¡Qué pregunta! Un buen número de interesados en RSE y en
sostenibilidad no conoce el significado de resiliencia, aunque algunos habrán
escuchado o leído la palabra en inglés: resilience
que ahora se está poniendo de moda y hay quienes pretenden usarla como
sustituto de la sostenibilidad. Originalmente
el concepto fue sido desarrollado en el contexto de la persona, de la
psicología. [1]
[2]
No es de extrañar que muchos no conozcan la
palabra. Existe en español pero solo ha
sido recogida por primera vez en la nueva edición (23ª, octubre 2014) del
Diccionario de la Real Academia:
1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con
flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
Nótese que la
definición se hace en referencia al ser humano (psicología) y a materiales
(mecánica). En el caso del ser humano se
refiere a la capacidad mental, aunque podría (¿debería?) incluir la capacidad
física de resistir situaciones límites y sobreponerse a ellas (frío, calor,
cansancio, infecciones, etc.). En
algunos casos se puede considerar como antónimo de vulnerabilidad.
(Resiliencia es crecer en el desierto,
sostenibilidad es evitar la desertificación)
La palabra es perfectamente aplicable a la empresa, después de todo la empresa es una
persona, no natural pero jurídica.
Supongo que a la RAE no se le ocurrió incluir esta tercera
acepción. Usando la acepción de la
persona lo podríamos definir como la capacidad de la empresa “de asumir con
flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas.” En este caso las situaciones límite podrían
ser de tipo financiero, social o ambiental.
Para que la empresa tenga resiliencia debería estar preparada para
afrontar estas eventualidades.
Al ver juntos
estos “tres resultados”, financiero, social y ambiental, sería de esperar que
el lector piense en RSE o sostenibilidad corporativa.
Pero, ¿qué tiene
que ver resiliencia con sostenibilidad? Muchos
se cansaron de usar el término responsabilidad social de la empresa y
“evolucionaron” al término sostenibilidad.
Ahora parece que algunos que se han cansado de sostenibilidad quieren
usar un nuevo término: resiliencia.
Sí, sostenibilidad y resiliencia son conceptos
relacionados pero no son lo mismo.
De una manera un
poco simplista podemos caracterizar sostenibilidad
corporativa como las acciones que la empresa lleva a cabo para evitar o mitigar sus impactos en el interior
y exterior a la empresa, en su entorno, asegurando su viabilidad, a largo
plazo, y de contribuir a la del entorno.
Resiliencia es el resultado de
las acciones dentro de la empresa para
mejorar su capacidad para asumir o resistir los impactos del entorno, también
para asegurar su viabilidad en el largo plazo, pero no se preocupa de la del
entorno. Sin embargo tienen muchas áreas comunes. Ambos conceptos están íntimamente
relacionados con gestión de riesgos y la continuidad (sostenibilidad) de la
empresa. Ambos casos se refieren a
acciones que la empresa toma.
Sostenibilidad es impacto sobre el entorno,
resiliencia es preparación para la reacción del entorno.
Si consideramos
el concepto estrecho de sostenibilidad como la continuidad de la empresa, los
conceptos son sinónimos, aunque con diferentes enfoques. Pero si consideramos sostenibilidad en su
visión más amplia que incluye la responsabilidad por la sostenibilidad del
entorno y de hacer una contribución al desarrollo de la sociedad entonces no
son lo mismo. De allí una potencial confusión.
Por ello es conveniente
recordar que el termino sostenibilidad
es un concepto más amplio que incluye la responsabilidad de la empresa ante la
sociedad, más allá de garantizar su viabilidad financiera, social y ambiental a
largo plazo. [3] Puede incluir acciones tendentes a mejorar la
calidad de vida de la sociedad, ya sea a través del suministro de productos y
servicios y su producción responsable, o bien en acciones con una visión más
amplia de la sociedad y del entorno que la rodea. En esto hay una
separación entre resiliencia y sostenibilidad corporativa (aunque se puede
alegar que esta parte de la responsabilidad de la empresa ante la sociedad la
hace más “resiliente”).
La sostenibilidad debe ser “resiliente” y la
resiliencia debe ser sostenible.
En el caso del medio ambiente, por ejemplo, ubicarse en zonas seguras y
tomar acciones para mantener accesibilidad a sus insumos y a la distribución de
sus productos en condiciones ambientales adversas es resiliencia. Usar los
recursos naturales de manera responsable y, por ejemplo, contribuir a aminorar
el cambio climático o conservar las cuencas hidrográficas es ser responsable y
contribuir a su sostenibilidad y la del planeta.
A nivel social, ambos conceptos se refieren al “capital social y
humano” de la empresa incluyendo las capacidades de su personal, trabajo en
equipo y sinergias, lealtad, involucramiento, relaciones internas y externas y
la cohesión de sus sociedades. Aunque hay matices de diferencias entre ambos. Por ejemplo, para la resiliencia la empresa
puede querer tener acceso a personal alternativo en casos adversos o de cambio
de estrategia. En la sostenibilidad
corporativa podría preocuparse más bien de mantener ese personal y adaptarlo,
en la medida de lo posible a las nuevas circunstancias. En sostenibilidad también habría una mayor
preocupación relativa con la comunidad y la aceptación de la sociedad. También habría una mayor atención al
empoderamiento como fuente de motivación, al involucramiento en la misma
sostenibilidad (participación en decisiones, voluntariado, desarrollo
comunitario, etc.) y sobre todo en la operación con principios y valores
morales y éticos.
