domingo, 8 de septiembre de 2024

¿Qué aspectos de la sostenibilidad empresarial conducen (¿deberían conducir?) a rendimientos financieros?

                                                                       Mentiras, malditas mentiras y estadísticas

Título de un libro publicado en 1976


Este es uno de los aspectos de la sostenibilidad empresarial más discutidos. Es el núcleo del argumento empresarial, aquello de que la empresa debe ser responsable porque es rentable, constituye también el núcleo de la materialidad financiera, aquello de que los aspectos que la empresa debe gestionar son aquellos que tienen impacto real o potencial sobre su situación financiera, y que forman el núcleo de la primacía de los shareholders, aquello de que la empresa debe maximizar los beneficios a los accionistas y de preocuparse por los demás stakeholders en la medida que ello beneficia a los shareholders.

Y sobre esto hay mucha teoría, mucho buen deseo, abuso del “debería”, de que tales o cuales actividades “deberían” mejorar la situación financiera de la empresa, por ejemplo, aquello de que, si la empresa reduce sus emisiones, mejorarán sus beneficios, como sí no dependiese de que los afectados se enteren y actúen, como si fuera automático, como que “debería” ser así, porque sí.

El objeto de esta nota es contrastar dos estudios, uno conceptual sobre lo que “debería ser” y el otro uno estadístico sobre lo que (supuestamente) “es”, y mostrar las deficiencias de las inferencias basadas en este último.

I.                Debería ser.

En la primera parte del artículo Tres estudios para aprender más sobre sostenibilidad empresarial: Argumento empresarial, Cumplimiento con la información y Costo del financiamiento, del 3 de agosto, analizábamos un informe del World Business Council for Sustainable Development, WBCSD (institución gremial dedicada al avance de la sostenibilidad empresarial) y la consultora KPMG para guiar el desarrollo e implementación del argumento empresarial en las empresas Building the  business case for Sustainability: A practical guide for business connecting opportunities  and financial drivers (informe completoresumen ejecutivo y tablas de impacto).

Este informe es un tratado sobre el argumento empresarial, dirigido a los profesionales de la sostenibilidad, pero en particular a los dirigentes financieros. El informe se basa en una acepción de la sostenibilidad empresarial un poco sesgada, hacia tres aspectos que tienen mayor probabilidad de tener impacto financiero: (1) cambio climático, (2) biodiversidad y justicia y, (3) equidad para todos los stakeholders internos y externos. Ignora aspectos de gobernanza, lo que considero un error, ya que algunos aspectos de esto sí tienen posibilidades de destruir valor. En función de esta acepción, el informe es de interés para las grandes empresas, aunque la manera de pensar y analizar es aplicable a todo tipo de empresas….teniendo en cuenta sus capacidades y contexto.

Dentro de aquellos tres aspectos identifica dieciséis “temas” (p.e. emisiones y reducción de residuos) y 32 “oportunidades” (p.e. gestión sostenible de los recursos), lo que representa una categorización para que los profesionales utilicen las opciones efectivamente. En teoría. De nuevo, el usuario puede identificar los temas que le parezcan más materiales a su caso y usar la base metodológica que ofrece el informe.

La guía demuestra el argumento empresarial al relacionar las oportunidades con diez impulsores financieros (p.e. reducción de costos) y seis intangibles (p.e. mejora de la reputación). Y lo más útil es que incluye una serie de tablas de impacto donde se detallan estos nexos. Que en teoría deberían conducir a mejores rendimientos financieros.

Los aspectos recomendados, son el resultado de las opiniones de algunos expertos, lo que es semejante a los indicadores de los estándares del Sustainability Accounting Standards Board, SASB, ahora parte de los estándares internacionales de reporte de sostenibilidad del International Sustainability Standards Board, aunque estos tienen la ventaja de ser el resultado de múltiples consultas entre centenares de expertos, supuestamente validados, y por ende son de mayor cobertura.  Pero también son sobre el “debería ser”.

