Mucho progreso habría si todas empresas respetaran las leyes y regulaciones y guiaran sus acciones de acuerdo a la ética.
domingo, 27 de enero de 2013
Friedman y Smith: ¿Enemigos de la responsabilidad de la empresa?
Milton Friedman y Adam Smith son dos
economistas ampliamente citados en la discusión del papel de la empresa en la
sociedad. Pero en la gran mayoría de los casos se cita una frase de cada uno,
que por su elegancia son fáciles de recodar.
Hacen aparecer a Friedman y Smith como defensores del libre mercados a ultranza
y son usadas por los detractores para atacar la RSE. Aun cuando son muchos los que las citan son
muy pocos los que las ponen en su contexto integral.
Es ampliamente conocida la posición del Nobel
de Economía de 1976 Milton Friedman
quien dice que “el negocio de los negocios es hacer negocios” en su libro de 1962 [i].
The Economist, produjo un
informe especial en el 2005 sobre Responsabilidad Social de la Empresa (The Good Company), que revolvía
alrededor de esta cita, concluía todavía más severamente “El negocio de los
negocios es hacer negocios. No hacen falta disculpas”. No hay nada más que discutir (el periódico
cambió de opinión en otro suplemento especial del 2008: Just Good Business).
Pero en un artículo posterior
(1970), The Social
Responsibility of Business is to Increase its Profits, el mismo Friedman decía[ii]:
“La responsabilidad del
ejecutivo es manejar los negocios de acuerdo a sus (de los accionistas) deseos,
que generalmente es ganar tanto dinero como sea posible, cumpliendo con las
reglas básicas de la sociedad, tanto las establecidas en las leyes como
aquellas plasmadas en las costumbres éticas” (énfasis añadido).
En el esfuerzo por desprestigiar la
responsabilidad social de la empresa, se suelen mencionar citas selectivas. Sin
embargo, si se lee bien el artículo, se puede apreciar que con lo que no estaba de acuerdo Friedman era con asignarle a la empresa
responsabilidades en resolver los problemas de la sociedad y no en que la
empresa tuviera actividades que hoy serían parte de su responsabilidad social.
Eso sí, siempre y cuando no perdiera dinero en ello.
Mucho progreso habría si todas empresas respetaran las leyes y regulaciones y guiaran sus acciones de acuerdo a la ética.
Mucho progreso habría si todas empresas respetaran las leyes y regulaciones y guiaran sus acciones de acuerdo a la ética.
Es más, en el mismo artículo, en una cita muy
poco conocida, utiliza el argumento empresarial de la RSE, que los detractores
prefieren ignorar:
“Puede, en el largo plazo, ser del interés de la empresa, que es un gran
empleador en una pequeña comunidad, el dedicar recursos a proporcionar
facilidades a la comunidad o mejorar su gobernanza. Esto puede facilitar la
atracción de empleados, puede reducir el costo de la nómina o reducir las
pérdidas y el sabotaje o tener otros
efectos beneficiosos”.
Esto fue escrito para la realidad de Estados Unidos
en el año 1970, donde el papal de la empresa como creador de riqueza estaba en
auge. No usa el argumento moral y de
solidaridad, pero reconoce las leyes, comportamiento ético y el argumento empresarial. Esta cita describe muy bien parte del papel
de la empresa en países en vías de desarrollo.
Invitamos al lector a substituir la palabra “pequeña comunidad” por
“países en vías de desarrollo”.
En el caso de Adam Smith es ampliamente conocida (¡y abusada!) su cita de 1776[iii]:
No es por la benevolencia del
carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, si
no por su propio interés. No nos dirigimos a su humanidad sino a su amor propio
y nunca les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ventajas.
Esta cita de Adam Smith se usa mucho para
destacar la importancia del funcionamiento del libre mercado y el efecto del
interés propio sobre el emprendimiento y el progreso. Esta frase está en el contexto de la creación de riqueza. Es sacada del libro con el título “Investigación de la naturaleza y casusas de
las Riquezas de las Naciones”.