A nivel financiero la empresa mejora su resiliencia cuando mantiene liquidez en sus activos, tiene acceso a
líneas de crédito contingentes, tiene niveles de capitalización que le permiten
hacerle frente a reducciones en sus beneficios y evitar la quiebra, por
perturbaciones coyunturales y no estructurales, entre otras medidas. De hecho, buena parte de las medidas para
evitar la repetición de la crisis que comenzó en el 2008 (¿ya terminó?) son
para aumentar la resiliencia de las instituciones del sistema financiero a
eventos adversos como los que ha sufrido recientemente.
Pero la sostenibilidad financiera requiere de
estas prevenciones pero además de que la empresa sea rentable en el mediano y
largo plazo, que genere internamente los recursos financieros necesarios para
cubrir sus costos y remunerar a los aportantes de capital. Es en este terreno donde hay más discusiones
sobre la RSE, porque hay maneras y maneras de ser rentable. Se puede hacer con producción responsable o
se puede hacer tratando de explotar la posición ventajosa que pueda tener sobre
los proveedores de insumos (materias primas, recursos humanos, etc.) y el entorno
(social y ambiental). Se puede hacer
contribuyendo al desarrollo de la comunidad o ignorándola. Pero en el largo plazo la sostenibilidad
financiera sufre si la empresa no actúa responsablemente ya que puede perder
acceso a esos recursos y mercados y la aceptación de la sociedad.
En el tema de gestión, un buen ejemplo de resiliencia y sostenibilidad son
los sistemas de información. Hoy en día
uno de los principales aspectos de preocupación de muchas grandes empresas es
la gestión confiable de la información y la prevención de invasiones en sus
sistemas informáticos (“hacking”). Esto es mayormente un tema de resiliencia del
negocio, pero esa resiliencia debe logarse de manera responsable, por ejemplo
asegurando, simultáneamente, la transparencia y la protección de la privacidad.
Para no extender
más el artículo no entraremos en detalles sobre la comparación y contraste entre
resiliencia y sostenibilidad en temas de
responsabilidad de los productos, cadena de valor, consumidores y clientes,
comunidad, etc. El lector interesado puede
hacer el ejercicio de compararlos en estos casos como lo hemos hecho
arriba. Pondría a prueba su comprensión
y demostraría interés.
Y a nivel de la
empresa en general, resiliencia incluye reacciones del entorno sobre las cuales
la sostenibilidad corporativa no actúa como, por ejemplo, las preparaciones
ante disturbios, inestabilidad social y política, cambios en las legislaciones
y políticas gubernamentales (a veces englobadas dentro del concepto de “riesgos
políticos”) entre otras. Y estas
acciones empresariales, como por ejemplo protección armada, cabildeo y
contribuciones políticas, deben llevarse a cabo de manera responsable y
transparente.
Es de notar que ambos conceptos son más propios del sistema,
ya sea ambiental, ya sea financiero, ya sea social, ya sea planetario, que de
nivel individual. [4]
Pero no debe sorprender si los que necesitan inventar nuevas ideas para figurar
(recordemos la creación de valor compartido) traten de popularizar la
resiliencia, a nivel de empresa, como alternativa a la RSE o sostenibilidad
corporativa, o, en su versión sistémica, como alternativa a la Sostenibilidad. Pronto alguien propondrá, si es que no se ha
hecho, la creación de la figura de Chief
Resilience Officer. Si lo hacen, por
favor que coordine con el Chief Sustainability
Officer y con el Chief Risk
Management Officer, con el Chief Information Officer, con el Chief Financial Officer, y………….. con
todo el mundo.
En resumen, desde el punto de vista de la empresa
sostenibilidad corporativa se refiere a sus impactos sobre su entorno en tanto
que resiliencia se refiere a los impactos del entorno sobre la empresa. Pero
ambas acciones tienen mucho en común y deben ser compatibles. Ni son lo mismo ni son mutuamente
excluyentes.
Y lo que más tienen en común: ambos conceptos/estrategias/acciones
son parte de la excelencia en la gestión, se refieren a la viabilidad de la
empresa en el largo plazo.
[1] Este artículo fue inspirado por la publicación
del artículo Resilience
isn't the new sustainability — it's a whole new market. por el inventor del concepto de la
triple cuenta de resultados (triple
bottom line), John Elkington.
[2] Uno de los pocos medios donde he
encontrado los dos conceptos considerados simultáneamente es el Center
for Resilience at the Ohio State University. Aunque
este sitio extiende reslienca para hacerlo coincidro con sostenibilidad. Por ejemplo, califica el caso de Patrimonio
Hoy, programa paradigmático de la RSE como ejemplo de Resiliencia en Capital
Social.
[3] Ver mi artículo Responsabilidad
Social, Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible: ¿Hasta dónde llega la
responsabilidad de las empresas? del 21 de septiembre de 2014.
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