Después de haber
terminado de escribir las tres partes del artículo sobre los Bonos Verdes,
sociales y sostenibles se anunció una emisión de bono de sostenibilidad que merece ser comentado, por la innovación
que representa. El análisis lo haremos
en el contexto de los criterios desarrollados en las tres partes precedentes, analizando
en particular el valor agregado y el
potencial para el greenwashing.
La emisión:
El Banco Mundial,
BM, emitió un bono por valor de US350 millones para financiar cinco proyectos de
desarrollo a través de préstamos a los gobiernos de cinco países. El bono fue adquirido en su totalidad por un
inversionista, el Grupo Folksam. Por la documentación no es posible saber si el
bono es negociable, o sea si el inversor lo puede revender a otros, pero por
las características del emisor y del inversionista y de la emisión es de presumir
que es negociable, aunque el inversionista lo haya comprado para mantenerlo en
cartera hasta su vencimiento ya que tiene una perspectiva de largo plazo.
El emisor: Para poder comprender la operación es necesario conocer
algunas de las características del emisor, que muchos lectores no conocerán. El BM es una institución multilateral cuyo capital pertenece a los gobiernos de 189 países.
Tiene oficinas en más de 130 países y personal en más de 170. Para poner la operación en perspectiva, el BM,
en sus actividades no subsidiadas, a gobiernos (la parte del grupo denominada IBRD),
presta más de US$20.000 millones anuales. Tiene activos totales de más de
US$400.000 millones. Desde su fundación en el 1947 ha aprobado más de 13.000
proyectos en 173 países. Su objetivo
general es contribuir al desarrollo económico y social de los países en vía de desarrollo
y su objetivo específico es “acabar con
la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida”. Se financia mayormente en los mercados de
capitales basado ya que el capital pagado por los países miembros es de solo el
6% del capital suscrito y un 4% de los recursos totales que gestiona. Este elevado endeudamiento está garantizado
por el capital suscrito y no pagado, capital que en caso de emergencia
financiera de la institución los países miembros deberían aportar. Pero ello es punto menos que imposible ya que
los préstamos que hace son en su totalidad a gobiernos y sus instituciones y
están garantizados por aquellos.
El inversionista: El Grupo Folksam es una de
las empresas de seguros más grandes de Suecia. Tiene 4 millones de clientes
y cuenta con 3.700 empleados. Factura unos US$ 6.000 millones anuales. Siendo una empresa de seguros necesita
colocar sus reservas en los mercados financieros en instrumento del mayor
rendimiento posible conmensurado con un bajo riesgo. Es también un gestor de fondos y tiene activos bajo administración
por unos US$ 50.000 millones, con los que presumiblemente puede correr mas
riesgos. Es un grupo con muy elevada
capacidad financiera. Por sus
características es un inversionista con visión de largo plazo, que debe
mantener sus inversiones en cartera por plazos medios y largos.
Los proyectos: Con los recursos de los bonos se financiarán los
siguientes cinco proyectos. Por su
naturaleza son proyectos que se ejecutan (colocaciones de los recursos en los
proyectos) sobre períodos de unos dos a cinco años, pero el financiamiento a
los gobiernos suele ser de largo plazo, entre quince y veinte años.
· Salud para mujeres y niños en Argentina (SDG 3 and SDG 5)
·
Gestión de residuos y reciclaje en China (SDG 3, SDG 12, and SDG 13)
·
Agua y saneamiento en el área rural de la India (SDG 3 and SDG 12)
Potencial valor agregado: En principio los cinco proyectos podrían ser financiados a través de los
mecanismos tradicionales del BM, ya que son proyectos típicos de su
financiamiento al desarrollo económico y social. Los más de 13.000 proyectos que ha financiado
son semejantes. Sin embargo, ahora se especifica que los proyectos
contribuyen al logro de los ODS, aun cuando el BM tiene como función básica
financiar el desarrollo sostenible, o sea, los ODS. En el sentido del destino de los recursos no
hay adicionalidad alguna, es lo que debe hacer, es su razón de ser.
Tampoco hay adicionalidad
en el monto de recursos. El BM puede financiar estos proyectos con
sus recursos tradicionales, y muy posiblemente estaban en su cartera de
proyectos financiables antes de ser imputados a esta operación. Y estos bonos no traen recursos adicionales
ya que forman parte de su endeudamiento y consumen su capacidad de
financiamiento como los demás proyectos. No es financiamiento fuera de sus
pasivos, cuanta para sus límites de endeudamiento. El BM es responsable del
pagar los intereses y el principal al inversionista, como lo es en sus emisiones
tradicionales. Lo único adicional es que es una fuente diferente a la tradicional de
captación de recursos. He allí la
innovación de la emisión.
