domingo, 5 de febrero de 2012

El asesinato lento de la RSE: No la dejan crecer

Hace tres años escribí uno de los primeros artículos en mi blog con el título  ¿Quien mato a la RSE?  Me lo recordó un reciente artículo de Antonio Argandoña. .Lo volví a leer y la realidad no ha cambiado mucho.  Ahora estoy mas convencido que entonces de que la RSE está muriendo, asesinada por un gran numero de fuerzas, no necesariamente coordinadas, sino mas bien espontáneas, por quienes no la entienden pero quieren aprovecharse de ella, por quienes no le creen, por quienes le tienen envidia y tratan de lucirse despreciándola, por quienes prefieren la nueva chica que acaba de llegar al barrio, por quienes ni siquiera la conocen y hablan mal de ella (¿adivina quienes son estos caracteres?).

Lo más triste es que la están asesinando lentamente en su juventud.  No la quieren dejar desarrollar, no la dejan crecer, no la dejan madurar.  Cuando estaba comenzando a caminar ya pretendían que corriera.  Pretenden que antes de evolucionar pueda atender todas las circunstancias de un mundo cambiante.  Muchos la siguen viendo como una niña incapaz de acometer grandes desafíos.  No se han dado cuenta de su amplia capacidad de adaptación.  Le piden cosas de un concepto maduro, desarrollado y no la dejan responder.  Le dicen cosas como “no sirves para nada”  Lamentablemente sus padres y muchos de sus padrinos no la han sabido defender, han preferido la indiferencia.  Algunos se han pasado al bando de los que la quieren mal.

Se le acusa de ser solo filantropía u acción social y la menosprecian.  Pero eso lo hacen los que no la conocen, los que solo ven una mínima parte de su rica complejidad.  Es mas fácil rechazarla que tratar de conocerla a fondo, de entenderla.  La rechazan en base a las prácticas imperfectas que se apropian de su nombre.

Se le acusa de ser pura fachada con nada por dentro. Confunden su carácter y su personalidad con la imagen que los abusadores proyectan de ella, su mal uso para efectos publicitarios, su mala implementación.

Se le acusa de no poder adaptarse a los nuevos tiempos, de que solo es capaz de atender cosas tácticas y no es capaz de manejar la estrategia, de solo ocuparse de acciones puntuales y no tener gran visión.  Pero es porque ni siquiera le han dado la posibilidad de demostrar su versatilidad, de cubrir cualquier aspecto de la buena gestión, como ella es capaz.

Parte del problema es que sus padres le pusieron un nombre que siempre ha dado lugar a malos entendidos.  Cuando le pusieron el primer nombre de “responsabilidad” no se dieron cuenta que algunos lo podrían interpretar como un conjunto de acciones puntuales y obligatorias.  Cuando le pusieron el segundo nombre de “social”, no se dieron cuenta que era un nombre que no se adaptaría bien a los tiempos, que sería utilizado en otros contextos como acción social, como redes sociales, políticas sociales en salud y educación, que daría lugar a confusión.  Y el nombre terminó siendo muy largo.  Ne se presta a diminutivos.  ¿Respi? ¿Soci? ¿Responsoci?

Menos mal que aprendieron y a su hermana menor le pusieron un nombre mas atractivo para los tiempos actuales y que no sufre tales agravios.  Han hecho un pacto y cuando RSE muera, su hermana, Sostenibilidad, tomará su lugar y habiendo aprendido logrará lo que no le han dejado logar a RSE.

El nombre determina el carácter del niño.  Le resulta difícil a una niña llamada Zoila Meza (y menos si se casa con un Planchart en América Latina) madurar adecuadamente, prosperar en el colegio y la vida sin que sus compañeros se burlen de ella.  Es difícil lograr carisma con ciertos nombres.  Hay que ser fuerte y tener una gran personalidad, y la RSE la tiene y sobrevive a pesar de tantos intentos de menospreciarla.

La RSE tiene todo lo necesario para ser el  modelo de gestión para las empresas, pero no la dejan.  Entre envidia y ganas de figurar, salen enemigos de todas partes.  Prefieren dejarla de lado, asesinarla, antes que ayudarla a evolucionar y alcanzar la plena madurez.   Pero todo lo podría hacer si no fuera una incomprendida, si no fuera que los demás niños en el colegio son unos “bullies”[i] y la hostigan. Pero son pocos los que salen a defenderla.  

Un bullie que llaman “Creando Valor Compartido” es especialmente maligno.  Tiene unos padres famosos que están empeñados en desprestigiarla y anda esparciendo toda clase de rumores sobre su incapacidad de resolver problemas y venden a su hijo, educado en escuelas de élite, como el salvador del mundo, la solución para todos los problemas del capitalismo.  Es como un político demagogo que se gana la popularidad ofreciendo cosas para todos.  Si él gana todos tendrán más valor. 

RSE no se irá sin antes montar la lucha que su robusta personalidad y versatilidad merece……….. y si su hermana la ayuda, no pueden perder.

Y no se pierdan el próximo articulo en esta serie de defensas risueñas de la RSE:  “Hombres necios que acusáis a la RSE sin razón sin saber que …………”.



[i] Hostigamiento infantil y juvenil en el colegio y, en tiempos modernos, a través de las redes sociales.

3 comentarios:

jose carlos gonzález dijo...

La viñeta de 'El Roto' con la que acompaño a mi último artículo (aun no he decidido divulgarlo mucho) lo dice todo. A ver qué te parece:
http://blog.comfia.net/responsabilidad-social/blog/2012/02/01/fin-de-la-falsa-rse

Carlos Javier dijo...

Uhm... muchas veces lo has dicho ya: es como si los neologismos nos encandilaran, sin detenernos a entender de qué se tratan en verdad.

En el caso del "Shared Value" y la RSE, creo que ocurre igual que con el Fútbol y el "Soccer".

Durante mucho tiempo la línea ideológica que en Estados Unidos entendía la "CSR" como filantropía se impuso y echó raíces (y la llamaron football). Mientras tanto, en el resto del Mundo, el concepto de la RSE tomaba otros matices y evolucionaba (y la llamamos fútbol). Entonces, cuando en Estados Unidos quisieron ponerse los cortos para empezar a patear una número 5, cayeron en la cuenta que les era necesario ponerle otro nombre al deporte de Di Steffano, y lo llamaron soccer... lo llamaron shared value.

Sabrás disculpar lo confuso que pueda parecer el comentario, fue solo un intento de sumar una opinión, también "risueña", a la conversación.

Janye Rosignoli dijo...

Antonio: Comparto contigo todo lo que dices pero no estoy de acuerdo con que la sostenibilidad sustituirá a RSE. No hay sostenibilidad sin una gestión ética y por lo tanto responsable.
Lo que pasa es que los valores éticos demandan un conocimiento espiritual muy escaso en estos tiempos. Comprender la ética sin una preparación espiritual es realmente difícil. Por eso se enredan en discursos fatuos, de normas, buenas prácticas, marketing social, informes, ROI, greenwashing, etc...Quienes han buscado lucrarse de la RSE (la mayoría de los consultores que la han abordado) se habrán dado cuenta que allí no hay mucho que buscar y tratar de convertir a los empresarios con escasa visión es muy complejo. En mi opinión quien cree en la necesidad de ir hacia un mundo más ético no debe mermar su lucha y trabajo porque se quedarán atrás quienes no lo entiendan. El mundo del futuro demanda de personas capaces de construir conocimientos a partir de la inteligencia colectiva y eso sólo es de personas evolucionadas. Es cuestión de tiempo.