Vistas las celebraciones de otro Primero de
Mayo es momento propicio para reflexionar sobre la responsabilidad social de
los sindicatos.
En los últimos años se puede percibir un
aumento en el interés de los sindicatos por la responsabilidad de las empresa. Muchos sindicatos, particularmente en países
mas desarrollados han extendido se preocupación mas allá de las condiciones
laborales en la empresa hacia un interés mas amplio de su responsabilidad y se
preocupan por la responsabilidad de los productos, impactos ambientales,
etc. Podríamos decir que están
comenzando a ejercer su papel de organización social responsable, preocupada
del bienestar de la sociedad. O por lo
menos de las empresas lo hagan.
Pero ¿piden responsabilidades a las empresas
que ellos como institución no ejercen? Ha llegado el momento en que los sindicatos analicen
su responsabilidad ante la sociedad. Y
aquí no nos referimos a sus obras sociales, caritativas o de solidaridad. Lo que para la empresa sería
filantropía. Tampoco nos referimos al
tratamiento de sus empleados o consumo de agua.
Nos referimos a su responsabilidad ante la sociedad en un sentido
estratégico.
Los sindicatos pueden ser tanto o más miopes
que las empresas a las cuales critican.
Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7:4-6)
Si la prioridad numero uno de las empresas es
la supervivencia corporativa y de sus ejecutivos, también lo es la de los
sindicatos. Si la prioridad de las
empresas es ganar dinero, la de los sindicatos es proteger sus cargos y los de sus
afiliados. Si para hacerlo las empresas
ponen el beneficio propio sobre el bien común, los sindicatos también ponen los
intereses propios y de sus afiliados por encima de los del resto de la
sociedad. ¿Sería aceptable que la
empresa se preocupe solamente de sus ejecutivos y de sus empelados actuales
…………. O solo de sus dueños/accionistas actuales? Si le exigimos a las empresas que se
preocupen del impacto de sus actividades mas allá de sus clientes, debemos
exigirle a los sindicatos que extiendan su responsabilidad mas allá de sus
afiliados.
Les criticamos a las empresas, correctamente,
su involucramiento en cabildeo para favorecer sus intereses, en influenciar
leyes o regulaciones para su beneficio.
Los sindicatos también se dedican a ello con su involucramiento directo
en política. Y no deben confundir el
liderazgo ante sus afiliados con activismo político. Así como las empresas no son ni deben actuar
como un partido político, los sindicatos tampoco. La sociedad incluye a todas las ideologías
políticas.
Las empresas están despertando al posible
conflicto entre bien individual y bien común, que lo que les conviene a ellos
puede ser dañino para la sociedad. Pero
están buscando maneras de minimizar estos potenciales conflictos, en algunos
casos tratando de favorecer directamente a la sociedad a través de sus
actividades y hasta en algunos casos de aprovechar que, persiguiendo el bien
común, puede mejorar el bien corporativo.
Algunas mas, otras menos, pero hay progreso.
Pero muchos sindicatos están todavía muy
lejos de esta visión. Si para proteger
los intereses de los líderes o de sus afiliados hay que impedir medidas de
liberación del mercado laboral que puedan contribuir al desarrollo económico,
se hace. Si para proteger este bien
individual hay que poner trabas a que los desempleados y en especial a que los jóvenes
encuentren trabajo, se hace. Si para lograr
sus objetivos individuales hay que causar un mal colectivo se hace (los que
tengan que circular por alguna gran ciudad como Madrid o Buenos Aires cuando
los sindicatos deciden hacer “movilizaciones” saben a que me refiero).
¿Movilizaciones a favor de la sociedad o de algunos?
Todo esto es una visión miope: Si los jóvenes
no entran al mercado laboral y progresan, ¿de donde saldrán los recursos para
pagar las pensiones del sistema público?
¿De los escasos recursos fiscales del estado?, que llevan a los déficits
y al círculo vicioso del endeudamiento, pago de intereses, endeudamiento mas
caro, mas endeudamiento y eventualmente reducción de las pensiones.
Si los sindicatos protegen a los maestros
afiliados en el sistema educativo oponiéndose a la evaluación y promoción en
base a mérito, están contribuyendo a un deterioro continuado de la educación,
que perjudica a los hijos de sus miembros y los de los demás trabajadores, a
toda la sociedad.
Y no me estoy refiriendo a ningún sindicato
en particular, como en el caso de las empresas hay justos y pecadores. Pero
algunos conocen los ejemplos de los piqueteros en Argentina o del sindicato de
maestros en México y hasta en Estados Unidos.
