ya tradicional greenwashing, mensajes engañosos o difusos sobre esto, o cuando menos en el borde de la legitimidad, para aprovechar que el receptor de la información no está muy informado y es susceptible a esos mensajes. 

El segundo cuadro es el llamando efecto aureola:

En términos muy simples se puede decir que es la extrapolación de las percepciones sobre una empresa o sobre una persona, basado en el conocimiento de un hecho limitado, hacia otras partes o hechos no conocidos de la persona o empresa.  En términos de lo que nos ocupa, la responsabilidad de la empresa sería, por ejemplo, que si la empresa es conocida por tener una práctica responsable, el público le atribuye responsabilidad en otras áreas. [vi]

E inclusive se extiende a otras actividades de la empresa. Por ejemplo, una empresa que es conocida por la calidad de sus productos es admirada y esa admiración se puede extender, en la mente de las personas, a sus prácticas responsables, que no tienen nada que ver.  Esto es muy extendido en el caso de las empresas de productos o servicios de consumo masivo, donde el consumidor extrapola ese conocimiento, esa popularidad, a una percepción de responsabilidad.

Esto lo habíamos analizado en detalle con motivo de la publicación de un ranking de empresas responsables, basado en encuestas del público, donde demostrábamos que el resultado no estaba relacionado con la responsabilidad de las empresas sino con el conocimiento de sus marcas. Era imposible que el público en general conociera las decenas de prácticas de responsabilidad de centenares de empresas sobre las que opinaban. [vii]  Efecto aureola en estado puro.

3.     Gestión, controles y culturas contrastantes.

El bloque verde está bajo la responsabilidad de los encargados de la gestión de la sostenibilidad en la empresa y el rojo suele estar bajo los responsables de comercialización/ relaciones externas.  Una tiene el objetivo de asegurar la sostenibilidad y su diseminación responsable interna y externa, y el cumplimiento con las regulaciones pertinentes, sujeta a controles internos y externos.  La otra tiene el objetivo de asegurar que, sea como fuere, sea percibida externamente como positiva y produzca beneficios a la empresa, con muy pocos controles (aunque las recientes regulaciones de la Comisión Europea y de otros países sobre el greenwashing formalizará algunos controles externos para las grandes empresas). Ambos descansan en la comunicación, pero con objetivos diferentes. Son dos subculturas empresariales contrastantes.

III.           ¿Cómo se gestiona la reputación? ¿Cómo se debe gestionar?

El simple modelo discutido arriba permite establecer las estrategias para gestionar la reputación responsable. Por una parte, están los que hemos dado en llamar determinantes sostenibles, donde la reputación es el resultado de las prácticas responsables de la empresa.  Ello conduce a una mejora de la reputación responsable vía una mejora del impacto de las practicas sostenibles y su comunicación responsable, honesta y completa.

La otra parte que hemos dado en llamar determinantes efímeros, se refieren a la manipulación selectiva de la información, aprovechando la ignorancia y credulidad de los interesados y la extensión, inconsciente, del conocimiento de algunos aspectos positivos a otros desconocidos. [viii] El uso de estas estrategias para mejorar la percepción de la sostenibilidad empresarial es el colmo de la irresponsabilidad.

A medida que van evolucionado las regulaciones sobre el reporte de la sostenibilidad empresarial y contra el greenwashing, y el activismo de los stakeholders, y que algunas empresas surjan como modelos de la efectividad del uso del primer bloque, se tenderá a moverse del segundo bloque al primero.

IV.            En resumen.

La reputación empresarial es el resultado de la percepción que los stakeholders tienen de la empresa.  Esta reputación puede ser gestionada específicamente, actuando sobre la formación de esa percepción, con el énfasis en la información selectiva y personalizada. También puede ser lograda como resultado de la sostenibilidad empresarial y su comunicación responsable, con el énfasis en las actividades responsables.

En general las empresas usan ambos enfoques, pero la proporción en el uso de ambos bloques, el verde y el rojo, revelan las intenciones de las empresas. A mayor uso del bloque rojo mayor interés en el reputación comprada; a mayor uso de la verde mayor interés en la reputación ganada. La primera es inestable, efímera. La segunda es más sostenible, legítima.

¿Es la reputación empresarial un reflejo de la realidad o una distorsión gestionada?

Se puede engañar a algunas personas todo el tiempo, y a todas algunas veces, pero no se puede engañar a todas las personas todo el tiempo. Abraham Lincoln, 1809-1865.



[ii] Es de recalcar que las respuestas a la encuesta están determinadas por las opciones que se ofrecen, por lo que el encuestador sesga la encuesta al presumir lo que el encuestado considera como opción. Es más riguroso si se dejan las respuestas abiertas, pero ello dificulta la consolidación de las múltiples respuestas. Ofrecer muchas opciones captura las opiniones, pero tiene el riesgo de diluirlas. Esta encuesta busca un compromiso entre estas alternativas.

[iii] Recordemos que el argumento empresarial se refiere al impacto positivo sobre la competitividad, rentabilidad, reputación, y en general sobre la obtención de beneficios tangibles o intangibles en las empresas derivados de las actividades de sostenibilidad empresarial. La otra cara de la moneda es el argumento moral, que sostiene que las empresas también tienen la responsabilidad de no causar daños y de producir los beneficios que sean factibles para la sociedad, es cuestión de justicia, rinda o no beneficios para la empresa.

[viii] Comunicating Sustainability and its Impact on Reputation: A Practical Guide, Women Action Sustainability y Corporate Excellence, 2024.


No hay comentarios: