miércoles, 31 de julio de 2024

El exceso de ambición en la responsabilidad empresarial puede ser contraproducente: Otro ejemplo.

 

Lo mejor es enemigo de lo bueno.

Quien mucho abarca poco aprieta.

No por mucho madrugar amanece más temprano.

Refranes populares

¡Otro artículo corto!


Las promotores de la responsabilidad social queremos que se avance lo antes posible en todos los aspectos posibles y si las buenas voluntades no bastan se debe recurrir a las regulaciones. Ambición laudable, pero si no toma en cuenta la realidad del entorno en que se opera la presión puede resultar contraproducente. Un ejemplo reciente es la revisión de los requerimientos para optar a adjudicaciones del sector público de la Comunitat Valenciana.

En la Comunitat Valenciana se elimina la obligatoriedad de utilizar criterios de responsabilidad social y ambiental en las contrataciones públicas.[i] La Comunidad había aprobado una ley de Responsabilidad Social (Ley 18/2018, de 13 de julio de 2023). [ii] La regulación de la inclusión de cláusulas de responsabilidad social en la contratación pública y en las convocatorias de ayudas y subvenciones se había explicitado en el Decreto 118/2022, de 5 de agosto.(Capítulo II, artículo 4). [iii]

Este Decreto obligaba a las empresas que optaran a contratos del sector público a incluir información sobre una gran cantidad de aspectos relacionados con su responsabilidad social, los cuales se incluían como parte de los aspectos que se podían evaluar, junto con la calidad-precio, para la adjudicación.  Ahora con el Decreto Ley 7/2024, de 9 de julio del 2024 de la Generalitat Valenciana (Capítulo II, páginas 99-100) se ha cambiado de ser requisito a opción, cuya consideración en la evaluación queda a juicio del adjudicatario.

Las cláusulas son extensas y solo presentamos el núcleo como ilustración del cambio.

Ley 18/2018

Decreto 118/2022

Decreto Ley 7/2024

Las administraciones públicas incluirán en la contratación pública cláusulas de responsabilidad social y de transparencia, bien como criterios de adjudicación o como condiciones especiales de ejecución, en los pliegos de cláusulas administrativas particulares.

En los contratos celebrados por la Administración de la Generalitat y su sector público instrumental, deberá incluirse obligatoriamente como mínimo un criterio de adjudicación y una condición especial de ejecución de las previstas en los anexos I y II [iv] que guarden relación con el objeto del contrato…… El órgano de contratación podrá seleccionar los criterios de adjudicación que, vinculados al objeto del contrato, vienen establecidos en el anexo I

En los contratos celebrados por la Administración de la Generalitat y su sector público instrumental, podrán incluirse criterios de adjudicación de los previstos en el anexo I siempre que se hallen vinculados al objeto del contrato. Asimismo, deberá incorporarse una condición especial de ejecución de las previstas en el anexo II…..

 

La legislación de la Unión Europea recientemente permitió la inclusión de aquellos aspectos en la evaluación, cuando antes se debía considerar solamente la calidad-precio como criterio.  Fue un gran avance. La trasposición a la legislación española optó por la posibilidad, pero no por la obligación de incluir otros aspectos como la responsabilidad social. La modificación valenciana coincide ahora con la nacional y la europea.

Ello no quiere decir que es lo que hay que hacer. Ninguna de las legislaciones prohíbe dar puntos al buen comportamiento, o por lo menos considerarlos en caso de empate en la evaluación en base a la calidad-precio. Pueden ser de la “calidad” de la oferta que se evalúa. El decreto ley sí mantiene la puntuación por responsabilidad social para el caso de evaluaciones de subvenciones públicas.

El problema, según el suscrito, es que a la legislación valenciana original se le fue la mano y quiso abracar demasiado y pronto, con la con la consecuente fuerte reacción de los empresarios (que les gusta alardear de responsabilidad, pero que cuando afecta al beneficio, prefieren que sea opcional). Este principio de acción y reacción lo habíamos ofrecido como una de las razones por las cuales se ha desarrollado oposición en algunos círculos a la sostenibilidad empresarial. En el artículo ¿Está declinando el interés en la sostenibilidad empresarial?: Siete más una razones, precisamente lo ofrecíamos como la octava razón.

Lección aprendida: en los artículo Mejorar la sostenibilidad empresarial: ¡Seamos realistas!  presentaba un análisis de los efectos perniciosos del exceso de ambición y en el artículo El rechazo de la Directiva de Diligencia Debida, CSDDD de la Unión Europea: Una opinión alternativa consideraba el caso de la recientemente aprobada CSDDD en la Unión Europea.

