sábado, 30 de abril de 2022

Politización de la sostenibilidad: ¡Alucinante!


Para quien no conoce bien la vida política de los EE. UU. el (ab)uso que se está haciendo de la sostenibilidad tiene que parecer algo no solo inaudito, sino ¡alucinante!  Va mucho más allá de los comportamientos sorprendentes que se vieron en los cuatro años del gobierno anterior. 

Este artículo no pretende ilustrar buenas prácticas, sino todo lo contrario. Debe ser de interés para mis lectores por lo increíble de las situaciones que comentamos. En otros países y contextos, por ejemplo, en Europa, son impensables, aún en países o regiones donde gobiernan partidos de derecha.

Comentamos tres casos en los que los gobiernos de los estados prohíben hacer negocios a sus agencias con instituciones de los mercados financieros que promuevan la sostenibilidad y rechazan la consideración de la sostenibilidad en la evaluación crediticia. También comentaremos brevemente el caso de los fondos de pensiones a nivel nacional

Al revés de lo que uno podría esperar en entornos ilustrados, de favorecer a ese tipo de instituciones y la evaluación integral de los instrumentos financieros.

I.                El estado de Utah, la calificación crediticia y la evaluación de su sostenibilidad

El estado es tradicionalmente conservador. El gobernador, desde el año 1985, es republicano y sus dos senadores, desde el año 1977, también lo son. El partido republicano ganó las elecciones del 2020 en el estado con 58,2% de los votos, contra 37,7% para el partido demócrata.

Se ha tardado algún tiempo en los mercados financieros en reconocer que los riesgos relacionados con la sostenibilidad tienen impacto financiero.  Si bien hay estándares de reporte que se basan en destacar este impacto, las evaluaciones de la calidad de crédito lo habían ignorado hasta muy recientemente. Se basaban exclusivamente en la evaluación de su posición y perspectivas financieras.

Recientemente la calificadora S&PGlobal (entre otras) ha incorporado criterios de sostenibilidad en la evaluación de la calidad crediticia de la deuda pública municipal, no solo a nivel de empresas. Al hacerlo en el estado de Utah, la reacción ha sido inmediata, acusando a la calificadora de querer promover una agenda política de izquierda a través de los mercados de capitales.  Las autoridades del estado han enviado una carta a S&PGlobal, exigiendo que se eliminen y se dejen publicar tales indicadores para el estado, atacando las inconsistencias y falta de confiabilidad en las evaluaciones ASG y alegando entre otras cosas que:

ASG es un instrumento para controlar y forzar comportamientos.  Pretende lograr, a través de los mercados de capitales lo que el gobierno y sus aliados activistas han sido incapaces de lograr a través de los procesos democráticos. Es un instrumento político que, intencionalmente o no, puede resultar en que los participantes en los mercados usen el poder económico para promover una agenda política (énfasis añadido). [i]

Y algunos medios, al defender la posición del estado, afirman que “el movimiento ASG es anticapitalista, antiamericano y debe ser frenado en seco.”

Como si la sostenibilidad no fuera material para las finanzas de las instituciones.


II.        El estado de Texas, los combustibles fósiles y las instituciones financieras.

Texas también es un estado conservador.  Ha tenido gobernadores republicanos desde 1979, con excepción de dos períodos con gobernadores demócratas. Desde 1961 ha tenido un senador republicano y desde 1993 el segundo senador. El partido republicano ganó las elecciones del 2020 en el estado con 52,1% de los votos, contra 46,5% para el partido demócrata.

A efectos de entender su acción, es de recordar que es el estado de mayor producción de combustibles fósiles en EE. UU.  lo que tiene alta incidencia en la situación económica y fiscal del estado.

Texas ha ido más allá que Utah y en el 2021 aprobó una ley que prohíbe a las instituciones del estado hacer negocios con instituciones financieras que no financian combustibles fósiles.  Por ejemplo, estas no podrán participar en colocaciones de instrumentos de deuda del estado, sus dependencias y sus agencias. Y están yendo más allá. El controlador del estado ha enviado una carta a 20 instituciones financieras pidiendo la lista de fondos de inversión bajo su gestión que prohíben o limitan inversiones en combustibles fósiles. Pretenden cambiar las políticas y prácticas de estas instituciones.

III.           Los estados de Oklahoma y Texas y las armas

Oklahoma tiene gobernador republicano desde 1987, con excepción de dos períodos con gobernador demócrata, un senador desde 1969 y el segundo desde 1994 son republicanos. El partido republicano ganó las elecciones del 2020 en el estado con 65,4% de los votos, contra 32,3% para el partido demócrata.

En abril del 2022 ambas cámaras legislativas de Oklahoma aprobaron una legislación que prohíbe suscribir contratos por valor de mas de US$100 000 con empresas, en particular financieras, que tengan alguna política o practica que discrimine en contra de los productores de armas y las asociaciones que las promueven.

Texas es uno de los más liberales en el país en cuanto a la posesión de armas de cualquier tipo, y portarlas visiblemente en lugares públicos, incluyendo en las aulas de clase. En el 2021 Texas aprobó una legislación semejante, lo que ha llevado a que bancos de inversión como Bank of America y JP Morgan Chase no hayan participado desde entonces en la colocación de instrumentos financieros estadales o municipales en ese estado.

IV.           Y a nivel federal (nacional)

Estas disposiciones tienen su origen en los intentos del gobierno federal (republicano) anterior de negar la existencia del cambio climático y extender el rechazo a los demás criterios ASG de evaluación, prohibiendo su consideración en la selección de inversiones de los fondos de pensiones. El Labor Department (Ministerio del Trabajo, regulador de muchos fondos de pensiones) aprobó una resolución, que no llegó a implementarse, por la que se exigía a los fiduciarios de los fondos de pensiones a considerar solamente aspectos financieros en la selección de las inversiones, lo que tenía el efecto de prohibir considerar aspectos ASG, alegando que su responsabilidad era la maximización de beneficios financieros. [ii] El principal argumento en contra era que los aspectos ASG sí tienen impactos financieros potenciales y que si, en efecto, la responsabilidad de los fiduciarios es la de buscar lo mejor para sus beneficiarios, no se pueden ignorar los riesgos ASG.  El gobierno demócrata este procesando directrices en este sentido.  