Esta cita es sobre lo que puede conducir a creación
de la riqueza, pero no describe el comportamiento
que él cree necesario. Esto ya lo había
escrito 17 años antes en una obra anterior, “La teoría de los sentimientos
morales” (1759), con las palabras siguientes:
“Por muy egoísta que se suponga que es el hombre, es evidente que hay en
su naturaleza algunos principios, que le hacen interesarse por el bienestar de
los demás, (énfasis añadido) y hacerle necesaria su
felicidad, aunque nada derive de ella si no es el placer de verla” …….. “este
sentimiento, como todas las demás pasiones originales de la naturaleza humana, no
se limita a los virtuosos y humanitarios, aunque quizá lo sientan con exquisita
sensibilidad. El mayor rufián, el violador más endurecido de las leyes de la
sociedad, no carece completamente de él”.
Hay una aparente contradicción entre el Adam
Smith que supuestamente propone dejar todo al mercado, a la “mano invisible”, y
el que propugna los sentimientos morales. Pero es aparente. El Premio Nobel del 2002 Vernon Smith ofrece
una explicación en un trabajo titulado “Las dos caras de Adam Smith” de
1998, donde sostiene que Adam Smith había descubierto intuitivamente dos tipos
de comportamiento coexistentes en los seres humanos, que se reflejan en ambos
libros[iv]:
La reciprocidad positiva en los intercambios personales cara a cara y
el amor propio en intercambios impersonales
en el mercado económico.
Cuando se trata de conocidos, entran en juego los sentimientos morales del
primer libro. En cambio, cuando el comercio es a distancia, los individuos
miramos por nuestro propio interés. En las relaciones directas opera la reciprocidad
no monetaria, disciplinada por sanciones sociales. En el mercado económico, la
remuneración es monetaria y la represión de los incumplimientos opera por
garantías comerciales o castigos legales.
De allí que la
empresa, como aglutinación de personas incluye ambos tipos de intercambios,
aunque en algunas puedan dominar mas unos que otros. Y es precisamente la concepción
moderna de la responsabilidad social de la empresa la que pretende que los
intercambios tiendan a lo personal, a lo social, más que a los impersonales,
puramente económicos o mercantiles[v].
No podemos afirmar que Friedman y Smith son
citados fuera de contexto, pero sí que son citados selectivamente. No eran
ogros anti responsabilidad empresarial.
[i] Friedman,
M., 1962, Capitalism and Freedom, University of Chicago Press, Chicago,
página 133
[ii] Friedman,
M., 1970, The
Social Responsibility of Business is to Increase its Profits, New York
Times, 17 septiembre.
[iii] Smith,
A., 1776, An Inquiry into the nature and causes of the Wealth of Nations, W. Strahan and T. Cadell, London.
[iv] Citado por Pedro Schwartz, Las dos
caras de Adam Smith , 22 de noviembre de 2005, www.elcato.org/node/120
[v] El contrate entre
transacciones en el plano comercial y el plano social fue analizado en el
capítulo III.6 Sin incentivos no hay paraíso. Segunda parte, de mi libro Una
Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica.
miércoles, 23 de enero de 2013
Una mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica
Para conmemorar los cinco años del Blog de
Cumpetere, próximamente se publicará el libro del título. Mientras tanto pueden ver un adelanto pulsando
en la portada (borrador de las primeras 14 páginas: Índice, Prólogo y comienzo
de la Primera Parte).
Como muchos saben, todo lo que escribo y
publico es un servicio público. Mis
artículos y libros se distribuyen en forma gratuita. Lamentablemente ello no
quiere decir que no cuestan nada. Mi
sitio carece de propaganda y todos los gastos los sufrago yo. El costo de edición, diseño, diagramación e
impresión del libro es costoso.
Afortunadamente he conseguido una editorial,
Gatos Gemelos en Colombia, productores de la Revista RS, que me donará la
edición, diseño y diagramación de este nuevo volumen. Ahora busco patrocinio para la impresión del
libro. El libro se distribuirá en forma
digital a un módico costo, pero esto no cubre el costo de la impresión de unos
300-500 ejemplares que son necesarios para aquellos que prefieren o necesitan copia
impresa.
Como casi todos deben saber, hoy en día se
espera poder bajarse los libros gratis de internet. Aunque creo que se debe pagar por la
propiedad intelectual yo estoy dispuesto a regalarla (me basta el
reconocimiento de la autoría) pero necesito cubrir los costos externos de
impresión.
En resumen, estoy buscando:
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Una(s) empresa(s) que quiera(n) patrocinar la
impresión del libro.