El valor agregado de la emisión es para el
inversionista que de esta manera invierte una cantidad significativa de
recursos en bonos, en la práctica, exentos de riesgos y contribuye a financiar
el desarrollo económico y social. El inversionista no tiene la
capacidad técnica para hacer la diligencia debida de estos complejos proyectos,
donde el BM tiene amplísima experiencia.
Y si los financiara directamente no lograría obtener la garantía de los
gobiernos como si la obtiene el BM, que se la “pasa” al inversionista. Para
el inversionista es un “negocio redondo”, cumple su misión y tiene garantizado
el repago de los bonos. Podría
comprar los bonos tradicionales del BM y obtendría las mismas condiciones, pero
no podría decir que está contribuyendo de una manera tan específica al
desarrollo ya que ahora hasta puede decir
qué proyectos ha financiado, en tanto que los bonos tradicionales solo podría
decir que “contribuye el desarrollo”.
Ahora puede decir que contribuye al logro de los ODS números 3, 5, 12 y
13.
Potencial para greenwashing: Para
el emisor el potencial de greenwashing
es inexistente, es lo que ha hecho desde su fundación, es su misión. Todos sus proyectos contribuyen a los ODS y
no tiene nada que ganar alardeando de este proyecto, salvo para mostrar su
capacidad de captación de recursos no tradicionales. El inversionista sí puede estar necesitado de
la notoriedad que conlleva esta operación. Estando localizado en Suecia, país
tradicionalmente líder en sostenibilidad, es muy posible que deba gestionar
parte de su cartera en inversiones socialmente responsables y esta operación le da una excelente
oportunidad de hacerlo, con gran visibilidad, lo que debe mejorar su reputación
como gestor de inversiones responsables y posiblemente ayudarlo a atraer más
fondos. Es un buen negocio. Y es de suponer que lo hace con legítimas
intenciones y no con el interés de greenwashing.
En resumen: Es una operación innovadora en el sentido
de que permitió a un inversionista responsable hacer una contribución directa y
tangible al desarrollo económico y social de países en desarrollo en general y
al logro de los ODS en particular, lo que puede estimular la canalización
de mayores recursos de estos inversionistas a este tipo de proyectos. Además, los inversionistas a través de la
intermediación del BM obtienen reducciones en los riesgos financieros y mayor
confianza de que los proyectos están bien diseñados y tiene mayor factibilidad
de lograr sus objetivos, dándole mayor credibilidad a la inversión. Pueden tener beneficios adicionales en
términos de su reputación como inversionista y gestor de fondos responsables.
Desde el punto de
vista de los proyectos y su contribución a los ODS, muy posiblemente hubieran
sido financiados por los recursos tradicionales del BM y, por el hecho de
formar parte del endeudamiento del BM, son recursos que consumen su capacidad
de endeudamiento de allí que no hay adicionalidad en los recursos. No
obstante, el BM puede presumir de haber hecho una operación relativamente
innovadora y mejorar su reputación en este tipo emisiones (donde ha ido
detrás del Banco Europeo de Inversiones, otro banco multilateral). Y en
cuanto al potencial de greenwashing este
es muy bajo tanto para el emisor como para el inversionista. Ambos parecen
estar por encima de ello.
Los beneficios incrementales de la emisión van
mayormente a los inversionistas que la adquirieron.
2 comentarios:
Entonces si es tan positivo, ¿podemos esperar nuevas emisiones en esa línea?
Supongo que no debió pasar mucho tiempo para que el inversionista adquiriera los bonos. Entiendo que el BM debería estar satisfecho por su colocación... No sabemos si hubo otros grupos interesados, o si el inversionista hubiera adquirido más bonos, pero, parece que si el BM generara más oferta podría haber demanda "responsable" que la adquiriera.
Quizás sería interesante "seguir" el progreso en este tipo de emisiones. Hace falta generar alternativas, otros modos de proceder, para que se vaya fraguando otra manera de potenciar el desarrollo económico (...y humano)
Gracias por el aporte del ejemplo... esperemos que sea un inicio y no un caso aislado.
Gracias por tus comentarios.
Creo que puede ser un buen precedente aunque no es fácil de hacer ya que si bien el BM tiene oferta ilimitada de proyectos que financiar, son pocos os que quieren colocar tal magnitud en una sola emisión. La mayoría de estos inversionistas prefiere diversificarse con muchas “pequeñas” (10-50 millones) emisiones.
Ojalá se repita.
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