Y una tendencia que se puede concretar a corto plazo en algunos estados es la prohibición a los representantes de sus inversiones votar a favor de resoluciones que promuevan la sostenibilidad ambiental y social en la Asambleas Generales de Accionistas.

V.              En resumen

Muchos de los habitantes fuera de los Estados Unidos tienen una concepción sesgada de la vida de ese país.  Son muy difundidas las imágenes de la vida en los estados más liberales como Nueva York, Massachussets y California, pero entre las costas hay un inmenso país que se mira el ombligo, que no ve más allá de sus propios intereses.  No todo es San Francisco, Los Ángeles, Nueva York, Washington, Boston. Y los tres estados que comentamos son muy ilustrativos de ello. [iii]

Sus gobiernos no solo están en contra de la sostenibilidad del planeta y de la sociedad, sino que obstaculizan que otros la promuevan.

Ver para creer. ¡Alucinante!

 


[i] Esto una gran ironía.  Son las grandes empresas donantes al partido republicano las que usan su poder económico para promover una agenda política.

[ii] Algunos opositores alegan que de lo que se trata es de que no incluyan consideraciones ASG si ello es “imprudente”, o sea que conlleva el riesgo que la rentabilidad financiera sea menor.  Esto es algo muy difícil de probar a favor o en contra de forma convincente, no circunstancial.  Cada inversión y cada criterio ASG son diferentes y los fiduciarios no pueden analizar el impacto potencia de cada uno de los centenares de criterios ASG a cada una de las empresas y se dejan llevar por simplificaciones y generalizaciones de terceros (calificadoras). Pero lo importante para los fiduciarios es no correr el riesgo legal de acusación de gestión imprudente.

[iii] Sin embargo, una encuesta llevada a cabo en abril del 2022 sobre la opinión de los ciudadanos sobre el castigo que los políticos pretenden infringir sobre las empresas que no comparten sus ideas políticas concluye que el 62% (68% de los demócratas y 55% de los republicanos) responden que serían menos propensos a apoyar a candidatos que penalizarían a las empresa por sus opiniones.  Y es de notar que en los últimos años las empresas son más propensas a expresar públicamente sus opiniones sobre aspectos que afectan a la sociedad y el planeta.


lunes, 18 de abril de 2022

ADENDUM La “S” de la ASG: ¿Qué es? …. aparte de ser la cenicienta del grupo


Después de haber publicado mi artículo La “S” de la ASG: ¿Qué es? …. aparte de ser la cenicienta del grupo encontré un artículo Putting the ‘S’ in ESG: Measuring Human Rights Performance for Investors, del 2017, que agrega una valiosa perspectiva as nuestro análisis. Altamente recomendado para los interesados en la “S”. [1]

El estudio analizó 12 esquemas de indicadores ASG y encontró 1 753 relacionados con la “S” (¡no es de sorprender si estamos confundidos!). Pero lo más significativo es que solo el 8% de estos indicadores se refieren a los efectos de las prácticas empresariales y el 92% pretenden medir los esfuerzos y actividades, como lo son la existencia de políticas o compromisos, la ejecución de auditorías, evaluaciones de riesgo, entrenamiento, membresía y colaboración en organizaciones e iniciativas o las consultas con stakeholders. 

En términos de la terminología de evaluación de impacto, podríamos decir que el 92% miden insumos y a lo mejor productos, pero no resultados y mucho menos impacto, que es lo que importa.


Y esto es uno de los mayores problemas de las calificaciones de sostenibilidad: usan indicadores de insumos pasados y a lo mejor productos actuales, para evaluar lo que deben ser resultados y, mucho mejor, impacto futuro sobre la sociedad y el medio ambiente. Un breve ejemplo para ilustrar las diferencias: el dinero invertido en la diseminación del código de ética es un insumo, el número de horas-persona impartidas es un producto, la satisfacción de los participantes es in resultados, pero son los cambios de actitud observados como consecuencia de todo este proceso lo que tiene impacto, que es lo relevante, pero que no se suele reportar.

Y en esto no es que creamos que sea fácil o siempre factible reportar estos últimos dos elementos, resultados e impacto, que se dan en el mediano y largo plazo, después de la evaluación, pero sí queremos puntualizar que, además de las inconsistencias entre calificaciones y de su posible incongruencia con los aspectos materiales de cada empresa,[2]  su uso como medidas de sostenibilidad deja mucho que desear.  Las calificaciones deben interpretarse con mucha cautela. [3]

Estamos muy lejos de poder evaluar el impacto de las actividades de responsabilidad en el logro de sostenibilidad empresarial. [4]

 


[1] También recomiendo el artículo Time to rethink the ‘S’ in ESG, del 2020, que pasa revista a las dificultades de la conceptualización de la “S”, de su evolución post-covid y de su creciente atención por parte de las empresas.

[2] Ver ¿Cuál es el banco más sostenible del mundo?

[4] Si algún lector ve cacofonía en esta aseveración, recomiendo leer De la Responsabilidad Social, a la Sostenibilidad, a la ASG: Lo bueno, lo malo y lo feo

 

sábado, 9 de abril de 2022

Remuneraciones ligadas a responsabilidad. Segunda parte: Buenos y malos ejemplos de empresas


 En la Primera parte de esta serie de artículos considerábamos la práctica actual del nexo entre remuneración y responsabilidad en diferentes países del mundo, en base a estudios agregados, mayormente encuestas. En esta segunda parte comentaremos la práctica en diez casos paradigmáticos, para bien o para mal, de empresas destacadas en EE. UU., Reino Unido, Francia y España.  En la tercera parte analizaremos las dificultades y objeciones que se levantan a la implementación práctica y ofreceremos algunas sugerencias para vencer estos problemas y mejorar la efectividad de esos esquemas de remuneración.

