sábado, 4 de mayo de 2024

Estado global de la sostenibilidad empresarial y su financiamiento: Dos informes recomendados


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE (“un club de 38 países mayormente desarrollados”, como lo define el periódico The Economist), publicó dos informes en marzo del 2024, donde recopilan las experiencias de múltiples países en sostenibilidad empresarial en general y en el financiamiento sostenible en particular. El primero es el Global Corporate Sustainability Report 2024 y el segundo es un capítulo del informe Global Debt Report 2024: Bond Markets in a High-Debt Environment (ambos están disponibles para consulta online gratuita, pero con costo para su descarga).

Estos informes continúan los recientes esfuerzos de la OCDE de influenciar las políticas de los países y las actuaciones de las empresas en aspectos de sostenibilidad empresarial a través de la diseminación del conocimiento y del cabildeo. En este articulo destacamos las lecciones que consideramos más pertinentes de estos informes para los profesionales del tema.

I.                Global Corporate Sustainability Report 2024

Es el primer reporte que publica la OCDE con un diagnóstico y recomendaciones de política y práctica para el fomento de la sostenibilidad empresarial. [i] Aunque anteriormente publicó, en octubre 2023, el documento OECD Guidelines for Multinational Enterprises on Responsible Business Conduct, (no ha sido publicado en español) que es una revisión de la versión del 2011 (Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales), añadiéndole al título “on responsable business conduct”, incluyendo la actualización de aspectos sobre “conducta responsable” que eran ignorados en la versión anterior. Es complementario del documento tradicional sobre los principios de gobernanza para empresas multinacionales, que ahora se denomina G20/OECD Principles of Corporate Governance (2023). En el documento de Principios también se actualizaron estos aspectos, añadiéndole un nuevo capítulo, Sustainability and Resiliency, aunque no está integrado con el resto del documento, que solo tiene algunas menciones a ese comportamiento. [ii]

Este nuevo documento sobre el estado de la sostenibilidad corporativa tiene el objetivo de “….provocar el dialogo entre los participantes en el mercado de la sostenibilidad empresarial, busca estimular la acción hacia el logro de un esquema de su gobernanza más sostenible y resiliente……para lo cual el informe ha buscado combinar el análisis incisivo con consejos prácticos para servir como espejo de las prácticas actuales y una guía para los esfuerzos futuros…….El informe ofrece un amplio repaso de esas prácticas, ahondando en los matices del reporte de información sobre sostenibilidad, las dinámicas del involucramiento de los inversionistas, las cambiantes responsabilidades de los consejos, la consideración los intereses en los stakeholders y el financiamiento sostenible.

En este sentido, este documento da respaldo y complementa los documentos mencionados de Líneas Directrices y el de Principios:  práctica, líneas directrices y principios.

Está basado en un análisis de información pública sobre 14 400 empresas que cotizan en 83 bolsas de valores, con una capitalización US$ 90 billones a finales del 2022, que son de las que se dispone de información sobre su sostenibilidad, de las 43 970 a nivel mundial, que tiene en su base de datos, con una capitalización de US$ 98 billones,  

El enfoque del documento es relativamente sesgado en cuanto a los temas que considera, con mucho énfasis en cambio climático, el reporte de las emisiones y el interés de los inversionistas en estos temas, en tanto que la consideración de los aspectos sociales es deficiente. Adicionalmente al considerar los aspectos materiales solo menciona los financieros e ignora los de impacto. Pero contiene algunos datos que deben ser de interés. En una sección cubre los recientes desarrollos regulatorios sobre los reportes, pero siendo un tema tan conocido no lo comentaremos.

1.      Reporte de información

a.     Reportes 

·       De las casi 44 000 empresas cotizadas en bolsas en los 83 países, solo 9 600, con una capitalización de US$85 billones, produjeron informes de sostenibilidad.

