domingo, 1 de febrero de 2015

La responsabilidad de la empresa ante la sociedad: La RSE y sus variantes


El capítulo con este título forma parte del libro La RSE en perspectiva: Ideas para el diseño, implantación, desarrollo y evaluación, compilado por Victor Guedéz y publicado por Alianza Social de VenAmCham y la Fundación BBVA Provincial en Venezuela, que se puede encontrar en el sitio de Cumpetere.  Este nexo incluye la portada y el índice del libro y el capítulo.


Introducción al capítulo
Lo que se considera que es la responsabilidad social de la empresa ante la sociedad ha ido variando a medida que la sociedad y la empresa se desarrollan. No es un concepto rígido, invariable.  No solamente varía a través del tiempo, sino que depende además del contexto en que la empresa opera y su relación con la sociedad, no solamente de su relación comercial.  Pero ello no quiere decir que cada empresa puede decidir cuál es su responsabilidad, pero sí cómo y en qué medida la asume y la sociedad puede y debe decidir si ello es satisfactorio.   Conviene recordar que las empresas son una creación de esa sociedad que le confiere derechos y en consecuencia le puede exigir responsabilidades.

La responsabilidad de una empresa no se implementa igual en una que opera en un país desarrollado, con leyes e instituciones avanzadas que en una que opera en zonas de pobreza con deficiencias legales e institucionales. No es la misma para una multinacional que para una PyME local.  No es la misma que fue en el año 1920, que lo es en el 2014, que lo será en el 2050.  Pero la responsabilidad se mantiene.

La versión más popularizada, y la más perniciosa, es de que la empresa debe “hacer cosas” en beneficio de la sociedad, “voluntariamente”, más allá del cumplimiento con la legislación vigente.  Esto ha inducido a las empresas a buscar “cosas que hacer”, a tener una visión fragmentada, miope de su papel ante la sociedad, de no hacer el mal (al menos el mal visible) y hacer algunas buenas cositas para mejorar su imagen.

De allí el énfasis en muchas empresas de pretender descargar esa responsabilidad a través de la filantropía, comprando indulgencias por sus pecados a través de donaciones muchas veces sin relación alguna con la actividad de la empresa. Y esto es muy arraigado en América Latina, con una extensa tradición filantrópica, ante la desigualdad social y las necesidades insatisfechas de la población y la falla de los gobiernos en sus responsabilidades sociales. La empresa es forzada o ve la necesidad de llenar un vacío.

Esta concepción estrecha y el abuso de gran parte de las empresas del término es lo que ha dado lugar a decenas de propuestas de versiones alternativas, desde filantropía estratégica (promoviendo los intereses de la empresa), pasando por acción o inversión social (contribución a satisfacer algunas necesidades de la población, por ejemplo, salud y educación) pasando por negocios inclusivos (incorporar a las poblaciones menos favorecidas como proveedores de bienes y servicios) hasta una de las más recientes, la Creación de Valor Compartido, CVC (crear simultáneamente valor económico y valor social).  Pero el problema no es el concepto, es el modelo de empresa, es la implementación deficiente y abusiva que se le da a un concepto robusto, el problema es hacer cosas para la galería.  La implementación de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad, bien entendida, es una estrategia superior, de mayor nivel, que incluye a todas estas variantes. Es un modelo de negocio.

En este capítulo se cubre la evolución reciente de esa responsabilidad  y los principales conceptos relacionados, desde filantropía, pasando por negocios inclusivos y negocios en base de la pirámide y por la reciente propuesta de la Creación del Valor Compartido, entre otros, hasta llegar a concluir que la RSE es el concepto más completo y el más practico como estrategia empresarial y que incluye todas estas versiones parciales.

Para leer el capítulo completo visita el sitio de Cumpetere.



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