II.             Es (supuestamente).

En julio del 2024, la consultora KPMG publicó el estudio Is Sustainability Good for Financial Performance? (resumen aquí). Este estudio pretende ir más allá del “debería” y determinar cuales son las actividades de la empresa que en efecto tienen relación estadística con su situación financiera.

“Este estudio tiene como objetivo determinar el impacto potencial de 60 métricas de sostenibilidad en el margen de beneficio bruto (MBB) mediante la realización de un análisis econométrico de más de 2 500 empresas en 18 industrias y más de 60 países”. Los resultados:

·     21 indicadores de sostenibilidad parecen tener una relación significativa con el MBB.

·     Entre los indicadores ambientales, las menores emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2) se asocian con un mayor MBB. Además, las iniciativas de reducción del impacto ambiental de la tierra y las iniciativas de reducción de desechos electrónicos tienen algunas de las mayores asociaciones.

·     Entre los indicadores sociales, algunos de los mayores impactos positivos se observan en las políticas de ética empresarial, las iniciativas de reducción del impacto del transporte del personal y los servicios de guardería para los empleados.

·     Entre los indicadores de gobernanza, las empresas que publican la asistencia de los miembros de la junta directiva, que tienen la política de una-acción-un-voto, que no tienen rotación gerencial y que tienen una mayor proporción de mujeres ejecutivas tienden a tener un MBB más alto.

Y concluye:

·     Si bien estos resultados no necesariamente capturan una relación causal, sirven como una guía útil para los líderes empresariales a medida que aplican rigor a su estrategia de sostenibilidad para hacer crecer su negocio.

Nada menos riguroso para una estrategia de sostenibilidad que tomar las relaciones entre una acción de la empresa y la reacción de la sociedad, determinadas en base estadística, que termina siendo un gran promedio, sobre 2 500 empresas en más de 60 países, no válidas para un gran número de ellas.

Y sin demostrar la causalidad, que uno causa lo otro, solo que hay una relación estadística. Este gran promedio es anatema a la especificidad requerida para determinar lo que es material para la empresa, para determinar su estrategia de sostenibilidad empresarial.

Para ilustrar esta falacia, consideremos un ejemplo de la simplicidad de las conclusiones.  ¿Conduce el número de mujeres en el consejo a una mejora en la rentabilidad de la empresa? ¿Deben todas las empresas nombrar más mujeres?  ¿Cuál es el mecanismo que convierte el número de mujeres en mayor rentabilidad?  Pura especulación. Puede ser, pero no es así de sencillo, ni es generalizable, depende de muchos otros factores y uno de ellos es la influencia que tengan en la toma de decisiones. El número de ellas puede ser condición no necesariamente necesaria, pero definitivamente no es suficiente. El número no basta. Una mujer líder en el consejo puede tener más influencia que cinco de “la cuota”. [i]

En este sentido, este estudio y sus resultados son un insulto a la determinación de la materialidad financiera. No recomendaremos que las empresas se concentren en estos 21 indicadores que dicen tener “una relación significativa con el margen bruto de ganancias”.

A lo sumo la conclusión de este estudio es de que hay algunas acciones que parecen ser más generalizables al total de las empresas, pero que no necesariamente lo son para nuestra empresa en particular.

Y aquí conviene recordar la cita a atribuida al escritor Mark Twain de que “todas las generalización son falsas…incluida esta”.

III.           ¿Debería ser o es?

Deberíamos preferir el “es” al “debería ser”, uno es factual y el otro presuntivo. Pero en este caso el primer informe es mucho más útil, a pesar de sus omisiones. El “debería ser” puede ser adaptado a la realidad de cada empresa, adaptado a su experiencia cotidiana, ampliado o limitado según sea necesario. Pero en caso del segundo informe, el “es” es una peligrosa generalización falsa.

No hay sustituto fácil a la determinación de los aspectos que son materiales para la empresa particular en el momento y contexto en que opera y debe analizar el funcionamiento de la cadena de transmisión de la “acción empresa-reacción sociedad-impacto financiero” No toda acción tiene reacción, no toda reacción tiene impacto.



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