Y es que cuando se observan las cifras a nivel mundial se ve más claramente que, aun entre las empresas que cotizan en bolsas, solo las grandes y en los mercados más desarrollados reportan sobre la sostenibilidad.  Véase la diferencia en los porcentajes cuando son por número de empresas versus por volumen de capitalización en el siguiente gráfico.



Es de esperar que con las recientes aprobaciones de los estándares internacionales de preparación del ISSB y los europeos de EFRAG y la Directiva sobre el reporte de información de sostenibilidad, CSRD, de la Unión Europea, aumente significativamente el número de empresas que publiquen esos reportes. En la Unión Europea la CSRD los hace obligatorios para grandes empresas. En el resto de los países dependerá de las regulaciones que adopten, aunque es de esperar que, ante la adopción progresiva de los estándares de reportes de la ISSB por esos países, se vayan incluyendo en las regulaciones como obligatorios.

b.     Aseguramiento

·       A nivel agregado, dos tercios de las empresas, por volumen de capitalización, reportan asegurar la información por una entidad externa. De las que reportan el nombre, el 85% utilizaron los servicios de una firma de auditoría, en tanto que el resto usó otro tipo de firmas. Las proporciones de las empresas que utilizan el aseguramiento, varia de país a país y por ejemplo solo el 17% de las empresas en Japón lo hacen, en contraste con el 70% de las de Europa. De las casi 3 000 empresas que reportan aseguramiento, el 56% reporta aseguramiento limitado, total o parcial sobre algunos aspectos, en tanto que solo el 14% reporta aseguramiento razonable. [iii]

De esto se deduce que el aseguramiento es algo todavía incipiente y que se concentra en las empresa de mayor tamaño y en el aseguramiento limitado. Es de esperar que la aprobación de los estándares internacionales de preparación de la información y las directivas de la Unión Europea, la mayor información disponible, y presumiblemente más confiable, conducirá a mayores demandas por el aseguramiento, por lo menos por el limitado, hasta que se vaya adquiriendo experiencia y se desarrolle la práctica, como estima la Comisión Europea, antes de exigir el  aseguramiento razonable como obligatorio (en Europa y EE.UU. este se reporta en alrededor del 12% de las empresas por volumen de capitalización y en América Latina, menos del 5%).

2.     Consejos directivos

a.     Comités de sostenibilidad

·       Más de la mitad de las empresas por volumen de capitalización dicen tener comités para gestionar y supervisar los riesgos y oportunidades derivadas de la sostenibilidad. En EE.UU. es del 75% y en Europa más del 50%.  En América Latina lo reportan el 35% por volumen de capitalización, pero menos del 5% por número de empresas.

En principio se puede suponer que la existencia de un comité de sostenibilidad es indicación del interés y/o preocupación del consejo sobre esos temas.  Claro esté que los números no son indicativos de su efectividad.

b.     Remuneraciones ligadas a la sostenibilidad

·       Cerca del 85% de las empresas por volumen de capitalización tienen políticas de remuneración de los ejecutivos ligadas al rendimiento en aspectos de la sostenibilidad, y cerca del 60% incluyen remuneraciones variables. El 80% de las empresas, por capitalización, en Europa dicen tenerlo, el 60% en EE.UU. y el 30% en América Latina, pero menos del 5% por número de empresas.

Este es otro tema que supuestamente refleja el interés de las empresas en promover la sostenibilidad, pero como en el caso anterior no es indicativo de su efectividad.  En la gran mayoría de las empresa se trata de ligarlo a un numero limitado de indicadores, como participación de la mujer, emisiones de gases de efecto invernadero, consumo de insumos, etc. pero suelen ser un porcentaje muy pequeño de las remuneraciones y a veces son de relativamente fácil logro, o tener poco impacto como para motivar acción y cambios de actitud. Tanto las estadísticas a nivel mundial, como las metodologías, indicadores, su potencial efectividad y recomendaciones para mejorarla lo hemos analizado en una serie de cuatro artículos. [iv]

3.     Intereses en los stakeholders

·       El 81%de las empresas por capitalización dicen tener políticas de involucramiento de los stakeholders en consultar sobre sus impactos. En EE.UU. llega al 93%, en Europa al 85% en tanto que en América Latina es del 36%, pero solo 10% por número.  

