sábado, 26 de julio de 2025

A propósito del propósito empresarial

 

(Cuestionario de una entrevista para una tesis doctoral) 

  • ¿Qué implica contar con un propósito corporativo? Tanto interna como externamente  

Internamente debería ser una afirmación de la estrategia empresarial [i] y una guía para sus actividades, en particular las relacionadas con la sostenibilidad empresarial. Todas las acciones de la empresa deberían ser contrastadas y ser compatibles con el propósito declarado.  Todos los empleados deberían tenerlo como guía. Lamentablemente en la práctica el propósito sirve más como instrumento de comunicación externa de las intenciones o deseos de la dirigencia que como guía y control de actividades. Se ha convertido en una parte de la estrategia de gestión de la reputación.

  • ¿En qué medida afectó la agenda 2030 y la publicación de los 17 ODS en la estrategia empresarial? 

En esto es imposible generalizar ya que cada empresa las ha tomado y adaptado a sus necesidades.  En general debería ser un valioso instrumento para la programación y gestión de su contribución al avance económico y social [ii]  Pero como en el caso anterior se ha usado externamente como instrumento de para la gestión de la reputación, para el greenwashing. En pocos casos las empresas han ajustado sus actividades para mejorar esa contribución. En la gran mayoría de los casos, las empresas han imputado las actividades que ya venían haciendo o las han modificado ligeramente, o cambiado de nombres, para mostrar que contribuyen a ese avance.  Sin embargo, muy pocas de ellas son contribuciones incrementales, nuevas.

  • ¿Con qué conceptos se suele relacionar el propósito corporativo? 

Es la consolidación moderna de lo que anteriormente se conocía como visón, valores y misión. Debería ser relacionada con la gestión de la sostenibilidad empresarial, pero para muchos es parte de la gestión de la reputación.

  • ¿Está relacionado el propósito con la percepción de reputación? ¿A qué se asocia la reputación? 

Mas bien diría “se usa el propósito para gestionar la reputación” La respuesta es un enfático SÍ. El problema con la reputación es que es una percepción y como tal varía de persona a persona, de contexto a contexto, que se suele basar en encuestas, por lo que muy sensible a la información recibida y como tal puede gestionarse (¿manipularse?) por parte de las empresas.[iii] Y la reputación se asocia a lo que digan las preguntas de las encuestas, que condicionan las respuestas. Como un caso ilustrativo de la poca confiabilidad de estas encuestas está la que hacia RepTrack donde se hacían nueve preguntas sobre las actividades en temas de sostenibilidad empresarial en más de 100 empresas.  Es irracional pensar que la gente de la calle conoce, por ejemplo, las condiciones laborales, el comportamiento ambiental o la ética y sus diferencias de este centenar de empresas [iv]. Por otra parte, aplica el efecto aureola[v] donde las personas suelen extrapolar el comportamiento de una empresa o persona a múltiples otros comportamientos basados en el conocimiento parcial de solo algunos de ellos.  La percepción es un reflejo del conocimiento de la marca, no de las actividades responsables o irresponsables de las empresa detrás de las marcas.

  • ¿Qué importancia le dan los mandos y altos cargos al propósito a la hora de diseñar la estrategia de la compañía? ¿Y a la cultura corporativa?  

De nuevo, cada empresa es diferente y no se puede generalizar. El propósito empresarial se ha puesto de moda.  Al principio de su popularidad, hace una decena de años, los dirigentes se lo tomaron muy en serio y lo usaron como guía, como mencionábamos arriba, pero con el tiempo se han subido al tren gran cantidad de empresas que lo usan como instrumento de comunicación y gestión de la reputación.

El caso de la cultura corporativa [vi] es mucho más complejo y riguroso. Es mucho más difícil abusar ya que es un aspecto estratégico interno a la empresa y no se presta a la gestión de la precepción de los stakeholders de las empresas. No es fácil definir lo que es la cultura empresarial y aún más difícil aquella que es conducente a la cultura de la sostenibilidad. Es algo que se desarrolla con el tiempo y no es gestionable en el corto plazo. Si la empresa se preocupa de fomentar una cultura de sostenibilidad es porque se lo toma en serio y quiere que sea parte del comportamiento consciente e inconsciente de los empleados. El desarrollo y mantenimiento de la cultura empresarial requiere de esfuerzos continuos.

El propósito es solamente una declaración, fácil, cambiable y manipulable. La cultura es algo que está engranado dentro de la organización y no se presta, ni tiene ningún sentido su manipulación.  Sería hacerse trampas en solitario.

  • ¿Qué percepción de importancia le da la sociedad en general al propósito y a la cultura? Y por grupos de interés: instituciones públicas, tercer sector, inversores, accionistas... 

No es tanto que la sociedad le dé o no importancia, es más el caso de la sensibilidad que pueda tener al asunto. Como mencionamos arriba, el propósito es usado muchas veces como instrumento de gestión de la percepción de los stakeholders, en tanto que la cultura es un instrumento interno, difícil de comunicar al exterior. En el primer caso todos los grupos de stakeholders son afectables, pero la cultura es algo que solo sería de interés de los grupos muy comprometidos e interesados en el éxito de la empresa y en este caso serían mayormente algunos inversionistas responsables.

  • Desde tu perspectiva, ¿qué importancia tiene contar con certificaciones de sostenibilidad empresarial? 

Es muy necesario para evaluar sus actividades en sostenibilidad y mejorarlas continuamente, a través de la retroalimentación de las evaluaciones de las certificadoras independientes. Y son valiosas como instrumento de información para los stakeholders, especialmente para los consumidores, que no suelen hacer ninguna diligencia debida sobre la responsabilidad empresarial en su toma de decisiones de adquisición de bienes y servicios.  Pero por esta misma razón se prestan para el greenwashing, ya que estos tampoco se preocupan por la legitimidad de la certificaciones y se las suelen creer todas.  Por lo que es muy importante distinguir la calidad y confiabilidad de las certificaciones. Entre las centenares de certificaciones en temas ambientales y sociales las hay legitimas y las hay que son con propósitos netamente publicitarios. [vii]

Ante esta situación la Comisión Europea ha emitido directivas para controlar el uso de certificaciones [viii] y tiene en proceso de revisión la Directiva relativa a la justificación y comunicación de alegaciones medioambientales explícitas (Directiva sobre alegaciones ecológicas) que incluye, entre otras cosas:

·        El establecimiento de criterios mínimos para la fundamentación de afirmaciones ecológicas y un mecanismo de verificación independiente para confirmar el cumplimiento de estos criterios;

·        Regular la comunicación de afirmaciones ambientales; y

·        Limitar eficazmente la proliferación de etiquetas medioambientales y desarrollar requisitos de etiquetado a nivel de la Unión Europea.

Si bien las directivas se concentran en aspectos ambientales, porque son los más abusados, son válidas para todo tipo de certificaciones.

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