Hay que tener ambición, pero moderada en el tiempo y en el ámbito, a la capacidad de absorción del cambio en el entorno en que se opera.

 


[ii] Había comentado el borrador en mi artículo ¿Se debe legislar la RSE?: El intento valenciano.

[iii] Es de notar que el cambio se produce cuando cambia el gobierno de la Comunitat de coaliciones de izquierda política a coaliciones de la derecha, pero también es de notar que la propuesta original era muy exhaustiva.

[iv] Los anexos I y II del Decreto 118/2022 son listado exhaustivo de condiciones sociales y medioambientales.

 

sábado, 27 de julio de 2024

La sostenibilidad empresarial se vota en las elecciones en EE.UU., con potenciales efectos más allá del país

¡Por fin un artículo corto!

Esta artículo es inusual ya que abarca un tema político, pero es que, en las elecciones en EE.UU. de este año, la política se ha plasmado como nunca en temas afines a la sostenibilidad empresarial. Para diferenciarse, como en muchos otros casos donde hay competencia por un mercado (consumidores, votantes, fieles, aficionados, etc.), las partes adoptan posiciones y estrategias cada vez con menos elementos en común, lo que ha llevado a extremar las posiciones, atrincherarse y dificultar consensos.

De hecho, podemos decir sin exagerar que en esta elección se vota parte del futuro de la sostenibilidad empresarial, sin duda en EE. UU., pero por extensión, a otros países, estimulándola o desestimulándola, por el efecto imitación y empoderamiento de los promotores o detractores. Y esto es particularmente sensible en Europa con la tendencia reciente al populismo de derechas.

La oposición a algunos aspectos de la sostenibilidad empresarial es un fenómeno muy estadounidense, pero en partes exportable, sobre todo en temas ambientales (cambio climático, biodiversidad), sociales (igualdad de género, discriminación, condiciones laborales y empleo) y hasta en gobernanza (limitaciones al reporte y al ámbito de acción de los reguladores). [i] Los dos primeros pueden tener influencia en el resto de los países, pero el tercero es menos exportable, es más propio de su fuerte capitalismo e individualismo.

Todo esto se encapsula en la palabra “woke”, que muy pocos saben lo que quiere decir pero que se refiere al comportamiento y actitudes de la gente que es sensible a la injusticia social y política. Y para un grupo de políticos es inaceptable. El individualismo en su peor versión.  Para el público en general es lo que la ASG es para los profesionales de la sostenibilidad.  Y tiene la mismas desventajas, se dice fácil, abarca todo, no se sabe lo que quiere decir. Aquella se usa para denigrar y esta para desprestigiar a la sostenibilidad empresarial.

En aspectos medioambientales es donde las posiciones están más diferenciadas: un partido esta a favor de la explotación de los combustibles fósiles y en contra de los vehículos eléctricos, el otro a favor de las energías renovables y la reducción del consumo de combustibles fósiles. Uno niega el efecto humano sobre el cambio climático y hasta prohíbe usar términos que se refieran a ello. Posición de la avestruz. El otro está a favor de todo tipo medidas para reducir sus impactos, hasta el punto de subsidiar las renovables y los vehículos eléctricos.  Para uno, los subsidios de cualquier tipo son anatema, para el otro son necesarios para el despegue y adopción de tecnologías. Uno piensa que la biodiversidad es un recurso que debe explotarse y el otro que es un recurso que debe conservarse.

Teniendo un sistema de gobierno federal, muchas de las legislaciones y regulaciones recaen en los estados, y al tener gobiernos de diferentes signos políticos tienen regulaciones diferentes y a veces incompatibles. De esto se han aprovechado los gobiernos estatales de derecha para dificultar y hasta sabotear las actividades de empresas cuya sostenibilidad no concuerda con sus prioridades. Por ejemplo, retiran sus fondos de pensiones de gestores que promueven la lucha contra el cambio climático o que favorecen la DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión). Impiden a los bancos que tienen estas políticas de hacer negocios con el gobierno estatal.

En términos sociales la lucha es encarnada en los aspectos de diversidad, equidad e inclusión, sobre todo en los derechos del colectivo LGBTQIA+ y el derecho al aborto. [ii] De la discusión sobre los aspectos ambientales se pueden deducir las posiciones de los dos partidos en estos aspectos, no hace falta extenderse. Solamente un breve comentario sobre el tema del aborto que, a primera vista, no parece relevante para las empresas, pero que algunos gobiernos estatales lo han hecho relevante. Ante la gran diversidad de reglas, algunas empresas han decidido, como parte de sus beneficios sociales, subvencionar los gastos para efectuarlo en un estado donde se permite. Ello ha dado lugar también al boicot de estas empresas por parte de los gobiernos estatales que la restringen.