Visitando Italia he podido constatar lo que podríamos
llamar irresponsabilidad social de los sindicatos, sindicatos luchando
denodadamente para impedir la derogación del famoso artículo 18 que prácticamente
impide el despido, que hace que los jóvenes solo puedan ser empleados con
contratos temporales, de aprendices, con pagos para profesionales
universitarios al nivel de sueldo mínimo.
¿Que será del futuro del país
cuando los jóvenes no pueden desarrollarse profesionalmente?
Ciertamente que la situación económica de los
países no es su culpa, pero sí podrían mejorar su contribución a resolverla si ejercieran
la responsabilidad ante la sociedad que le piden a las empresas. Buena parte del problema es que su interés
personal en seguir al frente del sindicato les impide tomar decisiones
estratégicas de bien común que puedan perjudicar, en el corto plazo, a sus
afiliados, que los eligen. Igual que los
políticos, igual que las empresas.
En la Encíclica Rerum Novarum (sobre la situación de los obreros) en 1891 León XIII
hacía una defensa a ultranza de los trabajadores ante la ingente explotación
por parte de las empresas, en una época en que había una notable asimetría de
poder y muy limitada capacidad de asociación obrera. 120 años después, en la Encíclica Caritas in
Veritas, Benedicto XVI sigue reconociendo el crítico papel de los sindicatos en
la defensa de los intereses de los trabajadores, pero reconoce que deben
ampliar su visión (#64):
Las organizaciones sindicales
están llamadas a hacerse cargo de los nuevos problemas de nuestra sociedad, superando las limitaciones propias
de los sindicatos de clase………….El contexto global en el que se desarrolla
el trabajo requiere igualmente que las organizaciones sindicales nacionales,
ceñidas sobre todo a la defensa de los intereses de sus afiliados, vuelvan su mirada también hacia los no
afiliados………….(énfasis
añadido).
¿Que pueden aprender los sindicatos de la RS
de la Empresa? Empecemos por levantar la
mira, ver más allá del círculo interno y del corto plazo, más allá en el
espacio y en el tiempo. Los stakeholders
de los sindicatos no son solo los miembros presentes, sus stakeholders son TODOS los trabajadores pasados, presentes y
futuros, o sea la sociedad. Así como
las empresas están empezando a entender que les conviene a sus negocios operar
en una sociedad próspera, los sindicatos deben entender que una sociedad
próspera también favorece sus intereses.
No estoy pidiendo la utopía de que los
sindicatos equiparen a sus miembros con el resto de la sociedad, pero es oportuno
que los sindicatos eleven su mira y consideren el impacto de sus actividades
sobre la sociedad, que consideren su responsabilidad ante la sociedad, en el
sentido amplio que le exigimos a las empresas, a la hora de tomar decisiones y
planificar sus actividades.
La responsabilidad social de los sindicatos
puede aprender mucho del reciente progreso en la responsabilidad social de la
empresa. Debemos movernos de la
confrontación entre los intereses de las empresas y los de los empleados hacia
la colaboración. La responsabilidad
social de la empresa esta permitiendo este movimiento, que debe ser
complementado por la responsabilidad social de los sindicatos.
Ojala llegue el día en que las empresas y los
sindicatos tengan como objetivo común el progreso de la sociedad como un todo y
no solo el de sus intereses privados.
2 comentarios:
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estimado, me parece que le atribuye mucho merito a las empresas y a las agrupaciones de trabajadores.la protección al trabajo vía sindicalización no es lo que precariza la situación de los jóvenes que se integran al sistema.El problema, es el sistema en si mismo, tal como está, sin cambios.Es cierto, los sindicatos tienen un porcentaje de responsabilidad por cuanto muchas veces solo defienden a gremios de profesionales y tecnicos y no a la sociedad en su conjunto, y es cierto ,ademas ,que se resisten a las evaluaciones para "optimizar" la empresa o las escuelas, pero todo ello en un contexto. Es facil querer evaluar a un profesional(como un profesor)cuando le debes algo (deuda historica en educación en chile) y ello esta conectado a sueldos acorde con la labor que se entrega..."limpiar la educación" pasa por politicas sostenible en el tiempo, leyes que aseguren parte de los impuestos directamente para bonos de desempeño e infraestructura y control de los fondos(solo un ejemplo).En el caso de los trabajadores, el producto y la riqueza que se genera a partir de su trabajo no está, aun, bien valorado, se sigue pagando por poner una "pieza" del auto y te pagan por la pieza del auto, y no un porcentaje de cada auto.Asimismo cada vez hay más recursos "novedosos"con que la empresa abusa en la participación de esa riqueza, como rse, que sirve para asegurar, en algunos casos la exención de algunos impuestos.
Los sindicatos no son el problema, son parte de la solución, solo que aun con una visión miope, que si concedo en este articulo, esta bien expuesto.
mis saludos
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