·
Eventos donde presentarlo en América Latina y
España.
Si
yo regalo algunos de mis servicios vía internet, a lo mejor esta misma internet
me puede ayudar a encontrar algunos colaboradores.
Gracias a todos los lectores de los artículos
del blog, a los que los han comentado, a los que me han enviado mensajes de
apoyo y a los medios que los han reproducido.
domingo, 20 de enero de 2013
¡Basta de ponerles multas a los bancos!
El año 2012 fue un año muy intenso en la
imposición de multas multimillonarias a bancos internacionales por violación de
leyes y regulaciones y por fraude. Pero,
¿quién las paga? Los bancos de América Latina
y España se han salvado……por ahora. Pero es muy raro[i]. ¿Será
que sus bancos no se involucran en prácticas
irresponsables? ¿O será que sus supervisores no son tan competentes y estrictos
como los de EEUU y de otros países de la Unión Europea? ¿O es que la política juega algún papel?
(paciencia,
artículo un poquito largo, es para que algunos lo lean en la cárcel)
Por violar las leyes de EEUU sobre lavado de
dinero HSBC paga US$1.900 millones en multas por operaciones que involucran
tráfico de drogas en México y Colombia, a través de su subsidiaria en México. También se logró un acuerdo por el cual
varios bancos en EEUU incluyendo JPMorgan Chase y el Bank of América pagarán
US$8.500 millones por el abuso en los desahucios, US$3.300 millones en efectivo a más de 3.8
millones de propietarios cuyas hipotecas estuvieron en ejecución hipotecaria en
2009 o 2010 y otros US$5.200 millones
asignados a la modificación de las condiciones de las hipotecas.
¿Y en España?
Bien, gracias.
USB paga US$1.500 millones al Departamento de
Justicia de EEUU (más US$1.000 millones a otros reguladores), Barclays US$500
millones, HSBC US$1.900 millones por participar en la manipulación de la tasa
LIBOR. RBS paga 500 millones de libras y
falta determinar los castigos a unos 15 bancos más. Estos montos sin contar el impacto que la
manipulación puede haber tenido en ganancias y pérdidas de otros participantes
en la actividad económica ya que la tasa LIBOR se usa como referencia para todo
tipo de transacciones, desde la fijación de las tasas de la hipotecas a las
tasas de intereses de préstamos a la valoración de todo tipo de derivados
financieros. Muchos perdieron y muchos
ganaron con la manipulación. Se ha propuesto que las multas deberán ser no
de varios días o semana de ganancias (cuatro semanas para el HSBC) pero de un
año. ¿Pero es el monto el problema? Y si la multa es de las ganancias de todo un
año, ¿qué pasa en el sistema financiero?
Analicemos con un poco más de cuidado eso de
las multas. La idea de poner una multa
es, supuestamente, para servir de castigo y desestimular otras acciones
semejantes. Pero, ¿son efectivas? ¿Quién las termina
pagando? ¿A quién castigamos cuando
multamos a los bancos?
Los bancos (sus dirigentes), como todas las
instituciones y las personas hacen su análisis de costo beneficio del
comportamiento, ya sea explícito ya sea implícito. Si tenemos prisa violamos los límites de
velocidad sabiendo que nos pueden agarrar y que nos pueden poner una
multa. Pero, ¿Cuál es la probabilidad de
que nos agarren? ¿Cuánto es la multa?
¿Aumentará el costo del seguro del coche? ¿Qué otras consecuencias tendremos? Y en algunos países hasta nos podemos hacer
la pregunta: ¿Qué posibilidad hay de que me libre de la multa? Y si me la
ponen, ¿Qué posibilidad hay de que logre quitármela con una propinita? Este análisis implícito parte del supuesto de que la multa la tengo
que pagar yo. ¿Es un monto que me duele?
(en Finlandia, que la multa es proporcional al ingreso, pusieron una por cerca
de US$200.000. Esta sí que duele)
Los funcionarios de los bancos hacen este
mismo análisis implícito o
explícito. Pero es un caso muy
diferente. En el caso de los “bancos”, ¿quién paga la multa? ¿Duele?
Analicemos con un poco más de detalle quién
paga la multa. Primero debemos
considerar qué es un banco[ii].