 

I.                Ejemplos de empresas

 

1.      Estados Unidos

a.     Apple

Es solamente a partir de las remuneraciones del 2022 que Apple considerará métricas de sostenibilidad en la remuneración de sus ejecutivos (no a los consejeros), y de manera indirecta. Consiste en modificar el monto del bono basado en resultados financieros en función del logro de metas relacionadas con criterios ASG, que puede variar en un +- 10%.  Estos criterios todavía no han sido hecho públicos, pero parece que incluirán cambio climático y conservación de insumos materiales. Los inversionistas han pedido que se incluyan métricas relacionadas con las condiciones laborales en la cadena de valor y diversidad e inclusión. Hay que recordar los problemas que ha tenido Apple en las condiciones laborales de su producción en China.

 

Comentario: Mas vale tarde que nunca, pero el ámbito de las metas parece ser modesto. Está claro que para ser efectivas deben estar bajo el control de los ejecutivos, pero hay más aspectos que lo están. Y una pregunta que repetiremos mucho: ¿representa esto la responsabilidad de esta empresa ante la sociedad? ¿o es un saludo a la bandera? El monto del porcentaje también parece modesto como para estimular acciones por parte de los ejecutivos y más porque depende de los resultados financieros.

 

b.     Chipotle

Chipotle es una cadena que gestiona unos 3 000 restaurantes de comida rápida (fast-casual) mexicana, que opera en EE. UU., el Reino Unido, Alemania y Francia. Es conocida por su preocupación por la sostenibilidad de sus insumos y sus compras locales. Comenzando en 2022 el 10% de la remuneración variable de sus ejecutivos estará ligada al logro de objetivos en la sostenibilidad de sus insumos (alimentos y animales), diversidad, inclusión y equidad en el empleo, emisiones directas e indirectas, consumo de agua, impacto sobre la agricultura.  Por la complejidad del programa, este será implementado paulatinamente.

 

Comentario: Es este caso la empresa sí tiene coherencia entre lo que es su responsabilidad ante la sociedad y las métricas en las que basarán parte de sus bonificaciones.

 

c.     Mastercard

A partir del 2021, y motivado por la pandemia, MasterCard decidió cambiar la modalidad de la compensación variable incluyendo indicadores ASG para los cargos de vicepresidentes y miembros del comité de gerencia.[1]  Usa el modelo de ajuste a la bonificación por resultados financieros, que puede subir o bajar en un 10% por el logro de los siguientes indicadores: Neutralidad en carbono (100% de compensación de las emisiones por sus operaciones); inclusión financiera (meta basada en el aumento de la participación en la economía digital; reducción de la brecha salarial por género.  Cada uno de estos indicadores tiene metas cuantitativas y una proporción especificada. Han sido seleccionados por ser medibles.

 

Comentario: Es un buen comienzo, aunque el modelo de modificador de las bonificaciones financieras revela la importancia que estas tienen, particularmente en una institución financiera. Por la información disponible no está claro si el nexo con las emisiones incluye las directas y las resultantes de la compra de energía (de las que son grandes consumidores) pero es decepcionante que pretendan hacerlo via compensaciones y no por reducciones directas. El nexo con inclusión financiera está relacionado con la estrategia empresarial y para una institución de transacciones financieras debe basarse en el uso de la digitalización, a diferencia de la banca comercial para la que el énfasis en la digitalización puede excluir buena parte de los sectores no bancarizados. [2] Es entendible que quieran usar indicadores medibles objetivamente, pero ello no obsta para incluir otros indicadores en temas sociales.  La brecha por género es importante, pero ¿es tan crítica como para ser la única incluida?

 

d.     Etsy

Etsy es una empresa que cotiza en la Bolsa de Valores NASDAQ, que he tenido una evolución reciente turbulenta.  Es semejante a Amazon, pero vende productos de proveedores menores y muchos de ellos son artesanales. Comenzó como empresa certificada B, siendo un modelo de sostenibilidad, pero sus resultados financieros adversos estimularon a accionistas activistas a cambiar la dirección de la empresa y su estrategia de negocios, convirtiéndola en una empresa relativamente tradicional en términos de sus objetivos netamente comerciales, dejando de ser certificada como empresa B. [3] En sus informes oficiales a la Comisión de Valores y Mercados [4] dice que tiene algunos objetivos de responsabilidad social relacionados con la compra de energía renovable y la inclusión, pero no reporta nexos entre estos objetivos y las remuneraciones de sus consejeros o directivos, que se basan en  un promedio ponderado de resultados financieros. 

 

Comentario: Es sorprendente que una empresa que se constituyó como modelo de sostenibilidad, ni siquiera tenga tales nexos. Pero el trauma de la transición los puede haber afectado.

 

2.     Reino Unido y Francia

 

a.     Unilever

Unilever es una de las empresas más grandes del mundo en productos alimenticios y para el hogar. Tiene más de 400 marcas (Dove, Lipton, Knorr, Magnum, Vaseline), sirviendo a más de 2.500 millones de personas, con más de 170.000 empleados y operaciones en más de 100 países. Ha sido considerada por los expertos en sostenibilidad como la empresa líder mundial, sobre todo durante la presidencia de Paul Polman (2009-2018). Durante su presidencia tuvo que afrontar ataques de inversionistas activistas que querían una estrategia más agresiva, con menos atención a temas de responsabilidad social.  No tuvieron éxito en tomar una participación significativa pero sí lograron que la empresa fortaleciera su competitividad comercial y financiera.[5]

 

También en el tema del nexo entre remuneración y sostenibilidad la empresa ha sido líder.  No tiene nexos a la remuneración de corto plazo, al reconocer que la sostenibilidad es cuestión de acciones que toman su tiempo, por lo que los nexos son con las remuneraciones a largo plazo. A partir del 2022 esa remuneración variable tiene un componente del 25% basado en el valor del Índice de Progreso en Sostenibilidad, que a su vez está basado en la estrategia de sostenibilidad expresada en el Unilever Compass. El índice contiene ocho indicadores, en iguales proporciones.  Para el 2022, los ocho indicadores, tan específicos que hemos preferido reproducirlos tal y como los presentan de su informe anual (pg. 88), sin simplificar ni traducir:

