Las estrategias de responsabilidad social y ambiental de las empresas multinacionales deben encontrar el equilibrio entre los intereses de la empresa y los de sus partes interesadas (stakeholders) en dos ámbitos: global y local, para cada país en el que operan. Para conseguir este equilibrio, deben tener en cuenta las realidades de esos mercados, incluyendo el esquema institucional, compatibilizar sus valores con los de las sociedades en que opera, considerar las necesidades y expectativas de la población hacia el sector privado que, tratándose de empresas extranjeras y grandes, suelen ser más exigentes que para las empresas nacionales. Las diferentes expectativas pueden incluir prioridades diferentes en cada país desde el punto de vista de la empresa. Asimismo, la estrategia debe considerar las percepciones, erradas o no, que las partes interesadas tienen de la empresa y del país de origen así como de otras empresas de ese mismo país. Para las empresas que operan en los países en desarrollo, y usamos como ejemplo América Latina, las responsabilidades pueden ir más allá de las que tradicionalmente han tenido en sus países de origen. En muchas ocasiones, las empresas tienen que hacer frente a los fallos de gobierno con el objeto de promover sus propios intereses y poder operar. En este amplio contexto, la empresa deberá tomar decisiones de priorización y compatibilización en sus estrategias de responsabilidad social y ambiental. Este artículo presenta un modelo conceptual, de aplicación práctica y discute las consideraciones necesarias para preparar la estrategia local de una empresa global. También presenta una discusión sobre los límites de la responsabilidad empresarial en países en vías de desarrollo
El artículo completo se puede ver en el recientemente publicado número 3 de la Revista de la Responsabilidad Social de la Empresa, Sept.-Dic. 2009 de la Fundación Luis Vives.
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