Un banco es una institución (colección de
personas, bienes físicos y bienes financieros) que realiza intermediación
financiera, pide dinero prestado al público ahorrista e inversionista y se lo
presta al público y empresas necesitados para comprar cosas o hacer
inversiones. También usan recursos de
los dueños o accionistas que suelen invertir en bienes tangibles para poder
llevar a cabo sus operaciones. Con los
márgenes de intermediación cubren costos, especialmente salarios,
beneficios y bonificaciones.
En este artículo no usare el término “banqueros” porque es muy confuso para
asignar responsabilidades. Prefiero usar
el término “accionistas con poder de
control” que son los que pueden nombrar a los dirigentes (la gran mayoría
de los accionistas de bancos son impotentes para ejercer influencia), “dirigentes” (Consejeros, plana mayor) que
establecen las reglas de comportamiento, los procesos operativos y los
incentivos, positivos y negativos, y por último los “empleados”, que también incluye a los dirigentes, que son los que
deben cumplir con las leyes y las regulaciones internas y externas. Y por supuesto
que a la hora de asignar responsabilidades ante la sociedad también están las
instituciones de supervisión, seguimiento y control, como por ejemplo el Banco
Central y la Superintendencia de Bancos
De quién es el dinero que usan los
bancos: ¡Nuestro! Los depósitos, colocaciones a largo plazo,
los valores negociables son del público y de sus instituciones (empresas). Las personas e instituciones tienen ahorros,
tienen depósitos a plazo y compran bonos y acciones directa o indirectamente a
través de sus fondos de pensiones y fondos de inversión. Aún la Seguridad
Social invierte en ellos. ¿A quién le prestan
el dinero? ¡A nosotros también! Directa
o indirectamente. Todos estamos metidos
en los bancos (aún las personas que no tienen cuentas son afectadas por los
problemas bancarios). Los bancos somos nosotros…aunque no los
controlamos! Y he allí el problema.
Cuando se le pone una multa al banco, ¿quién
la paga? La respuesta más obvia no es la
correcta. No, ¡el banco no paga la
multa! El costo de la multa puede
recaer en cuatro grupos que son los dueños del dinero que el banco usa y el que
coloca: los que le deben al banco, los depositantes y ahorristas, los acreedores, y los accionistas. Difícilmente la pagan los culpables dentro
del banco (y he allí el problema!) Y todos aquellos somos nosotros, en mayor o
menor medida. Es la sociedad. El banco presta un servicio a la sociedad y
por ello debe tener licencia legal para operar. Son un bien público, manejan nuestro dinero. No es lo mismo que una empresa que produce
bienes y servicios, cuyas acciones tienen un ámbito mucho más limitado. No es lo mismo una multa a una empresa, donde
la sociedad tienen poco involucramiento, que un banco. Para mayores detalles sobre la
responsabilidad de los bancos ver mi artículo ¿Cuál es la responsabilidad
social de las instituciones financieras?.
Para cubrir el costo de la multa el
banco tiene varias opciones y todas menos
una nos involucran a nosotros. Puede
aumentar su margen de intermediación al bajar
los intereses que paga o subir los que cobra.
Si suben los intereses y/o comisiones, las pagamos nosotros y las
empresas que después no los tratarán de cobran a nosotros con mayores precios
por sus productos y servicios. También pueden
caer los precios de sus acciones y obligaciones y pierden los que directa o
indirectamente poseen esos valores, que son mucha gente. Todo esto nos afecta a nosotros. Finalmente, podrían (deberían) bajar sus
costos, por ejemplo los sueldos y salarios y los gastos extravagantes. Y algunos lo harán (de cara a la galería),
pero si pueden evitarlo trasladarán el costo al público[iii],
tarde o temprano. Pero aun así, cuando
reducen los sueldos o bonificaciones dentro de la institución, pueden pagar
justos por pecadores. Hay muchos empleados que no tienen nada que ver con el
mal comportamiento (ver mi artículo ¿Es ética la responsabilidad
moral de la empresa?)
Los bancos muy posiblemente usen una combinación
de todo esto.
Y para colmo de males, en casos extremos de
mal comportamiento del banco, si es relativamente grande, puede tener que ser rescatado por el gobierno
para evitar contagio y un colapso del sistema financiero. La economía de los bancos y de los gobiernos
están íntimamente ligadas. Y cuando se
usa dinero del sector público, ¿quién paga?