 



Comentario: Sin duda es una de las empresas para las cuales la sostenibilidad es parte integral de su estrategia operativa y su nexo con las remuneraciones es uno de los más completos, implementables y mejor alienados con la estrategia. Son un muy buen ejemplo. No los comentaremos todos para no extender la discusión, solo notaremos algunos especiales, que la distinguen: compra de insumos sostenibles, salud de los clientes, sueldos justos, responsabilidad en la cadena de valor y preparación de su mano de obra para el futuro. No son indicadores triviales, como los tienen otras empresas comentadas: ¿deben los dirigentes requerir de estímulos monetarios para reducir la brecha por género?

 

b.     Danone

 

El CEO de Danone tiene una compensación variable que incluye un 20% basado en objetivos sociales, mejoras en la sociedad y el medio ambiente medibles (no especifican los indicadores) y un 20% basado en evaluaciones cualitativas de su rendimiento general. Los demás miembros del Consejo no tienen nexo de sus remuneraciones a la sostenibilidad. [6] La remuneración variable de largo plazo está basada en el logro de la calificación A en la evaluación sobre su rendimiento en cambio climático por parte del Carbon Disclosure Project, CDP, por tres años consecutivos. Si bien somos críticos de relacionar las remuneraciones al logro de calificaciones por calificadoras de sostenibilidad, por el riesgo de introducir incentivos perversos, la calificación del CDP es de las más objetivas y concentradas y el basarlo en tres años consecutivos lo hace menos susceptible de manipulación.

 

Comentario: Este esquema es preciso, pero concentrado en emisiones, cuando una empresa de alimentos como Danone puede tener mucho impacto social y ambiental en agricultura y ganadería. Podría ser más amplio. No tenemos información que respalde esta opinión, pero es posible que los dirigentes no requieran de esos incentivos ya que Danone es una empresa con fines de beneficios financieros y sociales [7] (Enterprise a Missión) y se supone que la búsqueda de la sostenibilidad es parte de su razón de ser.

 

3.     España

 España es uno de los países de Europa donde se está dando mayor adopción del nexo, por lo que ofrece algunos ejemplos que pueden ilustrar las prácticas. Cubriremos cuatro ejemplos en sectores contrastantes.

 

a.     Telefónica

  • Ponderación global del 20% en las retribuciones anuales variables, basadas en reducción de emisiones de alcance 1 y 2 (directas y en las compras de energía), satisfacción de los clientes, participación de la mujer en cargos directivos y confianza de la sociedad (medida por un índice de reputación).
  • Ponderación de un 10% en las de largo plazo basado en la “neutralización” de las emisiones.

 

Comentarios: ¿Son estos los aspectos que determinan la responsabilidad de Telefónica, los aspectos materiales más importantes? ¿Contribuye a la sostenibilidad el estimular a los dirigentes a mejorar la calificación en un índice de reputación que puede ser “gestionado” via campañas de persuasión del público que responde a los cuestionarios? [8] ¿Cambia el comportamiento de los dirigentes la “neutralización” de emisiones, via compra de offsets de emisiones de terceros? No es buen ejemplo.

 

b.     BBVA

  • En las retribuciones anuales el presidente tiene un 45% ligado a objetivos de responsabilidad y el consejero delegado el 40% basados en la satisfacción del cliente, financiamiento sostenible y satisfacción de los empleados.
  • No tienen métricas para el largo plazo.

 

Comentarios: Al igual que Telefónica, ¿es esto la responsabilidad que debe promover un banco? [9] Vistas las medidas que tomaron recientemente de reducción de oficinas, de personal y de servicio al cliente, ante ganancias, dividendos y recompra de acciones récord, es de suponer que los incentivos no están funcionando o que todavía no han tenido efecto (ver ¿Capitalismo de los stakeholders en la banca española?  y De repente los bancos españoles vieron la luz), o que la parte variable de la remuneración no es suficiente incentivo. Las remuneraciones del presidente y del consejero delegado para el 2021 fueron de 7,8 y 6,8 millones de euros respectivamente. Tampoco es un buen ejemplo.

 

 

c.     Iberdrola

  • Para el corto plazo, la ponderación de la parte variable es del 50%, constituida por crecimiento de la presencia femenina en puestos de relevancia, presencia en índices de sostenibilidad y relación de horas de entrenamiento en comparación con sociedades comparables.
  • Para el largo plazo es del 30%, constituida por reducción de la intensidad media de emisiones, reducción de la brecha salarial y proveedores sometidos a estándares de sostenibilidad.

 

Comentarios: Pregunta ya estándar: ¿Es esto la responsabilidad de una empresa energética? La presencia en índices de sostenibilidad debe ser el resultado de la responsabilidad no el objetivo a perseguir. Es un incentivo perverso ya que estimula a hacer lo que los índices piden, no lo que es relevante para la empresa, que en general, no es lo mismo. [10] Un indicador como horas de entrenamiento estimula a ofrecer horas de entrenamiento, que debe ser un medio no un fin.  Incurriendo en gastos superfluos puede elevar la remuneración de los dirigentes. Tampoco es un buen ejemplo.

 

d.     Inditex

 

  • La ponderación para el corto plazo es del 15%, constituida por el crecimiento en el número de prendas sostenibles, avances en la eliminación del plástico de un solo uso, numero de auditorías de tintorerías (producción contaminante), reducción de residuos generados internamente, materiales de empaque recogidos y reciclados, consumo de energía renovable, diseñadores formados y especializados en circularidad (¡la circularidad empieza en el diseño, no en el reciclaje!)
  • La ponderación para el largo plazo es del 10%, constituida por el porcentaje de suplidores que cumplen algunos criterios producción sostenible, porcentaje de reducción de residuos, reducción de emisiones directas y porcentaje de suplidores que tienen ranking social especificados.