Otro ejemplo de lucha contra la igualdad de género, que afecta a las empresa es el caso de la cervecera Budweiser, que al utilizar a una influencer transexual en su propaganda de Bud Light en el 2023, generó el boicot de los simpatizantes de uno de los partidos, lo que tuvo un impacto significativo ya que las ventas cayeron en un 15% y todavía no se han recuperado.

Un diputado por Tennessee declaró que la razón por la que Kamala Harris era candidata era porque era mujer.  El clásico argumento de que las mujeres no están cualificadas y solo tienen puestos de importancia por ser mujeres.  El candidato republicano a vicepresidente, JD Vance dijo “Este país lo manejan un racimo de mujeres gatos sin hijos, que solo llevan una vida miserable por las decisiones que han tomado y que quieren hacer miserable al resto del país”.

 

(El elefante es el símbolo del partido republicano)

La asociación, Society for Human Resources Management, SHRM, que promueve la buena gestión de los recursos humanos (entrenamiento, diseminación, certificación, con 340 000 miembros) decidió quitarle la E, equidad, al término DEI con el argumento de que debían concentrarse en diversidad e inclusión, cuando la verdadera razón, según expertos, es que lo quitaron por presiones políticas. ¿Cómo queda la diversidad y la inclusión sin equidad?  ¿Sí a las mujeres, a los discapacitados, a los pertenecientes a etnias o religiones no cristianas, pero con inequidades en las condiciones laborales?

En gobernanza los temas son menos visibles, pero no dejan de tener impacto. Uno quiere regulaciones laxas para las empresas, por ejemplo, en la contaminación ambiental y en el consumo y contaminación del agua y se opone a las medidas de protección de los consumidores y los inversionistas. Y hasta quiere reducir o eliminar la capacidad legal, financiera y física de los reguladores, sobre todo los ambientales, del mercado laboral y de los mercados financieros. [iii] Este es el otro extremo de la posición solidaria de la Unión Europea. El otro partido es un paladín de la protección de los stakeholders. Se les acusa de exceso de celo, de impedir el crecimiento económico, de reducir los beneficios de las empresas. [iv]

Todos estos temas están insertos en las elecciones. Este año se han convertido en un referéndum sobre la sostenibilidad empresarial y la ambiental en particular.  Sus resultados tendrán gran impacto en EE. UU. pero donde más se sentirá el impacto será en el tema de cambio climático, que es el más exportable, y en el de la dignidad de las personas, en su sentido más amplio, en la solidaridad, en la atención a las injusticias sociales y políticas.

 


[ii] Una decisión, en junio del 2024, de la Corte Suprema (6 republicanos, incluyendo una mujer, y 3 mujeres demócratas) derogó la regulación a nivel federal, pasándosela a los estados, cada uno con diferentes niveles de limitaciones.

[iii] En julio del 2024 la Corte Suprema falló a favor de una demanda que limita el poder de los reguladores de regular, investigar y castigar.

lunes, 22 de julio de 2024

Sostenibilidad empresarial en las PyME españolas (y referencia a las de América Latina)

 

(reenvio por omisión del título en el anterior)

En julio del 2024 se publicó el informe Observatorio de Sostenibilidad en las PYMES: Informe de resultados 2024 producido por el Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España (FINRESP), que contiene un análisis de las prácticas y lecciones para su promoción muy valiosas que merecen comentar. [i]

I.                Introducción

En este articulo presentamos un breve análisis del informe y ofrecemos referencias a las de América Latina, basados en un extenso estudio (1 300 empresas en ocho países) que llevamos a cabo en el Banco Interamericano de Desarrollo, que proporciona ricas oportunidades para el contraste.  [ii] [iii]

La muestra en España cubre 200 empresas, en 13 sectores industriales, distribuidas en todos los sectores de actividad, desde el primario al cuaternario, con amplia cobertura geográfica (a diferencia de la mayoría de las encuestas sobre sostenibilidad, Madrid más Cataluña solo tienen el 27% de la muestra). En realidad, el estudio es sobre las MiPyME (micro, pequeñas y medianas empresas) ya que casi el 40% son microempresas. El 85% tiene facturaciones de menos de 10 millones de euros. Esto le añade valor al estudio ya que en muchos de los estudios sobre las PyME se tiende a seleccionar a las de mayor tamaño que no son tan representativas de las PyME normales y corrientes, por lo que se suele sobreestimar su capacidad y actividades.

