Sí querido lector, por el título puedes
deducir que este artículo es de semántica, pero semántica que impacta la actividad
de la empresa. Pero si estás cansado de
leer sobre esto te puedes ahorrar el tiempo……………. pero a lo mejor te resulta
interesante.
Alberto Andreu, Director de Reputación
Corporativa, Relaciones Institucionales e Innovación Social de Telefónica, S.A.,
publicó un artículo en el blog de Planeta Futuro de El País, Sostenibilidad… esa palabra (no
tan) de moda,
que me hizo
pensar otra vez sobre nuestras diferentes apreciaciones de los términos
Sostenibilidad y Responsabilidad Social de la Empresa. Él siempre ha sido más partidario del primero
y yo más del segundo, aunque ambos apreciamos que las diferencias dependen mas
de cómo se implementan en la práctica.
Pero a medida que
se difunden los términos y las prácticas empresariales en Sostenibilidad y/o RSE
va adquiriendo importancia el conociendo de su verdadero significado. El
cómo se entienden tiene implicaciones para la actividad empresarial.
Alberto nos recuerda la definición y origen de
la palabra Sostenibilidad, recién incorporada al diccionario de la RAE, como: sostenible, referido a un proceso, es
aquel “que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, por ejemplo, un
desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes”. [i]
“Un proceso que
puede mantenerse por sí mismo”, presumiblemente por un período indefinido de
tiempo o por lo menos en el largo plazo. Esta
concepción tiene el origen y sesgo del medio ambiente, aunque se ha extendido a
los procesos de desarrollo de las empresas.
Pero es importante distinguir entre un sistema global como lo es el
medio ambiente o el planeta tierra y lo que es la “sostenibilidad” de una
empresa, un microcosmo en ese planeta tierra. Lo que
es un concepto válido para el total del planeta tierra no aplica a cada una de
las ínfimas partes.
Sin embargo, el
término sostenibilidad se ha puesto de moda para referirse a cualquier cosa, lo
cual lo devalúa:
las reformas deben ser sostenibles, la
política monetaria debe ser sostenible, el fisco debe ser sostenible, las
ciudades deben ser sostenibles, el turismo debe ser sostenible, el consumo debe
ser sostenible, todo debe ser sostenible.
Y por supuesto, las empresas deben ser sostenibles. Posiblemente la palabra más (ab)usada del
idioma (ver el crecimiento en el uso de la palabra, en libros en inglés, en los
últimos 30 años).
Inclusive se puede
alegar que la concepción de sostenibilidad implícita en la definición de la RAE
no es conducente a un desarrollo sostenible.
No se trata de conservar el planeta tierra en las mismas condiciones
actuales, sin que haya “merma en los recursos existentes”. Es imposible hacerlo, hay recursos que se
consumen, no renovables, que la sociedad considera indispensable consumir para
su desarrollo. Esto no obsta para que se
consuma menos de lo no renovable y más de lo renovable, pero hay muchos casos
en los que no son intercambiables.
El objetivo debe
ser el de sostener un nivel de calidad de vida semejante o mejor al actual,
pero no necesariamente con el mismo tipo y cantidad de recursos y en las mismas
condiciones. Las generaciones futuras tendrán otras
prioridades, otros gustos, otro estilo de vida, basándose en otros recursos
diferentes de los actuales o en proporciones diferentes. Lo
importante es preservar o mejorar su calidad de vida, como quiera que ellos la
definan. Lo importante es no vivir a
expensas de las generaciones futuras.
Para el caso de
una empresa en particular, es imposible aplicar este concepto de sostenibilidad
que se refiere a acción colectiva, de agregado, de conjunto, del total. No hay relación directa, o muy tenue, entre
la acción de la inmensa mayoría de las empresas y la sostenibilidad del planeta,
y hay muchísimas cosas que están fuera de su control. Ni siquiera el cambio climático puede
atacarse a nivel individual, es un problema global que debe involucrar a todas las empresas, instituciones,
gobiernos, individuos.
Es por ello que a
nivel de empresa la “sostenibilidad” se ha interpretado como que sus
actividades deben llevar a que sea financiera, ambiental y socialmente “sostenible”. O sea que pueda continuar operando en el
largo plazo “sin merma en los recursos existentes” al tener los recursos
financieros necesarios, que su impacto sobre el medio ambiente no ha mermado
los recursos existentes y que no ha causado daños a la sociedad.
