Titular de la noticia: Para la ONU la RSE debería ser un asunto legal
Subtitular: Un nuevo estudio realizado en nombre de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente concluyó que los temas ambientales, sociales y de buen gobierno no son sólo asuntos morales sino también legales.
Realidad: Un estudio realizado por una empresa de abogados, con la aprobación del la Iniciativa Financiera, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, (Fiduciary Responsibility, www.unepfi.org) recomienda que las instituciones que manejan inversiones en los mercados de capitales (llamémoslas asesores y gestores de inversiones) tomen en cuenta en sus decisiones de inversión los aspectos ambientales sociales y de gobernanza (llamémoslas ASG) de las empresas en que invierten. Recomiendan que el tomarlos en cuenta sea una obligación legal para los asesores/gestores ya que de lo contrario podrían ser acusados de negligencia en el desempeño de sus funciones. El estudio recomienda además que la consideración de estos aspectos ASG se incluyan en los contratos de administración de fondos y hacerlo una obligación legal para los ASESORES/GESTORES.
¿Entiende Ud., como dice el titular, que la RSE debe ser un asunto legal? ¿O como insinúa, que sea obligatorio para las empresas?
¿Entiende Ud. que, como dice el subtitular, el reporte recomienda que los temas ambientales, sociales y de buen gobierno no sean solo asuntos morales sino también legales para las empresas? O sea, que no deben ser voluntarios sino obligatorios?
NO. El estudio solo se refiere a las consideraciones de aspectos ASG por parte de los asesores/gestores de fondos en la toma de decisiones de inversiones de dinero de terceros. El estudio no habla de la obligatoriedad de la RSE, ni siquiera de empresas (de hecho llaman a estas “responsabilidades” ASG y no RSE), ni tampoco habla de obligaciones morales versus legales de las empresas. Tampoco es “la ONU”, término que suele referirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde están representados los países miembros, sino que es una agencia administrativa, PNUMA, dependiente del Secretario General. El titular y el subtitular noticioso parecen reflejar mas lo que periodista le hubiera gustado que el estudio dijera.
La Iniciativa Financiera del PNUMA junto con el Pacto Global han coordinado el desarrollo de unos principios de inversión responsables, gestionados por una organización con liderazgo privado, UNPRI (www.unpri.org), tipo los Principios del Ecuador de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, y parecido al Pacto Mundial de la misma Naciones Unidas. Son seis principios que establecen desde el compromiso de tomar en cuenta los aspectos ASG hasta reportar como se han considerado. Son de adhesión voluntaria y considerados como una aspiración. Parecido al Pacto Mundial. Con ello los adherentes quieren demostrar al público que están preocupados por los aspectos ASG. Hasta la fecha se han adherido 578 instituciones entre inversionistas, gestores y asesores.
¿Qué supervisión hace el UNPRI de la implementación de los principios por parte de los adherentes? Ninguna. ¿Hay obligación de reportar? Sí, para 464 de los adherentes existe la obligación de completar un cuestionario de 100 preguntas, pero son pocos los que reportan al UNPRI y menos los que hacen público el reporte. Para el año 2008 reportaron 276 adherentes (ver el reporte en www.unpri.org). Pero ¿aplican los principios? El principio numero 1 compromete a “considerar los aspectos ASG en el análisis de inversiones y en el proceso de toma de decisiones”. Algo es algo, pero no obliga a incorporar estos aspectos en las decisiones de inversión.
Como en el Pacto Mundial, algunos adherentes aprovechan la publicidad y luego son pocos los que implementan o que por lo menos publican lo que hacen. Afortunadamente, como en el Pacto Mundial (ver nuestro artículo sobre el Pacto Mundial en el blog www.cumpetere.blogspot.com), el PRI ha comenzado a expulsar los que no reportan y el 20 de agosto de 2009 anunció la expulsión de 5 y el retiro voluntario de 3. Buenas noticias. También esperan que a partir del 2011 la diseminación pública de algunos aspectos sea obligatoria.