Y algo importante, que no hemos podido averiguar, es si la selección de la empresas fue predeterminada o más bien genérica, a los que respondieran a la encuesta. Si estuvo abierta a los que querían responderla, y dada la gran variedad de sectores, la generalización de los resultados es menos confiable, pero en este caso siendo un tema tan concentradoesta generalización es más razonable que para el caso de encuestas sobre las grandes empresas ya que hay menos variedad de prácticas entre los sectores industriales y suelen ser más uniformes [iv]

II.             Resultados



·       El primer bloque, sostenibilidad como oportunidad, es estimulante ya que reportan stakeholders activos, lo que puede conducir a mayor interés y acción por parte de las PyME en prácticas responsables. Es un tipo de pregunta sobre la que no suelen exageran para quedar bien, como es el caso de otros tipos de preguntas.

·       El segundo bloque sobre financiamiento y aseguramiento para la sostenibilidad contiene resultados que podemos calificar como mixtos. Que el 48% no los conozca me parece subestimado, hubiera esperado que fueran muchos más.  Por otra parte, que el 16% diga que los conoce y los usan parece razonable. A lo mejor es que el 36% restante los conocen, pero no los usan. Y que el 42% diga que lo necesitan también es razonable, pero ello no quiere decir que sea una oportunidad para crear oferta, como comentamos en la recomendación 4 más abajo.

·       Los resultados del tercer bloque parecen muy razonables, aunque hubiera esperado que fuera el 100% que dijera que está afectado por las regulaciones, nadie se salva. Debe ser que 13% no saben que sí están afectados, lo que refleja un conocimiento limitado de las regulaciones sobre sostenibilidad, pero creo que en aquel 87% hay muchas que no lo saben, pero que dicen saberlo, ya que en este tipo de preguntas hay sesgo a responder en positivo, muchas no querrán reconocer que no las conocen. Y que el 75% lo ve como una prioridad es otra prueba del conocimiento deficiente ya que en realidad no es una opción, es una obligación.

·       El cuarto bloque, sobre los desafíos también parece razonable, así como las razones que aducen de costos y tamaño. Es de notar, sin embargo, que las respuestas dadas sobre las razones son función de las opciones que se dan en las preguntas ya que no son abiertas.  En nuestro estudio empírico citado en la nota al pie número 1 también encontramos como desafío la falta de conocimientos sobre el tema y la capacidad de gestión.

·       Sobre el quinto bloque, el único comentario es el mismo que el del cuarto bloque sobre las respuestas posibles. 

III.            Recomendaciones

Las recomendaciones son relativamente estándar y solo comentaremos dos de ellas, una enfatizándola y la otra desestimulándola:



·       La número 2, asuntos más importantes, es una alusión clara la materialidad, pero que en caso de las PyME es todavía más importante ante la escasez de recursos financieros y de gestión: no pueden hacer de todo.[v]

·       La número 4, opciones de financiamiento y aseguración, parece un poco aventurada, ya que el financiamiento para las PyME es sumamente escaso y costoso, y aun más lo sería para actividades que no sean financieramente rentables. No es algo que se pueda aplicar a la gran mayoría de las PyME. “El auge actual” del financiamiento sostenible no es para las PyME, el auge está en las empresas y proyectos de gran envergadura.

IV.            Recomendaciones generales

También en esta sección haremos solo dos comentarios.


·       Reiterar la necesidad del desarrollo de indicadores específicos, no solo en términos de relevancia para la operatoria de las PyME sino además en número y complejidad de medición, teniendo en cuenta los limitados recursos financieros y de gestión con los que suelen contar.  Hay que evitar la solución fácil de utilizar aquellos que han sido desarrollados para las empresas de mayor tamaño. Por ejemplo, los estándares de reporte sobre sostenibilidad, ESRS, de la Comisión Europea listan casi 1200 indicadores.

·       En cuanto a los incentivos, sobre todo los fiscalespreferiríamos que la acción de los gobiernos se concentrase en instrumentos de apoyo (ver la discusión en la sección siguiente). 

V.              Recomendaciones generales de nuestros estudios

Considerando que los lectores de este artículo deben están interesados en la sostenibilidad empresarial de las PyME y en su promoción, creemos oportuno incluir algunas de las recomendaciones que hacíamos en el estudio de la nota 1 (capítulo 6), que, basado en experiencias, nos parecen pertinentes, efectivas y factibles. Reseñamos algunas.

