(Publicado en la revista The Officer el 1 de junio del 2025)
¿Especializar o
diluir? ¿Fortalecer o debilitar? En estos tiempos de ataques, hay quienes
quieren pescar en río revuelto para diluir y debilitar las funciones de la
sostenibilidad empresarial (en un artículo anterior, Cien días de
ansiedad: Trump y su ataque a la sostenibilidad, considerábamos estos ataques).
Algunos
consultores, para avanzar intereses personales promueven la creación de la
figura del Chief Corporate Officer, CCO (así en inglés, para que
parezca más riguroso). Hay, incluso, quien ofrece programas de formación para
ese perfil «que asume el reto de integrar todos los asuntos corporativos
desde una perspectiva estratégica, conectando diferentes áreas» y absorbe
las funciones de sostenibilidad empresarial.
Pues el CCO ya
existe en todas las empresas y se llama Chief Executive Officer,
CEO, o consejero delegado. Precisamente la tendencia apunta a hacer al CEO
responsable directo de la sostenibilidad empresarial, que es lo que piden las
regulaciones de la Comisión Europea sobre la información sobre la
sostenibilidad.
Sostenibilidad
empresarial no es hacer «cositas buenas», es la gestión integral de las
actividades de las empresas para su propio bien, el de la sociedad y el
medio ambiente, que no es otra cosa que la buena gestión.
Pero lo más
crítico es que proponen la absorción de la función de sostenibilidad
empresarial por la función de comunicación corporativa y gestión de la
reputación, que no necesariamente tienen los mismos objetivos. Comunicar
no es lo mismo que hacer y la comunicación engañosa, greenwashing,
ha sido uno de los principales enemigos del avance de la sostenibilidad.
La comunicación
es la gestión de la percepción, que tiene como principal objetivo mejorar la
reputación empresarial de la empresa. Esta gestión puede hacerse vía dos
estrategias, una basada en la comunicación responsable de todo el
comportamiento empresarial, la que es sostenible, y otra basada en
el greenwashing y el aprovechamiento del efecto aureola (la empresa destaca una actividad
responsable e, inconscientemente, el afectado lo extrapola como si todas sus
actividades fueran responsables). Esta segunda estrategia es
efímera.
Los especialistas
en comunicación corporativa y gestión de reputación suelen gestionar esta parte
efímera. Los especialistas en sostenibilidad empresarial son
responsables de que la empresa sea responsable (valga la cacofonía), que tome
acciones, y suelen gestionar la percepción vía el reporte de hechos
comprobables.
La experiencia
tradicional de la función de comunicación, reputación y relaciones
institucionales se basa en transmitir una imagen de la empresa que muchas
veces enmascara la realidad, enfatiza lo positivo y esconde los problemas.
Comunicación
engañosa, greenwashing, y comunicación selectiva, greenhushing, es,
lamentablemente, todavía parte de la función de la comunicación de muchas
empresas.
Es cierto que la
función de comunicación ha ido evolucionando y no descansa solamente en la
segunda estrategia, en gran parte por el avance de las regulaciones sobre
comunicaciones en sostenibilidad y en parte ante las exigencias de los stakeholders,
cada vez más interesados.
Desafortunadamente
algunos, como los consumidores, todavía son incrédulos y no hacen los
esfuerzos de informase para la toma de sus decisiones. Estos son los mas
sensibles a las estrategias de comunicación selectiva.
Esto ha sido una
de las grandes preocupaciones de la Comisión Europea, por lo que ha
emitido regulaciones sobre el reporte de la sostenibilidad empresarial y su
comunicación, con el objeto de que presenten información que sea no solo
comparable, sino además confiable y verificable.
En particular ha
emitido dos grupos de regulaciones que atacan directamente la problemática de
las comunicaciones engañosas, uno para los productos de consumo (Directiva
2024/825 del 28 de febrero de 2024 sobre el empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica mediante una mejor protección contra las prácticas desleales y mediante una mejor información y otra para los productos financieros (Directiva sobre
la regulación de las finanzas sostenibles, en proceso de revisión). Estas regulaciones establecen la responsabilidad
de la alta dirección y posibles penalizaciones por incumplimiento.
Sería contrario a
estas regulaciones enfatizar los aspectos de comunicar sobre los de hacer,
que es lo que ocurría si se diluyera la función de la sostenibilidad
empresarial dentro de funciones más generales, especialmente si son dominadas
por las comunicaciones y la reputación.
Ante la rápida
evolución y la complejidad de la sostenibilidad empresarial, el encargado de
gestionarla al interno de la empresa, llamémoslo Director de Sostenibilidad
Empresarial, DirSE, ha tenido que ampliar su ámbito, desde su papel
tradicional de promotor de acciones responsables dentro de la empresa a
gestor estratégico dentro y fuera, a integrador del comportamiento en la
cultura empresarial.
Para ello se está
haciendo cada vez más necesario que su nivel organizacional sea lo más
cercano posible al consejero delegado, aunque ello no sea posible en algunos
casos, especialmente las empresas más complejas.
Este sería
el peor momento para enviar el mensaje a las partes interesadas en la
sostenibilidad empresarial de que las funciones corresponden a
generalistas de gestión empresarial, incluyendo a los de comunicación y
reputación.
No se puede
absorber la función de hacer, de lograr cambio, de tener impacto, con la
función de decirlo, que, como hemos mencionado, tiene objetivos diferentes y
hasta contradictorios. La percepción, debe ser el resultado de las
acciones y su comunicación responsable, no solo de la comunicación interesada.
Para mayores detalles la relación entre comunicación, reputación y sostenibilidad ver Sostenibilidad empresarial y reputación: Lo sostenible y lo efímero, y sobre la ubicación institucional y funciones del DirSE, ver Y al Chief Sustainability Officer, ¿cómo lo llamamos? ¿dónde lo pondremos?: Trece consideraciones, y La aceleración de la evolución del Director de Sostenibilidad Empresarial, DirSE.
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