¿Capitalismo de los stakeholders en la banca española?

 

¿Stakeholders? Hay otros stakeholders que no sean shareholders?

Durante el 2021 los seis bancos españoles cotizados en bolsa tuvieron beneficios por 20 000 millones de euros, un 45% superior al año anterior a la pandemia. 

Durante el año la banca española cerró casi 3 000 oficinas y disminuyó la plantilla en 17 500 empleados, dejando de cubrir con servicios bancarios a más de un millón de personas, muchas de la cuales son vulnerables, al disponer de pocos recursos financieros y tecnológicos y no disponer de la movilidad necesaria para desplazarse a oficinas alternativas. Adicionalmente han profundizado la digitalización y la automatización de las transacciones.  Muchos clientes, especialmente en zonas rurales y los de la tercera edad no tienen móviles inteligentes, ni acceso a internet, ni la capacidad para gestionar sus escasos recursos digitalmente.

Algunos bancos, para mejorar sus niveles de depósitos y rentabilidad exigen domiciliación de pensiones y nóminas y la adquisición de otros productos que ofrece el banco y sus filiales, los necesiten o no ^[1], de lo contrario deberán pagar comisiones. ^[2] Según CaixaBank “….aquellos que no se adapten a esta nueva política comercial deberán abonar hasta 240 euros al año por su cuenta, además de los 36 euros por su tarjeta de débito.”

El BBVA tuvo beneficios por más 5 000 millones de euros (antes de cargos y beneficios no recurrentes) en el 2021.  Pagará más de 2 000 millones en dividendos y recomprará acciones por valor de 3 500 millones, para una distribución directa e indirecta a los accionistas por 5 500 millones. Su consejero delegado dijo “…en 2021 BBVA logró "unos excelentes resultados, que nos permiten incrementar significativamente la remuneración a nuestros accionistas, con el dividendo por acción en efectivo más alto de la última década y uno de los programas de recompra de acciones más grandes de Europa".

Estas distribuciones disminuirán el valor de sus activos y su capital por ese monto (una contracción del tamaño del banco). Los inversionistas esperan obtener dividendos periódicamente y una eventual apreciación del valor de sus acciones, por ello compran las acciones, pero una recompra de acciones y sobre todo de esa magnitud refleja que la institución no sabe que hacer con ese dinero y se lo devuelve a los inversionistas.[3] Una es retribución por el capital empleado y la otra es distribución de “excedentes”.  Esta recompra suele tener además el efecto colateral de que aumenta el precio de las acciones en las bolsas con el consecuente impacto sobre las bonificaciones de sus directivos.

Se deduce que no tiene donde invertir el dinero en su negocio tradicional o afines.  Es posible que considere que el mercado español no ofrece oportunidades de expansión y que su diversificación internacional en otros 6 países de Iberoamérica y Turquía es suficiente (de hecho, vendieron sus filiales en EE.UU. durante el 2021).

Una de las principales responsabilidades de las empresas en invertir, no es desinvertir, no es extraer rentas de la sociedad. Debe contribuir a la actividad económica, creación de empleo con sueldos dignos, productos y servicios que la sociedad requiere para su progreso, pago de impuestos para contribuir a los bienes comunes, etc.

Esta situación de la banca española ha dado lugar a una iniciativa muy interesante de la sociedad civil llamada Soy mayor pero no idiota (¡qué lindo nombre! ¡qué bueno que actúa! ¡basta de indiferencias!) que aboga por la inclusión financiera. Nótese que el líder es una persona financieramente educada (cirujano y urólogo retirado) con capacidad de influencia y no por un grupo vulnerable. Ha acudido al Ministerio de Economía con 600 000 firmas de respaldo via change.org para pedir acción. ¡Felicidades por la iniciativa!

Pero en la matriz de materialidad de muchos de ellos, el tema inclusión financiera y servicio al cliente (¿cuál cliente?) es prioritario,…..en teoría, en la práctica gana el aspecto llamado rentabilidad.

Ante los beneficios extraordinarios de la banca, la reducción de oficinas y personal es natural la pregunta: ¿Es esto lo mejor que puede hacer el BBVA y los otros bancos con estos recursos? ¿Son estos recursos el resultado de los aportes de capital de los accionistas o también de los esfuerzos de otros stakeholders?  En un mercado competitivo esto no debería suceder.  ¿Será que hay colusión, o cuando menos, coordinación? ¿No será que los márgenes de intermediación son excesivos? ¿No será que las comisiones son demasiado elevadas? ¿No será que podrían mantener algunas sucursales en lugares que no son rentables y tener un subsidio cruzado de las oficinas ricas a las oficinas pobres para atender a los stakeholders llamados clientes? ¿No será que podían mantener a algunos empelados en nómina? ¿No será que…….?

Querido lector, te pregunto, ¿Qué acciones debería tomar la banca española ante esta situación de reducción de exclusión financiera en tiempos del “dividendo por acción en efectivo más alto de la última década y uno de los programas de recompra de acciones más grandes de Europa”?

Por favor, responde a unas breves preguntas en la encuesta (dos minutos):

 

Bancos españoles: ¿cuáles stakeholders?

 

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[1] Ver el caso de CaixaBank en Compatibilidad entre directrices, incentivos, cultura y ética para la responsabilidad

[2] Ver el buen ejemplo del PNC Bank en EE.UU., que puso en marcha la eliminación de comisiones por sobregiros y un sistema alertando del riesgo de incurrir en ellos.  Este banco es el que compró los activos de BBVA en EE. UU. A lo mejor podrán importar la idea a España, como lo hicieron otros grandes bancos de EE.UU.  Ver el artículo Responsabilidad social de una institución financiera: ¡Una buena!

[3] Ver los artículos Greenwashing a la grande I: Recompra de acciones ligadas a la sostenibilidad y Valor compartido o valor extraído: El caso de Nestlé  y otras empresas donde explicamos los efectos de las recompras de acciones.