Siendo uno de las principales obstáculos la falta de conocimiento y de capacidad gerencial, la diseminación es fundamental. Ello debe llevarse a cabo a nivel de gobiernos, a nivel empresarial y a nivel de instituciones educativas. En el primer caso es la disponibilidad de información sobre las políticas públicas y las instituciones que puedan ser de apoyo, la creación de instrumentos de fomento a la adopción de buenas prácticas, como sitios informativos, diseminación de buenas prácticas, asesoría, entre otras. En la encuesta en España se mostró que muchas de las PyME no conocen las regulaciones que las afectan.

En este caso no recomendábamos, a diferencia del estudio en España, el otorgamiento de incentivos fiscales, por dos razones, primero porque suele estimular la comodidad, no es incentivo al esfuerzo, todo lo contrario, las acciones estarán condicionadas a la existencia de recompensa, serán esporádicas y en función de los incentivos. [vi] Segundo porque para ser efectivas y duraderas, deben venir del convencimiento propio, ya sea por razones morales y éticas, ya sea por razones de mejorar de la sostenibilidad financiera (los llamados argumentos morales y empresariales).

Un ejemplo de incentivos que son válidos y estimulan el comportamiento responsable es la inclusión de aspectos de la responsabilidad, como factores adicionales al precio, en el otorgamiento de contratos del sector público, ya sea como deducción de puntaje por ciertos niveles de irresponsabilidad, o de puntuación adicional por responsabilidad (muchas legislaciones lo permiten). El apoyo con recursos públicos debe limitarse a vencer obstáculos y compensar por el beneficio social de ciertas prácticas. Por ejemplo, ayudas para cubrir parte del costo de estudios de eficiencia energética o parte del costo de la adquisición de equipos o tecnologías que sean energéticamente más eficientes o que reduzcan la contaminación……¡¡ para PyME e individuos, no para las grandes empresas!!

En el caso de las actuaciones privadas, las asociaciones gremiales pueden jugar un papel clave, tanto en educación, como en la diseminación de buenas prácticas vía seminarios, publicaciones, sitios en internet, fomento de redes de intercambio de experiencias, y la disponibilidad de asesoría, ya sea colectiva ya sea individual.  

Las grandes empresas tienen la responsabilidad de apoyar a las PyME proveedoras en la mejora de su sostenibilidadLa diligencia debida sobre los proveedores no debe verse solo desde el punto de vista negativo de descalificación, sino además desde el punto de vista positivo de apoyo a quienes son merecedores y lo necesitan. La recientemente aprobada Directiva de Diligencia Debida sobre Sostenibilidad Empresarial, CSDDD, de la Unión Europea, es un buen ejemplo del énfasis en evitar prácticas negativas y que los grandes compradores asuman la responsabilidad por las actuaciones de sus proveedores, pero no ofrece estímulos para la actuación positiva. [vii] Será más fácil desistir de los proveedores problemáticos que mejorar sus prácticas,

Otra de las actuaciones de estímulo de gobiernos, pero preferiblemente del mismo sector privado, son los distintivos, premios y certificaciones por buenas prácticas. Pero como hacerlo no es obvio, se presta a manipulaciones y se deben evitar estímulos perversos[viii]

Y por último, las universidades y centros educativos deben producir educación, publicaciones, conferencias, cursos, etc. específicos para las PyME[ix] En esto hay que vencer el sesgo que estas instituciones tienen hacia las grandes empresas, especialmente por el efecto perverso de promover en las PyME la adopción de prácticas, estrategias, diseminación de información relaciones con los stakeholders, entre otras, de las grandes empresas, que exceden a sus capacidades y conducen a frustraciones y abandono de los esfuerzos. Es muy poca la investigación que se hace sobre la problemática de las PyME y muy pocas las instituciones que ofrecen formación específica, no es un mercado tan rentable como el de la gran empresa[x] Y aun muchas que dicen hacerlo tienden a promover prácticas de grandes empresas, consciente o inconscientemente, que son las más diseminadas y conocidas. 

VI.            En resumen

El informe es recomendable por su contenido, lecciones y sobre todo porque atiende a un segmento muy ignorado por las altas voces de los que promueven la sostenibilidad empresarial, que solo cubren a las grandes empresas, las que cotizan en bolsa, las que generan oportunidades de consultoría. La sostenibilidad de las PyME es raramente objeto de análisis riguroso y de amplias difusiones.  Y requieren el apoyo de los gobiernos, de las asociaciones empresariales, de las grandes empresas y de los centros educativos entre otros para concientizarse de la importancia e impactos de su responsabilidad ante la sociedad y vencer los obstáculos que enfrentan sobre todo la falta de conocimientos y capacidades de gestión de aspectos que pueden ser complejos.

