En varios
artículos hemos destacado los efectos perniciosos para el desarrollo de
sostenibilidad empresarial y la inversión socialmente responsable (la de veras,
no la falacia de la inversión ASG [i]),
de las calificaciones de sostenibilidad. Reproducimos aquí las seis deficiencias que aportan y que hemos reiterado en esos artículos. [ii]
Primera: La principal deficiencia es que
califican algo que no está definido y que cada calificadora define y modela
a su gusto. ¿Qué es sostenibilidad
empresarial? [iii]
Lo único que tienen en común es que todas le dan el nombre de calificaciones
de sostenibilidad o algo parecido.
Agregan calificaciones en cada uno de decenas de indicadores A, S y G, por
separado, sin considerar, todos los demás aspectos que forman parte de la
sostenibilidad (cultura, valores, procesos, estrategias, incentivos, etc.), las
sinergias, las necesidades de reforzarse unos con otros y la integralidad de todo
ello (que no la captura un gran promedio ponderado)
Segunda: Adicionalmente, siendo su
principal mercado los inversionistas, las calificadoras usan modelos en base
a la materialidad financiera, que pretenden indicar el potencial impacto
sobre la situación financiera de las empresas. Ignora una gran parte del mercado
de la inversión verdaderamente responsable, donde los participantes también
están interesados en la materialidad de impacto, el efecto de las actividades
de la empresa en la sociedad y el medio ambiente.
Tercera: Pero el impacto es ignorado por las calificadoras. Se
basan en los insumos asignados y las actividades llevadas a cabo, pero no en
sus resultados y el impacto logrado.
Cuarta: Y lo
que es peor, se ignoran los impactos negativos, no restan puntos, en el peor de los casos le
asignan calificaciones de cero. Hay
empresas con el máximo puntaje que tiene impactos negativos no mitigados y
comportamientos irresponsables (el caso de los best-in-class del Dow
Jones)
Quinta: Pero se utilizan por muchos de los participantes del mercado como si indicaran
la sostenibilidad empresarial, o sea como indicadores del bien que supuestamente hacen para la
sociedad. ¿Inconscientemente, por ignorancia, por complicidad o por
comodidad? Sea como sea, no solamente tienen los problemas de conflictos de
definición de algo no definido, sino además de usos de las calificaciones que
no se corresponden con lo que representan.
Sexta: Y asignan clasificaciones a los
diferentes criterios A, S y G, y calculan una calificación agregada, lo
que implícitamente permite compensar deficiencias en algunos aspectos
con elementos positivos en otros y viceversa. [iv] Esto permite calificar con elevadas puntuaciones
a empresas que tienen grandes irresponsabilidades. ¿Compensa la existencia de
un código de conducta a elevadas emisiones de gases de efecto invernadero? Para muchas calificadoras sí.
Suficientes deficiencias como para que, si son usadas para tomar decisiones de inversión, por
lo menos lo hagan con conocimiento de causa, de qué son y qué no son. Son la base de la falaz inversión ASG.
[i] Ver ¿Es lo mismo Inversión Socialmente Responsable, ISR que inversiones ASG?
[ii] Ver Mis ocho artículos sobre calificaciones de sostenibilidad empresarial.
[iii] Ver sección IIIa. de ¿Cuántos esquemas/estándares de información sobre sostenibilidad se
necesitan? Segunda parte: ¿Cuántos debe haber?
[iv] Para paliar este problema habíamos
hecho la propuesta de la creación de un “grado de sostenibilidad” en ¿Tienen
tus inversiones ASG “grado de sostenibilidad”?
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