 Comentarios: Un buen ejemplo de que deben ser los indicadores: relevantes, medibles, bajo el control de los dirigentes, sin incentivos perversos. Los porcentajes pueden parecer bajos, pero están en línea con las buenas prácticas internacionales. Ojalá fueran mayores ya que estimulan un comportamiento alineado con la responsabilidad de una empresa textil.

 

II.             Tercera parte

De los ejemplos precedentes podemos concluir que algunas empresas suelen usar alrededor de tres indicadores medibles de criterios ASG, en las remuneraciones de corto plazo, y muy, muy pocas usan uno o dos en las de largo plazo. Con algunas excepciones. Y hay buenos y malos ejemplos.

 De la discusión de estas dos partes el lector puede haber constatado la variedad de modelos e indicadores, diferencias entre países y regiones, y que es un tema en transición, pero con un interés creciente. Se está experimentando y se están desarrollando conocimientos.  Pero también se puede constatar la relativa ligereza de los nexos. ¿Es posible impactar el comportamiento de los dirigentes con estos modelos de nexos o son parte del greenwashing?

 ¿Qué es ASG? [11] Y la conclusión más triste de todas: todas las empresas comentadas arriba [12] pueden decir que tienen las remuneraciones de sus dirigentes ligadas a la ASG, o sea que se podrían etiquetar como ASG, y de allí a considerarlas como parte de carteras ASG (muchas sino todas lo son) es un pequeño paso. Solo algunas pueden legítimamente alegar su amplia sostenibilidad. Supongamos querido lector, que quieres invertir en esos fondos. ¿Te basta que la empresa use la etiqueta ASG porque las remuneraciones de sus dirigentes están ligadas a tres indicadores, por ejemplo, de progreso en la igualdad de género, de comprar créditos para compensar emisiones y de satisfacción del cliente? ¿Es esto lo queremos que sea una empresa responsable?

No todo es decepcionante.  Unilever e Inditex muestran el camino a seguir.

 En función del análisis de las prácticas precedentes, en la tercera aparte analizaremos las críticas que se le hacen al uso del nexo entre remuneraciones e indicadores ASG, las dificultades que enfrenta en la práctica y ofreceremos una serie de sugerencias para vencerlas y hacerlos efectivos.

 


[12] Etsy no tiene el nexo, pero siempre ha sido considerada como modelo de sostenibilidad. 


sábado, 2 de abril de 2022

Remuneraciones ligadas a responsabilidad. Primera Parte: Situación actual


¿Promueven la sostenibilidad las remuneraciones ligadas a la responsabilidad de los altos dirigentes empresariales? ¿en qué condiciones pueden ser efectivas?

El tema del nexo entre las remuneraciones y los resultados de la responsabilidad empresarial está adquiriendo gran interés en la práctica, en gran parte porque se percibe como una de las posibles medidas para incentivar a los dirigentes a asumir la responsabilidad de la empresa ante la sociedad y a mejorar su contribución al bienestar y la sostenibilidad del planeta. 

 Podríamos considerarlo como el cuarto pilar en la promoción de la responsabilidad empresarial, junto con las motivaciones intrínsecas de esos dirigentes, las presiones de los stakeholders y las regulaciones que imponen los gobiernos y las instituciones. A mejor necesitan un aliciente.

 En la Primera parte de este articulo pasaremos revista a algunos estudios recientes sobre la situación de su implementación a nivel agregado en EE. UU., países europeos y del resto del mundo.  En la Segunda parte comentaremos algunos ejemplos individuales en empresas relativamente avanzadas, también en estos países. Y en la Tercera parte aprovecharemos el conocimiento derivado de este repaso para analizar las principales dificultades, reales y percibidas, y objeciones para su implementación y ofrecer algunas sugerencias para el diseño de un programa de incentivos a la responsabilidad que puedan vencer esos obstáculos y eventualmente mejorar su efectividad.

 Hay que destacar que los estudios reseñados se refieren a grandes empresas cotizadas en las respectivas bolsas de valores y como tal deben tomarse con carácter ilustrativo.  Las empresas que no cotizan en bolsa deben ejercer cautela en la adopción de tales prácticas y adaptarlas a su realidad. Su cultura, su capacidad de gestión, las demandas de sus stakeholders, su sistema informativo sobre responsabilidad, entre otros factores, condicionará tal adopción. 

 I.                Introducción

 Dentro del amplio contexto de la evolución de la responsabilidad empresarial la implementación práctica de los incentivos monetarios es un tema relativamente reciente, aun cuando en la teoría se viene promoviendo desde hace algunas décadas. La discrepancia radica en que la implementación práctica enfrenta serios obstáculos, tanto de orden metodológico como emocional. De la teoría a la práctica hay un gran trecho.

 Pero las buenas noticias es que ha habido un gran progreso en años recientes, en parte reflejado en el hecho de que las empresas de consultoría en remuneraciones están llevando a cabo estudios sobre el tema, en particular en EE. UU., el Reino Unido, países de Europa, España y en otros países.  Seguramente hay muchos más que no han sido todavía publicados o que son de uso privado.  Ello refleja la demanda de servicios que estas empresas deben percibir por el tema, para lo cual deben conocer no solo la teoría del nexo sino además las buenas prácticas

 El tema ha pasado de ser utilizado en unas pocas empresas líderes hace un par de años, mayormente en Europa, a ser utilizado por centenares de empresas, como analizaremos más adelante.  Se está integrando rápidamente en la implementación de las estrategias de responsabilidad de las empresas.