·       Algunas empresas cuentan con políticas de participación de los empleados en ciertas decisiones o de tener representación en el Consejo. A nivel global el 14% dice tener representación laboral en el consejo, el 38% en Europa y el 11% en América Latina, pero solo el 0.8% en número.

Es gratificante observar que muchas empresas tienen políticas de involucramiento, pero como en todos estos aspectos, lo importante, que no reflejan los números, es su efectividad.  Esto tampoco es explicitado en los informes de sostenibilidad salvo en casos excepcionales. Y es de notar dos extremos, en EE. UU. no se usa la participación laboral en empresas cotizadas, salvo alguna excepción, lo que deprime los números, en tanto que en Alemania es obligatorio por ley, lo que mejora el porcentaje reportado para Europa.

4.     Financiamiento sostenible

El informe contiene una sección sobre las emisiones de bonos para el financiamiento de actividades de inversiones relacionadas con la sostenibilidad empresarial, pero tiene una cobertura resumida, en tanto que es el tema del capítulo del segundo informe por lo que lo comentamos en más detalle a continuación.

II.             Sustainable Bonds: State of the Market and Policy Implications

El informe Global Debt Report 2024: Bond Markets in a High-Debt Environment, que cubre la problemática del endeudamiento a nivel mundial vía los mercados de bonos, incluye un capitulo dedicado a los bonos verdes, sociales, sostenibles y ligados a la sostenibilidad (BVSS y BLS),[v] analizando la situación del mercado, de los bonos de instituciones privadas, financieras y no financieras, del sector público y de las instituciones multilaterales, para sacar algunas lecciones que pueden ser utilizadas en la promoción de su desarrollo.

Es el más completo compendio de la situación del mercado, que cubre no solo los volúmenes de emisiones, sino además muchas de sus características y efectos. Es imposible hacerle justicia en una reseña como esta, pero creemos oportuno destacar los aspectos que cubre para los lectores interesados en profundizar en ellos.

·       El volumen de bonos sostenibles en circulación a fines del 2023 era de US$2,3 billones y US$2,0 billones en los sector corporativos y oficiales respectivamente. La emisiones en el quinquenio 2019-2023 fue de seis y siete veces mayor que en el 2014-2018, en el sector corporativo y oficial respectivamente.  

El crecimiento ha sido explosivo entre estos periodos de diez años (aunque las emisiones se han ralentizado en años recientes) lo que augura buenas expectativas para el financiamiento de actividades y proyectos sostenibles. Sin embargo, es de notar que estas cifras agregadas no necesariamente reflejan recursos disponibles para la inversión ne actividades y proyectos sostenibles ya que no todo lo que las estadísticas las califican como tales no lo son en efecto.  Las estadísticas reflejan intenciones enunciadas durante las emisiones y, para tener una mejor visión del potencial impacto, habría que descontar los montos que no se terminan destinando a ello, que no todas los recursos se utilizan para inversiones incrementales, nuevas, hay greenwashing, y el verdadero impacto que tienen sobre la sostenibilidad. Una de las mayores “ilusiones” en el financiamiento sostenible es creer que los montos reflejan mejoras en la sostenibilidad. En estos números hay sobreestimación e inflación de efecto y de impacto. [vi]

·       Los bonos verdes representaron en 74% de las emisiones corporativas y los BLS representaron el 10%. Las emisiones de Bonos Sociales corporativas de instituciones no financieras fueron un 12% del total de emisiones de bonos de ese sector, en tanto que las del sector financiero representaron el 8% de las totales en ese sector.

