El movimiento para hacer más relevante y
accesible la información a los stakeholders
está tomando mucho impulso en los países desarrollados y para las empresas
relativamente grandes (aunque el resto no queda inmune) con la reciente puesta
en vigencia del marco G4 del Global
Reporting Initiative, GRI, de la propuesta marco para la preparación del
informe integrado por el International
Integrated Reporting Council, IIRC, y los indicadores que están siendo
desarrollados por la Sustainability
Accounting Standards Board, SASB para Estados Unidos.
Si bien estos esfuerzos están dirigidos a
empresas de gran tamaño que, en general, acceden a los mercados financieros (de
deuda o de capital), por goteo o por
imitación tendrá implicaciones para las empresas de menor tamaño, como
comentamos más adelante.
¿Conflcito o
complemento?
Estas iniciativas han surgido por diferentes
razones, pero también para diferentes propósitos. La más antigua, la del GRI, surgió como una iniciativa para armonizar la información sobre
sostenibilidad y ha se ha convertido en el estándar para la preparación de
informes de sostenibilidad, a través de su evolución hacia la relevancia y adaptación
a las exigencias del mercado de usuarios.
La iniciativa del IIRC surge como respuesta a las necesidades de los participantes en los
mercados financieros y de capitales, y la evolución de los reportes de las
mismas empresas, de suplementar la información financiera con información no
financiera para mejorar la interpretación de aquella. El foco sigue siendo el análisis de la
financiera. Contrario a la creencia
generalizada no se trata de integrar el informe de gestión financiera con el de
sostenibilidad. La información no
financiera es mucho más amplia que la de sostenibilidad[i].
La iniciativa más reciente, la del SASB surge para responder a la necesidad de
los inversionistas de tener información sucinta sobre sus actividades de
sostenibilidad y para ello desarrolla indicadores en 88 industrias en 10 sectores
de actividad empresarial. Está diseñada
como guía para la presentación de información a la Comisión de Valores y Bolsas
en EEUU, que debe ser presentada por las empresas que transan sus valores en el
mercado de ese país (unas 13.000), dondequiera que estén domiciliadas. No obstante es de esperar que esos
indicadores y su metodología sean eventualmente adoptados también por otros
mercados financieros.
Pero para las empresas esto puede llevar a
una gran confusión. Pero no es tan grave
como parece a primera vista pero si puede tener consecuencias para las empresas.
Trataremos de explicar las diferentes iniciativas y sus implicaciones.
¿Son compatibles
estas iniciativas? ¿Son competitivas o
son complementarias? ¿Pueden coexistir?
El GRI y el IIRC se ven como
complementos. IIRC incita a reportar
información no financiera, incluyendo la de sostenibilidad, pero no entra en
detalles del cómo. El GRI dice como se
debe reportar la parte de sostenibilidad.
Entre ambas instituciones hay coordinación. El GRI es miembro del Consejo
del IIRC y recientemente nombró a una miembro del Consejo del IIRC como
Presidente de su Consejo. ¿Coalición contra el SASB?
Donde hay animosidad es entre el GRI y el
SASB. El SASB es considerado como competencia
innecesaria. Al fin y al cabo produce
indicadores, como el GRI, solo que supuestamente serán más acotados a las
necesidades de los inversionistas y más “relevantes” al ser específicos para
diferentes sectores. Según Peter Knight,
Presidente de la consultora Context, el
GRI “…..arenga a las empresas a
proporcional grandes cantidades de información, mayormente innecesaria a un
amplio grupo de stakeholders, que tienen muy poco interés en la información”. El extraordinario apoyo financiero y no
financiero que ha tenido el SASB ha despertado al GRI. Esperemos que la competencia tenga consecuencias
positivas para la sostenibilidad, vía el reporte de información y que no se
quede en disputas, envidias, etc.
Buena parte de la problemática surge de los diferentes objetivos que persiguen cada una
de estas iniciativas, el público objetivo y en particular sus diferentes
definiciones de materialidad. Para entender mejor la situación es
importante contrastar su objeto.