 ¿Por qué es necesario el nexo? La expectativa es que los altos dirigentes y la gerencia media son racionales en cuanto a la remuneración, prefieren más a menos y que responden a las señales que les marcan los incentivos.  Es de suponer que, si su remuneración está ligada al logro de algún objetivo, este será enfatizado en la gestión. Pero ¿son suficientes? De allí que desarrollaremos la discusión en el contexto de la efectividad de esos incentivos.[1]

 Pero los objetivos relacionados con la responsabilidad empresarial tienen características muy especiales que hacen que el nexo sea más complicado que, por ejemplo, el nexo con los resultados financieros, que es el tradicional y de casi universal adopción.  Adicionalmente será necesario considerar la compatibilidad con las motivaciones intrínsecas de los actores y de la cultura empresarial en que se desenvuelven, más allá de las reacciones esperadas a los incentivos monetarios.  Estos aspectos los analizaremos en la tercera parte.

 El tema es extraordinariamente complejo y es imposible hacerle justicia en este breve repaso, por lo que remitimos al lector interesado a los numerosos nexos que incluimos en las dos partes.

 II.             Situación actual de los nexos remuneraciones-responsabilidad 

1.      Introducción

 En esta sección discutiremos la situación de la implementación en los países mencionados y analizaremos la implementación en algunos casos paradigmáticos.  Para ello será importante tener en cuenta algunas consideraciones. Primero, hay que distinguir entre los resultados basados en encuestas, respondidas por las empresas, lo cual puede contener sesgos, versus los resultados basados en investigaciones sobre lo reportado por las empresas en sus informes, que también puede contener sesgos, versus lo que sería el ideal, basado en el análisis de los esquemas realmente implementados en las empresas. Hay que tener esto en cuenta a la hora de analizar la gran variedad de resultados que presentamos en la discusión siguiente.

 Segundo, como ya hemos comentado extensivamente en otros escritos no hay ni puede haber una conceptualización generalmente aceptada de lo que es la responsabilidad,[2] pero los estudios analizan el nexo de las remuneraciones con indicadores ASG genéricos, que no es lo mismo que responsabilidad, con poca especificidad.  Cualquier cosa se denomina ASG.  Por ejemplo, algo tradicional y nada especial como es el nexo de la remuneración con la satisfacción de los clientes ahora se considera como remuneración ligada a la responsabilidad. Ante la presión por demostrar preocupación por el tema todo vale, todo es ASG.  

 Y tercero, que los estudios sobre las prácticas que comentamos se refieren a las remuneraciones en términos monetarios y se ignoran las “remuneraciones” no monetarias (satisfacción, reputación, prestigio, ética personal, etc.). En términos de impactos sobre la sostenibilidad, en contraste con los financieros, estos otros factores pueden motivar la actuación de algunos dirigentes. 

2.     Advertencia previa

 En los resultados que analizamos a continuación hay que tener en cuenta la generalización que representa el uso de las siglas ASG y las diferentes modalidades de recopilar la información. Se dirá que las remuneraciones están ligadas a la ASG, pero esto puede incluir desde un solo indicador a decenas, uno por uno o agregados, de allí que los resultados deben ser considerados solamente como ilustrativos del espectro de posibilidades, de prácticas y de opiniones, en las encuestas, y de aseveraciones en los reportes, que pueden ser sesgadas.

 Además, para la interpretación de los resultados hay que tener en cuenta que algunas encuestas analizan un sub universo, como por ejemplo los integrantes de algún índice bursátil, en cuyo caso, los porcentajes reportados de adopción son representativos de ese conjunto, pero cuando se usan muestras de empresas que tienen poco en común, los porcentajes no son representativos de ningún conjunto y no son extrapolables.  La muestra determina su confiabilidad.

 Los resultados que presentamos a continuación son a nivel muy agregado y esconden grandes diferencias entre empresas y entre sectores industriales, sobre todo en el tipo de indicadores (concentraciones en A, o en S o en G o en varios), que no son cubiertas por estos reportes. Se deben considerar solo como ilustrativos de la extensión de la práctica, que es poco uniforme. 

3.     Estados Unidos

 En el país donde la gestión de las empresas descansa fuertemente sobre el uso de incentivos monetarios (argumento de la rentabilidad por encima del argumento moral), el tema ha adquirido interés creciente y se han producido varios estudios sobre la situación en la práctica de su nexo con la responsabilidad. En marzo del 2020 se publicó el estudio ESG Incentive Metrics: S&P 500 Highlights por la consultora Willis Tower Watson, donde analizan las características de la relación en las 500 empresas del índice S&P 500.  Algunas de las principales conclusiones:

  • El 50% incluye indicadores ASG en los planes anuales de remuneración, pero solo el 4% lo incluye en la remuneración de largo plazo.

 Pero la sostenibilidad es un tema de largo plazo. Estos incentivos refuerzan el cortoplacismo, ya estimulado por los nexos a los resultados financieros.  Induce comportamientos que pueden ser contraproducentes ya que estimulan la gestión al logro de la meta, lo que, en el largo plazo, puede no coincidir con los intereses de la empresa. Por ejemplo, si uno de los indicadores es la satisfacción del personal, en el año en cuestión, el dirigente puede adoptar medidas contraproducentes para la empresa con tal de lograr el beneplácito del personal a su cargo.  Es cierto que la satisfacción del personal es clave para la gestión responsable, pero debe buscarse con una visión de largo plazo y en función de la empresa no del dirigente en cuestión.

  • El 35% relaciona las remuneraciones a un promedio ponderado de indicadores, un 32% los relaciona a un conjunto de medidas evaluadas cualitativamente como parte de la evaluación de la gestión del dirigente y un 49% lo relaciona con medidas cualitativas, pero a nivel individual. 
  • El promedio ponderado se usa con aspectos ambientales, seguridad y satisfacción del consumidor, en tanto que las mediadas cualitativas individuales se usan con aspectos de recursos humanos y de gobernanza.

