domingo, 20 de enero de 2013

¡Basta de ponerles multas a los bancos!


El año 2012 fue un año muy intenso en la imposición de multas multimillonarias a bancos internacionales por violación de leyes y regulaciones y por fraude.  Pero, ¿quién las paga?  Los bancos de América Latina y España se han salvado……por ahora. Pero es muy raro[i].   ¿Será que sus bancos no se  involucran en prácticas irresponsables? ¿O será que sus supervisores no son tan competentes y estrictos como los de EEUU y de otros países de la Unión Europea?  ¿O es que la política juega algún papel? 



 (paciencia, artículo un poquito largo, es para que algunos lo lean en la cárcel)

Por violar las leyes de EEUU sobre lavado de dinero HSBC paga US$1.900 millones en multas por operaciones que involucran tráfico de drogas en México y Colombia, a través de su subsidiaria en México.   También se logró un acuerdo por el cual varios bancos en EEUU incluyendo JPMorgan Chase y el Bank of América pagarán US$8.500 millones por el abuso en los desahucios,  US$3.300 millones en efectivo a más de 3.8 millones de propietarios cuyas hipotecas estuvieron en ejecución hipotecaria en 2009 o 2010 y otros  US$5.200 millones asignados a la modificación de las condiciones de las hipotecas. 

¿Y en España?  Bien, gracias.

USB paga US$1.500 millones al Departamento de Justicia de EEUU (más US$1.000 millones a otros reguladores), Barclays US$500 millones, HSBC US$1.900 millones por participar en la manipulación de la tasa LIBOR.  RBS paga 500 millones de libras y falta determinar los castigos a unos 15 bancos más.  Estos montos sin contar el impacto que la manipulación puede haber tenido en ganancias y pérdidas de otros participantes en la actividad económica ya que la tasa LIBOR se usa como referencia para todo tipo de transacciones, desde la fijación de las tasas de la hipotecas a las tasas de intereses de préstamos a la valoración de todo tipo de derivados financieros.  Muchos perdieron y muchos ganaron con la manipulación.   Se ha propuesto que las multas deberán ser no de varios días o semana de ganancias (cuatro semanas para el HSBC) pero de un año.  ¿Pero es el monto el problema?  Y si la multa es de las ganancias de todo un año, ¿qué pasa en el sistema financiero?

Analicemos con un poco más de cuidado eso de las multas.  La idea de poner una multa es, supuestamente, para servir de castigo y desestimular otras acciones semejantes.  Pero,  ¿son efectivas? ¿Quién las termina pagando?  ¿A quién castigamos cuando multamos a los bancos?

Los bancos (sus dirigentes), como todas las instituciones y las personas hacen su análisis de costo beneficio del comportamiento, ya sea explícito ya sea implícito.  Si tenemos prisa violamos los límites de velocidad sabiendo que nos pueden agarrar y que nos pueden poner una multa.  Pero, ¿Cuál es la probabilidad de que nos agarren? ¿Cuánto es la multa?  ¿Aumentará el costo del seguro del coche?  ¿Qué otras consecuencias tendremos?  Y en algunos países hasta nos podemos hacer la pregunta: ¿Qué posibilidad hay de que me libre de la multa? Y si me la ponen, ¿Qué posibilidad hay de que logre quitármela con una propinita?  Este análisis implícito  parte del supuesto de que la multa la tengo que pagar yo.  ¿Es un monto que me duele? (en Finlandia, que la multa es proporcional al ingreso, pusieron una por cerca de US$200.000.  Esta sí que duele)

Los funcionarios de los bancos hacen este mismo análisis implícito o  explícito.  Pero es un caso muy diferente.  En el caso de los “bancos”, ¿quién paga la multa? ¿Duele?

Analicemos con un poco más de detalle quién paga la multa.  Primero debemos considerar qué es un banco[ii].

Un banco es una institución (colección de personas, bienes físicos y bienes financieros) que realiza intermediación financiera, pide dinero prestado al público ahorrista e inversionista y se lo presta al público y empresas necesitados para comprar cosas o hacer inversiones.  También usan recursos de los dueños o accionistas que suelen invertir en bienes tangibles para poder llevar a cabo sus operaciones.  Con los márgenes de intermediación cubren costos, especialmente salarios, beneficios  y bonificaciones. 

