Lo que no es sostenible no es competitivo
y lo que no es competitivo no es sostenible.
Global Sustainable Competitiveness Index,
2024
Este artículo pretende extraer lecciones del proceso de regulación y desregulación de la sostenibilidad empresarial y su impacto en la competitividad en Europa que puedan usarse en el futuro ya que no es oportuno analizar la situación actual, continuamente cambiante, cualquier análisis es obsoleto días después. Pero el proceso que ha ido de un extremo al otro, de una gran intensidad y amplitud de las regulaciones a una dilución acelerada, ofrece valiosas lecciones.
Para poder extraerlas,
se hace un breve repaso de las regulaciones, del proceso seguido en ambas
direcciones, del contexto internacional en que se desenvuelve, de la tormenta
perfecta que motivó la desregulación y los contradictorios argumentos,
sinergias y conflictos de los dos grupos del proceso sobre los efectos de la sostenibilidad
en la competitividad de las empresas y de la región.
Se analiza el
proceso en función de los factores que intervienen: los líderes del proceso, los
responsables de las cuentas y su rendición, los objetivos que se persiguen con
la regulación y la desregulación, la visión de ambos procesos, los incentivos y
el impacto que tienen en los responsables, los errores y omisiones en ambos
sentidos del proceso y el efecto que sobre ellos tiene la opinión pública. De
este análisis de la microestructura de las motivaciones se pueden derivar las
lecciones.
Ante la gran
diversidad de estas motivaciones no es extrañar el caótico proceso llevado a
cabo y la infectividad de los resultados.
Mucho se hubiera podido evitar con una mayor colaboración y apreciación
de los argumentos de ambas partes, minimizando la confrontación abierta y el
uso coordinado de los poderes relativos de las partes. Se obviaron los elementos fundamentales necesarios
en los procesos de negociación y de implementación del cambio institucional.
Concluye diciendo:
En el proceso de regulación. para logar su aprobación, se alegaron
beneficios, tanto para la sociedad como para la competitividad de las mismas
empresas y de sus países, que crearon grandes expectativas, que no han tenido
tiempo de fructificar. Pero en el proceso de desregulación se quieren ignorar y
se sobreestiman las reducciones de costos que ello conlleva, ya que muchas de
las informaciones y acciones antes requeridas se deberán continuar preparando y
llevando a cabo, tanto para la gestión de la empresa como por las exigencias de
los stakeholders,
sobre todo los aportantes de recursos financieros.
Si los beneficios de la regulación fueron exagerados, también los están
siendo los ahorros de costos de la desregulación.
En el proceso de regulación primaron los tecnócratas y expertos, en el de
desregulación están primando los políticos.
Por lo que podemos concluir que las regulaciones
son demasiado importantes para dejárselas solo a los tecnócratas y expertos y
las desregulaciones son demasiado importantes para dejárselas solo a los
políticos. Ambos deben ser partícipes del proceso, en los momentos oportunos.
Artículo publicado en el No. 59 del Dossier de Economistas sin Fronteras, otoño 2025
Sostenibilidad empresarial y Competitividad en Europa: ¿Sinergias o conflictos?
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El desafío existencial de la Unión Europea