 Si bien el estudio dice que se refiere a “indicadores de incentivos ASG”, es más una investigación sobre la remuneración en general ya que mezcla aspectos de gestión tradicionales con algunos aspectos especiales de responsabilidad empresarial e indicadores específicos de responsabilidad con la evaluación cualitativa tradicional del rendimiento de los dirigentes.  Tiene una concepción muy amplia de los que son criterios ASG y su nexo con las remuneraciones. [3]

 Algunos de los resultados del estudio The director’s new playbook: Taking on change (PwC’s 2021 Annual Corporate Directors Survey), muestran que todo el entorno de la consideración de aspectos ASG por los Consejos está en etapa de confusión.  Por ejemplo, el 64% de los consejeros dicen que ello está incorporado en la estrategia (15% más que el año precedente), pero solo el 25% creen que el Consejo entiende bien los riesgos de la irresponsabilidad.  El 52% está de acuerdo en relacionar las remuneraciones con metas de diversidad e inclusión, la moda en EE. UU. (39% el año precedente), y la mitad está de acuerdo en relacionarlos con satisfacción del consumidor, seguridad laboral, calidad y el involucramiento del personal.  La preocupación por estos aspectos, más bien genéricos, refleja además la concepción muy estrecha de lo que debe ser la responsabilidad empresarial. 

 Esto es una constante de todos los estudios: referirse a los aspectos ASG de forma genérica, dando la impresión de que se tiene una visión holística, cuando en la realidad se refiere a aspectos muy puntuales y a veces relacionados con la gestión cotidiana, nada especial. 

 Otros estudios reportan resultados muy diferentes.  In estudio por parte de la empresa asesora en votaciones en las asambleas generales de accionistas (AGA), ISS, encuentra que menos del 5% de las empresas del índice S&P500 incluyen indicadores ASG en las remuneraciones corto plazo y menos del 1% en las de largo plazo. Y si bien un estudio de Deloitte encontró que el 28% de las propuestas sobre remuneraciones en las AGA contienen nexos a la sostenibilidad, ninguna captó suficientes votos como para ser aprobada.

 ¡Pero las intenciones son buenas! Otro estudio de Willis Towers Watson, a nivel de América del Norte, Europa, Asia, Medio Oriente y África, encontró que el 78% de las empresas piensan cambiar el uso de indicadores ASG en sus planes de remuneración, el 47% piensa hacerlo en las remuneraciones de largo plazo y el 37% en los planes anuales.

 Y estos resultados agregados esconden realidades a nivel de empresas. Un análisis de las prácticas en 48 de los mayores emisores de gases reveló que solo cuatro de ellas tenían un nexo explicito entre remuneración y reducción de emisiones y solo dos lo tenían en la compensación de largo plazo.

 Esto refleja el estado de confusión (o de inmadurez del tema) y de la diferencia entre intenciones, reportes y la realidad. 

4.     Reino Unido 

De acuerdo con un estudio de PwC el 45% de las 100 mayores empresas de la Bolsa de Valores de Londres, el 45% tienen nexos entre indicadores ASG y las remuneraciones anuales o en sus programas de incentivos de largo plazo. El 37% incluye indicadores con una ponderación promedio del 15% en las anuales, en tanto que el 19% las incluye en las de largo plazo con una ponderación promedio del 16%. Y un tercio de las empresas usan indicadores “tradicionales” relacionados con los empleados, incluyendo salud y seguridad y el 27% usan indicadores “nuevos” como cambio climático, inclusión y diversidad.


De acuerdo con otro estudio, Paying well for doing good, de PwC y la London Business School, solamente la mitad de los nexos están basados en aspectos materiales de acuerdo a los indicadores del Sustainability Accounting Standards Board, SASB, pero es de notar que la otra mitad incluye aspectos como la inclusión, diversidad y el involucramiento del personal, que para muchos sí son aspectos materiales. Una visión peculiar de la materialidad del SASB, parece que considera estos últimos aspectos como obvios.  ¡¿Qué es responsabilidad?!

 Y hay un gran crecimiento. Un estudio de la práctica en las 250 empresas más grandes de la Bolsa de Valores de Londres encontró que el uso de indicadores ASG en las remuneraciones anuales había aumentado un 57% en el año, basado en un análisis de los informes anuales, pasando del 19% al 30% de las empresas. Lo que demuestra que es incipiente, pero de creciente interés. 

5.     Europa

 A nivel europeo, incluyendo España, la firma consultora Willis Towers Watson realizo un estudio sobre el tema durante el 2021, ESG y la retribución de la alta dirección. El interés de este estudio es que presenta resultados comparativos entre países, pero con un grado de agregación que no permite apreciar las diferencias en las practicas.

 

De esta gráfica se aprecia lo que es general y es que los nexos a corto plazo son mucho más comunes que los de largo plazo, que hay crecimiento en su adopción y que hay países muy avanzados como Francia y España. Nótese que los lideres en responsabilidad mundial, los países escandinavos, los usan poco, presumiblemente porque es algo ya engranado en el comportamiento de los dirigentes y no necesitan de incentivos para ello.  Por ejemplo, no necesitan incentivos monetarios para lograr paridad en la remuneración y representación de las mujeres en los consejos

 En términos de los indicadores utilizados se puede observar que los sociales son las más prevalentes, muy posiblemente porque están mas relacionados con la gestión tradicional de la empresa, aun antes de que se pusiera de moda la tipificación ASG. De hecho, el uso de indicadores A son los que tienen mayor crecimiento (pero nosotros argumentamos que si bien los sociales son los criterios más conocidos y utilizados son los menos entendidos [4]).  De hecho, algunos estudios denominan a los sociales como tradicionales y a los ambientales como “nuevos”. 


Otro estudio Aligning Pay, People and Planet Executive Compensation and Sustainable Value Creation, incluye un gráfico en el que se puede apreciar que la adopción de los nexos remuneración/responsabilidad está en franco crecimiento en los países europeos cubiertos y que en algunos países como los Países Bajos y Francia la adopción está bastante generalizada.  Aunque esto no es indicativo de la intensidad de relación (cuántos, cuales, períodos) ni de la efectividad en el logro de la sostenibilidad. Es indicativo del interés, que es condición necesaria, pero no suficiente.