No deja de haber cierta ironía en todo esto. El PNUMA respalda el estudio que recomienda que las consideraciones ASG sean obligatorias en las decisiones de inversión. ¿No debería ser entonces obligatoria su incorporación y ser reflejado en los Principios de Inversión Responsable que ayudaron a crear? O a lo mejor el estudio es parte de la presión. Hay que reconocer que es un buen comienzo. Son pocos los que pueden comprometerse a basar sus decisiones en algo no definido, no tipificado como son los aspectos ASG. Algunos fondos de inversión responsable, creados con ese fin específico, sí lo pueden hacer. A lo mejor el UNPRI se debería limitar a estos fondos que se comprometen a implementar, no solo a considerar, los aspectos ASG y no aceptar a todos los que quieran adherirse.
La iniciativa de los Principios de Inversión Responsable, es muy buena. Ojalá todos los inversores los aplicaran. Es un instrumento muy poderoso para estimular las prácticas responsables en las empresas, mucho mas que el Pacto Mundial. Presumiblemente el interés de todos estos inversionistas en los valores negociables de las empresas responsables reduciría el costo de captación de recursos de éstas en los mercados de capitales (obviamente limitado a los países con mercados de capitales desarrollados). Pero su implementación, en el marco de instituciones políticas como las agencias de las Naciones Unidas, no es lo efectiva que debiera ser.
A lo mejor con esta recomendación se logra que el mismo PNUMA ponga presión pública (no puede hacer mucho mas) para que los adherentes al UNPRI incorporen los aspectos de ASG en sus inversiones, no solo que los consideren. Y ojala se extienda a todos, adheridos o no.
En términos del reporte noticioso es una buena y “mala” noticia. Supongo que como están escritos el titular y el subtitular incitan a la lectura del artículo, aunque hayan cometido una distorsión. A lo menor si el titulo hubiera sido: “Estudio recomienda que los gestores de fondos se responsabilicen por la incorporación de aspectos ambientales, sociales y de gobernanza en sus decisiones de inversión” muy pocos lo hubieran leído.
lunes, 24 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
Libros sobre prácticas responsables semifinalistas del Financial Times
Entre los 15 semifinalistas del Financial Times para el libro de negocios del año hay dos sobre responsabilidad empresarial. En principio esto podría parecer normal, después de todo estamos en los comienzos de la salida de una profunda crisis que muchos atribuyen a una falta de responsabilidad y sería de lo mas normal que se hubieran publicado muchos libros sobre el tema de responsabilidad. Pero los libros no se escriben de la noche a la mañana, aunque cada vez con mas rapidez (a los tres días de la muerte de Michael Jackson se publicó un libro en China, mayormente basado en información disponible en internet). Pero los libros serios tardan un poco mas. Es de esperar que el año que viene veamos mas libros sobre responsabilidad.
Muchos de los libros considerados tratan de la crisis financiera, en parte porque el premio lo patrocinan Goldman Sachs y el Financial Times. Como dice el mismo periódico, los cerca de 200 libros considerados se podrían clasificar en tres categorías: “Que pasó, cómo se puede evitar que se repita y cómo es que ya había pasado (y nadie se acordaba)”. Sin embargo entre los 15 finalistas hay 7 que podrían clasificarse como libros de gestión en general. Entre estos hay dos en particular que tratan del tema de gestión de la responsabilidad empresarial y que por su tenor se ve que han estado en proceso durante varios años, aunque la crisis puede haber apurado su publicación.
El primero es SuperCorp de Rosabeth Moss Kanter, prolífica profesora de Harvard, que publica un libro cada par de años sobre temas populares de negocios, en general arengando a los directivos a mejorar su gestión. Son libros escritos para el mercado masivo. En este caso, el libro analiza las acciones de varias empresas durante los últimos tres años y describe casos que han puesto el hacer el bien al mismo nivel, o a veces por encima, de el hacer negocios, y como les ha resultado una estrategia exitosa. Claro está que son solo ejemplos, que se pueden escoger para comunicar el mensaje que se quiere, pero que pueden ser muy efectivos para los promotores de prácticas responsables a la hora de estimular imitaciones y vencer resistencias de algunos directivos. Sobre todo cuando se trata de empresas como IBM, Banco Real, CEMEX, (¡si hay casos de América Latina!) y Procter and Gamble, entre otros. El libro pretende demostrar las sinergias entre hacer el bien y los rendimientos financieros, las ventajas competitivas de aprovechar los valores de las nuevas generaciones de profesionales y las oportunidades de hacer alianzas e integrar adquisiciones basadas en valores y no en egos circunstanciales.