Para entender mejor las diferencias y
similitudes entre las iniciativas la siguiente tabla compara el foco y la
definición de materialidad. [ii]
Iniciativa
|
Foco
|
Definición de materialidad
|
GRI
|
Stakeholders
|
El reporte debe cubrir
aspectos que: a) reflejan los impactos económicos, ambientales y sociales
significativos (en su influencia, tanto positiva como negativa de lograr su
visión y estrategia) y b) influencian las evaluaciones y decisiones de sus stakeholders.”
|
IIRC
|
Inversionistas
|
Un informe integrado debe proporcionar
información concisa que es material para la evaluación de la capacidad de la
organización de crear valor (para los proveedores de recursos financieros) en
el corto, mediano y largo plazo.
|
SASB
|
Reguladores e inversionistas
|
[Aspectos materiales que…] “individualmente
o en el agregado son importantes para la representación justa de la posición
financiera y operacional de la entidad … [información que es] necesaria para
que un inversionista razonable puede tomar decisiones de inversión debidamente
informadas.
|
Como se puede apreciar, el objeto de cada
iniciativa es diferente y de allí surge su definición de materialidad. El GRI
está dirigido a todos los stakeholders
y ante la necesidad de atender a todos los públicos puede perder enfoque y
efectividad, aunque el nuevo marco G4, aun manteniendo ese público objetivo,
pretende enfocarse a los aspectos considerados materiales para cada
empresa. En este sentido se incrementa
la superposición con el SASB, que solo
pretende reportar indicadores estrictamente relevantes para los inversores.
El
IIRC es más general que el GRI y el SASB en la información que se reporta, pero
con un público objetivo más enfocado que el GRI y básicamente el mismo que el
SASB.
El GRI y el IIRC
son complementarios. El SASB tiene mucha
superposición con el GRI, pero sus indicadores pueden ser más enfocados. Pero puede tentar a algunas empresas a
abandonar al GRI, particularmente ante la complejidad del G4. ¿Qué tal si hacemos un informe integrado (IIRC)
con indicadores SASB?
¿Y que hay para
las empresa de menor tamaño?
El lector se preguntará cuáles son las
implicaciones para las empresas de menor tamaño que no acceden a los mercados
financieros o que no reportan, ni pretende reportar en base a los lineamientos
del GRI o del IIRC?
Si bien es cierto que ninguno de estos
lineamientos está dirigido particularmente a las empresas de este subtítulo, no
es menos cierto que se verán afectadas indirectamente. Algunas querrán eventualmente jugar en esas
“grandes ligas” o “primera división”. Otras
querrán mejorar su información al público interesado y estos lineamientos
proporcionan una base que será de aceptación general. Algunas sencillamente querrán mantenerse informadas
de los desarrollos.
Y no faltarán consultores que queriendo
vender servicios le tratarán de convencer que debe hacerlo. Se ha
abierto un amplio mercado para la consultoría.
Así como Apple tiene que renovar el iPad para hacer el modelo anterior
obsoleto, este movimiento está creando nuevos productos que hacen obsoletos a
los anteriores. ¿Obsolescencia programada en las metodologías?
Pero es importante
advertir que la implementación de estos lineamientos es de elevado costo
financiero y de gestión, del que muchas empresas de menor tamaño no disponen.[iii] Y siempre, y en especial para estas empresas,
hay que hacerse la pregunta: ¿es relevante para mis stakeholders? ¿les interesa?
Con esto no queremos decir que estos lineamientos no sirvan para mejorar
la gestión. En particular el uso, formal o informal, de los
lineamientos del IIRC, puede contribuir a mejorar la visión del papel e impacto
que la empresa tiene en la sociedad. Los
del GRI ayudan a ordenar las estrategias de sostenibilidad y los indicadores
del SASB a definirlas mejor.
Pero de allí a preparar informes de
sostenibilidad en base al G4 del GRI, informes integrados en base al IIRC o
recopilar información para los indicadores SASB hay una gran brecha que no
todas las empresas pueden cruzar.
Pero son muy
útiles como instrumentos de gestión.
Permiten ayudar a responder “La pregunta fundamental de la
RSE: ¿Cuál es la contribución de la empresa a la sociedad?” (artículo en mi blog)
[i] Para mayores detalles ver mi serie
de artículos sobre el informe integrado.
El más reciente es ¿Qué integran los informes integrados? del 21 de abril de 2013.
[ii] Ver Navigating
the Materiality Muddle, Dunstan
Allison-Hope y Guy Morgan,
BSR Insight.
[iii] Ver mi artículo ¿Hay
que hacer de todo?: Sobre los riesgos de generalizar en RSE.