Pero estos apoyos no deben incluir subsidios o incentivos fiscales, deben orientarse a que aprendan, adquieran experiencias, tomen iniciativas y lo internalicen como parte de su gestión cotidiana. No se trata de darle un pescado, sino de enseñarles a pescar y mejor todavía, de crear entornos favorables para esa pesca.

 

[i] Usaremos la denominación PyME, que entiendo es la gramaticalmente correcta, con la “y” en minúscula y sin la “s” final, aunque sea plural.

[ii] Para un análisis de las prácticas existentes en América Latina, ver el libro Responsabilidad Social de la Empresa en las PyME de Latinoamérica. Un resumen del libro se puede ver en Social and Environmental Responsibility in Small and Medium Enterprises in Latin AmericaJournal of Corporate Citizenship, número 21, enero 2006. Se produjo además un estudio gemelo para el caso de las microempresas, publicado en el libro La responsabilidad social y medioambiental de la microempresa en Latinoamérica.

[iii] Para una discusión sobre las prácticas responsables en las PyME en general, ver el capítulo 17 de mi libro Responsabilidad Social de la Empresa: Manual de Gestión.

[iv] Según el estudio, “El tamaño se ha tenido en cuenta para segmentar las respuestas a algunas preguntas del cuestionario, ya que puede ser un factor condicionante a la hora de valorar ciertos aspectos”, aunque no ofrece detalles.

[vi] En un estudio sobre incentivos monetarios a los niños para que leyeran más se encontró que en efecto aumentaron la lectura, pero que apenas se eliminaron, los niños dejaron de leer.

domingo, 21 de julio de 2024

Sostenibilidad empresarial en las PyME españolas (y referencia a las de América Latina)

 

En julio del 2024 se publicó el informe Observatorio de Sostenibilidad en las PYMES: Informe de resultados 2024 producido por el Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España (FINRESP), que contiene un análisis de las prácticas y lecciones para su promoción muy valiosas que merecen comentar. [i]

I.                Introducción

En este articulo presentamos un breve análisis del informe y ofrecemos referencias a las de América Latina, basados en un extenso estudio (1 300 empresas en ocho países) que llevamos a cabo en el Banco Interamericano de Desarrollo, que proporciona ricas oportunidades para el contraste.  [ii] [iii]

La muestra en España cubre 200 empresas, en 13 sectores industriales, distribuidas en todos los sectores de actividad, desde el primario al cuaternario, con amplia cobertura geográfica (a diferencia de la mayoría de las encuestas sobre sostenibilidad, Madrid más Cataluña solo tienen el 27% de la muestra). En realidad, el estudio es sobre las MiPyME (micro, pequeñas y medianas empresas) ya que casi el 40% son microempresas. El 85% tiene facturaciones de menos de 10 millones de euros. Esto le añade valor al estudio ya que en muchos de los estudios sobre las PyME se tiende a seleccionar a las de mayor tamaño que no son tan representativas de las PyME normales y corrientes, por lo que se suele sobreestimar su capacidad y actividades.

Y algo importante, que no hemos podido averiguar, es si la selección de la empresas fue predeterminada o más bien genérica, a los que respondieran a la encuesta. Si estuvo abierta a los que querían responderla, y dada la gran variedad de sectores, la generalización de los resultados es menos confiable, pero en este caso siendo un tema tan concentrado, esta generalización es más razonable que para el caso de encuestas sobre las grandes empresas ya que hay menos variedad de prácticas entre los sectores industriales y suelen ser más uniformes.  [iv]

II.             Resultados



·       El primer bloque, sostenibilidad como oportunidad, es estimulante ya que reportan stakeholders activos, lo que puede conducir a mayor interés y acción por parte de las PyME en prácticas responsables. Es un tipo de pregunta sobre la que no suelen exageran para quedar bien, como es el caso de otros tipos de preguntas.

·       El segundo bloque sobre financiamiento y aseguramiento para la sostenibilidad contiene resultados que podemos calificar como mixtos. Que el 48% no los conozca me parece subestimado, hubiera esperado que fueran muchos más.  Por otra parte, que el 16% diga que los conoce y los usan parece razonable. A lo mejor es que el 36% restante los conocen, pero no los usan. Y que el 42% diga que lo necesitan también es razonable, pero ello no quiere decir que sea una oportunidad para crear oferta, como comentamos en la recomendación 4 más abajo.