El segundo libro es Good Value de Stephen Green. El autor está especialmente capacitado para escribir sobre el tema, ya que es pastor anglicano además de ser el Presidente del Directorio del Grupo HSBC, que tiene uno de los bancos mejor capitalizados del mundo y líder mundial en temas de sostenibilidad, lo que en buena parte se debe a su liderazgo personal. Green es un ejecutivo profesional de los que escriben uno o dos libros en su vida, probablemente con el objeto de dejar por escrito su legado y sus valores y ofrecer algunos consejos a otros (este libro está escrito con el apoyo de un ex-editor del Financial Times). El libro analiza los aspectos negativos y positivos (no solo materiales sino también espirituales y culturales) de la globalización, desde un contexto histórico, alegando que el tema es mas que económico, comercial y político y que incluye también el desarrollo espiritual del ser humano. Además cubre las disyuntivas entre las responsabilidades individuales y las exigencias del mercado. En una reciente entrevista Green expresó que “el valor proporcionado al accionista no puede ni debe ser elevado por encima de todo el resto. Es un subproducto de la provisión de bienes y servicios. Cuando el subproducto se convierte en el fin, se distorsiona todo el mercado. El mercado es necesario pero no suficiente. NO al fundamentalismo del mercado”. Esto dicho por el Presidente del Directorio de uno de los mayores, mas rentables y mas responsables bancos del mundo. Tanto o mas ilustrativo que los ejemplos del libro anterior
Los subtítulos también son muy indicativos. El de Moss Kanter es “Como las empresas de vanguardia crean innovación, beneficios, crecimiento y bienestar social” y el de Green es “Reflexiones sobre dinero, moralidad y un mundo incierto”. El primero indica el carácter comercial y el segundo refleja un espíritu mas personal, mas selecto.
A estas alturas debo confesar que no he leído estos libros ya que todavía no han salido a la venta en Estados Unidos y menos en países de habla hispana. Esta breve reseña está basada en la lectura de lo que otros han escrito sobre ellos y mis observaciones personales (Stephen Green era miembro del Consejo Asesor de Sostenibilidad del BID cuando yo era el Gerente de Desarrollo Sostenible y gestionaba la operación del Consejo).
Esperemos que alguno de los dos gane el premio para que se diseminen las ideas y los beneficios, tangibles o intangibles de las prácticas responsables. Así también tendremos la traducción al español en breve. Sin embargo veo muy poco probable que ganen. La responsabilidad corporativa todavía no está como para ser premiada por el Financial Times y Goldman Sachs. Ojalá me equivoque, pero creo que los tiempos están mas para premiar libros que están mas cerca del estado de ánimo actual, como los que tratan el tema de la racionalidad: Animal Spirits de George Akerlof y Robert Shiller (el de la “exuberancia irracional”) que vuelve sobre el tema de la toma de decisiones con elementos irracionales o The Myth of the Rational Market de Justin Fox, que analiza las teorías de los mercados financieros eficientes (sobre la que el suscrito hizo tu tesis doctoral) y como han sido puestas a prueba en los meses recientes (el mismo título le quita el suspenso a sus conclusiones).
11 de agosto de 2009
Muchos de los libros considerados tratan de la crisis financiera, en parte porque el premio lo patrocinan Goldman Sachs y el Financial Times. Como dice el mismo periódico, los cerca de 200 libros considerados se podrían clasificar en tres categorías: “Que pasó, cómo se puede evitar que se repita y cómo es que ya había pasado (y nadie se acordaba)”. Sin embargo entre los 15 finalistas hay 7 que podrían clasificarse como libros de gestión en general. Entre estos hay dos en particular que tratan del tema de gestión de la responsabilidad empresarial y que por su tenor se ve que han estado en proceso durante varios años, aunque la crisis puede haber apurado su publicación.
