El 24 de octubre el Financial Times publicó un suplemento sobre los MBAE (para Ejecutivos, a tiempo parcial, en semanas concentradas) incluyendo el ranking de las diferentes escuelas. Pero no es del ranking que nos ocuparemos en este artículo, nos ocuparemos de la imagen que se proyecta en el suplemento, obviamente con influencia entre los aspirantes a cursar ese MBAE.
En un artículo anterior comentábamos sobre que la educación sobre responsabilidad que se recibe en las aulas está influenciada por los mensajes que se reciben desde el entorno que rodea esa educación (Ética y responsabilidad en las escuelas de negocios) Comentábamos que si bien los cursos especiales y la integración de los conceptos de ética y responsabilidad en el resto de los cursos y casos eran importantes, también lo era el entorno en el cual se impartían y los mensajes que conllevaban.
El suplemento del Financial Times es un excelente ejemplo de lo pernicioso que pueden ser algunos de estos mensajes.
Comienza con un editorial dedicado al juramento del MBA, con un análisis muy escéptico sobre su valor (sobre el que también escribimos un artículo No jurarás en vano). Hace notar que parece haber pasado de moda ya que en su primera edición, popularizada en Harvard en el 2009 lo hicieron más de 500 graduandos pero en el 2011 solo lo hicieron 220. Dice que el sitio internet dedicado al juramento “alardea” de que lo han hecho más de 6.000 graduandos. Especula que la caída se debe a que era una moda que ha pasado, que tuvo su pico en la crisis. Ahora estamos de vuelta en lo financiero. Es sumamente ilustrativo que lo mencione en el contexto de los rankings donde los principales factores son el sueldo al graduarse y el aumento en los siguientes años.
También comenta lo caros que son, alrededor de $150.000, y aquí añade una frase memorable “¿Es ético cuando tales precios muy probablemente impidan la participación de los que trabajan en organizaciones filantrópicas o en ONGs, por ejemplo?” Nótese que no es aseveración, es pregunta. No la responde, pero la implicación parece ser que estos participantes están fuera del “mercado. Parece ser que el mensaje es que el MBAE es solo para los que ganan mucho dinero y quieren ganar más.
A partir de aquí el suplemento no mencionan más las palabras que parecer ser anatema para estos rankings: ética, responsabilidad, sostenibilidad o ningún sinónimo.
Lo más llamativo es que la tabla resumen del ranking de las primeras 25 escuelas tiene tres columnas: el ranking, el nombre de la escuela y el sueldo al graduarse[i]. ¿Qué es lo más importante a la hora de escoger una escuela de negocios? El mensaje es claro (aunque por cierto no hay correlación entre el ranking y el sueldo, todas están alrededor de los $200.000, excepto tres primeras, en particular la primera con $420.000!!!).
Los rankings se hacen de acuerdo a una serie de criterios. El sueldo y su progresión constituyen el 50%. Los únicos criterios ligeramente relacionados con responsabilidad son los relacionados con la diversidad de género del estudiantado y del profesorado que son sólo dos de ocho de los criterios que cuentan en total el 25%. Está claro que no son ranking de la enseñanza de la responsabilidad en las escuelas de negocio. Para esto hay que consultar el ranking especializado de Beyond Gray Pinstripes (sobre el que también escribimos un artículo).
Ninguno de los artículos sobre las escuelas o sobre graduados menciona temas de ética, responsabilidad, hacer el bien. Todos son sobre hacer dinero. ¡Hay que rentabilizar la inversión en el curso!
El mensaje del suplemento es claro. Lo importante es el dinero. Con estos mensajes podemos enseñar toda la ética que quieran, incorporarla en los cursos, pero el mensaje, no tan subliminal, es claro.
Y para terminar es oportuno repetir la cita de Wallace B. Donham, decano de la escuela de negocios de Harvard en su artículo en el Harvard Business Review del 1927 (que comentaba en un artículo anterior Regreso al Futuro: ¿Hay progreso en la RSE?) sobre la importancia de aprovechar la educación en el MBA para trasmitir la importancia de los principios éticos: “Podemos y debemos presentarle al estudiante, mientras tenga tiempo, libre de las presiones de las circunstancias, los dilemas éticos más comunes de los negocios. Si esto se hace, es más probable que los sólidos estándares éticos del joven se mantengan en los futuros periodos de tensión”.
Aunque iba dirigida a los estudiantes del MBA tradicional, los estudiantes del MBAE, que no son tan jóvenes, unos 10 años mayores, también se beneficiarían de esto. Lo necesitan más todavía ante los incentivos financieros con que conviven el resto del tiempo que no están en el curso.
[i] Si tienen curiosidad, entre las 100 escuelas analizadas hay dos de España (IE, en el lugar 8 e IESE en el lugar 13), una de Brasil (Fundaçao Instituto de Administraçao, 57) una de Costa Rica (INCAE, 78), una de Argentina (IAE, 97) y una de México (Ipade), 98. No está el ESADE o porque no tiene el curso con ese nombre o porque esta agrupada con su socio, Gerogetown University, en Washington. El Egade del Tech de Monterrey esta indirectamente como parte de un consorcio de escuelas ( 26)
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