He leído en un blog de una escuela de negocios que por razones obvias prefiero que quede en el anonimato:
US$133.000 cuesta el anuncio publicitario en el Super Bowl ($4 millones por los 30 segundos). ¿Vale la pena?
Y por supuesto la discusión se centra en sobre si se obtiene un rendimiento sobre el costo en términos de mayores ventas del producto, en las condiciones actuales de la situación económica.
Mi pregunta, con la cual supongo estarán en desacuerdo los anunciantes, es: ¿Es moral gastar cuatro millones de dólares en 30 segundos de publicidad con todo el bien que podría hacerse a la humanidad con ese dinero?
Sé que es una pregunta estéril, pero no puedo resistir hacerla.
¿Es moral pagarle al Sr. Carlos Tévez, niño malcriado del Manchester City, US$400.000 a la semana, aun cuando no juega al fútbol?
Sé que es una pregunta estéril, pero no puedo resistir hacerla.
¿Es moral pagar bonos de US370.000 en promedio a cada uno de los 33.000 empleados de Goldman Sachs?
Sé que es una pregunta estéril, pero no puedo resistir hacerla.
Para referencia del lector: Alimentar un niño en África cuesta menos de $100 al año.
Y hay muchas mas preguntas que se podrían hacer.
1 comentario:
Moralidad y cambio:
Me has hecho pensar mucho (una vez más) con este post, Antonio.
En un mundo, en el que Alimentar un niño en África cuesta menos de $100 al año, es moral ver US$133.000 cuesta el anuncio publicitario en el Super Bowl ($4 millones por los 30 segundos)? No Rotundo.
El retorno en las condiciones actuales de la situación económica, es positivo? Lo dudo.
¿Es moral gastar cuatro millones de dólares en 30 segundos de publicidad con todo el bien que podría hacerse a la humanidad con ese dinero? Ostentoso e indignante.
¿Es moral pagarle al Sr. Carlos Tévez, niño malcriado del Manchester City, US$400.000 a la semana, aun cuando no juega al fútbol? No sé quien es,pero lo del fútbol es de delito.
¿Es moral pagar bonos de US370.000 en promedio a cada uno de los 33.000 empleados de Goldman Sachs? No comment.
Y muchos otros ejemplos que todos sabemos…
Y me pregunto (otra vez), preguntas que pueden parecer estériles pero necesarias:
¿Hay interés real de cambiar las cosas? ¿Hay interés real de acabar con la pobreza y el hambre??
¿No hay ninguna entidad global, algún sistema de gobernanza, alguien que regule (o que pueda regular) que es, o deja de ser (independientemente de ser legal) moral, y si no denunciarlo???
Si quienes somos legas en el asunto, vemos que las sumas y restas no cuadran, cómo podemos hacer creer (o esperar) de la ciudadanía una fe ciega en sus administradores, en los sistemas actuales de gobernanza y en lo que permiten (por defecto) en ciertas organizaciones?? No podemos pedir a la ciudadanía que crea y apoye un sistema que ve es tremendamente injusto.
Entiendo que aunque sabemos que el sistema está agotado, no vemos luz ni tenemos alternativa… el modelo cooperativista cobra fuerza y gana autoridad tras años de crítica… los viejos modelos de hacer empresa vuelven a estar en auge… amar la empresa, el largoplacismo… EL SENTIDO COMÚN, en definitiva.
La ostentación debe empezar a ser penalizada (y si legalmente no se puede multar) al menos denunciada públicamente para que, la propia ciudadanía (en la que creemos y de la que esperamos un ejercicio de sensatez), decida cómo proceder.
Gracias por el post, Antonio.
Saludos,
Iker Atxa.
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