El primero es SuperCorp de Rosabeth Moss Kanter, prolífica profesora de Harvard, que publica un libro cada par de años sobre temas populares de negocios, en general arengando a los directivos a mejorar su gestión. Son libros escritos para el mercado masivo. En este caso, el libro analiza las acciones de varias empresas durante los últimos tres años y describe casos que han puesto el hacer el bien al mismo nivel, o a veces por encima, de el hacer negocios, y como les ha resultado una estrategia exitosa. Claro está que son solo ejemplos, que se pueden escoger para comunicar el mensaje que se quiere, pero que pueden ser muy efectivos para los promotores de prácticas responsables a la hora de estimular imitaciones y vencer resistencias de algunos directivos. Sobre todo cuando se trata de empresas como IBM, Banco Real, CEMEX, (¡si hay casos de América Latina!) y Procter and Gamble, entre otros. El libro pretende demostrar las sinergias entre hacer el bien y los rendimientos financieros, las ventajas competitivas de aprovechar los valores de las nuevas generaciones de profesionales y las oportunidades de hacer alianzas e integrar adquisiciones basadas en valores y no en egos circunstanciales.
El segundo libro es Good Value de Stephen Green. El autor está especialmente capacitado para escribir sobre el tema, ya que es pastor anglicano además de ser el Presidente del Directorio del Grupo HSBC, que tiene uno de los bancos mejor capitalizados del mundo y líder mundial en temas de sostenibilidad, lo que en buena parte se debe a su liderazgo personal. Green es un ejecutivo profesional de los que escriben uno o dos libros en su vida, probablemente con el objeto de dejar por escrito su legado y sus valores y ofrecer algunos consejos a otros (este libro está escrito con el apoyo de un ex-editor del Financial Times). El libro analiza los aspectos negativos y positivos (no solo materiales sino también espirituales y culturales) de la globalización, desde un contexto histórico, alegando que el tema es mas que económico, comercial y político y que incluye también el desarrollo espiritual del ser humano. Además cubre las disyuntivas entre las responsabilidades individuales y las exigencias del mercado. En una reciente entrevista Green expresó que “el valor proporcionado al accionista no puede ni debe ser elevado por encima de todo el resto. Es un subproducto de la provisión de bienes y servicios. Cuando el subproducto se convierte en el fin, se distorsiona todo el mercado. El mercado es necesario pero no suficiente. NO al fundamentalismo del mercado”. Esto dicho por el Presidente del Directorio de uno de los mayores, mas rentables y mas responsables bancos del mundo. Tanto o mas ilustrativo que los ejemplos del libro anterior
Los subtítulos también son muy indicativos. El de Moss Kanter es “Como las empresas de vanguardia crean innovación, beneficios, crecimiento y bienestar social” y el de Green es “Reflexiones sobre dinero, moralidad y un mundo incierto”. El primero indica el carácter comercial y el segundo refleja un espíritu mas personal, mas selecto.
A estas alturas debo confesar que no he leído estos libros ya que todavía no han salido a la venta en Estados Unidos y menos en países de habla hispana. Esta breve reseña está basada en la lectura de lo que otros han escrito sobre ellos y mis observaciones personales (Stephen Green era miembro del Consejo Asesor de Sostenibilidad del BID cuando yo era el Gerente de Desarrollo Sostenible y gestionaba la operación del Consejo).
Esperemos que alguno de los dos gane el premio para que se diseminen las ideas y los beneficios, tangibles o intangibles de las prácticas responsables. Así también tendremos la traducción al español en breve. Sin embargo veo muy poco probable que ganen. La responsabilidad corporativa todavía no está como para ser premiada por el Financial Times y Goldman Sachs. Ojalá me equivoque, pero creo que los tiempos están mas para premiar libros que están mas cerca del estado de ánimo actual, como los que tratan el tema de la racionalidad: Animal Spirits de George Akerlof y Robert Shiller (el de la “exuberancia irracional”) que vuelve sobre el tema de la toma de decisiones con elementos irracionales o The Myth of the Rational Market de Justin Fox, que analiza las teorías de los mercados financieros eficientes (sobre la que el suscrito hizo tu tesis doctoral) y como han sido puestas a prueba en los meses recientes (el mismo título le quita el suspenso a sus conclusiones).
11 de agosto de 2009
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