El Prof. Antonio Argandoña
publicó el 20 de octubre en su blog un provocativo artículo Hay
directivos que “sobran” en la empresa. No en forma de pregunta sino en forma de
afirmación. Por supuesto que luego de
argumentar que si bien en opinión de muchos directivos pueden sobrar algunos, los
que llevan los temas de responsabilidad y
compliance, el deshacerse de ellos conllevaría riesgos. En su sencillez el artículo contiene profundas
observaciones.
En el artículo comenta
que para algunos directivos sus colegas que se dedican a promover esos temas
dentro de la empresa no crean valor económico.
Pero en respuesta se hace una serie de preguntas:
¿Todo se reduce a
crear valor, valor económico, a corto plazo, para los accionistas, para
tener contentos a los inversores, y los demás que se fastidien? ¿No hay otros
valores? ¿Crean valor económico los empleados
que corrompen funcionarios, que incumplen la ley medioambiental, que
compiten con las cartas marcadas, que dejan de pagar impuestos…? ¿Crean
valor para la empresa, o la meten en riesgos de consecuencias que pueden ser
desastrosas? (énfasis
en el original).
Y concluye que:
Necesitamos directivos
“improductivos”, de los que saben involucrar a las personas, “meterlas” en los
proyectos de la empresa, convencerles de que hay que trabajar bien, sin engañar
a nadie (ni siquiera al fisco), mejorando la reputación de la organización (que
es lo que les gusta a los empleados, y lo que les permite dormir tranquilos por
la noche) (énfasis en el original).
Da en clavo sobre
uno de los grandes problemas que deben afrontar esos “directivos
improductivos”. Los que defendemos la importancia de que las empresas asuman sus
responsabilidades ante la sociedad muchas veces nos vemos forzados a usar el
“argumento empresarial”, o sea que esa
asunción de responsabilidad rinde beneficios económicos, en el corto o en el
largo plazo. Es la manera de
convencer a los escépticos aunque como muy bien pregunta el Prof. Argandoña es
que “¿No hay otros valores?”. Claro está que los hay, pero muchos
directivos no los quieren o no los pueden ver ya que los incentivos positivos y
negativos a su comportamiento suelen incluir solo los económicos…….. y en el
corto plazo. [i]
El artículo me
tocó en lo más hondo. Hace algunos años el suscrito dirigía un departamento con
funciones de responsabilidad y compliance
que según la gran mayoría de mis colegas
gerentes contribuía poco a la “creación de valor económico”, obstaculizábamos
las operaciones al exigir compliance,
identificando posibles riesgos sociales y ambientales que había que mitigar,
aumentando los costos de las operaciones.
Era una opinión muy difundida dentro de la organización.
En una
reorganización de esas que se hacen periódicamente para parecer que nos estamos
poniendo al día se aprovechó para disolver mi departamento y dispersar la
mayoría de sus funcionarios al resto de la institución para que “vez de
molestar (la palabra usada fue otra) contribuyan a hacer más negocios”. Se dejó un pequeño grupo, con menos poder, a
cargo algunas funciones de compliance. Allí fue cuando el suscrito tomo la
jubilación anticipada y se dedicó a la promoción de la responsabilidad de la
empresa ante la sociedad. No puedo entrar a valorar cual fue el impacto de la
“disolución” en gran parte porque no sé cómo les ha ido y no creo que haya
habido una evaluación independiente. Y
es muy posible que yo no haya sabido “gestionar” a mis colegas.
Mi lección aprendida es que no basta con tener
razón hay que persuadir a los demás de que les conviene el compartir esa
“razón”. La clave está en que los demás
hagan lo que tú quieres por voluntad propia y que estén orgullosos de ello. [ii]
En estos casos de
los “directivos improductivos” la pregunta clave que hay que hacerse es la del
título de este artículo: ¿No es creación de valor económico el
evitar su destrucción? Claro está
que se argumentará que la pregunta es hipotética, ¿Cómo sabemos que está evitando la
destrucción de valor? ¿Qué pasaría si esos “directivos
improductivos” no estuvieran? ¿Sería
solamente una reducción de costos y un mejora en productividad?
Esto es lo que en
economía se llama el “counterfactual”:
¿Qué hubiera sucedido si la acción no se hubiese tomado? La respuesta nunca puede ser concluyente,
pero la experiencia de muchas empresas
que no tienen esos “directivos improductivos”, o no son efectivos, demuestra
que han perdido valor a través de multas, de pérdida de reputación, de pérdida
del favor de los clientes o consumidores, de bajas en la productividad de sus
empleados, en fin, de los mismos argumentos que se esgrimen en forma positiva
para defender la asunción de las responsabilidades ente la sociedad. Y por supuesto, porque hacerlo es lo
correcto, es lo ético, es lo moral, rinda o no beneficios económicos en el
corto plazo.
Como dijo Lars
Rebien Sørensen CEO de Novo Nordisk en una entrevista en ocasión de su
selección como el CEO de mayor rendimiento en 2015 por el Harvard Business Review: “RSE no es otra cosa que la maximización de
valor en el largo plazo” ….. “en el largo plazo los temas medioambientales y
sociales se convierten en financieros”. [iii]
Hace falta tener visión de futuro para entender que
evitar la destrucción de valor es creación de valor.
[i] Ver mi serie de artículos Sin
incentivos no hay paraíso.
[ii] “Por
liderazgo queremos decir el arte de logar que una persona haga lo que queremos
por voluntad propia”, D. Eisenhower, 34º Presidente EEUU)
[iii] Sobre los problemas con ese ranking
ver mi artículo Algo es algo: Algo de RSE en un Ranking de CEO).
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