Sin embargo hay
muchas maneras de lograrlo. Para la “sostenibilidad”,
en el caso de al empresa, no se estipula el cómo, que podría ser balanceando
irresponsabilidades con responsabilidades.
Hace el supuesto implícito de que la sostenibilidad, ese estado futuro,
se logra a través de actividades responsables.
Pero es un supuesto implícito. Nada en su concepción lo asegura.
Y la empresa necesita una estrategia del cómo
lograr esa sostenibilidad en forma
responsable, flexible [ii],
adaptable a las condiciones prevalentes y a las que demandará la sociedad del
futuro. Como concluíamos en nuestro
artículo Cómo interpretar LA definición de la RSE) al analizar la definición de
RSE de la Comisión Europea de “la responsabilidad
de la empresa sobre sus impactos ante la sociedad”:
En resumen, la empresa define quién es la sociedad para ella (que no
es toda), como la impacta y como quisiera impactarla (que no es de todo), en
consulta, si quiere (aunque debería) con esa sociedad, y como quiere y puede
gestionar estos impactos (en función de su capacidad).
Y esto no necesita
hacer supuestos implícitos, está incluido explícitamente el comportamiento que
debe tener ante la sociedad, en lo que está bajo su control y en lo que puede/quiere
afectar. Es un programa de acción.
Si queremos usar el término “Sostenibilidad”
para el caso del microcosmos de una empresa deberíamos explicitar la forma en cómo
se debe lograr esa “sostenibilidad. ¿Será
que tenemos que ponerle apellido a la Sostenibilidad y llamarla Sostenibilidad
Responsable?
Pero a lo mejor
todo esto es hilar demasiado fino y podemos aceptar que el supuesto implícito de
la “sostenibilidad” no hace falta explicitarlo, que hay consenso que debe ser
responsable.
Pero, ¿hay
consenso?
Y esto explica por qué algunos proponen una
alternativa como la “Creación de Valor Compartido” que es mucho más descriptiva
y es termino que implica acción. Aunque
esta acción constituya solo una pequeña
parte de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad [iii].
Yo sigo prefiriendo la Responsabilidad Social
de la Empresa, en la acepción flexible, “implementable”, completa, basada en lo
que la empresa tiene bajo su control, que se resume arriba (si el lector quiere
más razones para la superioridad semántica de la “responsabilidad ante la
sociedad” sobre la “sostenibilidad” puede continuar leyendo el Apéndice).
APENDICE
Es más cónsono con lo que la sociedad quiere
de la empresa el reconocer que tiene responsabilidades en los siguientes
sentidos (ver mi artículo Responsabilidad social: ¿de qué somos
responsables? Comentarios a Argandoña en respuesta al artículo de Antonio Argandoña, Responsabilidad social: ¿de qué
somos responsables?, a su vez analizando un artículo académico A
structured taxonomy of responsibility concepts por Nicole A.
Vincent):
- La
responsabilidad del papel de la empresa (role
responsibility): la empresa es responsable por su papel en la
sociedad, especialmente por las demandas que la sociedad le formula.
- La responsabilidad
por los resultados o consecuencias (outcome
responsibility): la empresa es responsable de las consecuencias de sus
acciones y decisiones (y omisiones).
- La
responsabilidad que la empresa debe asumir por sus acciones
pasadas (liability responsibility). Suele ser establecida
por la ley. El refrán español dice: “a lo hecho, pecho”. Si
contaminaste, paga.
- La
responsabilidad por la capacidad (capacity
responsibility). Responde al criterio de que el que tiene poder, tiene
responsabilidad.
- La responsabilidad
moral (moral or virtue responsibility), la responsabilidad
derivada de haber sido la empresa autorizada por la sociedad para
constituirse como persona jurídica, que le da derechos y
deberes similares a las personas naturales.
¿Considera esto la “sostenibilidad”?
[i] Y por favor, no usemos la
palabra “sustentabilidad” que, según la RAE, quiere decir “Que se puede sustentar
o defender con razones”, que no es de lo que estamos hablando.
[ii] Y como bien comenta Ben Vivian
en su artículo Is responsible the new sustainable? “Sostenibilidad implica durabilidad que a su
vez implica inflexibilidad”.
[iii] Para mayores detalles de
la comparación ver mis artículos en RSE y creación de valor compartido
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