domingo, 16 de junio de 2013

¿Se deben otorgar premios por responsabilidad empresarial?


Cada día hay más premios a la responsabilidad empresarial, mucho más debido a la oferta de instituciones que de esta manera logran visibilidad, que a la demanda por parte de las empresas por reconocimiento.  Esta proliferación de premios corre el riesgo de devaluar el valor de todos los premios de la creciente “industria de los premios de RSE”. 



Hasta las mismas empresas  han comenzado a otorgar premios a otras empresas e instituciones.  Es una manera costo efectiva de lograr visibilidad y  mejorar la reputación por el efecto aureola (¿Se puede manipular la reputación?: El efecto aureola).  Si una empresa otorga premios a terceros por la gestión de la discapacidad debe ser porque, por asociación, ella misma es responsable en este aspecto, o por lo menos es lo que nos quieren hacer creer.

Es conocido por los lectores mi escepticismo sobre los premios a la responsabilidad empresarial, que he comentado en varios artículos en mi blog (Premios y certificaciones en RSE: No es oro todo lo que reluce, Como no otorgar premios de responsabilidad, Premios GRI al mejor reporte de sostenibilidad: ¡Falacia!, Virginidad, premios y responsabilidad social, entre otros, y el más reciente, Premios del Pacto Mundial:  ¿Quién está confundido?).  

Mis objeciones son muchas, desde que no existe la “empresa (totalmente) responsable” a que los premios son un incentivo al “greenwashing”, a que los premios se otorgan con información mayormente proporcionada por la empresa y con poca o  nula verificación externa, hasta extremos de premios de RSE a instituciones que no son empresas que tienen el conflicto entre los beneficios y el bien común.  Hay hasta premios que se otorgan a instituciones por hacer lo que es su razón de ser, su función (a una ONG que trabaja con discapacitados por su trabajo con discapacitados, a una empresa cuyo objeto es la energía renovable por su trabajo en energía renovable).  Es como si se otorgaran premios a la empresa más rentable. 

¿Hay que premiar el comportamiento que debería ser el natural, la norma?  Necesitan las empresas reconocimientos de este tipo para ser responsables?  ¿O es algo en lo que tanto empresa como institución otorgante ganan y de allí la simbiosis?

Obviamente que es posible premiar algunas prácticas responsables  y en uno de los artículos me atrevimos a listar algunas de las condiciones que deberían cumplir (ver capítulo V.6 del libro Una Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa: Como se deben otorgar premios responsablemente)

Lo expresado arriba es una opinión personal.  Es deseable, y ante la proliferación de premios, oportuno, recabar la opinión de otros expertos en RSE sobre:

·         Si se deben otorgar premios a la RSE
·         Cómo se deben otorgar premios
·         Si se pueden establecer mecanismos de control por los stakeholders a los premios

Responde a una simple encuesta de seis preguntas en


cuyos resultados publicaremos próximamente y que te permitirán conocer la opinión de tus colegas.


GRACIAS A TODOS POR SU PARTICIPACION

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