En este artículo no usare el término “banqueros” porque es muy confuso para asignar responsabilidades.  Prefiero usar el término “accionistas con poder de control” que son los que pueden nombrar a los dirigentes (la gran mayoría de los accionistas de bancos son impotentes para ejercer influencia), “dirigentes” (Consejeros, plana mayor) que establecen las reglas de comportamiento, los procesos operativos y los incentivos, positivos y negativos, y por último los “empleados”, que también incluye a los dirigentes, que son los que deben cumplir con las leyes y las regulaciones internas y externas. Y por supuesto que a la hora de asignar responsabilidades ante la sociedad también están las instituciones de supervisión, seguimiento y control, como por ejemplo el Banco Central y la Superintendencia de Bancos

De quién es el dinero que usan los bancos:  ¡Nuestro!  Los depósitos, colocaciones a largo plazo, los valores negociables son del público y de sus instituciones (empresas).  Las personas e instituciones tienen ahorros, tienen depósitos a plazo y compran bonos y acciones directa o indirectamente a través de sus fondos de pensiones y fondos de inversión. Aún la Seguridad Social invierte en ellos.   ¿A quién le prestan el dinero? ¡A nosotros también!  Directa o indirectamente.   Todos estamos metidos en los bancos (aún las personas que no tienen cuentas son afectadas por los problemas bancarios).  Los bancos somos nosotros…aunque no los controlamos!  Y he allí el problema.

Cuando se le pone una multa al banco, ¿quién la paga?  La respuesta más obvia no es la correcta.  No, ¡el banco no paga la multa!   El costo de la multa puede recaer en cuatro grupos que son los dueños del dinero que el banco usa y el que coloca: los que le deben al banco, los depositantes y ahorristas, los  acreedores, y los accionistas.  Difícilmente la pagan los culpables dentro del banco (y he allí el problema!) Y todos aquellos somos nosotros, en mayor o menor medida.  Es la sociedad.  El banco presta un servicio a la sociedad y por ello debe tener licencia legal para operar.  Son un bien público, manejan nuestro dinero.  No es lo mismo que una empresa que produce bienes y servicios, cuyas acciones tienen un ámbito mucho más limitado.  No es lo mismo una multa a una empresa, donde la sociedad tienen poco involucramiento, que un banco.  Para mayores detalles sobre la responsabilidad de los bancos ver mi artículo ¿Cuál es la responsabilidad social de las instituciones financieras?.

Para cubrir el costo de la multa el banco  tiene varias opciones y todas menos una nos involucran a nosotros.  Puede aumentar su  margen de intermediación al bajar los intereses que paga o subir los que cobra.  Si suben los intereses y/o comisiones, las pagamos nosotros y las empresas que después no los tratarán de cobran a nosotros con mayores precios por sus productos y servicios.  También pueden caer los precios de sus acciones y obligaciones y pierden los que directa o indirectamente poseen esos valores, que son mucha gente.  Todo esto nos afecta a nosotros.  Finalmente, podrían (deberían) bajar sus costos, por ejemplo los sueldos y salarios y los gastos extravagantes.  Y algunos lo harán (de cara a la galería), pero si pueden evitarlo trasladarán el costo al público[iii], tarde o temprano.  Pero aun así, cuando reducen los sueldos o bonificaciones dentro de la institución, pueden pagar justos por pecadores. Hay muchos empleados que no tienen nada que ver con el mal comportamiento (ver mi artículo ¿Es ética la responsabilidad moral de la empresa?) 

Los bancos muy posiblemente usen una combinación de todo esto.

Y para colmo de males, en casos extremos de mal comportamiento del banco, si es relativamente grande,  puede tener que ser rescatado por el gobierno para evitar contagio y un colapso del sistema financiero.  La economía de los bancos y de los gobiernos están íntimamente ligadas.  Y cuando se usa dinero del sector público, ¿quién paga?  ¡Nosotros!  Para hacerle frente al desembolso, el gobierno tendrá que reducir otros servicios públicos, cortar sueldos o personal, subir impuestos.  Nos afecta a todos.  En todo caso el gobierno, a diferencia de lo que muchos creen, no puede crear el dinero de la nada.  Aun si imprime dinero, puede contribuir a la inflación que es un impuesto a los ahorristas y su transferencia a los que deben dinero. 

