domingo, 8 de octubre de 2023

Gobernanza de la sostenibilidad en América Latina: informe recomendado.

 

 ¡Por fin! Algo inusual: se publicaron dos informes relacionados con la sostenibilidad en América Latina, uno sobre la situación de la gobernanza corporativa (con más cobertura de aspectos de sostenibilidad de lo que su título indica) y otro sobre la taxonomía para el financiamiento sostenible (con menos cobertura sobre sostenibilidad de lo que su título indica, solo es la verde), ambos en inglés, para variar (parece que el español no se presta para escribir sobre sostenibilidad) [1] En este articulo analizamos el primero y en otro artículo analizaremos el segundo.

Este articulo no está escrito en mi estilo tradicional de análisis crítico del contenido porque ello lo haría muy extenso, me limitare a comentar su contenido (con alguna inevitable crítica) y su posible utilidad y a ponerlo en contexto. El objetivo es hacerlo del conocimiento de los lectores interesados en los temas para estimular su consulta.

Sustainability Policies and Practices for Corporate Governance in Latin America.

El informe fue producido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, que un “club de 38 países mayormente desarrollados” (como lo define el periódico The Economist) que produce informes y recomendaciones de política sobre aspectos de la gestión pública, y recientemente sobre aspectos de sostenibilidad empresarial, como el informe que comentamos Fue publicado en enero del 2023.[2] La versión gratuita del informe solo está disponible para consulta en línea en su sitio. La versión para descargar es de pago (US$18).

El informe es muy completo y representa una referencia inédita sobre las políticas y prácticas en varios países de América Latina en aspectos relacionados con la operatoria de las empresas privadas, con énfasis en algunos de la sostenibilidad empresarial. Cubre los países más avanzados en estos temas (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, y Perú) que pueden servir como ejemplos de buenas prácticas, para que cada uno de ellos mejoren sus políticas y prácticas en base a lo que hacen los otros países cubiertos y para la adopción por otros países de la región.  

Cubre los siguientes aspectos:

a.    Mercados de capitales. Describe la situación de los mercados de capitales y de los mercados de bonos verdes, sociales y sostenibles, BVSS, en seis países. Presenta la estructura de propiedad de las compañías cotizadas en bolsas y el grado de concentración de esa propiedad. También incluye un repaso de las tendencias en las emisiones de BVSS y de los fondos de inversión enfocados en la sostenibilidad. En este último caso hace comparaciones de los volúmenes de emisiones en mercados más desarrollados, lo que permite apreciar lo incipiente de su desarrollo en América Latina.  Esta parte es el valor agregado de esta sección.

b.    Diseminación de información sobre sostenibilidad. El capítulo presenta los resultados de una evaluación del uso de la información sobre sostenibilidad por parte de los gestores de fondos de inversión, con resultados relativamente sorprendentes, por lo positivo. Analiza la presentación de reportes sobre sostenibilidad y su aseguramiento limitado independiente, por parte de las empresas cotizadas, donde se aprecia que ambos aspectos están concentrados en Brasil y México. Reporta sobre el uso de los diferentes estándares de reporte (GRI, SASB, TCFD, Integrado, etc.), donde se aprecia la prevalencia del uso de los estándares del GRI. Los resultados de una encuesta a las empresas sobre las preferencias de estándares reflejan un mayoritario apoyo al desarrollo de los estándares internacionales.  

c.     Aspectos claves en sostenibilidad. Para los interesados en temas de sostenibilidad este es el capítulo más rico, si bien no se deben aceptar los resultados como si fueran robustos.  Presenta los resultados de encuestas a los gestores de fondos sobre los aspectos que han considerado en sus decisiones y el número de resoluciones sobre los diversos aspectos que han votado en las asambleas generales de accionistas, AGA. Basado en encuestas a las empresas se presenta un listado de los temas que han sido considerados por el consejo y los aspectos que creen que tienen impacto sobre la situación financiera de la empresa (materialidad financiera). Los resultados sobre la votación en las AGA y el involucramiento de los consejos en temas de sostenibilidad son sorprendentemente positivos, por lo que es oportuno destacar que son resultados de encuestas, con los correspondientes sesgos positivos (en caso de las empresas es de suponer que no son los miembros del consejo, ni dirigentes del primer nivel los que responden sino algún empleado en el área de sostenibilidad).

d.    Consejos directivos. Este es otro de los capítulos con riqueza de información para los profesionales de la sostenibilidad. Presenta un análisis de las legislaciones sobre las responsabilidades de los consejos referentes a la primacía de los accionistas y la posibilidad de considerar los intereses de los demás stakeholders, en seis de los países de América Latina y otros países del mundo. Considera además la existencia de legislación sobre las empresas con fines de beneficios duales (empresas de beneficios e interés colectivo, BIC). Esta es una sección muy ilustrativa para apreciar la posibilidad de, sin temor a demandas legales, tomar en consideración los intereses de los stakeholders en las decisiones de los consejos. La gran mayoría de las empresas cotizadas alega que esta forzada a priorizar a los accionistas, aun cuando en Brasil y México, los mercados con el mayor número de encuestados, si se permite la aplicación de la regla de la prudencia y tomar las decisiones que puedan justificar en el logro de los intereses de las empresas. A lo mejor no lo saben o no lo quieren reconocer. También presenta información inédita en América Latina sobre la utilización de nexos entre logros de sostenibilidad y la remuneración variable de los dirigentes, aunque su uso es poco generalizado, [3]  y sobre la prevalencia de comités de sostenibilidad en los consejos. En ambos casos hace la comparación con otros países de fuera de la región, lo que permite situar la información en el contexto de las prácticas a nivel mundial. 