Los bonos verdes constituyen el grueso de las emisiones de bonos sostenibles, lo que refleja la prioridad, sobre todo en Europa, y la relativa facilidad de atribución a los aspectos ambientales, en detrimento de los aspectos sociales. A primera vista pueden parecer porcentajes muy modestos del total de emisiones de bonos, pero hay que recordar que el los bonos tradicionales financian todo tipo de actividades.  Lo importante es que los volúmenes y las proporciones aumenten y que se utilicen efectivamente para mejorar la sostenibilidad.

·       El sector oficial también ha emitido cantidades sustanciales de bonos sostenibles (US$ 394 000 millones), casi todos en BVSS, que representan solamente el 0,4% del total de las emisiones de bonos.

Los BVSS no forman parte significativa del endeudamiento público lo que se hace en los mercados tradicionales. Sin embargo, algunos gobiernos locales y nacionales emiten BVSS para financiar algunas actividades del presupuesto, que en general no constituyen inversiones incrementales, son atribuciones a estas categorías de gastos o inversiones que antes se financiaban con el presupuesto tradicional, pero que ahora que reclasifican para propósitos políticos. [vii]

·       Los principios rectores para estas emisiones, desarrollados por la International Capital Markets Association (ICMA), fueron usados en el 93% de los casos. Los emisores dijeron utilizar taxonomías de clasificación para la selección de actividades elegibles: el 66% la del Climate Bonds Initiative (universales), el 14% los de la Unión Europea (en Europa), y el 12% la de los reguladores del gobierno de República Popular China (en China).

Con la aprobación del reglamento sobre bonos verdes de la Unión Europea estas proporciones deberían cambiar significativamente.  Afortunadamente, sus principios son más rigurosos en las actividades elegibles y en la transparencia y monitoreo que los principios existentes hasta ahora, lo que podría reducir la inflación mencionada arriba. Lamentablemente, la Unión Europea, que también cuenta con la Taxonomía verde para respaldar estas emisiones, no cuenta con ni con principios ni con una taxonomía semejante para las activades e inversiones sociales, lo que contribuye aún más al sesgo a favor de las emisiones de bonos verdes que comentábamos arriba. Para estas se deben continuar usando los principios de la ICMA.

·       No existe una relación estadísticamente significativa de que los emisores corporativos y oficiales se benefician de menores tasas de interés por las emisiones de bonos sostenibles, basada en la comparación con una muestra limitada de bonos semejantes.

La existencia de este greenium, un descuento por  usar los recursos en actividades o inversiones sostenibles ha sido objeto de múltiples estudios estadísticos y los resultados, en general, coindicen con los reportados arriba.  Este greenium era notable en algunos casos hace ya algunos años, pero a medida que los mercados de las finanzas sostenibles maduran, el descuento ha tendido a desaparecer. Pero hay que recordar que los estudios son estadísticos y los resultados aplican en el agregado, en “promedio”, lo que no obsta para que una emisión particular pueda lograr un descuento. Lo que es cierto es que la existencia de este descuento ha dejado de ser una consideración para la emisión de bonos sostenibles.

·       La proporción de bonos sostenibles que obtienen la verificación de segundas partes independientes de que sus condiciones están en concordancia con algunos principios de emisión, ha aumentado de en menos de las mitad en el 2019 a las tres cuartas partes en el 2023.

Y estas proporciones no pueden sino seguir aumentando.  Sin embargo, ello no quiere decir que ofrezca garantías de que los recursos de los bonos se utilizarán totalmente en actividades sostenibles, ya que algunos principios permiten algunas excepciones y las opiniones son emitidas sobre los esquemas de emisión, ex ante, intenciones. Y si bien se verifican ex post no hay penalizaciones porque no se hayan logrado los objetivos pre-establecidos. Adicionalmente en muchos caso los objetivos comprometidos son relativamente débiles, a veces indirectos y no necesariamente se refieren al logro de un impacto real. [viii]

El reglamento para la emisión de bonos verdes de la Unión Europea fortalece el rigor en las actividades eligibles, los objetivos a lograr y la revisión de los informes de ejecución, en comparación con los principios existentes. Incluye además la necesidad de registro y autorización de los verificadores en la Asociación de Mercados de Capitales Europeos. ESMA.