·       Los resultados del tercer bloque parecen muy razonables, aunque hubiera esperado que fuera el 100% que dijera que está afectado por las regulaciones, nadie se salva. Debe ser que 13% no saben que sí están afectados, lo que refleja un conocimiento limitado de las regulaciones sobre sostenibilidad, pero creo que en aquel 87% hay muchas que no lo saben, pero que dicen saberlo, ya que en este tipo de preguntas hay sesgo a responder en positivo, muchas no querrán reconocer que no las conocen. Y que el 75% lo ve como una prioridad es otra prueba del conocimiento deficiente ya que en realidad no es una opción, es una obligación.

·       El cuarto bloque, sobre los desafíos también parece razonable, así como las razones que aducen de costos y tamaño. Es de notar, sin embargo, que las respuestas dadas sobre las razones son función de las opciones que se dan en las preguntas ya que no son abiertas.  En nuestro estudio empírico citado en la nota al pie número 1 también encontramos como desafío la falta de conocimientos sobre el tema y la capacidad de gestión.

·       Sobre el quinto bloque, el único comentario es el mismo que el del cuarto bloque sobre las respuestas posibles. 

III.            Recomendaciones

Las recomendaciones son relativamente estándar y solo comentaremos dos de ellas, una enfatizándola y la otra desestimulándola:



·       La número 2, asuntos más importantes, es una alusión clara la materialidad, pero que en caso de las PyME es todavía más importante ante la escasez de recursos financieros y de gestión: no pueden hacer de todo.[v]

·       La número 4, opciones de financiamiento y aseguración, parece un poco aventurada, ya que el financiamiento para las PyME es sumamente escaso y costoso, y aun más lo sería para actividades que no sean financieramente rentables. No es algo que se pueda aplicar a la gran mayoría de las PyME. “El auge actual” del financiamiento sostenible no es para las PyME, el auge está en las empresas y proyectos de gran envergadura.

IV.            Recomendaciones generales

También en esta sección haremos solo dos comentarios.


·       Reiterar la necesidad del desarrollo de indicadores específicos, no solo en términos de relevancia para la operatoria de las PyME sino además en número y complejidad de medición, teniendo en cuenta los limitados recursos financieros y de gestión con los que suelen contar.  Hay que evitar la solución fácil de utilizar aquellos que han sido desarrollados para las empresas de mayor tamaño. Por ejemplo, los estándares de reporte sobre sostenibilidad, ESRS, de la Comisión Europea listan casi 1200 indicadores.

·       En cuanto a los incentivos, sobre todo los fiscales, preferiríamos que la acción de los gobiernos se concentrase en instrumentos de apoyo (ver la discusión en la sección siguiente). 

V.              Recomendaciones generales de nuestros estudios

Considerando que los lectores de este artículo deben están interesados en la sostenibilidad empresarial de las PyME y en su promoción, creemos oportuno incluir algunas de las recomendaciones que hacíamos en el estudio de la nota 1 (capítulo 6), que, basado en experiencias, nos parecen pertinentes, efectivas y factibles. Reseñamos algunas.

Siendo uno de las principales obstáculos la falta de conocimiento y de capacidad gerencial, la diseminación es fundamental. Ello debe llevarse a cabo a nivel de gobiernos, a nivel empresarial y a nivel de instituciones educativas. En el primer caso es la disponibilidad de información sobre las políticas públicas y las instituciones que puedan ser de apoyo, la creación de instrumentos de fomento a la adopción de buenas prácticas, como sitios informativos, diseminación de buenas prácticas, asesoría, entre otras. En la encuesta en España se mostró que muchas de las PyME no conocen las regulaciones que las afectan.

En este caso no recomendábamos, a diferencia del estudio en España, el otorgamiento de incentivos fiscales, por dos razones, primero porque suele estimular la comodidad, no es incentivo al esfuerzo, todo lo contrario, las acciones estarán condicionadas a la existencia de recompensa, serán esporádicas y en función de los incentivos. [vi] Segundo porque para ser efectivas y duraderas, deben venir del convencimiento propio, ya sea por razones morales y éticas, ya sea por razones de mejorar de la sostenibilidad financiera (los llamados argumentos morales y empresariales).

Un ejemplo de incentivos que son válidos y estimulan el comportamiento responsable es la inclusión de aspectos de la responsabilidad, como factores adicionales al precio, en el otorgamiento de contratos del sector público, ya sea como deducción de puntaje por ciertos niveles de irresponsabilidad, o de puntuación adicional por responsabilidad (muchas legislaciones lo permiten). El apoyo con recursos públicos debe limitarse a vencer obstáculos y compensar por el beneficio social de ciertas prácticas. Por ejemplo, ayudas para cubrir parte del costo de estudios de eficiencia energética o parte del costo de la adquisición de equipos o tecnologías que sean energéticamente más eficientes o que reduzcan la contaminación……¡¡ para PyME e individuos, no para las grandes empresas!!

