Iniciemos con un poco de humor un año que parece que no tendrá mucho.
¿En que se parecen la capacitación en sostenibilidad y las máquinas en el gimnasio?
En que solo producen resultados si se utilizan.
¿En que se parecen las prácticas filantrópicas de las empresas y las dietas?
En que se hacen para lucir mejor y duran poco.
¿En que se parecen las consultas a los grupos de interés y las resoluciones de año nuevo?
En que al darse cuenta de que es en serio se abandonan
¿En que se parecen las cadenas de valor de las empresas y los colegios privados?
En que tienen criterios de admisión y normas de conducta pero no echan a nadie por mal comportamiento.
¿En que se parecen los logros en RSE de las empresas y la opinión que tenemos sobre nosotros mismos?
En que suelen estar sobre-estimados
¿En que se parecen la retórica y la acción en RSE con el Cañón del Colorado?
En que la brecha es muy grande.
¿En que se parecen la RSE y las vacaciones para los workaholics?
En que es preferible hacerlo voluntariamente antes de que sea obligatorio.
¿En que se parecen los informes de sostenibilidad y las cartas a los Reyes Magos?
En que están llenos de buenos deseos.
¿En que se parecen los informes de sostenibilidad integrados y el agua y aceite?
En que van bien juntos pero no se integran.
¿En que se parecen el Valor Compartido de Porter y Kramer y estas comparaciones?
En que algunos no le encuentran la gracia.
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