¡Nosotros! Para hacerle frente al
desembolso, el gobierno tendrá que reducir otros servicios públicos, cortar
sueldos o personal, subir impuestos. Nos
afecta a todos. En todo caso el
gobierno, a diferencia de lo que muchos creen, no puede crear el dinero de la
nada. Aun si imprime dinero, puede
contribuir a la inflación que es un impuesto a los ahorristas y su
transferencia a los que deben dinero.
¿Quién es el
perjudicado con esto? ¿Quién cometió el
delito? ¿Quién paga la multa? ¿Es la misma PERSONA?
El lector podrá pensar que individualmente se
puede salvar del problema. Puede vender
sus acciones o sus bonos, puede cambiar sus depósitos de banco. Pero, ¿no tiene costos hacer todo esto?
Y en España
¿a quién le vendemos las acciones preferentes? ¿a qué precio?
¿Irá alguien a la cárcel por el caso de la
venta irresponsable de las acciones preferentes? ¿Irá alguien a la cárcel por
la quiebra de bancos en España, que han inducido severos costos a la sociedad? ¿Serán
promovidos los responsables después de estar un Rato en el desempleo? Promoveatur ut amoveatur. La
incompetencia es el manejo de recursos del público debería ser un delito. Como aquella Consejera de la Caja de Ahorros
del Mediterráneo (caja insolvente) que declaró que sólo "entendía de la
economía de mi casa y punto", no tenía ni idea de lo que era un producto
financiero.
¿Y dónde está(ba) el Banco de España?
Los bancos no
pagan las multas. Las paga la misma
sociedad. A quien hay que penalizar es a los directivos
que establecen los incentivos y procesos internos que determinan el
comportamiento irresponsable. Y si los incentivos
y procesos son conducentes a la responsabilidad a quien hay que penalizar es a los
empleados que violan estos procesos. Y
si hay grupos de accionistas que tienen buena parte de la propiedad de los
bancos y pueden seleccionar a los dirigentes e influenciar las decisiones, pues
también a estos hay que castigar. Y si los miembros de los Comités de Ética,
Riesgos o de Cumplimiento no hacen su trabajo, pues también a penalizarlos. Así sí tendríamos correlación entre la
irresponsabilidad y el castigo, no como ahora que los empleados y directivos se
llevan los bonos y la sociedad paga la multa. Se
privatizan los beneficios y se socializan los costos.
Un comentarista de
mediados del siglo XIX decía que “las empresas no tienen cuerpos que puedan
ser castigados ni almas que puedan ser condenadas y por ello hacen lo que les
da la gana”. En estos casos de
irresponsabilidad cuyas consecuencias recaen la sociedad es hora de castigar el
cuerpo y el alma del verdadero culpable. No
se pueden esconder detrás de la responsabilidad colectiva de la empresa. No es efectivo para la sociedad.
Basta de ponerles
multas a los bancos, que las pagamos nosotros, tarde o temprano. Que la paguen las personas responsables del
daño. Basta de esconderse detrás de una
responsabilidad colectiva. ¡Esto es
responsabilidad individual!
Es hora de afinar
los códigos civiles y penales para tipificar estos delitos a nivel individual.
¡A la cárcel y con
elevadas multas a los culpables![iv]
[i] En otro caso la OCDE
emitió un informe a mediados de enero de 2013 expresando sorpresa por el
bajísimo número de casos reportados en España por sobornos.
[ii] Para los expertos en economía y finanzas este
es un análisis un poco simplista, la realidad es mucho más compleja, depende de
la estructura del sistema financiero, de su propiedad, de la situación
económica y fiscal del país, pero no obstante es suficiente para explicar la
problemática. Pero el artículo está escrito
para el público en general.
[iii] A mediados de enero de
2013 J.P. Morgan anuncio que recortaría la remuneración de directivos pero
parece ser un gesto hacia los accionistas por pérdidas en la gestión de una
cartera, no es un castigo a los que se portan mal y violan normas de
comportamiento y/o leyes y regulaciones.
[iv] Parece que ya empezamos. El 12 de diciembre de 2012 en una redada al
Deutsche Bank se llevaron a la cárcel a cuatro empleados por evasión fiscal y
fraude en el comercio de créditos para las emisiones de carbono.
jueves, 17 de enero de 2013
Cinco años del blog de Cumpetere
El 2 de enero del año 2008 publiqué el primer
artículo en mi blog ¿Responsabilidad Social de la
Empresa o Sostenibilidad? empezando la andadura con una
discusión semántica. Durante cinco años
las discusiones y el análisis crítico ha cubierto muchos aspectos se la RSE o
sostenibilidad.