 

Y hay acción de algunos inversionistas institucionales. En su Informe anual sobre su votación en las asambleas generales de accionistas la gestora de fondos de inversión activos, AllianzGI, con sede en Alemania (gestiona más de 700 000 millones de euros), anunció que a partir del 2023 votará en contra de las resoluciones sobre remuneraciones de los consejeros que no incluyan nexos a indicadores ESG. Y Cevian Capital, un gestor de fondos activistas en Suecia indicó que todas las empresas en Europa en las que invierte deben tener nexos entre la remuneración de los ejecutivos e indicadores ASG, que deben proteger el valor de los accionistas y de los demás stakeholders.  

 El gigante gestor de inversiones, BlackRock, con sede en Nueva York pero con inversiones en un gran numero de países, en su nueva política de involucramiento [5] indicó que “….no tiene una posición firme sobre el uso de criterios de responsabilidad para las remuneraciones ……pero que si los usan deben demostrar que son materiales, rigurosos y están alineados con prioridades estratégicas de la empresa”. Claro contraste con Europa. Sí, pero… 

6.     España 

Aparte de los resultados incluidos en la encuesta anterior a nivel europeo, específicamente para España solo hemos encontrado una encuesta de la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social, DIRSE, del 2019, que encontró que un tercio de la empresas encuestadas tenían alguna modalidad de nexos entre remuneración y responsabilidad, con un 71% de aplicaciones desde cinco o menos años, pero casi un 30% con uso desde hacía 10 o más años. Lamentablemente no hay detalles para poder verificar la confiabilidad o el ámbito de estos resultados (¿un indicador? ¿muchos? ¿cuáles?) y siendo una encuesta entre responsables de RSE es de suponer que peca de optimista. 

7.     Mundial 

El informe Volatile Transitions: Navigating ESG in 2021, de la consultora ISS ESG, contiene una sección donde se presentan datos sobre los nexos entre remuneraciones y aspectos ASG en 17 países. Por su amplia cobertura, el informe cubre aspectos muy agregados, pero ofrece algunos resultados que agregan valor a los estudios comentados arriba. 

  • El número de empresas con al menos un incentivo ASG se ha más que duplicado del 2018 al 2020, al 20%.  Lamentablemente no describe la muestra, por lo no podemos saber si es mucho o poco, solo que ha ido aumentando.
  • Los países europeos tienen el mayor porcentaje de empresas, con Francia y España alrededor del 50%.  En la cola están Estados Unidos y tres países escandinavos.  En el primer caso debe ser por falta de interés, pero en el segundo es posible que la responsabilidad esté tan integrada en la gestión que no hace falta incentivar a los dirigentes.
  • En términos de sectores industriales las empresas energéticas, de servicios públicos y de materiales son las de mayor utilización, en tanto que las de menor utilización son las de informática, finanzas, salud y de bienes de consumo.  En el primer grupo debe ser porque son empresas con elevados impactos sociales y ambientales lo que es menor en el segundo grupo.
  • Los indicadores más usados son los de seguridad industrial, gestión de recursos humanos y “responsabilidad social” (¿?).  El hecho de incluir un indicador amplio como este último, separado de los específicos (medio ambiente, recursos humanos, diversidad, etc.), que son parte integral de esa responsabilidad, corrobora la confusión que hemos venido destacando.

     8.     Comisión Europea 

La Comisión Europea, dentro de su estrategia global de promoción de la sostenibilidad también se ha interesado por el tema y en el 2020 celebró una conferencia y produjo un informe Study on directors’ duties and sustainable corporate governance que cubría el nexo remuneración/responsabilidad para la creación de valor sostenible. También cubrió otros temas, como las destrezas en sostenibilidad necesarias para los consejeros (que habíamos analizado en un artículo anterior [6]). Ambos aspectos, remuneración y competencias, han sido recogidos en el Informe Final sobre la Taxonomía Social (febrero 2022, sección 6.2) como algo a ser estudiado en más detalle e incluido en un esquema de gobierno corporativo actualmente en preparación. En aquel documento presentan una breve descripción de los pros y cons del nexo remuneración/responsabilidad, que comentaremos en la Tercera parte. 

9.     Estados Unidos vs. Europa [7] 

En EE.UU. se enfatizan más los aspectos de gobernanza, en tanto que en Europa (incluyendo el Reino Unido) es más referido el tema ambiental y relativamente igual el tema social, aunque en Europa tienen una visión más amplia, incluyendo varios aspectos de la gestión del capital humano. En EE. UU. es mucho más prevalente el aspecto de inclusión ante la diversidad de la población (razas, etnias, religión, origen nacional) y la discriminación tradicional de algunos colectivos. En ambos casos la igualdad de género es un aspecto recurrente. 

En Europa es mayor la proporción de la remuneración variable que está ligada a indicadores ASG. También es más alto en Europa el porcentaje de empresas que reportan usar el nexo.  En términos del plazo para los nexos, en ambos prevalecen los de corto plazo sobre los de largo plazo, con mucha ventaja, pero Europa usa los de largo plazo con mucha más frecuencia que EE. UU. 

En términos de las modalidades de los nexos, no hay muchas diferencias entre ambos. La mayoría usan algunos promedios ponderados de indicadores (73% en Europa y 63% en EE. UU.) y la minoría usan cambios en las remuneraciones variables basadas en los indicadores financieros para reflejar los objetivos ASG (14% y 8%) y el resto usa indicadores discrecionales (14% y 29%).  

Es de destacar, como ya hemos enfatizado al comienzo, que estos resultados son muy dependientes de la modalidad de la investigación, no son análisis exhaustivos y no deben considerarse representativos, son indicativos.

 


III.           Siguientes partes


En la Segunda parte de esa serie cubriremos ejemplos concretos de empresas destacadas en estas prácticas en EE. UU., Reino Unido, países europeos y España en particular. En la Tercera parte analizaremos las dificultades y las objeciones que se levantan sobre la práctica y, en base a las lecciones aprendidas en las dos primeras partes, ofreceremos algunas sugerencias para el diseño y mejora de la efectividad de los programas de remuneración basados en criterios ASG.