e.     Accionistas. Este capitulo debe ser el de menor interés para los profesionales de la sostenibilidad, no tiene un hilo conductor, parece una recopilación de sobras de los autores. Reporta los resultados de una encuesta entre gestores de fondos sobre la consideración de aspectos de sostenibilidad en sus decisiones y su disposición a proponer temas de sostenibilidad a la consideración de la AGA, con resultados no sorprendentes en una encuesta: sí en ambos casos y con gran mayoría. ¿Responden lo que hacen o lo que deberían hacer? En una segunda parte analizan el reporte de las emisiones de gases de efecto invernadero en los reportes de sostenibilidad.

f.       Esquemas de gobierno corporativo. A pesar del título, no se refiere a temas de gobierno corporativo, se refiere a aspectos relacionados con el reporte.  La primera sección lista las regulaciones sobre el reporte en los seis países, en EE.UU., Europa y otros países. [4] En la segunda sección lista el requerimiento de reportar (estándar a usar, voluntariedad y requerimientos de aseguramiento) para los mismos países. En la tercera sección se analiza la flexibilidad que se tiene para reportar y la existencia o no de requerimientos dependiendo del tamaño de las empresas. 

g.     Recomendaciones de política. Concluye con usa serie de recomendaciones de políticas dirigidas a países específicos, basadas en las deficiencias encontradas en el análisis. No nombraremos los países a que se refieren ya que preferimos destacar las que pueden ser de interés general para los lectores y que pueden ser válidas para muchos otros países:

·       Desarrollar regulaciones para el reporte más detalladas, para mejorar la consistencia, comparabilidad y confiabilidad. Adopción de estándares internacionales de reporte para facilitar la comparación a través de los mercados.  Es lo que esta sucediendo en Europa y a nivel internacional.  Nada nuevo.  La recomendación sería más efectiva si se dijera como se deben adaptar a las capacidades y necesidades de los países de América Latina.

·       Recomendar informes de aseguramiento de la información por servicios independientes cualificados, que produzcan una evaluación objetiva. Recomendación laudable pero no es fácil de implementar. Para los países de la Unión Europea no es todavía una regulación vigente, ya que se considera que la profesión y práctica todavía no está suficiente desarrollada. Será obligatoria en varios años.

·        Flexibilidad en los requerimientos de reporte de la información sobre sostenibilidad de acuerdo con tamaño de las empresas cotizadas, especialmente si se desarrollan regulaciones más detalladas. Deseable, pero aún las regulaciones en proceso en la Unión Europea todavía no lo han concretado.

·       Las actividades regulatorias deben priorizar los aspectos de la sostenibilidad más destacables en los respectivos países.  ¡Obvio!

·       Proporcionar guías para las responsabilidades fiduciarias de los consejos y como pueden considerar los intereses de los stakeholders basándose en la regla de la gestión prudente, ya sea a través de leyes o de interpretaciones de las leyes existentes. Este es un serio problema en EE.UU, por sus sesgos a favor de la litigación y a priorizar los intereses de los accionistas, aunque cuando se ha llegado a las cortes estas aceptan la regla de la gestión prudente. De hecho, la agrupación de grandes empresas, el Business Roundtable, cambió en el 2019 el objeto de las empresas miembros para reflejar esto.[5] En Europa no es un problema ya que aquello es aceptado y en muchos casos ya está en las legislaciones (y en la constitución de Alemania). En América Latina tampoco ha sido un problema, en parte porque son pocas las empresas que cotizan en bolsas y la tradición en litigación  no está arraigada. Pero en esto todavía hay mucha confusión y es deseable tener las reglas claras y explicitas.

·       Considerar el requerimiento de que las empresas cotizadas reporten algunos indicadores verificables, que permitan a los accionistas evaluar la credibilidad y progreso hacia el logro de metas voluntariamente establecidas por las empresas.  Laudable en  principio, pero ello tendería a hacer que las empresas no reporten metas a lograr por los potenciales problemas legales. En las propuestas de reporte de los organismos internacionales y de la Unión Europea está el requerimiento de reportar, pero sin consecuencias legales.

El valor agregado del informe está en la descripción de las políticas y prácticas más que en las recomendaciones de política que constituyen practicas todavía en proceso en países más desarrollados.

Pero es un potpurrí de datos sobre diferentes aspectos de la sostenibilidad, mayormente derivados de encuestas, que no necesariamente reflejan la realidad. Lamentablemente no se deduce de todo ello cual es la situación de la sostenibilidad empresarial en los seis países analizados. Falta integración.

Sin embargo, puede ser de interés tanto para los involucrados en el diseño, implementación y supervisión de las políticas públicas, como para los profesionales que trabajan en estos temas en empresas, con ejemplos de las prácticas relevantes para países en vías de desarrollo.



[1] Ver mi lamento por el uso del español en ¿Por qué no en español? y el artículo en el periódico El País, “¿Cuánto vale la lengua? Casi un 10% del PIB mundial descansa en el español

[2] Recomendamos leer el artículo del periódico El País, Las empresas latinoamericanas sienten la presión de la sustentabilidad.

[3] Ver el análisis de las prácticas en Europa y EE.UU. en mis cuatro artículos Remuneraciones ligadas a responsabilidad.

[4] El Reporting Exchange del ESG Book contiene una base de datos de más de 2000 regulaciones de reporte y más de 1500 indicadores, cubriendo más de 80 países.

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