Cuando inicié el blog tenia serias dudas
sobre mi capacidad de mantener el interés de los lectores de forma continuada. ¿Podría encontrar algo en RSE sobre lo que
escribir cada mes? Empecé por
desarrollar un inventario de unos 10 temas para asegurarme de tener siempre
algo a mano. Poco a poco se disiparon
las dudas y era claro que el gran interés que el tema adquiría en América
Latina y en España daría para escribir muchos artículos. La evolución del número de artículos
publicados lo refleja.
Año
|
Artículos
|
2008
|
13
|
2009
|
24
|
2010
|
22
|
2011
|
48
|
2012
|
63
|
TOTAL
|
170
|
Los artículos han tenido un denominador común
que es el ser analíticos. Mas que describir cosas he tratado de analizarlas, de
adelantar el conocimiento de los temas, de aclarar confusiones y malas
interpretaciones. Con una “Mirada
Crítica” como el nombre del blog indica.
Este espíritu analítico y crítico me ha ganado algunos “enemigos”, pero
siempre he hecho las críticas con la mejor de las intenciones), ofreciendo
sugerencias de mejora de lo que critico.
Pero no siempre me sale bien.
A mediados del 2011 publiqué un libro que
contenía 56 de los artículos de los primeros 3 años del blog, además de 4 artículos
más extensos escritos para especialmente para el libro: Una mirada crítica a la
responsabilidad social de la empresa en Iberoamérica.
Espero publicar a mediados del 2013 otro libro
con los artículos más destacados del 2011-2012, que contendrá 40 artículos
editados y corregidos del blog y ocho artículos más extensos publicados en ese
período en otros medios. Por ahora pongo
a disposición de mis lectores comienzo del libro: Una Mirada Crítica a la
Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica, Volumen II.
Y esto es una parte de mi contribución,
desinteresada, a la difusión del conocimiento de la RSE en América Latina y
España. El resto de mis artículos y
libros se pueden encontrar, también gratis, en el sitio de Cumpetere,
……….. y sin propaganda.
lunes, 14 de enero de 2013
Otro diccionario de RSE y RSC
Hemos publicado dos diccionarios sobre la responsabilidad social de la empresa. El primero fue en enero del 2010, Mas nombres para la RSE y RSC: Necesitamos un diccionario. El segundo en julio del 2012, Nuevo diccionario de la Responsabilidad Social. En la tercera entrega exploramos el diccionario de la RSE, con la “E” (es largo, hay muchas palabras con E!). Si hay tiempo y el humor alcanza, haremos otros volúmenes.
RSE: Responsabilidad Social de la Empresa: Lo se debería hacer
RSE: Responsabilidad Social Educada: La que se hace con conocimiento de causa
RSE: Responsabilidad Social Edulcorante: La que es aparente pero que no tiene substancia
RSE: Responsabilidad Social Efectiva: La que logra la aprobación de los stakeholders
RSE: Responsabilidad Social Efervescente: La que comienza con mucho entusiasmo pero que se desvanece
RSE: Responsabilidad Social Eficaz: La que con poco logra mucho
RSE: Responsabilidad Social Egoísta: Lo que se hace para que la empresa se sienta bien
RSE: Responsabilidad Social Elástica: La que se hace dependiendo de las circunstancias
RSE: Responsabilidad Social Eléctrica: Lo que se hace tan rápido que nadie se da cuenta
RSE: Responsabilidad Social Elegante: La que luce muy bien
RSE: Responsabilidad Social Elocuente: La que suena muy bien
RSE: Responsabilidad Social Embalsamada: La que está muerta pero parece viva
RSE: Responsabilidad Social Embelesada: La que se mira en el espejo y se siente muy bien
RSE: Responsabilidad Social Emborrachada: La que se no sabe por qué lo hace
RSE: Responsabilidad Social Embrujada: La que lo hace sin saber por qué
RSE: Responsabilidad Social Embutida: La que trata de hacer de todo
RSE: Responsabilidad Social Emocional: Lo que se hace sin saber porqué
RSE: Responsabilidad Social Empatada: Lo que se hace, ni más ni menos.