¿Quién es el perjudicado con esto?  ¿Quién cometió el delito?  ¿Quién paga la multa?  ¿Es la misma PERSONA?

El lector podrá pensar que individualmente se puede salvar del problema.  Puede vender sus acciones o sus bonos, puede cambiar sus depósitos de banco.  Pero, ¿no tiene costos hacer todo esto?  

Y en España  ¿a quién le vendemos las acciones preferentes? ¿a qué precio?

¿Irá alguien a la cárcel por el caso de la venta irresponsable de las acciones preferentes? ¿Irá alguien a la cárcel por la quiebra de bancos en España, que han inducido severos costos a la sociedad? ¿Serán promovidos los responsables después de estar un Rato en el desempleo? Promoveatur ut amoveatur.  La incompetencia es el manejo de recursos del público debería ser un delito.  Como aquella Consejera de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (caja insolvente) que declaró que sólo "entendía de la economía de mi casa y punto", no tenía ni idea de lo que era un producto financiero.  

¿Y dónde está(ba) el Banco de España?

Los bancos no pagan las multas.  Las paga la misma sociedad.  A quien hay que penalizar es a los directivos que establecen los incentivos y procesos internos que determinan el comportamiento irresponsable.  Y si los incentivos y procesos son conducentes a la responsabilidad a quien hay que penalizar es a los empleados que violan estos procesos.  Y si hay grupos de accionistas que tienen buena parte de la propiedad de los bancos y pueden seleccionar a los dirigentes e influenciar las decisiones, pues también a estos hay que castigar. Y si los miembros de los Comités de Ética, Riesgos o de Cumplimiento no hacen su trabajo, pues también a penalizarlos. Así sí tendríamos correlación entre la irresponsabilidad y el castigo, no como ahora que los empleados y directivos se llevan los bonos y la sociedad paga la multa.  Se privatizan los beneficios y se socializan los costos.

Un comentarista de mediados del siglo XIX decía que “las empresas no tienen cuerpos que puedan ser castigados ni almas que puedan ser condenadas y por ello hacen lo que les da la gana”.  En estos casos de irresponsabilidad cuyas consecuencias recaen la sociedad es hora de castigar el cuerpo y el alma del verdadero culpable. No se pueden esconder detrás de la responsabilidad colectiva de la empresa.  No es efectivo para la sociedad.

Basta de ponerles multas a los bancos, que las pagamos nosotros, tarde o temprano.  Que la paguen las personas responsables del daño.  Basta de esconderse detrás de una responsabilidad colectiva.  ¡Esto es responsabilidad individual! 

Es hora de afinar los códigos civiles y penales para tipificar estos delitos a nivel individual.

¡A la cárcel y con elevadas multas a los culpables![iv]



[i] En otro caso la OCDE emitió un informe a mediados de enero de 2013 expresando sorpresa por el bajísimo número de casos reportados en España por sobornos.
[ii] Para los expertos en economía y finanzas este es un análisis un poco simplista, la realidad es mucho más compleja, depende de la estructura del sistema financiero, de su propiedad, de la situación económica y fiscal del país, pero no obstante es suficiente para explicar la problemática.  Pero el artículo está escrito para el público en general.
[iii] A mediados de enero de 2013 J.P. Morgan anuncio que recortaría la remuneración de directivos pero parece ser un gesto hacia los accionistas por pérdidas en la gestión de una cartera, no es un castigo a los que se portan mal y violan normas de comportamiento y/o leyes y regulaciones.
[iv] Parece que ya empezamos.  El 12 de diciembre de 2012 en una redada al Deutsche Bank se llevaron a la cárcel a cuatro empleados por evasión fiscal y fraude en el comercio de créditos para las emisiones de carbono.

1 comentario:

Irene dijo...

Aunque el tema sea vomitivo, lo has explicado genial... ¡me ha encantado tu artículo! Más claro que el agua.