domingo, 1 de abril de 2012

RSE en ambientes hostiles

Tuve la oportunidad de moderar un panel sobre responsabilidad social de la empresa, que creo es pertinente reportar ya que puede servir como ejemplo para otros países en vías de desarrollo.

Los días 30 y 31 de marzo se celebraron las reuniones del Plan País en las universidades de George Washington y Georgetown en la ciudad de Washington.  Esta es una iniciativa de los estudiantes venezolanos en Estados Unidos para discutir la problemática que enfrenta el país y ofrecer algunas sugerencias para enfrentarla.  Esta era la segunda edición del evento, habiéndose celebrada la primera en el 2011 en la Universidad de Yale.  Participaron más de 150 estudiantes de pre y postgrado, en múltiples disciplinas., provenientes de un gran numero de universidades, mayormente de Estados Unidos.

Quedé muy gratamente impresionado por la capacidad, el interés y compromiso de la juventud venezolana en una multitud de temas.  El país tiene futuro. Se discutieron temas como la situación política, la seguridad, la política monetaria y la situación del sector petrolero entre otras.  La mayor sorpresa para mi fue ver que el tema de la Responsabilidad Social de la Empresa fue uno de los doce temas incluidos para discusión.  Mi grupo contó con la participación de doce estudiantes (7 mujeres y 5 hombres).

La sorpresa fue doble, primero por el interés en un tema que puede parece de baja importancia relativa dentro de la compleja problemática del país y segundo, porque el ambiente para la RSE en el país no es que sea desfavorable, es claramente hostil.  Para guiar la discusión hice una presentación del contexto en que se desenvolvía la RSE y que resumo: 

El sector privado ha sido constante y sistemáticamente atacado durante los 14 años del régimen actual.  Ha sido demonizado y culpado de los problemas sociales y económicos del país.  Parte de estas críticas son justificadas ya que el sector privado tradicionalmente ha tenido un comportamiento rentista, basado en el elevado gusto público producto de la renta petrolera, de la ineficiencia del estado y de la cercanía con los gobiernos de turno.  No ha cumplido muy bien su responsabilidad ante el desarrollo económico del país.  Sin embargo, en los últimos años se ha generalizado un enfrentamiento con todo el sector privado.  Han pagado justos por pecadores.

Por otra parte, la responsabilidad social de la empresa nunca he tenido desarrollo en el país donde existe una tradición netamente filantrópica de grandes empresas familiares y donde en el mejor de los casos, la responsabilidad de la empresa se limita a casos aislados de inversión social.  La empresa que es reconocida indiscutiblemente como el líder en estos temas en el país no reconoce el término de “responsabilidad social” y prefiere el de “compromiso social”.  No lo ven como un responsabilidad ineludible ante la sociedad sino como un compromiso, voluntario, unilateral, por la inversión social.  Y esto en un país donde la legislación y la institucionalidad que asegure el cumplimiento de las leyes es ineficiente y responde a interés políticos.  Un país donde el decir que se cumple con la ley quiere decir muy poco en términos de responsabilidad social de la empresa.  Un país donde el interés de los stakeholders es casi nulo

Y no es que el gobierno no tenga programas de promoción de la responsabilidad social de las empresas, es que es abiertamente hostil a la empresa privada.  El entorno de negocios, desde el control de acceso a las divisas para llevar a cabo los negocios, nacionalizaciones arbitrarias, las trabas burocráticas y llegando en muchos casos al hostigamiento selectivo es muy desfavorable para la iniciativa privada

Y lo que es mas grave es que gobierno nacional y buena parte de los gobiernos locales ven a la acción social de las empresas como un intento de demostrar sus fallas, y como una competencia por el favor de la ciudadanía, en contra del gobierno, como una competencia electoral al ser identificada la empresa como la oposición política.  En muchos casos existe un sabotaje implícito o explicito a la acción social de las empresas.

Dentro de este contexto, en la reunión se discutieron las dificultades y las posibilidades de desarrollar la responsabilidad social de las empresas y los estudiantes propusieron sugerencias para el programa del próximo gobierno.  A continuación reproduzco las propuestas finales del Comité porque me parecen muy pertinentes para ambientes hostiles para la RSE.

Preámbulo: Aprovechar el potencial del sector privado, a través de sus prácticas responsables, para potenciar el desarrollo sostenible del país.

Sector Público
Involucrar al sector público como uno de los principales agentes de la responsabilidad social, a través de sus propias prácticas incluyendo sus procesos de compra. Promover la actualización de la legislación nacional y la institucionalidad necesaria para operacionalizarla.

Sociedad Civil:
Promover la diseminación de información y denuncia de prácticas irresponsables a través de los medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, particularmente los sindicatos, organizaciones de base e instituciones educativas, para fomentar conciencia sobre la contribución de la RSE en el desarrollo económico y social.

Sector Privado:
Promocionar la implementación de buenas prácticas de responsabilidad social dentro del sector privado para su contribución al desarrollo económico.
Transferir y promover prácticas responsables dentro de la cadena de suministros especialmente a las pequeñas y medianas empresas.

Alianzas Público-Privado-Sociedad
Fomentar asociaciones intra e intersectoriales, con la debida coordinación, entre gobiernos locales y organizaciones de base con el sector privado, con el fin de promover la efectividad y eficiencia en la contribución al desarrollo económico del país con la participación de ONGs, sindicatos e instituciones educativas en estas alianzas.

El entorno es sumamente hostil, pero no se puede “tirar la toalla”, hay que intentarlo.    



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