·       Dos tercios de los prospectos de emisión mencionan el refinanciamiento de actividades en marcha como elegibles y ninguno de los prospectos analizados dice que no utilizarán los recursos para refinanciar. Adicionalmente ningún prospecto incluye penalizaciones contractuales en caso de que el emisor no use los recursos para financiar o refinanciar proyectos elegibles.

Esto es una de las razones por las que mencionábamos que no todos los recursos eran incrementales, que iban a financiar nuevas actividades o inversiones. Algunos recursos se utilizan para refinanciar inversiones ya realizadas. El refinanciamiento involucra el pago de deudas adquiridas para aquellas inversiones o para gastos recurrentes, con los recursos de la nueva emisión. En algunos caso son una operación netamente financiera y no financian inversiones nuevas sostenibles.

Es de destacar, no obstante, que algunos emisores revelan los montos que se esperan utilizar para refinanciamiento, los proyectos elegibles y el período retroactivo que cubren.[ix]

·       No se encontró evidencia de que las emisiones de bonos verdes por parte del sector oficial ha respaldado el desarrollo del mercado corporativo. Aun así, los emisores oficiales pueden tener otras razones para emitir bonos sostenibles, incluyendo la diversificación de su base de inversionistas.

Se había llegado a pensar que las emisiones oficiales, que son en grandes volúmenes, podrían elevar el interés por los bonos sostenibles del sector privado y desarrollar los mercados secundarios, sin embargo, son dos mercados con inversionistas que tienen objetivos relativamente diferentes.

En efecto, los emisores oficiales pueden tener otros objetivos, más allá de contribuir al desarrollo de los mercados financieros o de contribuir a la sostenibilidad, por ejemplo, objetivos políticos. [x]

III.           En resumen

Sí bien estos dos informes se concentran en estadísticas, estas contienen información que permite apreciar el grado de implementación de las practicas sostenibles alrededor del mundo y el grado de desarrollo de los mercados de las finanzas sostenibles, con una amplia cobertura, que no se encentra en otras publicaciones. La ECDE tiene la gran ventaja de, además de ser un centro de conocimiento, tiene entre sus objetivos desarrollar recomendaciones de política para contribuir al desarrollo económico de todos los países, y en el último decenio ha tomado la contribución de las prácticas responsables en las empresas como una de sus prioridades (el primer documento contiene un capítulo dedicado a las recomendaciones de política, que surgen de sus análisis de los datos).



[i] Es de celebrar que la OCDE ha optado por el nombre de Sostenibilidad Empresarial, cuando había insistido hasta ahora en diferenciarse del resto del mundo y llamarlo Conducta Empresarial Responsable (Responsible Business Conduct).

[ii] Para un análisis de las actualizaciones de ambos documentos, ver mi artículo Gobernanza responsable: Nuevas Guías y Principios de la OCDE

[v] El lector interesado en profundizar más sobre estos bonos puede ver alguno de Mis quince artículos sobre bonos verdes, sociales o sostenibles y ligados a la sostenibilidad.

[vi] Sobre la sobrestimación posible ver Bonos verdes, sociales y sostenibles. 2a. Parte: ¿Añaden valor? Sobre la diferencia entre efecto e impacto ver En sostenibilidad empresarial, ¿Tiene impacto el impacto?

[viii] Ver la sección I.c. en el artículo de la nota precedente.

[ix] Ver el caso de Ford en Emisiones de bonos sostenibles por Ford: Lo bueno, lo malo y lo feo

[x] Ver, por ejemplo, los casos de la Comunidad de Madrid, del Instituto de Crédito Oficial, ICO, de España y del gobierno de Francia en los artículos Bonos verdes, sociales y sostenibles. 2a. Parte: ¿Añaden valor? y Bonos verdes, sociales y sostenibles. 3a. Parte: ¿Legitimidad o Greenwashing?.

 

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