En el caso de las actuaciones privadas, las asociaciones gremiales pueden jugar un papel clave, tanto en educación, como en la diseminación de buenas prácticas vía seminarios, publicaciones, sitios en internet, fomento de redes de intercambio de experiencias, y la disponibilidad de asesoría, ya sea colectiva ya sea individual.  

Las grandes empresas tienen la responsabilidad de apoyar a las PyME proveedoras en la mejora de su sostenibilidad. La diligencia debida sobre los proveedores no debe verse solo desde el punto de vista negativo de descalificación, sino además desde el punto de vista positivo de apoyo a quienes son merecedores y lo necesitan. La recientemente aprobada Directiva de Diligencia Debida sobre Sostenibilidad Empresarial, CSDDD, de la Unión Europea, es un buen ejemplo del énfasis en evitar prácticas negativas y que los grandes compradores asuman la responsabilidad por las actuaciones de sus proveedores, pero no ofrece estímulos para la actuación positiva. [vii] Será más fácil desistir de los proveedores problemáticos que mejorar sus prácticas,

Otra de las actuaciones de estímulo de gobiernos, pero preferiblemente del mismo sector privado, son los distintivos, premios y certificaciones por buenas prácticas. Pero como hacerlo no es obvio, se presta a manipulaciones y se deben evitar estímulos perversos. [viii]

Y por último, las universidades y centros educativos deben producir educación, publicaciones, conferencias, cursos, etc. específicos para las PyME. [ix] En esto hay que vencer el sesgo que estas instituciones tienen hacia las grandes empresas, especialmente por el efecto perverso de promover en las PyME la adopción de prácticas, estrategias, diseminación de información relaciones con los stakeholders, entre otras, de las grandes empresas, que exceden a sus capacidades y conducen a frustraciones y abandono de los esfuerzos. Es muy poca la investigación que se hace sobre la problemática de las PyME y muy pocas las instituciones que ofrecen formación específica, no es un mercado tan rentable como el de la gran empresa. [x] Y aun muchas que dicen hacerlo tienden a promover prácticas de grandes empresas, consciente o inconscientemente, que son las más diseminadas y conocidas. 

VI.            En resumen

El informe es recomendable por su contenido, lecciones y sobre todo porque atiende a un segmento muy ignorado por las altas voces de los que promueven la sostenibilidad empresarial, que solo cubren a las grandes empresas, las que cotizan en bolsa, las que generan oportunidades de consultoría. La sostenibilidad de las PyME es raramente objeto de análisis riguroso y de amplias difusiones.  Y requieren el apoyo de los gobiernos, de las asociaciones empresariales, de las grandes empresas y de los centros educativos entre otros para concientizarse de la importancia e impactos de su responsabilidad ante la sociedad y vencer los obstáculos que enfrentan sobre todo la falta de conocimientos y capacidades de gestión de aspectos que pueden ser complejos.

Pero estos apoyos no deben incluir subsidios o incentivos fiscales, deben orientarse a que aprendan, adquieran experiencias, tomen iniciativas y lo internalicen como parte de su gestión cotidiana. No se trata de darle un pescado, sino de enseñarles a pescar y mejor todavía, de crear entornos favorables para esa pesca.

 

[i] Usaremos la denominación PyME, que entiendo es la gramaticalmente correcta, con la “y” en minúscula y sin la “s” final, aunque sea plural.

[ii] Para un análisis de las prácticas existentes en América Latina, ver el libro Responsabilidad Social de la Empresa en las PyME de Latinoamérica. Un resumen del libro se puede ver en Social and Environmental Responsibility in Small and Medium Enterprises in Latin America, Journal of Corporate Citizenship, número 21, enero 2006. Se produjo además un estudio gemelo para el caso de las microempresas, publicado en el libro La responsabilidad social y medioambiental de la microempresa en Latinoamérica.

[iii] Para una discusión sobre las prácticas responsables en las PyME en general, ver el capítulo 17 de mi libro Responsabilidad Social de la Empresa: Manual de Gestión.

[iv] Según el estudio, “El tamaño se ha tenido en cuenta para segmentar las respuestas a algunas preguntas del cuestionario, ya que puede ser un factor condicionante a la hora de valorar ciertos aspectos”, aunque no ofrece detalles.

[vi] En un estudio sobre incentivos monetarios a los niños para que leyeran más se encontró que en efecto aumentaron la lectura, pero que apenas se eliminaron, los niños dejaron de leer.