RSE: Responsabilidad Social Embotada: La que se agobia a si misma
RSE: Responsabilidad Social Empachada: La que está harta de tanta actividad
RSE: Responsabilidad Social Empanada: La que se cubre de bien pero que no se sabe que contiene
RSE: Responsabilidad Social: Empañada: La que no se ve bien
RSE: Responsabilidad Social Empecinada: La que insiste en hacerlo, a pesar de todo
RSE: Responsabilidad Social Enajenada: La que es rehén de los beneficios
RSE: Responsabilidad Social Enaltecida: La que quiere lograr el apoyo de los stakeholders a la fuerza
RSE: Responsabilidad Social Encinta: La que puede producir algo bueno
RSE: Responsabilidad Social Encurtida: La que se ha marinado mucho tiempo
RSE: Responsabilidad Social Endurecida: La que ya no cree en nada
RSE: Responsabilidad Social Enfermiza: La que lo intenta pero que no logra nada
RSE: Responsabilidad Social Engañosa: La gran mayoría
RSE: Responsabilidad Social Engreída: La que cree que merece premios y reconocimientos
RSE: Responsabilidad Social Enigmática: La que nadie sabe que hace
RSE: Responsabilidad Social Ensaimada (en honor a mi tierra): ¡La mas buena!
RSE: Responsabilidad Social Ensimismada: La que se hace para satisfacer el ego
RSE: Responsabilidad Social Entretenida: La que se hace porque le divierte al Presidente
RSE: Responsabilidad Social Entusiasmada: La que se hace al principio.
RSE: Responsabilidad Social Enviciada: La que se hace por hábito sin saber por qué
RSE: Responsabilidad Social Épica: La de grandes proporciones
RSE: Responsabilidad Social Epidémica: La que contagia a las demás empresas
RSE: Responsabilidad Social Equilibrada: La que logra el balance entre costos y beneficios
RSE: Responsabilidad Social Equivocada: La que no es responsable.
RSE: Responsabilidad Social Erecta: La que espera lograrlo
RSE: Responsabilidad Social Erudita: La que cree que lo sabe todo
RSE: Responsabilidad Social Especulativa: La que tira tiros al aire a ver si logra algo
RSE: Responsabilidad Social Esperanzada: La que cree que logrará algo
RSE: Responsabilidad Social Espiritual: La que confía en que los stakeholders responderán a sus plegarias
RSE: Responsabilidad Social Espumosa: La que es mucha imagen, poca substancia
RSE: Responsabilidad Social Esquiva: La que trata de evitar la realidad
RSE: Responsabilidad Social Estática: La que no reacciona a los cambios en el entorno
RSE: Responsabilidad Social Estéril: La que a pesar de grandes esfuerzos no logra nada.
RSE: Responsabilidad Social Estimulada: La que se hace porque los stakeholders reclaman
RSE: Responsabilidad Social Estrafalaria: La que se hace para impresionar
RSE: Responsabilidad Social Estratégica: La que se hace porque conviene
RSE: Responsabilidad Social Estreñida: La que quiere hacer pero no puede
RSE: Responsabilidad Social Estridente: Mucho ruido y pocas nueces
RSE: Responsabilidad Social Estudiada: La que se hace después de mucho análisis
RSE: Responsabilidad Social Eufórica: La que produce una gran satisfacción…… en el corto plazo
RSE: Responsabilidad Social Evangélica: La que pretende convertir a otras empresas
RSE: Responsabilidad Social Exagerada: No existe
RSE: Responsabilidad Social Excitante: La que parece que lo logrará
RSE: Responsabilidad Social Excreta: La que no sirve para nada
RSE: Responsabilidad Social Exhibicionista: La que se hace para llamar la atención
RSE: Responsabilidad Social Explosiva: No hay quién la detenga
RSE: Responsabilidad Social Extraviada: La que no tiene ni idea hacia donde va
RSE: Responsabilidad Social Extrema: La que ya llegó adonde quería llegar
(Escrito durante el retraso de siete horas de un vuelo de United. ¡Para vencer la desesperación!).
Siendo el primer blog del 2012, aprovecho para desearles un Año Nuevo muy feliz
(recuerden: la felicidad es clave para la sostenibilidad)
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